Paraísos fiscales
Leo en la web de la SER que una de las reivindicaciones del PSOE-GAL en la cumbre que se avecina de todos los responsables políticos de la actual tormenta financiera va a ser la «batalla contra los paraísos fiscales». Plas, plas, plas. Da gusto coincidir en algo con el gobierno: a por ellos.
Sin embargo, no hay que fiarlo todo al extranjero, y menos aún cuando la cumbre del G-20+ adosados va a tener lugar en un estado en el que uno únicamente tributa por los beneficios que obtiene dentro de las fronteras de ese estado – de ahí que cuente con tan distinguidos ciudadanos del golfo, indios o rusos-. Si a ello le añadimos la peculiar relación que nuestro amado líder bilingüe, cosmopolita, transversal y no-nacionalista de la meseta con todos aquellos idiomas que no sean el cristiano -paladinamente expresada en su siguiente frase, que esperemos le permita dentro de 50 años protagonizar un anuncio remake en el que haría el papel del señor con boina que decía aquello del «¿Y el Madrid qué? Etc.»: «Es verdad que también hay que defender el idioma propio. Es decir, es inimaginable que a un inglés se le pregunte: ¿Cuándo va a aprender usted castellano? El castellano es en estos momentos el idioma que más espacios conquista. Pero teniendo el castellano, hagamos todo el esfuerzo por defender que se hable en el mayor número posible de lugares.«-, la cosa es como para preocuparse.
Por eso el blog maketo recupera el viejo lema del piensa globalmente y actua localmente. En el caso que nos ocupa, y para ahorrar tiempo, bien nos podríamos ahorrar la primera oración -y no solo del globalmente-, para ir a la segunda. Una iniciativa moderada, reformista y exenta de radicalismos sería, y la propongo con toda humildad, reducir a cero todas las ayudas fiscales, subvenciones y desgravaciones -no hablemos ya de avales, rescates y demás lindezas con que el PSOE-GAL está regalando nuestro dinero a los bancos- que se conceden a las empresas españolas que operan en paraísos fiscales. Yendo un paso más allá, y para variar, sería además sumamente ejemplarizante empezar con una primera fase con empresas que puedan facilitar que el conjunto de las personas físicas y jurídicas del Reino de España tomen conciencia de lo irreversible del compromiso del gobierno con la erradicación de los paraísos fiscales. Por ejemplo, las del IBEX. Los pequeños cambios son poderosos, ya saben.
Leon en Cinco Días, periódico también del Grupo PRISA, que más de la mitad de las empresas del IBEX opera en paraísos fiscales. No tengo el dato de si el porcentaje se ha reducido o ha aumentado en los últimos años, y la buena labor de los gabinetes de comunicación mezclada con el «rigor» del periodista que firma la información impide saber si entre esas empresas están, como estaban hace un par de años según una información del periódico monárquico y nacionalista El País, los bancos. Pero me temo lo peor, y es que no es muy edificante combinar la necesaria denuncia del «turismo fiscal» con las escenas de sofá que hemos visto por aquí últimamente.
Una cosa es positiva, eso sí. Al menos una de las empresas que aparecían en la lista de hace dos años ha desaparecido. La mala noticia es que no lo ha hecho por abandonar los paraísos fiscales -que no lo sé-, sino por abandonar el IBEX. Se trata del Grupo PRISA, que hoy mismo dará a conocer la manera como ha renegociado la importante deuda que amenaza su viabilidad.
Y un pequeño homenaje a las crónicas periodísticas de ayer sobre el no-rescate causado por el no-agujero de CCLM, con decenas de afectados entrevistados aseverando su total tranquilidad.
Aquí, la información sobre las empresas presentes en paraísos fiscales:
«Entre las identificadas también se encuentran Banco Santander (presente en Islas Caimán, Antillas Holandesas, Gibraltar, Principado de Andorra, Islas de Man, Islas del Canal-Jerse, entre otros),Endesa (Islas Caimán y Panamá), Ferrovial (Luxemburgo, Andorra, Antillas Holandesas, Chipre y Singapur), Gas Natural (no detallado), Iberdrola (Chipre y Emiratos Árabes), Inditex (Luxemburgo y Mónaco), Mapfre (Luxemburgo, Bahrein, Panamá y República Dominicana), Prisa (República Dominicana, Panamá y Andorra), Repsol YPF (Trinidad y Tobago, y Liberia) y Telefónica (Islas Vírgenes Británicas y Panamá).»
Aquí, lo mismo reflejado en El País:
«Un banco que abre sucursal en Andorra, una empresa con tienda en Mónaco o una constructora con una obra en Panamá entrarían en el grupo de las señaladas por el informe, que no discrimina el tipo de actividad desarrollada en esos países.»
Agudeza visual: decir al azar el nombre de un estado en el que ilustres exmiembros del gobierno podrían -que sabemos que noooooooo- tener patrimonio sin declarar fuera del alcance recaudador del Reino de España.