Entradas marcadas como ''

Lo mejor de la semana XI

La alternancia se acerca a la Comunidad Autónoma Vasca. La decisión de EA de concurrir sola a las autonómicas, sumada a la obsesión del PNV por el plan Imaz, que repite una y otra vez sin éxito, acercan a López a la Lehendakaritza.
Sigue la lluvia de EREs. Mientras el mercado laboral español se empieza a parecer a una vaca después de pisar una mina anti-persona, el gobierno sigue improvisando parches. El último, destinar el 25% del plan que dijo haber aprobado para ayudar a las empresas y a las -sic- familias- a aquellas entidades que demuestren ayudar a las empresas y a las -sic- familias. Del otro 75%, ni se sabe.A todo esto, los sindicatos a su bola. Miento: Fidalgo salía perfectamente retratado en el informe de The Economist, donde se decía elogiosamente de él que no parecía un sindicalista, y limitaba su opinión sobre el paro a una encendida defensa de la unidad de la patria.
Huelga (primera) contra el inmenso error que constituye la nueva ley de educación de Catalunya, por la consolidación de los alucinantes privilegios de la escuela concertada y el mantenimiento de las subvenciones a centros que discriminan por sexo o nacionalidad. Y hablando de la Generalitat, el pasado Miércoles me quedé tieso al ver una noticia en TV3 en la que unos samurais de la vida enseñaban defensa personal a médicos y enfermeras -perdón por el lenguaje discriminatorio, es que salían médicos y enfermeras- para que puedan lidiar con los pacientes. ¿Qué será lo próximo, dar kubotanes a los jueces?
Akelarre liberal en Cajamadrid, donde la liberal Esperanza Aguirre, con la ayuda del último engendro surgido de la Federación Socialista Madrileña, anda poniendo toda la carne en el asador para cargarse al presidente de la caja, fracasando por el momento ante la no menos liberal oposición de Ruiz-Faraón. ¿Imaginan qué risas si el tripartito catalán osara meter la mitad de la mitad de la mitad de etc. de mano en la Caixa?
Informe de Amnistía Internacional sobre el modelo español de impunidad de crímenes contra la humanidad, con homenaje incluído al fiscal que, a las órdenes del gobierno, tiene la desfachatez de reivindicar una ley pre-constitucional -concretamente, la de punto final- para impedir el derecho a la justicia y la verdad de las víctimas del totalitarismo fascista.

Catalunya contra The Economist

Si no es mucho pedir, humildemente suplicaría a los miembros del Govern de Catalunya que tuvieran el inmenso detalle de cerrar el pico en todo lo que afecte al reportaje de The Economist sobre el Reino de España. Una cosa es que el reportaje contenga inexactitudes. Una cosa es que esté sesgado en favor de unas ideas que el Govern no comparte. Una cosa es que haya más o menos omisiones. Una cosa es, en fin, que se esté más o menos de acuerdo con el informe. Yo, personalmente, lo estoy más bien poco, como argumentaré en una próxima entrada.

Pero de ahí a la avalancha de descalificaciones expelidas por el President Montilla en sede parlamentaria o a las patéticas peticiones de «disculpas» hechas por la Consellera Tura va un trecho. Sobre todo porque, de importarles el tema la décima parte de lo que dan a entender con la avalancha de declaraciones, Montilla hubiera tenido el detalle de ponerse al teléfono del corresponsal en lugar de dirigirle a Carod, Carod hubiera tenido el detalle de ponerse al teléfono del corresponsal en lugar de dirigirle a Saura, y Saura hubiera tenido el detalle de ponerse al teléfono del corresponsal en lugar de dirigirle a Castells, que fue el que sí cumplió con su obligación y es en consecuencia el único que tiene derecho a quejarse de la brocha gorda usada por Reid en determinados pasajes de su recomendable, desde la discrepancia, informe.

Pero no fue el caso. Y si Reid quiere escribir que los socialistas en Catalunya son tan nacionalistas como los convergentes, que el preámbulo del estatuto contenía privilegios antes de pasar por el cepillo, que los obstáculos para el federalismo que defiende son las pretensiones confederalistas de los nacionalistas y la negativa pepera sin explicar por qué el PSOE hizo desaparecer en el trámite del Congreso el término «España federal» que figuraba en el preámbulo del Estatuto aprobado en el Parlament estará en su perfecto derecho a equivocarse, lo que no justifica la avalancha de descalificaciones recibidas por el profesional y su publicación.

Firmado: Popota, a Proud Friend of The Economist

_______________

Atentado a la libertad de expresión en Catalunya

Como ustedes sabrán, el malvado Consell de l’Audiovisual de Catalunya se ha cepillado dos licencias de emisión dos de las que actualmente usa la nacional-católica Cadena Cope en la República de Charneguistán, concedidas hace 50 años por el Caudillo en un acto de indudable apertura democrática de los que le caracterizaban. La totalitaria decisión del CAC, adoptada por unanimidad de todos sus miembros -incluidos los nombrados a propuesta del PP-, pudiera llegar a suponer que en días como el de ayer un número considerable de catalanes se vean privados de escuchar durante todo el día las soflamas coperas a favor de empurar a Iñaki de Juana por el grave delito de escribir una carta el día que salió de la cárcel después de cumplir una pena de dos años de cárcel por escribir un artículo de opinión que disgustó al brazo político de los GAL, que tuvo a bien realizar una «construcción de nuevas imputaciones» para que el preso político vasco no abandonara la cárcel como era su derecho después de haber cumplido su pena.

La decisión del CAC es impresentable desde el punto de vista de la cultura democrática, y debería ser rectificada. El hecho de que la Cope o De Juana tengan unas opiniones tirando a los límites de la democracia por el lado que no toca no justifica que les quiten su derecho a decir lo que les parezca más conveniente.

Para acabar esta defensa de los oprimidos, no quisiera dejar de acordarme de Paco Camps, presidente de la Generalitat Valenciana, que ha triunfado en su democrático intento de liquidar las emisiones de TV3 en su terruño. Es evidente que las perniciosas emisiones de la imperialista televisión pública catalana eran un peligro para la libertad de todos los valencianos de bien, como una y otra vez han tenido a bien en informarnos los popes de la cadena episcopal que ayer montaron un show victimista de 24 horas.

Por último, el blog maketo se felicita de la reacción del partido ultra-nacionalista Ciutadans, que haciendo bueno su lema de preocuparse por los problemas reales de la gente ha aprovechado el día en el que dos mil tíos estaban en la calle llamándole de todo al Govern por su -falta de- reacción a la salvajada en forma de ERE de Nissan para convocar una manifestación por la cancelación de las licencias de la Cope, hecho que impedirá a los catalanes disfrutar de las variopintas justificaciones con que los mártires de los liberticidas exigen penas de cárcel para los malos españoles que queman banderas españolas y fotos de Su Majestad el Rey.

¿Saben aquel que dice que hay una crisis que viene de fuera y…?

Vía EnSilicio:

«Spanish devolution: How much is enough?» en The Economist

 Ya ha salido el informe del semanario británico The Economist sobre España, redactado por el corresponsal de la publicación en las Américas. Hay que leerlo:

Devolution has been good for Spain, but it may have gone too far

THE hardest problem for the authors of Spain’s democratic constitution was to strike a balance between the central government and the claims of Catalonia, the Basque country and Galicia for home rule. The formula they came up with was known as café para todos, or coffee for all: Spain was divided into 17 “autonomous communities” (plus the enclave cities of Ceuta and Melilla on the Moroccan coast), each with its own elected parliament and government. This estado de las autonomías seemed a neat solution. Over the past 30 years more and more powers and money have been devolved. The regional governments are now responsible for schools, universities, health, social services, culture, urban and rural development and, in some places, policing. But it is becoming clear that even as it has solved some problems, decentralisation has created others.

The estado de las autonomías has several clear benefits. First, as Mr Zapatero says, “it spreads power and impedes its concentration,” and in that way reflects “the best liberal thinking”. Second, by bringing decisions about services closer to the people it has improved them. Third, it encourages competition between regions. The rivalry between Barcelona and Madrid may have acquired an edge of mistrust, but it is in essence a creative tension. And fourth, the system has reduced regional inequalities, or at least stopped them widening.

To get a sense of the success of decentralisation, head not to Catalonia or the Basque country but to the south. In the 1970s Andalucía seemed much closer to Africa than Europe—and not just geographically. Rural labourers lived in semi-servitude and one adult in five was illiterate. Now it has narrowed the gap with the rest of Spain in many ways. The south is still poorer than the north, but Spain no longer has anything like Italy’s mezzogiorno.

In other parts of the country Valencia and Zaragoza have become thrusting cities with an economic and cultural life of their own, and Bilbao’s metamorphosis from a centre of declining heavy industry into a cultural and tourist magnet, started off by its Guggenheim Museum, has become a textbook case of urban regeneration.

All this has come at a political price. First, it has led to a renaissance of an old Spanish political phenomenon, the cacique or provincial political boss, as Antonio Muñoz Molina, a leading novelist, points out. Mr Pujol ran Catalonia for 23 years; Manuel Fraga, a former minister under Franco who founded the forerunner of the PP, ran Galicia for 15 years; and Manuel Chaves, a Socialist who has headed Andalucía’s regional government since 1990, is said to reign rather than govern.

These modern princes have their courts. “Every regional government wants its own universities, contemporary-art museum and science museum,” says Josep Ramoneda, who heads the Centre for Contemporary Culture in Barcelona. “In the United States there’s only one Hollywood. Here they want 17.” In Andalucía the regional government is by far the biggest employer, and the biggest advertiser in the regional press. Every regional government has its own television station. Mr Zapatero has taken to holding regular “presidents’ conferences” with his regional counterparts. The latest one attracted 600 journalists. “It looked like the UN General Assembly, with six or seven satellite trucks outside,” notes Enric Juliana, a journalist for La Vanguardia, a Barcelona newspaper.

The regional governments even get involved in foreign policy. Some have aid budgets. Mr Muñoz Molina, who was the director of the New York office of the Instituto Cervantes, a body to promote Spanish culture, recalls that regional presidents would turn up in the city with vast entourages. Most of these missions were badly organised and achieved nothing except favourable coverage in their captive media.
Coffee just for us

But this panoply of decentralisation has not placated the politicians in Catalonia, the Basque country and Galicia. That is because they never wanted café para todos: they wanted it just for themselves, as a recognition that they were different. They still want that, no matter that Spain is now an extraordinarily decentralised country in which the Basques, for example, enjoy a greater degree of home rule than any other region in Europe. Their demands make it difficult to draw up a stable and permanent set of rules.

Catalan and Basque “nationalists” argue that unlike, say, La Rioja or Murcía, their territories are nations, not regions (nor “nationalities”, in the tortuous formulation of the constitution), and invoke history to support their claim. “Here the conflict dates from 1836,” insists Joseba Aurrekoetxea, a leader of the Basque Nationalist Party (PNV), referring to the Carlist war after which the central government revoked the Basques’ fiscal privileges (restored in 1979). “Catalonia was always distinct,” says Artur Mas, who replaced Mr Pujol as leader of CiU. It descends from the medieval kingdom of Aragón, and rebelled against Madrid in 1640 and in 1701.

But Catalan and Basque nationalism are creations of the late 19th century. They stem from industrialisation, which made these the richest regions in the country, taking in migrants from elsewhere in Spain. At the time the Spanish state, unlike its French counterpart, lacked the resources to integrate the country, says Antonio Elorza, a Basque political scientist at Madrid’s Complutense University. Otherwise Catalonia and the Basque country would have been as content within Spain as Languedoc and Brittany are within France.

Perhaps because the historic claim to nationhood is shaky, language has become an obsession for the nationalists. Franco banned the public use of Catalan, Euskera (Basque) and Gallego. The constitution made these languages official ones alongside Spanish in their respective territories. In Catalonia the official policy of the Generalitat (the regional government), under both the nationalists (some of whom are really localists) and now the Socialists, is one of “bilingualism”. In practice this means that all primary and secondary schooling is conducted in Catalan, with Spanish taught as a foreign language. Catalan is also the language of regional government. A Spaniard who speaks no Catalan has almost no chance of teaching at a university in Barcelona. A play or film in Spanish will not be subsidised from public funds. “If we don’t make a big effort to preserve our own language, it risks disappearing,” says Mr Mas.

Catalan and Spanish are more or less mutually comprehensible. Not so Euskera, which does not belong to the Indo-European family of languages. The Basque government allows schools to choose between three alternative curriculums, one in Euskera, another in Spanish and the third half and half. But in practice only schools in poor immigrant areas now offer the Spanish curriculum. Despite these efforts, Basque and Catalan are far from universally spoken in their respective territories: only around half of Catalans habitually use Catalan and about 25% of Basques speak Euskera.

The nationalists’ linguistic dogmatism is provoking a backlash. Earlier this year Mr Savater, the philosopher, together with a diverse group of public figures ranging from Placido Domingo, a tenor, to Iker Casillas, Real Madrid’s goalkeeper, signed a “manifesto” in defence of the right of citizens to be educated in Spanish. They were denounced as “Castilian nationalists” in the Socialist press. But they touched a nerve. Many thoughtful Catalans believe that Catalan would be safe if it remained the language of primary schools, but that Catalonia would gain much by allowing a choice between Catalan and Spanish in secondary schools.
The power of language

The argument about language is really about power. “The problem with nationalists is that the more you give them, the more they want,” says Mr Savater. What some of them want is independence; all of them use this as a more or less explicit threat to gain more public money and powers. The polling evidence suggests that no more than a fifth of Catalans are remotely tempted by the idea of independence. The figure for Basques is around a quarter, despite 30 years of nationalist self-government and control of education and the media, and despite the departure of around 10% of the population because of ETA’s violence, points out Francisco Llera, a (Socialist) political scientist in Bilbao.

ETA’s political support is declining, though not vanishing. The PNV is split between a pro-independence wing led by Juan José Ibarretxe, the president of the regional government, and home-rulers in the party leadership. Mr Ibarretxe wants to hold a referendum on the right of Basques to self-determination. Mr Aurrekoetxea argues that ETA should not have a veto over whether Basques can peacefully express a view on the future.

The government, parliament and the courts have all blocked the referendum plan “because it is against the constitution”, says Mr Zapatero. “It would make ETA right in fighting on the basis that this is an oppressed people,” says José Antonio Pastor, a Basque Socialist. He and many other non-nationalist politicians and their families must live with round-the-clock bodyguards. In parts of the Basque country, in the tight rural valleys on the borders of Vizcaya and Guipúzcoa, non-nationalists cannot campaign freely. The Socialists hope to win a Basque regional election due in March. To improve their chances, they are following their Catalan peers in embracing cultural nationalism.

Buying off the Basque and Catalan nationalists with more money has become harder. The central government now accounts for just 18% of public spending; the regional governments spend 38%, the ayuntamientos (municipal councils) 13% and the social-security system the rest. But under the new Catalan autonomy statute more money has to be devolved. Over the next seven years Catalonia will have to be given a share of public investment equivalent to its weight in the Spanish economy, which will amount to an extra €5 billion a year. Previously Catalonia, although Spain’s fourth-richest region, received less public spending per head than several others. It complains that its commuter trains, in particular, have been starved of funds.

The Basques have no such worries: each Basque province and Navarre collect their own taxes and hand over less than 10% to the central government in Madrid. But they benefit from central-government defence spending, and they are net recipients from the social-security system. As a result, public spending per person in the Basque country is the highest in Spain.

The new Catalan statute requires the government to strike a new regional financing deal, even though the one in 2001 was supposed to be final. But it is to the central government that Spaniards will look for unemployment benefits and for spending to alleviate recession. Local governments are likely to suffer budget cuts by 2010, if not next year.

The government’s ability to carry out economic reforms is also compromised by decentralisation. As regional governments acquire more and more power to regulate, businesses face higher compliance costs. Now that the government employment service has been decentralised, José María Fidalgo, the general secretary of the Workers’ Commissions, the largest trade-union federation, worries that jobseekers have to look at 17 different websites.

It would have been easier for all concerned if Spain had adopted federalism in 1978. That would have set clear rules and aligned responsibilities for taxing and spending. The Senate could have become a place where the regions were formally represented and could settle their differences, akin to Germany’s Bundesrat. But the Catalan and Basque nationalists will only accept a confederation of several “nations”. The PP also opposes federalism.

In the meantime Spain must muddle on. “The great Spanish project is not in danger, but it’s like a plant that requires constant tending,” says Narcís Serra, who used to be Mr González’s vice-president and now runs Caixa Catalunya, a savings bank. “It’s important that Catalonia is comfortable in the project.” The government in Madrid could make some gestures to the regions, such as moving some regulatory agencies or other national bodies out of the capital. And would it really be the end of Spain if the Basques, like the Welsh, had their own national football team?

Elsewhere in the country anti-nationalism is starting to stir. Mr Savater and Rosa Díez, a former Basque Socialist leader, have set up a new party of the radical centre called Union, Progress and Democracy (UPyD), in an effort to combine social liberalism with a defence of the idea of Spain. They hope to profit from the rising disillusion with both the main parties. Even though it lacked money and access to the media, it won 1.2% of the vote in the March election, the same as the PNV. But because the electoral system disproportionately rewards geographically concentrated votes, the UPyD secured only one deputy, Ms Díez, against the PNV’s six. It hopes to do better in an election to the European Parliament next June, for which the whole country will count as a single constituency.

Lo mejor de la semana X

Mister X ha valorado las no-palabras que no-dijo en privado Su Majestad la Reina, demostrando que los viejos rockeros y las viejas costumbres nunca mueren. Dice Mister X que las opiniones publicadas no se corresponden con el «pensamiento» de la Reina que él «conoce». Vamos, que está hecho un chaval y se sigue entenrando de las cosas por la prensa, como en los buenos tiempos.
Entrevista entre Montilla y la cúpula de Nissan para tratar el futuro de los puestos de trabajo del fabricante en Catalunya, con resultado nulo. Podría haber sido peor: unos días antes, el Ministro del ramo realizó la misma entrevista y salió de la misma relatando que Nissan pretendía fabricar un coche eléctrico en la planta catalana, para ser desmentido a los 90 minutos por la empresa, que dijo que su única intención es comercializar ese coche en España.
Sigue la lluvia fina de condenas judiciales y persecuciones policiales a los malos españoles que han osado manifestarse en contra de la monarquíainstaurada por el Caudillo. Está bien que toda la prensa en bloque defienda a los borbones como si estuviéramos en la Cuba del Coma Andante, pero uno se pregunta si no sería mucho pedir que, ya que no se respeta la libertad de prensa, se respetara al menos un poco la libertad de manifestación.

El Conseller Ausàs ya ha presentado el proyecto de ley de consultas populares del tripartito 2.0. El proyecto empeora las perspectivas más pesimistas en cuanto a favorecer la la participación como valor democrático, es una patraña impresentable con un nivel de inutilidad superlativo. Una iniciativa vergonzosa de un partido que ha perdido el rumbo.
Más que subidón, autèntica sobredosis en los datos del paro del mes de Octubre, con la mayor subida de la historia. Esto es, sin novedad en lo que el Gobierno llama la octava potencia económica del mundo y que está inmersa en lo que el Impostor prometió que sería la legislatura del pleno empleo.

«Brindo por este burdel, situado dentro de un burdel mayor que se llama España»

Del 5 al 30 de Noviembre se representa en el Teatre Lliure de la capital de la República de Charneguistán la obra «El burdell», escrita por Luisa Cunillé y dirigida por Xavier Albertí. La obra es una sátira con la transición española como trasfondo, y consiste en el reencuentro de tres personajes 25 años después del 23-F. El blog maketo ofrece siete motivos para ir a verla:

1- La versión que del 23-F y de la transición dan los peones negros del ramo -ya saben, madurez del pueblo español, consenso milagroso, juancarlismo a tope, etc.- merece ser revisitada.

2- El cliente más fiel del burdel, que tiene derecho a quedarse a todas las trabajadoras cuando lo desee, se hace llamar a sí mismo «rey de España».

3- Los tres personajes que se reencuentran -un político, un militar y un banquero- celebran que 25 años antes unieron sus fuerzas para establecer el negocio del puticlub.

4- El personaje que se llama a sí mismo rey de España no se unió al negocio de los otros tres por considerar que debía ser imparcial al representar a todos los españoles.

5- El político, 25 años después, es un transexual, metáfora del chaqueterismo y de la velocidad de la luz a la cual se pasó del «o todos o ninguno» al «sálvese quién pueda».

6- Los jóvenes que aparecen en la obra sufren amnesia a causa de un accidente, en homenaje al -muy, muy exitoso- intento de los monárquicos españoles de imponer el olvido de la historia y su sustitución por una serie de mitos.

7- No es una obra que investigue sobre personajes históricos -esto es, no es una soflama de un doctrinario-, sino una inteligente apelación a la responsabilidad ciudadana que obliga a gestionar los propios pasado, presente y futuro.

El mundo de Sofía

Mientras los que celebraron la victoria del PP en las últimas elecciones estadounidenses censuran a los que hoy celebran la victoria del PSOE en las presentes elecciones estadounidenses, y la brunete mediática sigue dando carnaza a los memócratas españatarras indignados ante el descubrimiento de hechos como que los coches se condicionan para trabajar o que la gente que trabaja cobra un sueldo, el blog maketo sigue a lo suyo, sin olvidarse de los más débiles.

Como sabrán, en los últimos días Su Majestad la Reina de España ha sido objeto de una campaña de descrédito por parte de los rencorosos desaprensivos de siempre. Con el silencio cómplice de la mayoría, excepto TVE, El País, La Vanguardia, Antena 3, Telecinco, la Cadena SER, la Cadena Cope, El Mundo y otros fanzines alternativos, nadie ha tomado la responsabilidad de defender a la consorte de ese señor que no deja que hablen mal de Franco delante de él.

La precursora del Bible Belt cañí, con su defensa del creacionismo, su oposición al aborto, la eutanasia y el derecho al matrimonio de los homosexuales, la consideración de territorios del Reino como propiedad de su marido puede haber ofendido con sus no-palabras -pues hay que recordar que las no-dijo en privado, y además el otro día Nierga entrevistó a la que sigue el asunto coronil para el periódico taurino y nobiliario La Vanguardia, y la susodicha prometió, «como periodista y como ciudadana», que esa no es la Reina que ella conoce y que todo era una fabulación de la opúsica Pilar Urbano-. Pero de haber ofendido, y solo un poquito, hay que tener en cuenta que solo las hordas rojo-separatistas podrían sentirse ofendidas por verdades de cajón como las pronunciadas por su graciosa majestad, a cuyo pie cualquier español de bien pondría orgulloso su firma.

En este sentido, el blog maketo condena la petición de EB de que la Palin de La Mancha sea declarada persona non grata en el parlamento vasco, y aplaude con entusiasmo la decisión del PPSOE de impedir con sus votos que, tal y como habían propuesto el grupo republicano -ERC- y el pseudo-republicano -IU-, se congele la asignación presupuestaria de la Casa Real, que como todos ustedes saben es imposible de saber porque por ley esa partida no es transparente.

En un momento de crisis, perdón, de recesión de caballo como el actual, es cuando más necesario es ponerse del lado de los más débiles, de los que más dificultades tienen para trabajar y de los que mayor ejemplo de austeridad pueden ofrecer a la sociedad. Por ejemplo, SAR el Príncipe Felipe, con motivo de la humilde inauguración de la solución habitacional que entre todos le pagamos cuando consiguió casarse, tuvo el inmenso detalle de compartir con sus afortunados súbditos, TVE mediante, la austeridad de su humilde morada, siendo destacable que en lo que la voz en off que narraba nombró «mesa de trabajo» no figuraba un mísero ordenador.

Banca 2- Españoles 0

El gobierno del Impostor sigue improvisando medidas a toda velocidad para dar alegrías al sistema financiero más sólido del mundo: ya se sabe que el día que no toca defender a la Corona toca defender a la Banca. La última, diferir el pago de las hipotecas para los parados, y garantizar con el dinero de todos la deuda contraída por estos con los bancos. Para comprender en su totalidad esta novedosa medida -copiada por cierto del PP, que comparte con la Administración Bush la función de surtidor principal de ideas del gobierno progresista del Impostor-, hay que hacer una nueva entrada del traductor castellano- sistema bancario.

El pasado Jueves, al concluir una reunión entre el President Montilla y los jefes de las principales cajas catalanas, Isidro Fainé hizo unas declaraciones que hay que tener en cuenta: a diferencia de Cajamadrid, la Caixa es una institución seria, no una pandilla de políticos enchufados al más puro estilo CGPJ, y tiene una idea más o menos aproximada de cual es la situación. Las palabras de Fainé -y su traducción- son las siguientes:

«También ha señalado que la morosidad «no significa que no se acaben pagando los créditos bancarios e hipotecarios» y que los 100 años de experiencia de su entidad financiera «avalan» este argumento» –>  «Ahora, a pesar de que la morosidad está disparada -se ha triplicado desde principios de año- y estamos haciendo toda clase de trapicheos, incluyendo recompra de activos inmobiliarios que valoramos un 40% por debajo de lo que ponemos en los libros, no podemos empezar a ejecutar créditos porque nos vamos a comer un porrón de pisos y los balances van a quedar en un estado tal que nos vamos todos a la quiebra. Sin embargo, de forma escalonada y a medida que la situación se vaya arreglando -y el pastón que debemos fuera de España pueda ser asumido por las ayudas del gobierno-, vamos a empezar a ejecutar los créditos fallidos, recuperando parte de la inversión y arruinando a decenas de miles de españoles para toda la vida».

Es en este sentido que hay que homenajear las nuevas medidas del PPSOE. Como cualquier persona con sentido común puede entender, no tiene ningún sentido que un banco se quede con un inmueble que puede adquirir un 30% más barato dentro de un año -no hablo yo, habla el FMI-. Lo juicioso es diferir un poco ese momento, dar un poco de aire a los hipotecados y «arreglar» el tema dentro de un par de años. En fin, todo son ventajas. Además, todos los pagos que se aplacen hoy serán garantizados por el estado -o sea, con nuestro dinero- de tal forma que cuando empiecen las ejecuciones -ya hay estimaciones que van de las 75.000 a las 180.000-, los bancos van a tener un extra.

A todo esto, huelga recordar que, según han informado repetidamente las autoridades políticas y económicas, en España no hay hipotecas subprime, esto es, hipotecas alegremente concendidas a prestatarios con pocas opciones de poder devolver el crédito. El hecho de que el gobierno se vea obligado a tomar medidas como las anunciadas -esto es, los millones de españoles que no son propietarios pagando con sus impuestos las ayudas a los que sí son propietarios con los bancos recogiendo nueces en forma de mayor presentabilidad de sus balances- no nos debe quitar la fe, al igual que no nos la debe quitar el hecho de que en el mundo mundial existen únicamente dos estados dos que han hinchado el boom del ladrillo con medidas fiscales como las que ayer extendió el gobierno -plan vivienda, etc.-: uno es el sistema financiero más sólido del mundo, con una exposición al ladrillo del 50% de la cartera crediticia -prácticamente el PIB español-, y el otro empieza con «United States» y termina con «America».

___________________

Cinicat:

«Quan arriba el moment de fer la declaració de la renda tenim la possibilitat de marcar una creueta per si volem que una part dels nostres impostos vagin a parar a fins socials o a l’Església Catòlica. Igualment, al supermercat, en funció de les compres fetes durant el trimestre, puc escollir un regal o marcar una creueta perquè el seu import es destini a alguna ONG. I el mateix sembla que fan algunes empreses que per Nadal donen l’opció als seus treballadors de rebre el lot de Nadal o marcar la creueta perquè el seu import es destini a una obra benèfica.

Considerant que estem en temps de crisi, crec que caldria afegir-hi una altra opció, o potser millor encara que substituís les actuals. Seria l’opció de marcar una creueta perquè l’import del percentatge corresponent als meus impostos, del regal per les compres fetes durant el trimestre, o del lot de Nadal, vagi a parar a combatre la crisi que tant ens afecta a tots. Vull dir que la nostra solidaritat vagi a parar a Bancs i Caixes perquè puguin tenir més liquiditat, a les grans empreses perquè puguin fer les deslocalitzacions i adequacions de plantilles minimitzant els costos, o a les constructores i immobiliàries perquè no hagin de recórrer els beneficis acumulats en els darrers anys per a poder treure’s de sobre el munt de pisos que tenen per vendre.

Crec que seria un acte de solidaritat encomiable, que al capdavall repercuria en benefici de tots. Perquè és innegable que el país va bé quan els bancs i caixes tenen sobrada solvència, quan les empreses automobilístiques competeixen pel lideratge de les vendes, o quan les constructores omplen de grues els notres paisatges.

Qui s’hi apunta?»

Traductor castellano-bancario

Lo sé. Con tanta terminología incomprensible, con tanto tecnicismo, con tanta palabra inglesa, no hay dios que entienda lo que está pasando en el sistema financiero español. El blog maketo, fiel siempre a su condición de servicio público, pone la primera piedra para remediar la situación con una primera versión de un traductor entre el castellano y el idioma que hablan las entidades financieras españolas, con nueve expresiones de uso común.

«El sistema financiero español es el más sólido y solvente del mundo» –> «No estoy borracho».

«Ahora lo importante es que los gobiernos implementen correctamente el plan, como sin duda harán» –> «Camadedo, otdo másd»

«El fondo no costará ni un céntimo a los contribuyentes» –> «Cariño, no es lo que parece»

«La publicación de los nombres [de los bancos beneficiarios de las ayudas] puede tener un efecto reputacional negativo en el mercado, posiblemente despoporcionado» –> «Dame una media, unas gafas de sol y un bigote postizo, no vaya a ser que me grabe una cámara de esas»

«Activo de máxima calidad» –> «Sello de Afinsa y/o Forum Filatélico»

«El dinero servirá para reactivar la economía de las empresas y las familias» –> «Dame algo, no es pa droga»

«El problema en España no es el sector financiero, es inmobiliario» –> «No he sido yo, ha sido jaimito»

«El problema es que los bancos no dan hipotecas» –> «Que no he sido yo, que ha sido Juanito»

«La economía española tiene unos magníficos fundamentos. Tenemos alguna dificultad que nos viene de fuera» –> «Todo parece indicar que ha sido eta»