Lo mejor de la semana LXXXVIII
Celestino Corbacho, el Ministro del Paro, resume todos los argumentos de los nacionalistas españoles en uno solo con envidiable capacidad de síntesis: la independencia no será pacífica. Que los propios unionistas ya no sean capaces de presentar un solo argumento a favor de su causa y se limiten a proferir amenazas de barra de bar da la justa medida de su proyecto político. Iniciativa, por su parte, promete crear varios centenares de miles de puestos de trabajo –eso sí, no se olviden de que el partido populista y que no tiene un programa serio es la Solidaritat-. Por último, Artur Mas promete que negociará el concierto económico con el PPSOE en 2012, recibiendo ovaciones y vítores de toda la prensa desde el TBO al Grupo Godó –eso sí, no se olviden de que el partido berlusconiano que controla toda la prensa es la Solidaritat-.
El ayuntamiento de Barcelona se propone cerrar páginas web porque a su entender hacen apología de la violencia. La misma semana, hemos conocido por filtración judicial las amenazas a la exconcejal socialista Itziar González por su poca predisposición a compartir puntos de vista con los emprendedores del distrito de Ciutat Vella, lo que le valió, entre otras cosas, amenazas de muerte, la necesidad de llevar escolta y que le entraran en casa para sustraerle los ordenadores. Una de sus colaboradoras dejó su trabajo por las amenazas, y ella cedió finalmente hace medio año. Eso sí, el ayuntamiento, además de buzonear compulsivamente a los beneficiarios de sus políticas gastando una auténtica millonada, se dedicará a mirar páginas web y ha dado su apoyo a los concejales y cargos implicados en la red de sobornos. Mención aparte merece TV3, que prefirió no incluir la noticia en sus noticias a favor de otros temas más importantes, entre los cuales unas declaraciones de Sergio Ramos. Eso sí, no olviden que el partido de tintes berlusconianos, esa mala gente que sustituye la realidad por chorradas directas al hígado –sí, el amigo de la mafia- es la Solidaritat.
El PPSOE pacta al fin la renovación del Tribunal Constitucional, aprovechando nada más y nada menos que una surrealista ley -concretamente, metiendo la reforma de la ley orgánica del TC como enmienda en una ley que trataba sobre como deben ser las papeletas electorales de las elecciones al Senado, ahí está el estado de derecho en todo su esplendor- para meter el trapicheo. Es una pena, además de un hecho impresentable, que tantos juristas competentes y honrados como hay vean como se devalua su trabajo y su imagen a causa de una minoría de desaprensivos e impresentables que viven para mangonear la justicia y ejercer el trepismo con una desvergüenza impropia de otras latitudes.
A MAFO, que cobra sus buenos dineros de los impuestos de los españoles por velar por la buena salud del sistema financiero español –que como todo el mundo sabe está que se sale, de ahí que la concesión de créditos no pare de subir, la morosidad no pare de bajar y las entidades no necesiten un solo euro de las barras libres del BCE o de los impuestos de los súbditos del Rey de España vía FROB, FAAF o acuerdos de entidades públicas de vivienda para “poner en el mercado” esos sanísimos activos inmobiliarios de los bancos-, dispone de mucho tiempo libre y propone limitar por ley el endeudamiento de las comunidades autónomas y los ayuntamientos. Como todo el mundo sabe, el hecho de que más de un 80% de la deuda pública española sea mérito del Gobierno del Reino tiene como consecuencia lógica el reconocimiento del buen hacer de los sucesivos gobiernos centrales, que sin ninguna duda deberían aumentar aún más su poder sobre las administraciones “subgenéricas”, que dirían los poetas del TC.
Sigue el akelarre de progresismo bien entendido por parte del Gobierno del Impostor. De los autores del decretazo de la reforma laboral, de la reforma fiscal más regresiva y neoconservadora que se ha hecho en el Reino y del tijeretazo a sueldos y pensiones públicas, llega la siguiente propuesta: rebajar aún más las pensiones, para que no sea dicho que a los muchachos les falta coherencia. Jaleados por cien economistas -curiosa profesión que tiene por costumbre, por lo visto, presentarse en grupos de cien, como para dar empaque- que piden aún más sangre, hay que desear todo lo mejor a nuestro Gobierno de progreso en su titánica tarea de plantar cara a los malvados de la derecha.
Accésit para el malogrado Díaz Ferrán, que dejará su cargo después de una durísima campaña de acoso y derribo y con una hoja de servicios impecable para la patronal. Lo que a su predecesor le costó 30 años a él le ha costado 3. Se ha dejado cosas en el camino, pero si los dos siguientes muestran la misma diligencia que él la utopía de volver a finales del siglo XIX se podrá dar por cumplida.