Fines y medios
Contra toda evidencia, hay quien halla la causa de la decadencia de las izquierdas en las sociedades occidentales en su negativa a adoptar medios pragmáticos -vamos a llamarlos mano invisible, por ser más claros- para cumplir unos fines determinados, a los cuales han guardado escrupulosa fidelidad. Con la que ha caído desde el infausto día en que cayó el Muro de Berlín -no porque cayera, sino por lo que vino después-, en recortes sociales de todo tipo por no hablar de engendros como el boom financiero, hace falta tener la vista muy nublada por la ideología, esto es, hay que ser un ferviente creyente en la mano invisible y demás justificaciones milagrosas para llegar a esa extravagante conclusión.
Quizás ningún tema sea tan demostrativo del giro del calcetín habido como los cambios en política fiscal. Hasta el momento, tanto la derecha troglodita como la izquierda autoproclamada racional, en oposición a los trasnochados ruidosos, han hecho causa común a la hora de rebajar la tributación directa, mientras aumentaban paulatinamente la tributación indirecta. Así, impuestos como el de sociedades o la renta han retrocedido una vez tras otra -con rebajas de tipos, pero muy especialmente con desgravaciones y demás ingeniería fiscal «para ayudar a las clases medias»-, mientras otros como el de patrimonio o el de sucesiones están más en peligro que los pobres delfines nipones.
Esa asunción de los métodos derechistas santificados por criterios presuntamente científicos ha contribuido a extender una paradoja: las derechas políticas, a la vista de que las izquierdas les estaban pirateando sin compasión todos los métodos, no han tenido el menor problema en apropiarse de la mayoría de las banderas que las izquierdas políticas habían situado como fines. Palabras como libertad, igualdad de derechos o solidaridad han reducido su significado a cero.
En resumen, reducir toda la exigencia a las izquierdas políticas al respeto de los fines que defienden, menoscabando la importancia de lo único realmente importante -esto es: los métodos- y que tiene consecuencias en la realidad se ha mostrado como un camino con un nivel de acierto similar a dejarse operar por un tipo que, a la voz de «quiero ser cirujano», ha pasado de hacer la carrera de mediciona.
Y lo más divertido llegara cuando izquierda y derecha se dan la mano mirando juntos al arcoiris de cajas de ahorros que les financiaran chanchullos varios, y el nuevo horizonte de reformas laborales traiga tanta, y tanta prosperidad y libertad (por el tiempo libre mirando al sol), a este país, que lo deje al nivel de Birmania(ahora Myanmar, ¿quien coño querría invadir un país con ese nombre?).
Vamos, que vamos a tener mucho, pero mucho tiempo libre cuando, y con el beneplácito de los sabios con gráficos, se acabe por exprimir y agotar definitivamente el recurso principal de cualquier país, esto es, los trabajadores. Eso si, supongo que, al estilo de las dictaduras como la anteriormente citada, los beneficios de la explotación tributaran en Suiza que dará gusto.
Y por cierto, desde el pueblo más experimentado en trasformar botellas de güisqui en improvisadas navajas:
http://news.sky.com/skynews/Home/World-News/Irish-Parliament-Stormed-By-Protesters-Marching-Against-Plans-To-Inject-Billions-Into-Ireland-Banks/Article/201005215630078?lpos=World_News_News_Your_Way_Region_0&lid=NewsYourWay_ARTICLE_15630078_Irish_Parl
Paso a paso vamos siguiendo el camino que ya se veía a venir.
«El Gobierno baja el sueldo a los funcionarios
Los congelará en 2011 y suprimirá el cheque-bebé.- El presidente del Gobierno explica en la Cámara Baja, tras la reunión del Eurogrupo, el plan de recorte del déficit así como el rescate de Grecia y la situación de los mercados financieros»
http://www.elpais.com/articulo/espana/Gobierno/baja/sueldo/funcionarios/elpepuesp/20100512elpepunac_3/Tes
Rajoy lee LPD…
«Ha hecho usted un gran recorte de derechos sociales, contradiciendo lo que lleva diciendo a lo largo de últimos años. Hoy demuestra su impostura cuando acusa al PP de recorte de derechos»
impostura.
(Del lat. impostūra).
1. f. Imputación falsa y maliciosa.
2. f. Fingimiento o engaño con apariencia de verdad.
impostor, ra.
(Del lat. impostor, -ōris).
1. adj. Que atribuye falsamente a alguien algo. U. m. c. s.
2. adj. Que finge o engaña con apariencia de verdad. U. m. c. s.
3. m. y f. Suplantador, persona que se hace pasar por quien no es.
«por el tiempo libre mirando al sol»
Yo no soy tan optimista, lo suyo es conseguir que el personal salga del paro con contratos favorecedores de la Heficiencia que les permitan seguir dándole a los impuestos indirectos cobrando cuatro duros y metiendo horas a mansalva.
A mí lo me flipa es más la ya manida proclamación de que «el proletariado es la única clase revolucionaria». Y una mierda. El proletariado es lo más facha y carca que existe y existirá en toda la puta vida.
Saludos
Veo mucho nostálgico del muro de Berlín…