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¿Puede un país con un 20% de paro regalar el 9% del PIB?

Pues no, claro que no puede. A un país con una economía cachas le costaría un horror hacerlo, y a uno que va encadenando brutales recortes sociales y con un paro estratosférico, pues más.

Ayer salió la segunda oleada del CIS de Charneguistán, con varios datos interesantes, a saber:

a) la mayoría de los catalanes se proclaman igual de españoles que catalanes,

b) por 43-28, la mayoría de los catalanes votarían Sí a la independencia,

c) un 75% de los votantes socialistas y un 76% de los votantes ecosocialistas están a favor de que sea la Generalitat la que recaude todos los impuestos en detrimento del delirante y ultra-centralista sistema español,

d) el motivo principal de los que están a favor de la independencia es el económico, esto es: racional, y

e) el motivo principal de los que están en contra de la independencia es el identitario, esto es, el nacionalista.

En fin, ¿cómo era?… ¿Democracia real ya? Pues eso, y con un saludín a los que a) creen que es intolerable desviar la atención con un referendum sobre la ley omnibus porque lo importante es la independencia o b) creen que es intolerable desviar la atención con un referendum sobre la independencia cuando lo importante es la ley omnibus y, en su sectarismo plenamente inmerso en la subnormalidad democrática española, c) desconocen que cuesta lo mismo hacer un referendum que dos, como sí saben en los sitios con cultura democrática.

Por último, una propuesta para cuando aquí deje de resistir épicamente la democracia a lo que quiere la gente que la paga, que diría JuliAna Frank(o) y podamos votar lo que quiere la mayoría, con la vista puesta en los números que da la encuesta: qua a nadie se le ocurra llamar documento nacional de identidad a lo que en los países civilizados llaman identity card o carte d’identité. Y si se puede pasar del papelito, pues aún mejor.

«La democracia resistirá»

No, no es coña. Entre una mezcla de indiferencia y cachondeo generalizado, ayer se celebró el debate sobre el estado de la Nación Única, Indivisible, Indisoluble y Etc. de los no-nacionalistas, rescato la crónica del afamado y prestigioso periodista del periódico monárquico, protaurino, nobiliario y olé La Vanguardia Enric Juliana.

Haciéndose la autocrítica encima, como suele, y sustituyendo datos y resultados por discursos y vaguedades, como suele, señala Juliana que ZP estuvo de cine, Rajoy también y el Dioni de la Franja, pletórico después de recargar gasolina en los boxes del Palace, ni te cuento. Para que no quede duda de a qué se refiere con la palabra democracia, Juliana se cuida en obviar toda mención a todo aquél que no esté encuadrado en la ppsoevergencia.

El resumen es que, literalmente, la democracia resistirá, una frase de estilo muy cubano y, por concretar más, de los medios cubanos fans de la dictadura del Coma Andante. Yo, que con Juliana estoy convencido de que la democracia resistirá heroicamente, con las únicas armas del 40% del PIB de presión fiscal, el monopolio de la violencia, el monopolio de los medios de comunicación -para jalear como hooligans el ejercicio del mencionado monopolio de la violencia-, el monopolio del sistema financiero, el monopolio del sistema energético, el monopolio de las tecnologías de comunicación y unos pocos monopolios más sin la mayor relevancia, al insoportable asedio de unas decenas de miles de ciudadanos pacíficos, desarmados e indefensos que están hasta la coronilla de encontrarse, una noche tras otra, a los estafadores que les juran amor eterno a cambio de un voto despeinados y con un liguero del Botín de turno.

Firmado: Popota, a Proud Friend of Greece.

Peor es de robar

El President Mas, que encabeza firmemente el Govern dels Millors -por usar su expresión, con la cabeza firme, los pies en la tierra y un largo etcétera y, por usar la realidad, en helicóptero del que se desconoce el coste- ha pedido a la sociedad que se implique en la resolución de la crisis ya que, sostiene, las instituciones por sí solas no pueden tirar del carro.

El blog Maketo, siempre en defensa de los débiles y las causas perdidas, respalda el discurso del President Mas. Es evidente que con una presión fiscal por encima del 40% poco podemos pedirle al President de la Generalitat. Por ello, y aprovechando que esta semana tenemos la oportunidad de cumplir con nuestras obligaciones con la Hacienda del Reino, propongo no ser tacaños y aumentar unilateralmente las contribuciones al Sheriff de Nottingham un modesto 10%, todo sea para paliar la triste sensación de soledad del President Mas.

Asimismo, aprovecho la presente para reseñar el acercamiento del Govern dels millors a la kale borroka, perdón, al movimiento 15M. Se apunta en el horizonte una reforma de la ley electoral -se apunta, además, un chanchullo bipartidista entre convergentes y sociatas para poder seguir bien alimentados como en los últimos 30 años-. Se ha decidido, asimismo, asumir la reivindicación de transparencia, cerrando al público la comisión parlamentaria sobre el concierto económico, que según el propio President es el asunto primordial de la legislatura. Se ha cedido retirando la ley Omnibus, que se convertirá en cuatro minibuses con el mismo contenido para el que, por cierto, los sociatas, en la línea de coherencia desarrollada por los señores que en solo cinco años han conseguido hundir un partido que era casi hegemónico, ya han mostrado su disposición a apoyar.

Por último, se ha nombrado como director del Centre Català d’Estudis Contemporanis -nivel A30 más complemento de 32.000 euros- a Ferran Sáez, una lumbrera de la contemporaneidad que lleva un mes publicando artículos en los que defiende la vinculación del movimiento 15M con el nazismo.

Eso sí, no consta que Mas y Puig hayan decidido atacar los USA después de que el embajador estadounidense le dijera al Ara que el movimiento 15M está totalmente legitimado en una democracia y que, al loro, «sólo en países donde no hay democracia como Siria, el Yemen, Irán o Libia las protestas, que son derechos universales, son consideradas ilegítimas». A ver si el paleto de Sáez, en el tiempo que le deje su labor de copiar y pegar informes inútiles y sin ningún interés, tiene un rato para explicarse a Alan Solomont cuatro verdades sobre la democracia.

En defensa de Sarah Palin

Por unanimidad, los alelados del Congreso decidieron ayer hacer un gesto de acercamiento a las masivas, existosas, sensatas y moderadas movilizaciones empezadas el 15M. Más allá de la retórica consustancial al oficio de detraer dinero público para dedicarte a incumplir de forma sistemática tus compromisos electorales, lo más concreto del acercamiento 2.873.542 de los políticos a los acampados -mis favoritos son la Ministra de Defensa con más guerras de la historia vendiendo su grotesca candidatura como representante del 15M, y El País vendiendo que las sesiones de felaciones a RuGALcaba, el inventor de las primarias monoparentales, que se están llevando a cabo en lo que va quedando de las agrupaciones socialistas del Reino eran con la misma metodología que el 15M- ha sido el compromiso de hacer una ley de transparencia.

Lo tienen muy fácil: únicamente necesitan un traductor, y copiar párrafo a párrafo la ley del estado de Alaska que obligó hace un mes a publicar el 80% de los correos electrónicos que mandó Sarah Palin en su etapa como gobernadora. Según mis cálculos, y habida cuenta de los traductores en nómina del Congreso, para las 5 de la tarde o así se puede tener la ley, y votarla antes de que caiga el sol.

Mi pronóstico, eso sí, es que si se publican el 80% de los correos de cualquiera de las lumbreras que han ocupado carteras ministeriales desde 2007 -o el 0,8% de los mandados por el gobernador del Banco de España- no va a haber plazas en el reino para tanta tienda de campaña. Y no digo nada si se limitan a fusilar la propuesta en materia de ética con la que Barack Obama se presentó a las presidenciales, y que exigía la publicación sin límites -excepto la seguridad nacional- de todas y cada una de las comunicaciones entre cualquier funcionario público con voz o voto en cualquier adjudicación de un contrato y cualquier persona que desempeñe su trabajo en una empresa a la que se adjudique dicho contrato.

Wisconsin

Hoy ando liado con el Pobrelberg, animado por el artículo de Rafael Poch sobre las contrarreformas de los tres últimos años en el que señalaba la nula atención que la prensa española prestó a los extraordinarios sucesos que acontecieron en el Estado de Wisconsin hace poco más de cuatro meses.

Pues eso: contra el anti-americanismo, con la memoria puesta en el Honorable Conseller del bate y la Brunete godótica de tertulianos que dejan al llorado Eduardo Inda en un dechado de objetividad.

Contra Intereconomía

No sé si lo había comentado, pero hoy que el blog llega a los 100.000 visitantes únicos aprovecho para decir que he conseguido mitigar la añoranza por la impresentable censura por parte de la generalitat del pobre fedeguico a base de Intereconomía. Ayer, sin embargo, y animado por el esperanzador panorama político abierto por las masivas protestas del movimiento 15M y la decisión soberana de los militantes de IU de Extremadura desoyendo los sabios consejos de unos dirigentes con una obsesión -la pinza- que les ha conducido a la estratosférica cifra de dos (2) diputados, decidí arriesgarlo el todo por el todo y poner la SER.

Siento debilidad por Ánchels ya desde que obedientemente recitaba a la perfección todas las preguntas que le mandaban desde presidencia cada vez que se veía las caras con Pujol en TV3. Su ascenso a Madrid, donde siguió una línea de coherencia en materia de deontología periodística -si bien cambiando de jefes, sustituyendo a CiU por el PSOE-, no me defraudó, si bien le perdí la pista cuando consideré que había llegado a la cima gritando, en la cresta de la ola de caspa nacionalista que desató el glorioso triunfo en la eurocopa, aquello de «esta sí es la España real, la optimista» cuando su jefe andaba aún con leves desaceleraciones, el sistema financiero más sólido del mundo y acontecimientos planetarios.

Ánchels y Yemma, enseñando los dientes al poder. El Pulitzer espera.

Sin embargo, me equivoqué. La tertulia de ayer Lunes fue estratosférica, así que abjuro de Intereconomía, rebasada en sectarismo y comicidad involuntaria por Ánchels y sus dinosaurios del PRI, perdón, del PSOE. En cuanto a lo del 15M, las cosas están claras: lo que deben hacer es montar un partido y respetar el estau -sic- de derecho, ya que si no están muertos. Los partidos, por su parte, deben escucharles, «tal y como ha dicho el vicepresidente Jáuregui». Luego llegó la hora de IU, donde si llegan a meter a Belén Esteban hubiera pasado por Gandhi. Términos textuales: traición vergonzosa, culpable, suicidio, gravísssssssssssimo -así, con chorrocientas eses-.

Una vez enterrados esos radicales anti-izquierdistas amigos del PP de IU y el 15M, llegó la hora de hablar de cosas con un futuro esplendoroso, y es que a pesar de todo siempre hay motivos para la esperanza. Sí, lo han adivinado: la flamante presentación del equipo de campaña del PSOE para que Rubalcaba gane las elecciones generales. Un equipo de Messis que no va a bajar de 200 diputados, oiga. «Potentísimo». Eso sí, con una crítica: que aún no se ha anunciado la incorporación de Rodolfo Ares, el que manda en el fallido gobierno vasco del PPSOE -unidad de la izquierda, de entrada, sí-, que tiene unos ratios de aceptación aún peores que el Gobierno del Reino. Eso sí, un fósil felipista con aires de enteradillo que andaba por allí hablaba de incorporación inmediata, así que no hay que preocuparse.

Así las cosas, no hay duda posible. Dejo Intereconomía y me paso a Los Otros, con Ánchels. Como mínimo, hasta que el secuestro del periodismo y su sustitución por el hooliganismo partidista, con sus consustanciales daños colaterales en forma de rechazo de la audiencia y muy especialmente de despidos de periodistas honrados, capaces y machacados , no suponga la sustitución de Los Otros por un programa futbolero o un gran hermano radiofónico con más interés que la diarrea de consignas.

Democracia

Ayer el nuevo tripartito catalán -CDC, UDC y PP- tiró millas con el presupuesto más psicópata de los 30 años de subnormalidad democrática en Catalunya. 7 meses después de que Artur Mas ganara las elecciones sin decir una sola palabra sobre los recortes -y prometiendo el concierto económico, juas-, y menos de un mes después de que el entonces candidato a la alcaldía de Pixapinópolis Xavier Trias dijera públicamente que plantaría cara a Mas con sus recortes, las derechas catalanas aprobaron, impasible el ademán, el recorte de los derechos sociales de los catalanes, como si los burócratas de Madrid no nos cepillaran 15.000 millones anuales.

No hace ni cinco años que el President Mas se comprometió a no pactar con el PP durante una generación. Más allá de la vergüenza, la indignación y el asco que provoca lo sucedido ayer en la Ciutadella -especialmente con los diputados de la oposición-, el sainete del pírrico autogobierno catalufo, con su camarilla -incluidos aquí sociatas y republicanos que han votado para que la comisión sobre financiación sea a puerta cerrada, contra la Soli e ICV- de estadistas, empezando por el paleto sociata que pidió la dimisión de Felip Puig por no haber machacado a los manifestolaris (por una vez que acierta, metiendo infiltrados a porrillo para evitarse testigos incómodos),es como para plantearte seriamente dejar de pechar a favor del Sheriff de Nottingham.

Firmado: Popota, a Proud Friend of Teodoredo& Gekokujo.

A Berlusconi le parten la cara con una urna de metacrilato, por Ton Vilalta

En los últimos meses, cada vez que alguien les pone una urna delante, la mayoría de los italianos decide usarla como si de una pesada y puntiaguda reproducción en bronce barato del Duomo de Milán se tratara. Este fin de semana en Italia se han celebrado 4 referéndums sobre la privatización de la gestión del agua, sobre la reanudación del programa de energía nuclear y sobre la ley que, a grandes rasgos, permitía a Berlusconi decidir cuando estaba demasiado ocupado para ir a sus procesos (ya en parte reformulada por una sentencia de la Corte Constitucional). Se trataba de referéndums de abrogación de leyes ya existentes, cuya validez depende del hecho que se alcance el quórum del 50%  de participación. Por eso, en estas ocasiones, el frente del No suele decidir (racionalmente) hacer campaña por la abstención. Lo que ha bastado para hacer fracasar todos los referéndums convocados en los últimos 15 años. Pero no siempre funciona. Como en esta ocasión.

El reflejo condicionado de atizarle al Silvio parece estar ya bien arraigado en el electorado y ha logrado doblegar la tentación de irse a la playa. Más allá de la importancia de las cuestiones concretas, es indiscutible que el resultado, dos semanas después del varapalo de las elecciones administrativas, tiene un indudable significado político. La pregunta que todo el mundo se hace es: ¿qué escenario se abre ahora? Lo que traducido para ti que eres joven y las únicas noticias de política internacional que lees son las que hablan de las putitas de Berlusconi, significa: ¿Pero Berlusconi está acabado sí o no?

Pues he aquí 10 razones por las que Berlusconi SÍ tiene los días contados:

Porque el berlusconismo es como el rocanrol: funciona mientras un tío sube al escenario y canta bi-bap-balula o cualquier otra pegadiza tonadilla sin mucho sentido sacudiendo vertiginosamente la pelvis. Si empieza con la introspección y las preguntas existenciales profundas se jode. Nace Nirvana. Puaj. Y ahora, ante estas derrotas y la perspectiva del fin, los berlusconianos empiezan a preguntarse dónde van, de dónde vienen, a qué huelen las nubes.

Porque la biología no es una opinión. Al fin y al cabo estamos hablando de un anciano de 75 años. Desde hace al menos un par de años, sus extravagancias, tradicionalmente interpretadas por sus apologetas como «simpáticas transgresiones del protocolo», tienen cada vez más pinta de demencia senil. Sobre la figura de Berlusconi, que ha basado su éxito político en la imagen del «monarca irreverente», se ciernen dos arquetipos demoledores: el del viejo payaso triste, y el del viejo tirano gagá, cada vez más solo y mal acompañado.

Porque la carrera a la sucesión ya se ha abierto y está destinada a recrudecerse. El mejor situado por el momento parece el ministro de la Economía Tremonti, pero hay grande confusión bajo el cielo y también puede ser que le dimitan en las próximas semanas. Berlusconi preferiría al ministro de la Justicia Angelino Alfano (que no por casualidad lleva 3 años trabajando exclusivamente para sacarle de sus aprietos judiciales) al que acaba de nombrar secretario del partido. Hay otros candidatos que podrían dar un paso al frente, como el gobernador de la Lombardía, Roberto Formigoni, un personaje que recuerda a nuestros entrañables tecnócratas del Opus en los 70’s yeyés. El hecho de que Berlusconi no pueda ni siquiera imponer a su sucesor es ya de por sí bastante indicativo.

Porque, sin que sean una panacea válida en cualquier circunstancia, el instrumento de las primarias ha demostrado ser útil en el centroizquierda. Hablamos, claro está, de primarias de verdad, no de hispánicas primarias monoparentales por aclamación. Por ejemplo: en las primarias para elegir el candidato de centroizquierda en Milán (abiertas a los simpatizantes) votaron casi 90.000 personas, algo que, además de suponer un apreciable esfuerzo para democratizar el proceso de selección de la clase dirigente dentro de los partidos, canaliza un deseo difuso de participación cívica y otorga al ganador una visibilidad y una legitimidad inmejorables para afrontar las elecciones de verdad.

Porque si el centroderecha intenta importar las primarias la probabilidad de que se conviertan en un sindiós tiende a 1. Porque, como aprendió Bush en Iraq y el PSOE en las primarias de la Comunidad Autónoma de Madrid, no es suficiente escenificar unas elecciones para importar la democracia. Para ello es necesario que existan una serie de condiciones previas: la credibilidad y apertura del proceso por una parte, y el hábito y el deseo de los ciudadanos de participar por la otra. Algo que se conquista con tiempo y esfuerzo. En un contexto tan ajeno al concepto de «democracia interna» como la derecha italiana, las primarias podrían tener un efecto parecido al de un tsunami entrando en un reactor de Fukushima.

Porque en toda Europa, en especial en la zona PIGS, los gobiernos en el cargo están sufriendo bukkakes electorales. Y la verdad es que no se entiende por qué debería ser diferente en un país en el que, además, en los últimos 10 años (8 de ellos con Berlusconi en el gobierno) el crecimiento del PIB  ha sido de un 0’25% anual. Sólo Mozambique y Haití han tenido un crecimiento inferior en el mismo periodo. La deuda pública, mientras tanto, ha alcanzado el 120% del PIB.

Porque la coalición que le apoya se está descomponiendo. Desde la contundente victoria electoral del 2008, Berlusconi ha resuelto cualquier tensión interna dentro de la coalición que le apoyaba cediendo cuotas de poder a sus aliados. En el norte a sus aliados de la Liga Norte, a los que ha cedido el gobierno en 2 de las 3 grandes regiones septentrionales (Véneto y Piamonte), además de numerosas localidades importantes. Esto ha generado un círculo vicioso en el que a) la Liga ganaba poder y visibilidad, entonces b) mejoraba resultados electorales a costa del partido de Berlusconi, entonces c) aumentaba su poder contractual dentro de la coalición y d) vuelta a empezar. Cuando, por el contrario, ha decidido adoptar un línea de firmeza, como con Fini, el resultado ha sido igualmente insatisfactorio: para tener en pie su mayoría parlamentaria, una vez depurados los finianos, ha tenido que que recurrir al muy madrileño arte del tamayazo a gran escala. Lo que le ha costado caro en términos económicos y políticos. Así que dentro de su mismo partido son muchos los que han abrazado el muy catalán principio del «qui no plora no mama» y empiezan a preguntar cada vez con más insistencia que qué hay de lo suyo.

Porque por primera vez la Liga Norte podría estar replanteándose el apoyo a Berlusconi. En las últimas elecciones la Liga ha sufrido un retroceso electoral y los sondeos indican que una parte de su base ha contribuido al éxito de los referéndums, así que podría preferir hundir el barco con sus propias manos antes que irse a pique con Berlusconi. Las posibilidades de que lo haga no son muchas, porque objetivamente no tiene suficientes incentivos para hacerlo (no hay alternativa de gobierno posible más allá de la coalición con el PDL), pero el malestar en su base es cada vez mayor. Dentro de pocos días se celebrará la tradicional fiesta de la Lega en Pontida, una especie de Vikingo Pride en el que sus militantes beben cerveza, eructan, se ponen cascos con cuernos y escuchan los discursos de sus líderes. En esta fiesta los dirigentes de la Liga podrían decidir lanzar un ultimátum a Berlusconi, que agravaría la situación descrita en el punto anterior.

Porque Berlusconi debe su fortuna económica y política a la televisión («Su Emitencia», le llaman) y no hace falta ser un gurú ciber-utópico para darse cuenta de que la  expansión de internet ha cambiado la manera de comunicar, de consumir información y de movilizarse. El sistema uno-a-muchos propio de la televisión ha entrado en crisis, y con él quizás el paradigma del ciudadano-telespectador fundamentalmente pasivo en el que se ha basado el berlusconismo. Los números dicen que tanto en las elecciones administrativas de hace dos semanas como en los referéndums la movilización de los jóvenes ha sido fundamental (la participación en el referéndum entre los jóvenes de menos de 25 años se ha situado 8 puntos por encima de la media, mientras que en las elecciones locales de Milán el candidato del centroizquierda Giuliano Piaspia obtuvo entre los menores de 34 años más del 60% de los votos). En España, la ausencia de alternativas atractivas dentro del marco democrático-institucional ha provocado que la movilización de la juventud de la clase media instruida desembocara en un movimiento anti-institucional o al menos, a-institucional como el 15M. En Italia las elecciones administrativas de la semana pasada y los referéndums han logrado canalizar este deseo de participación a través de las instituciones, bypassando el descrédito de los partidos políticos.

Porque en Italia existe la arraigada tradición de colgar cabeza abajo en una plaza pública a sus líderes carismáticos aparentemente fuertes y eternos. Y los millones de italianos que les apoyaban desaparecen como canapés de salmón en un pica-pica prematrimonial.

Pero como no nos gusta correr el riesgo de que alguien se acuerde de este post el día de la cuarta investidura de Berlusconi en 2013, el siguiente enumerará los 10 motivos por los que Berlusconi todavía puede dar mucha guerra. Porque suceda lo que suceda, queremos poder decir que yoyalodije.

La remontada del PSOE

La remontada del PSOE son los padres. Dicho esto, en las últimas horas Fatxi López y algunos de sus subordinados, entre los cuales el presunto periodista que lleva los mediodías de la Cadena SER, andan de lo más indignados ante lo que consideran una «vuelta al frentismo» propiciada por el contundente, aplastante y excelente batakazo que el nacional-constitucionalismo se ha dado en las elecciones municipales en Euskal Herria.

Ya saben. Después de unas elecciones en las que se impidió el derecho de sufragio a una cuarta parte del censo, Fatxi y su alter ego Basagoiti decidieron hacer un gobierno no frentista, que incluyera a todos y que acabara de una vez por todas con la política de bloques que separa a los que identifican la democracia con el engendro que hicieron tragar borbones, militares y caciques a lo que quedaba de democracia después de cuatro décadas de totalitarismo, y los que la identifican con el voto de la gente.

El tiempo dirá si la sabia actuación del PNV -marginando al PPSOE en toda Euskal Herria para demostrar que allí pinta más bien poco, y marginando al PPSOE en Madrid mediante un pacto con ZP para demostrar que también allí Fatxi y sus lumbreras pintan más bien poco- y de Bildu -incluyendo la decisión de incluir a los nacionalistas españoles en la mesa de las juntas generales de Gipuzkoa- beneficia o perjudica a los vascos que quieren vivir en una democracia de verdad. Mientrastanto, eso sí, no estaría de más que los no-frentistas y no-nacionalistas, además de ejercer su papel de oposición de la oposición jaleados por la Brunete mediática, empezaran a gobernar como si les pagaran para ello.

Real Academia del Presente

«Si la Guerra i la Dictadura foren tècnicament un miracle, la Continuïtat és una broma dolenta sobre aquests fets.

Però també podríem considerar-ho com un miracle… ningú no sap com pot aguantar aquesta situació. L’artificialitat de tot plegat és completa.

Ningú no s’interessarà per això, car no té res de visual, ni en el sentit corrent ni en el veïnat. Indonèsia, malgrat les aparences, no és gens visual. Un dictador pot fer-hi la vida i doblar-la, sense que ningú no se n’adoni.

Ha vingut a demostrar que per als nostres enemics, la guerra, la victòria i la dictadura fou una mena de revolució, com ells en deien -a escala reduïda i pensant en llur capacitat revolucionària-… feia molt i molt temps que eren incapaços de provar de batre’ns i ho van aconseguir. I hi van reeixir perquè van revolucionar-se, a la seva manera. D’altra manera, hauria estat impossible. D’alguna manera ho saben i n’estan cofois.

Els nois del Maig del 68 parisenc van tenir la força d’imitar els nois americans i alemanys perquè estaven cofois de ser parisencs a causa de De Gaulle. Nosaltres estem satisfets amb aquesta Continuïtat, no pas exactament a causa del dictador, però sí de la Guerra, car el veïnat de tot el món -per causes complexes- va trobar-la molt bé i en va parlar molt bé i molt. Únicament és a la pel·lícula «Casablanca» on se’n parla d’una manera al·lusiva i temperada. Nosaltres mai no podrem avaluar el mal que ens ha fet, car era la prova de la veracitat de tota la resta, del que havia passat i del que s’havia dit.

No és dolenta a causa del seu origen, és dolenta perquè és continuïtat, continuïtat de tot.

La continuïtat és la continuïtat de tot, no pas perquè encara visquin i diguin les mateixes paraules aquells que regien la Dictadura, ans perquè tothom continua sense llibertat d’expressió, ara encara més reprimida… hom no diu res, perquè hom no es pot dir res.»

El Canvi, Miquel Bauçà (1998)