El Impostor, que no pierde ocasión de sacar provecho de aquellas dos tardes en las que aprendió economía, ha redactado un informe económico sobre el año 2010. En resumen muy resumido, estamos en la buena senda, y más que lo estaremos cuando apruebe, le cueste lo que nos cueste, la melé de recortes laborales y sociales más bestia desde la llamada transición a la democracia.
Mientras esperamos ansiosos los resultados de tanta abnegación, no está de más aportar un granito de cal, perdón, de arena a la recuperación. Ahí van unas pocas y modestas recetas que nos permitan obviar el monocultivo de la construcción y avanzar en el nuevo modelo productivo que gracias a la ley de economía sostenible nos volverá a convertir en la envidia de Europa.
Turismo:
Primero se recalifica un poco de suelo. Acto seguido, se pone encima un ladrillo. A continuación, un poquito de cemento. Al lado, otro ladrillo. Un poco más de cemento. Encima de los dos ladrillos, otro ladrillo. Y así sucesivamente hasta llegar a la cima, en la que se colocarán unas placas fotovoltaicas. El resultado se llama hotel.
Infraestructuras:
Primero se recalifica un poco de suelo. Acto seguido, se pone encima un ladrillo. A continuación, un poquito de cemento. Al lado, otro ladrillo. Un poco más de cemento. Encima de los dos ladrillos, otro ladrillo. Y así sucesivamente hasta llegar a la cima, en la que se colocarán unas placas fotovoltaicas. El resultado se llama aeropuerto.
Industria:
Primero se recalifica un poco de suelo. Acto seguido, se pone encima un ladrillo. A continuación, un poquito de cemento. Al lado, otro ladrillo. Un poco más de cemento. Encima de los dos ladrillos, otro ladrillo. Y así sucesivamente hasta llegar a la cima, en la que se colocarán unas placas fotovoltaicas. El resultado se llama parque industrial.
Innovación:
Primero se recalifica un poco de suelo. Acto seguido, se pone encima un ladrillo. A continuación, un poquito de cemento. Al lado, otro ladrillo. Un poco más de cemento. Encima de los dos ladrillos, otro ladrillo. Y así sucesivamente hasta llegar a la cima, en la que se colocarán unas placas fotovoltaicas. El resultado se llama parque tecnológico.
Cultura:
Primero se recalifica un poco de suelo. Acto seguido, se pone encima un ladrillo. A continuación, un poquito de cemento. Al lado, otro ladrillo. Un poco más de cemento. Encima de los dos ladrillos, otro ladrillo. Y así sucesivamente hasta llegar a la cima, en la que se colocarán unas placas fotovoltaicas. El resultado se llama museo.
Deporte:
Primero se recalifica un poco de suelo. Acto seguido, se pone encima un ladrillo. A continuación, un poquito de cemento. Al lado, otro ladrillo. Un poco más de cemento. Encima de los dos ladrillos, otro ladrillo. Y así sucesivamente hasta llegar a la cima, en la que se colocarán unas placas fotovoltaicas. El resultado se llama polideportivo.
Servicios:
Primero se recalifica un poco de suelo. Acto seguido, se pone encima un ladrillo. A continuación, un poquito de cemento. Al lado, otro ladrillo. Un poco más de cemento. Encima de los dos ladrillos, otro ladrillo. Y así sucesivamente hasta llegar a la cima, en la que se colocarán unas placas fotovoltaicas. El resultado se llama centro empresarial, si bien también puede llamarse Bussiness center.
Promoción económica:
Primero se recalifica un poco de suelo. Acto seguido, se pone encima un ladrillo. A continuación, un poquito de cemento. Al lado, otro ladrillo. Un poco más de cemento. Encima de los dos ladrillos, otro ladrillo. Y así sucesivamente hasta llegar a la cima, en la que se colocarán unas placas fotovoltaicas. El resultado se llama palacio de congresos.
Seguridad:
Primero se recalifica un poco de suelo. Acto seguido, se pone encima un ladrillo. A continuación, un poquito de cemento. Al lado, otro ladrillo. Un poco más de cemento. Encima de los dos ladrillos, otro ladrillo. Y así sucesivamente hasta llegar a la cima, en la que se colocarán unas placas fotovoltaicas. El resultado se llama comisaría.
Juventud:
Primero se recalifica un poco de suelo. Acto seguido, se pone encima un ladrillo. A continuación, un poquito de cemento. Al lado, otro ladrillo. Un poco más de cemento. Encima de los dos ladrillos, otro ladrillo. Y así sucesivamente hasta llegar a la cima, en la que se colocarán unas placas fotovoltaicas. El resultado se llama oficina de atención a la juventud.
Educación:
Primero se recalifica un poco de suelo. Acto seguido, se pone encima un ladrillo. A continuación, un poquito de cemento. Al lado, otro ladrillo. Un poco más de cemento. Encima de los dos ladrillos, otro ladrillo. Y así sucesivamente hasta llegar a la cima, en la que se colocarán unas placas fotovoltaicas. El resultado se llama universidad.
Promoción internacional:
Primero se recalifica un poco de suelo. Acto seguido, se pone encima un ladrillo. A continuación, un poquito de cemento. Al lado, otro ladrillo. Un poco más de cemento. Encima de los dos ladrillos, otro ladrillo. Y así sucesivamente hasta llegar a la cima, en la que se colocarán unas placas fotovoltaicas. El resultado se llama villa olímpica.
Como ven, la mecánica es sencilla y ofrece un mundo, perdón, un universo de posibilidades. Conviene agitarlo todo y mezclarlo con dosis razonables de desgravaciones fiscales y servirlo acompañado de recortes salariales, precarización del empleo y demás remedios infalibles de gurús de mala muerte, perdón, del Banco de España, para ganar la batalla de la productividad. Para aguantar la paella por el mango, nadie mejor que la banca.
Pues eso: a disfrutar.
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