Entradas marcadas como ''

Lo mejor de la semana XIII

Sé que no es un acontecimiento político relevante, pero esta semana heentrado por primera vez en los blogs de Leire Pajín y Pepe Blanco y no puedo evitar reseñarlo aquí. Desde que visité el de Rahola no veía algo igual.
¿Recuerdan eso del ejemplar «pues mañana cogeremos los trenes igual» después del 11-M? Esta semana hemos visto la otra cara, esto es, su cruz: políticos que deberían dar ejemplo huyendo despavoridos y dando una imagen de España nefasta en una de las economías emergentes más cachas del mundo mundial.
Capítulo aparte merecen las siempre babosas loas del peguiodista más independiente de la mañana a la protagonista de (2), intercaladas con comentarios jocosos sobre el pánico que Mariano sintió el día del accidente del helicóptero. No quiero ni pensar qué hubiéramos leído y escuchado si Chacón se da el piro ante un ataque y llega a Madrid antes de que cesen los bombazos a los de la delegación que ella preside.
Con cara de poker, un juez británico rechaza la africana petición de extradición de Iñaki De Juana Chaos por un delito de opinión como el que el PPSOE y su Brunete mediática esgrimen para volver a meterle en el talego. Esto me hace recordar esos tiempos donde era de centro considerar que los jueces no juzgan a las personas sino a las conductas, snif, antes de que llegara el tsunami talibán.
Épico combate entre no-nacionalistas en el Congreso a cuenta de la españolidad de Repsol. Y mientras la muchachada del PPSOE juega a ver quién tiene la bandera más larga y el campechano le da al teléfono dale que te pego, la prima de riesgo país del Reino de España, que hace 50 días era igual que la francesa y estaba ligeramente por encima de la alemana, ya duplica a la primera y triplica a la segunda.

Firmado: Popota, a Proud Friend of India

Miérdoles

Habrá que ir pensando en una manera de llamar los bochornosos espectáculos que cada miércoles por la mañana se suceden el el Congreso de Diputados con motivo de las llamadas sesiones de control al gobierno. La propuesta del blog maketo es «Miérdoles». Las de esta temporada, caracterizadas por los numeritos de PP Bono y las numerosas ausencias de sus señorías, están rozando los límites de lo tolerable.

 Cada semana, el PPSOE monta una disputa doméstica cuyo único objetivo es encasquetarle al otro el marrón de una situación económica nefasta con unas perspectivas dantescas, y sacar pecho por los motivos más peregrinos. La de ayer, eso sí, tuvo su miga. PP y PSOE se midieron el no-nacionalismo de sus miembros a cuenta del sainete de la oferta de Lukoil por Repsol. El brazo político de los GAL, que por cierto no solo empezó todo el proceso de privatizaciones sino que una vez recuperado el poder se limitó a investigar lo que hay detrás de cosas como nombrar a un compañero de pupitre para gestionar una de las empresas más importantes del país, alega, además de una encendida defensa del libre mercado, que la privatización de la petrolera fue cosa del PP. Por su parte, el brazo político de la iglesia católica resucita el discurso fascista sobre el oro de Moscú y muestra los límites del liberalismo bien entendido: la Patria. Todo muy edificante, muy bilingüe y muy no-nacionalista, por supuesto.

Mientras tanto, la sangría del sector de la automoción sigue dando alegrías a los que cobran de dar cursos de formación de desocupados. Ante ello, el Ministro de Industria ha tenido a bien reunir a los consejeros económicos en la materia para señalar -aplausos-, el muy no-nacionalista, que hay que hacer un plan para el sector, y no 17. No sé lo que debe habitar en la cabeza de este hombre para llegar a la paupérrima conclusión de que la crisis de la automoción en el mercado común europeo se debe gestionar con 27 planes de la automoción en lugar de uno.

Pero no estaría de más que, ante la acreditada incompetencia del gobierno en todos los frentes de la crisis que no supongan regalarle fondos públicos a la banca, el gobierno catalán -responsable político del 40% de la industria de la automoción en el Reino de España- tuviera muy clara la necesidad de alinearse con los planes al respecto de los países serios europeos, en lugar de acudir a hacerse fotos con un PPSOE que ha hecho todo lo posible por hundir el sector en su convencimiento de que el futuro del Reino de España pasaba por desatinos como el boom del ladrillo, la reconquista de América y la sustitución de la industria por el turismo. No vaya a ser que, en lugar de dar salidas al sector en la medida en que sea posible, la industria catalana de la automoción acabe en un Miérdoles en forma de decenas de miles de parados con los que los del PPSOE se puedan atizar entre ellos.

20-N

Cuenta hoy el periódico Público que, además de no permitir que nadie hable mal de Franco en su presencia como es su costumbre -no lo digo yo, lo dice su mujer-, Su Majestad el Rey Juan Carlos tuvo el pasado 20-N una jornada de lo más ajetreada. Hasta en seis ocasiones el Campechano se vio obligado a marcar el teléfono del presidente del gobierno para indicarle que apoyara la venta de una parte de Repsol a la compañía rusa Lukoil, en contra del criterio manifestado en público por el impostor en los últimos años.

Debe ser una cosa la mar de importante, porque el sindicato monárquico UGT, que ante el tsunami de paro no ha hecho nada más que hacerse fotos con el gobierno y con la patronal, ha saltado a la palestra para exigir que el estado rescate a la petrolera evitándole a la inmobiliaria Sacyr-Vallehermoso unas indeseables minusvalías si se ve obligada a vender su paquete accionarial a un precio inferior al que en su momento pagó por las acciones. Es un paso valiente para la UGT, que se añade a su apoyo al pelotazo bancario que con fondos públicos ha aprobado el gobierno.

Pero a lo que íbamos. No sé lo barato que nos sale el Rey tal y como dicen los abrazafarolas y lametraserillos, pero teniendo en cuenta los usos y costumbres de las empresas rusas salidas del desastre de la Perestroika, es para mirárselo muy bien que decisiones que afectan a sectores estratégicos de la economía no estén en manos del gobierno, y sí en manos de seis llamadas de teléfono de un tío que solo responde delante del espejo.

El Gobierno, eso sí, está que lo tira, y a su «prietas las filas» al lado de Su Majestad ha seguido, por fin, una concrección de su apuesta por la I+D como vía de salida de la recesión. Se ha sacado de la manga un giro de 180 grados en la ley que debe aprobar la formación de REITs en el Reino de España; dichas sociedades tributarán un 0% en dividendos y un 18% en beneficios, mientras que los sectores que innovan seguirán tributando un 18% en dividendos y un 35% en beneficios.

El director general de Tributos, de nombre Gascón, no cabía en sí de orgullo ante tamaño ejercicio de innovación, motivo por el que dijo las siguientes y tranquilizadoras palabras: «hemos tenido que echarle imaginación para darle la vuelta al vehículo sin incumplir las directivas europeas; hemos creado los REITs de segunda generación, nadie en Europa lo hace de esta forma«.

__________

Situación real del PNV: El Zaplana vasco -Arzallus está denunciado en un tribunal interno por hablar con meridiana claridad del paso de políticos a puestos directivos de empresas reguladas por el poder político- se apunta a una fundación del PPSOE.

Los mitos del nacionalismo español IV: «Los catalanes imponen el idioma en el etiquetaje»

Textos legales que imponen la obligatoriedad de rotular y/o etiquetar en catalán: 1.

Textos legales que imponen la obligatoriedad de rotular y/o etiquetar en castellano: 151.

_____________________

Rouco Varela, cura nacional-católico, sobre la memoria histórica: ««A veces es necesario saber olvidar»»

Rodríguez Zapatero, hombre de progreso, al respecto: «El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, consideró hoy «un buen dato» todo lo que sea que la fecha del 20 de noviembre, cuando se cumplen 33 años de la muerte del dictador Francisco Franco, «esté en el olvido más profundo de la memoria colectiva».»

___________________

Coste de un reposapiés para el coche del Presidente del Parlament: 10.000 euros.

Coste de las fincas propiedad del Presidente del Congreso, que no tiene otra ocupación conocida que que lo que viene cobrando como político: No se sabe, ya que el brazo político de los GAL incumple la ley al respecto que hizo aprobar de forma demagógica e irrelevante en la pasada legislatura.

El otro rescate

Hasta el pasado Viernes no entendía muy bien el por qué de la numantina resistencia del PPSOE a que España se equiparara con el resto de las democracias occidentales y publicara el desglose de la Casa Real. Al fin y al cabo, no debía suponer un gran trabajo imputar gastos a viajes, residencias o personal de servicio hasta llenar los casi nueve millones de eruos que oficialmente se levantan S.M. el Rey y la creciente parentela que encabeza su señora por su laboriosidad en el desempeño de sus cacerías, campeonatos de vela y demás obligaciones.

Leída la noticia que sacó elconfidencial el Viernes, entenderlo es más fácil. Cuenta J.L. Lobo que la modesta reforma que para mejor pasar la crisis se va a hacer en la Zarzuela -3 millones de euros, con las imprescindibles mejoras en la piscina- la va a pagar el Ministerio de Vicepresidencia. Los sueldos de los funcionarios que trabajan con el Campechano los paga Administraciones Públicas. Los coches oficiales los paga Hacienda, que como bien saben somos todos. Los viajes corren a cargo del Ministerio de Exteriores.

En ocasiones se acusa, y no siempre sin razón, de un exceso de radicalismo a los republicanos españoles. De pedir lo imposible. De ser rupturistas. Es por eso un motivo de alegría que los malvados anti-españoles hayan rebajado sus demandas a una cosa tan humilde, tan sencilla y tan llena de responsabilidad institucional como solicitar que, al igual que sucede con los jefes de estado del resto del mundo occidental, Su Majestad, como persona responsable y preocupada por los españoles que es -y más en estos tiempos de crisis- obligue a sus lacayos, perdón, súbditos del PPSOE, a que modifiquen su actitud oscurantista y apoyen la demanda de que la partida presupuestaria que oficialmente se le otorga sea pública.

Lo mejor de la semana XII

El país inventor del sistema de sellos más sólido del mundo anda todo él con cara de poker después de ver como la joya de la corona de su sistema bancario -obviamente, también el más sólido del mundo- pilla de lo lindo con su ampliación de capital.
Reunión del G-20 más groupies, camareros y Zapatero. Lo más relevante, el producto del esfuerzo de los presentes, que se comprometen en la lucha contra el terrorismo, olé y olé. Sí, es lo que dice la declaración.
Punto y seguido -seamos optimistas- al sainete del impresentable de Garzón a cuenta de la memoria histórica. No esperábamos mucho de la fiscalía, a las órdenes directas de Conde-Pumpido, cuyo abuelo firmó mogollón de sentencias de muerte en el período 36-39 y cuyo papá formó parte del organigrama jurídico de la dictadura en calidad de acusador-, pero la vergüenza ajena que ha provocado la estrellita de la audiencia nacional  es como para cerrar el chiringuito.
El logrero que se llevó una catedra universitaria sin concurso -o sea, por méritos propios españoles- y que hoy ejerce de presidente del gobierno del brazo político de los GAL, ha clarificado su postura sobre el tema de la memoria histórica: llama residuos a los que están exigiendo justicia -no en balde su papá, que tanto hizo por conseguirle la catedra desde su posición de decano de un colegio provincial fascista, fue lo que fue-, y dice que cuanto mayor sea el olvido mejor para todos.
Da gusto que los impuestos de los catalanes sean útiles para «todos». En la semana en que se ha certificado la nulidad del impresentable acuerdo de Saura con De la Vega y se ha confirmado el recorte del Estatut en el TC, nada más encimiable que comprobar que, a pesar de la lluvia de EREs en Catalunya, la Junta de Andalucía mantiene los puestos de trabajo, el Gobierno galego avalará todas las hipotecas y la CAM sigue ejerciendo de zona cero de la financiación autonómica, con candidatura olímpica incluída.

«Un pueblo y un Rey: ese es el gran testamento de Franco»

Con estas sabias y elogiosas palabras el entonces Presidente de la Diputación de Barcelona, Juan Antonio Samaranch, glosó de forma humilde los méritos del Caudillo el día de su muerte. Por suerte no nos quedamos solos: el fiscal general del estado y la audiencia nacional velan cada día por nosotros para que nadie ponga en peligro esos dos tesoros que el Caudillo nos legó a sus súbditos. Si a ello le sumamos el milagro económico español, prolongación del no menos milagroso desarrollismo fascista y deudor en muchos aspectos del mismo, hoy es un día para recordar con afecto y gratitud al Caudillo, y desearle lo mejor al sucesor que nos dejó.

Más en la muy recomendable -y de acceso público- hemeroteca del periódico monárquico, nacionalista y protaurino La Vanguardia.

No, you can’t

No, you can’t es el título de un artículo de la revista británica The Economist sobre los intentos de los candidatos electorales de los partidos laborista y conservador, Brown y Cameron, de usar en su propio beneficio el triunfo de Barack Obama en las elecciones estadounidenses. Como indica el título, la tesis es clara: ninguno de los dos tiene nada que ver con lo que ha supuesto Obama en los USA: «But the outcome of the leaders’ bids to capture some of Mr Obama’s lustre will probably be: no, you can’t«.

A raíz del informe de The Economist sobre España y más específicamente sobre la realidad catalana, han surgido voces en los medios defendiendo la conveniencia de «mimar» a los corresponsales extranjeros con ágapes y regalos. Algún osado defendía incluso que había que montarles jornadas y conferencias pagando hoteles y billetes de avión para tenerles contactos. Aún con menos decoro, el PSC, según informó el periódico monárquico, nobiliario y pro-taurino La Vanguardia, ya anda haciendo gestiones con despachos de abogados que controlan el tema para «favorecer» cambios de opinión en los susodichos corresponsales.

Es una forma de repetir el error que el gobierno convergente hizo en 1999 ante otro informe similar: retirar todas las ayudas públicas a los ciclos de conferencias que organizaba la publicación.

En esto hay que ponerse serios. Urge que el personal de las delegaciones de la Generalitat en el exterior les expliquen a sus colegas en la Generalitat que por arriba de los Pirineos las cosas funcionan de forma distinta. Esto es: cuando un periodista es agasajado -por no usar otras palabras- por el poder político de turno, no entiende que le deba a este nada, y mucho menos la obligación de machacar su deontología profesional para darle gusto al político de turno, sino que se conforma con sentir vergüenza ajena y seguir a lo suyo. En otras palabras: el palanganero tiene poco recorrido en prensas que consideran poco presentable la prensa de partido.

¿Está la Generalitat capacitada para montar más cenas, conferencias, viajes, premios, mesas redondas y tertulias que los partidos laborista y conservador británico hasta el punto de llegar al punto en que la revista se vende? ¿Tiene entonces algún sentido tratar de comprar corresponsales extranjeros?

In Catalonia We Trust-II

«L’apatricitat. Tenir una pàtria —amb la seva forma visible d’un Estat— és obligatori per tal que no defugim sistemàticament les responsabilitats profundes de la nostra tribu i defendre’ns de nosaltres mateixos de viure perennement en un estat d’abjecta murriesa. Si no, la tribalitat es manifesta en forma d’una vaga sentimentalitat lletja i obscena, que és la cosa que cal suprimir. Un Estat produeix la corrupció i altres inconveniències, però són pitjor les que produeix el fet de no tenir-ne.»

Miquel Bauçà, El Canvi

El federalismo, ese desconocidoEn el apartado territorial, las carencias de los apartados lingüístico y organizativo se ven compensadas por la reiteración en la apuesta por el federalismo de The Economist. Según Reid, las cosas serían más fáciles si en el 78 el país hubiera optado por el federalismo, por la claridad a la hora de señalar a los responsables de recaudar impuestos y gastar el dinero de los contribuyentes, y por la existencia de un senado de verdad en lugar del chapucero e inútil cementerio de elefantes que es hoy el Senado. Sin embargo, yerra al apuntar a los responsables de que el federalismo no haya triunfado en España: los nacionalistas, que defienden la confederación, y el PP, que se opone a la federación.

La España federal aparecía en el decálogo de diez puntos con el que el President Maragall pretendió guiar el nuevo Estatut catalán, y fue borrado del mapa por las presiones del PSOE en el proceso de cepillado. Esto es: los malvados e insaciables nacionalistas -Reid dice que los socialistas catalanes han igualado en nacionalismo a los convergentes- sí aceptaron el federalismo, y fue el PSOE -que, por cierto, apoyaba el derecho de autodeterminación con todos los opositores a la Dictadura antes de la transición- el que se opuso a las demandas catalanas, que por lo demás son tildadas alegremente de petición de privilegio en el informe. Y es que una cosa es decir sinsorgadas como «casi somos un estado federal» o «en la práctica es como si», y otra es hacer un estado federal de verdad, que no puede empezar sino con la constitución del estado catalán.

En cuanto a la falta de claridad que afecta toda la dimensión económica de la España de las autonomías, resulta curioso que en otra parte del reportaje el autor venga a criticar el caso vasco, cuando es el único caso en que las reglas han sido claras desde el minuto uno, rige el principio de transparencia y todo el mundo puede saber cuanto pagan los vascos por ser españoles. No es menos curioso que, en la surrealista línea argumental del nacionalismo español, se obvie toda referencia al caso navarro cuando se validan según qué discursos sobre la fiscalidad vasca. La pretendida confusión entre los niveles de gobierno tiene también su miga, como bien muestra el ejemplo de esa película de terror llamada ley de dependencia. Como ustedes saben el gobierno, a falta de iniciativas legales de protección de los más débiles -enseñanza pública, equiparación salarial entre hombres y mujeres, atención sanitaria a la tercera edad, etc.-, ha optado por iniciativas de tercera y cuarta fila como la educación para la ciudadanía o la irrelevante ley de igualdad. No era suficiente. Por eso, en el campo de la dependencia, se sacó de la manga una ley que invadía todas las competencias autonómicas. Presentada en una muy caciquil rueda de prensa por el Ministro Caldera -con beneficiarios de la ley haciéndose fotos con los ojos llorosos en una escena propia de la restauración-, el gobierno ha pasado olímpicamente de financiar la ley pasando el marrón a las autonomías a la vez que les cierra el grifo de la financiación e incumple las obligaciones financieras a las que se comprometió en la propia ley.

Es asimismo discutible que la descentralización haya ido demasiado lejos. Sobre todo teniendo en cuenta que ni siquiera los acuerdos de la transición -por ejemplo, los estatutos vasco y catalán- se han cumplido casi treinta años más tarde. No es que lo diga yo, no: PP y PSOE han votado eso mismo en el parlamento vasco. La realidad es que los pactos del 78, hechos con las pistolas encima de la mesa y apuntando a los demócratas, sufrieron un frenazo a raíz de la opaca resolución del golpe de estado del 23-F, cuya primera consecuencia fue una involución en el proceso descentralizador.

Más de lo mismo

Dice Reid que las políticas macro-económicas de Zapatero han sido una copia de las impulsadas por Aznar, pero olvida mencionar que la paternidad de esas políticas no corresponde al PP y sí a Solbes y al último gobierno de Mister X, que fueron los que empezaron el festival de privatizaciones que acabaron regalando las mayores empresas españolas a gente bien relacionada políticamente con el PPSOE y que han acabado provocando que se confunda la economía española con cuatro multinacionales de sectores regulados que han salido al exterior con éxito.

La relación entre el boom del ladrillo y la corrupción con el mundo político local es sólida y bien argumentada, si bien se deja en el tintero dos aspectos que han tenido mucho que ver que en tema: la deficiente financiación de los ayuntamientos -infrafinanciados por la voracidad de las comunidades autónomas y la administración central-, y la falta absoluta de control por parte del estado en aquellos aspectos en los que lo podía ejercer. La inextrincable relación entre el boom del ladrillo y el feliz mundo de la economía sumergida -en teoría controlados por el Gobierno de España a través de las muy centralistas y centralizadas administraciones de Hacienda y Justicia- no ha sido objeto de atención por parte de los gobiernos del PPSOE.

Lo más llamativo sobre la corrupción, eso sí, no está en el informe, sino fuera de él. La loa entusiasta al papel del SCH, cuyo presidente ha visto como toda clase de fiscales y tribunales le defendían a pesar de haber sido condenado por asuntillos como el de las cesiones de crédito, es ejemplo de ello. Y eso por no hablar tanto de los negocios de Su majestad y muy especialmente de sus compañeros de cacería, y de las propiedades acumuladas por expresidentes del gobierno.

Firmado: Popota, a Proud Friend of The Economist

Especial de The Economist y artículos relacionados:

Leader: After the fiesta

The morning after

Zapatero’s gambits

Spanish devolution: How much is enough?, artículo más comentado de la semana en la web de la revista con más de mil comentarios, por delante de la victoria de Obama y el discurso poco jipi de Medvedev.

Spain’s financial system: Banks, bricks and mortar

Spain’s economy: In search of a new economy

Spain and inmigration: A cooler welcome

Successful spanish companies: The Spanish legion

The perils of parochialism

An interview with José Luís Rodríguez Zapatero

Sources and acknowledgements

Carta a la publicación de Xavier Solano, representante de la Generalitat catalana en Escocia

Salvador Garcia-Ruiz: Decebut amb The Economist

Enric Juliana: La pell fina

Vicent Partal: How much is enough, Ramoneda?

Carles Campuzano: No fem el ridícul

Salvador Cardús: Corresponsals de guerra

In Catalonia We Trust-I

«L’apatricitat. Tenir una pàtria —amb la seva forma visible d’un Estat— és obligatori per tal que no defugim sistemàticament les responsabilitats profundes de la nostra tribu i defendre’ns de nosaltres mateixos de viure perennement en un estat d’abjecta murriesa. Si no, la tribalitat es manifesta en forma d’una vaga sentimentalitat lletja i obscena, que és la cosa que cal suprimir. Un Estat produeix la corrupció i altres inconveniències, però són pitjor les que produeix el fet de no tenir-ne.»

Miquel Bauçà, El Canvi

No sé si se habrán enterado, pero The Economist dedicó un interesante informe a la situación del Reino de España. En el presente apunte, varios comentarios sobre el mencionado informe. En primer lugar, el periodismo británico en particular y el anglo-sajón en general son fenómenos encomiables. Nada que ver, por supuesto, con lo que abunda por aquí abajo. En segundo lugar, los británicos interesados en el devenir ibérico suelen ser gentes encomiables y mucho más merecedores de atención que lo que abunda por aquí abajo. En tercer lugar, The Economist es una publicación de una calidad y una categoría como no hay por aquí abajo, motivo por el cual el reportaje merece ser desmenuzado, especialmente por las inexactitudes, exageraciones y omisiones que hay en el mismo.

Vaya por delante que los dos puntos de partida del informe constituyen dos aciertos. Tanto la gigantesca crisis económica en la que estamos inmersos como las causas del problema territorial -con una rotunda defensa del federalismo- están correctamente enfocados. La selección de los temas, con una excepción, es la que habría hecho yo. La excepción, por supuesto, es la poco majestuosa ausencia de Su Majestad el Rey, y todo aquello que le rodea desde las condenas por injurias al jefe del Estado -inexistentes en todo el mundo occidental del cual la revista es partidaria- con que la Brunete judicial está obsequiando a los malos españoles al apartado de negocios, que no tocaré por lo que acabo de decir pero que por lo menos da para no sacar mucho pecho, como se hace en el reportaje, en temas de corrupción.

El informe flojea en otros ámbitos. Más allá de si uno está más o menos a favor del principio de subsidiariedad -por otro lado defendido en UK: Escocia, en ocho años de autogobierno, tiene un presupuesto de 46.200 millones para cinco millones de habitantes; Catalunya tiene, después de 30 años, un presupuesto de 32.200 para 7,5 millones de habitantes- y aún defendiendo débilmente la evidencia del rotundo éxito de la descentralización en España -y la abrumadora superioridad de sus beneficios por encima de sus costes-, tildar la política exterior de ZP como propia de una ONG -cuando ha superado todos los records de Ansar en comercio armamentístico, expulsiones de inmigrantes o soldados en el exterior- solo se explica por la aversión que el autor -y la publicación- sienten por Chavez, pero como va a demostrar Obama no se necesita ser una ONG para largarse de Irak.

Por otro lado, los all-stars del 11-M aparecen prolijamente en el informe. Por motivos obvios no pudieron aparecer en el último, publicado justo después de las últimas elecciones y, por ende, publicado justo después de que tanto Savater como Muñoz Molina pasando por Rosa Díez se sumaran alborozados a las mentiras del gobierno en los días posteriores al atentado, pero han recuperado terreno. La visión nacionalista española de la muchachada de UPyD está muy presente en el informe, llegando incluso a utilizar la poco afortunada y muy patriótica expresión «the idea of Spain» -que da en google 16.000 resultados frente a los mil y pico de «the idea of England» y los menos de 3.000 de «the idea of UK»-, algo que nos deja con cara de poker a los que no tenemos interés alguno ni en la idea de España ni en la idea de Catalunya ni en la idea del ponga-aquí-su-nacionalista-preferido.

La mención al caciquismo -que el propio autor aclaró que se refería a la longevidad en el cargo más que a las prácticas corruptas- es correcta y acertada: no es frecuente en países occidentales que el personal se tire la de años que se tiran aquí los ocupantes de cargos. Claro que no hubiera estado de más investigar el por qué de esa particularidad, estrechamente relacionado con el hecho de que el Reino de España es el único estado del mundo que solo ha tenido dos jefes en los últimos 72 años -ni el Coma Andante nos gana-, y gastar un párrafo en explicar lo que es el caciquismo con ejemplos, que los hay a montones des de los cheques-bebé a los 400 euros pasando por la presentación en público -en conferencia de prensa con vejetes llorando de agradecimiento al lado del Ministro Caldera-.

En català, si us plau

El apartado de la lengua ha sido el más polémico de todo el reportaje. Vaya por delante que me parece un avance que desaparezca la reivindicación de la educación segregada en primaria, quedando esta para la secundaria. Sin embargo, los datos son claros al respecto, y demuestran que los alumnos catalanes salen del cole no solo sabiendo el castellano tan bien como el resto de españoles, sino que lo saben mejor que el catalán. Esto es: la manera de garantizar la igualdad de oportunidades es la educación actual, que permite que los que no tienen la ventaja objetiva de hablar el catalán en su casa accedan al mercado laboral conociendo ambos idiomas, lo cual es beneficioso para trabajar en un país bilingüe como es Catalunya del mismo modo que el castellano es beneficioso para trabajar en muchos más sitios -en proporción de 40 a 1, con la pequeña desventaja de que para encontrar a 36 de esos 40 tienes que dejar tu sitio-. Los frenos a la movilidad de los trabajadores que introduce el factor de la lengua -muy atenuados porque las leyes permiten periodos transitorios adecuados- son bien ciertos, pero extraña un poco que no se cite la principal barrera que existe en el mercado laboral español, y que tiene relación con el desatinado boom del ladrillo promocionado por los poderes públicos -el mismo informe cifraba en un 1% del PIB, esto es, un informe similar a los fondos que recibe España de la UE, las ayudas fiscales a la propiedad de viviendas, algo que nos emparenta con los USA-.

Estoy de acuerdo con Reid en el hecho de que sobran en el gobierno catalán actitudes dogmáticas, como ya señalé con motivo de la no invitación de escritores catalanes en castellano a la Feria de Frankfurt o con el asunto de la obligación de rotular en catalán -por cierto, también existe obligación de informar en castellano en muchas materias-. No es cierto, eso sí, que en las universidades catalanes no se pueda enseñar sin saber catalán, como puede constatar cualquier alumno de cualquier universidad catalana. No es cierto, tampoco, que el gobierno catalán pretenda disminuir el uso del castellano. El castellano tiene una salud cojonuda, como bien se aprovecha desde la capital mundial de la edición en castellano y que se llama Barcelona -puede dar fe el mencionado Savater, que se levantó hace cuatro días 600.000 euros con la coña marinera del Premio Planeta-, y el catalán no, por lo que sus hablantes requieren una especial protección de los poderes públicos.

Entre las actitudes dogmáticas que no están de más en el govern está la política de subvenciones al cine en catalán. Contrariamente a lo que falazmente asume el autor del discurso nacionalista español, Catalunya no es un estado, snif. Y hay más: en Catalunya no actuan únicamente los poderes públicos catalanes, sinó que también actuan los españoles. Esto es, en 2005 las subvenciones al cine español, pagadas igualmente por el contribuyente catalán, fueron de más de sesenta millones de euros abonados por el Ministerio de Cultura. En 2007 el cine catalán se llevó 16 millones de euros de la generalitat. Huelga decir que el cine español tiene mayor salida que el catalán por la superioridad abrumadora del mercado hispano-hablante, y supongo que con la que está cayendo no hace falta remarcar que felizmente todo eso de dejarlo todo a la siempre eficiente mano invisible y benefactora del mercado tiene la credibilidad de un milagroso crecepelo. Resumiendo: la generalitat promociona el catalán y el estado promociona el castellano, todo ello lo pagamos los catalanes con nuestros impuestos y todo ello lo «disfrutamos» los catalanes con los servicios que recibimos. Lo que no sería aceptable es que además de los 60 millones de cultura, la mitad de las ayudas catalanas fueran al idioma más fuerte y con más potencial, quedando la proporción en un 75-25 en contra de las minorías.

Aquí acaba el furibundo ataque contra el castellano. Antes de acabar, eso sí, remarcar lo obvio: me he educado en catalán, en mi casa se hablaban los dos idiomas, soy usuario de la cultura española lo mismo que de la catalana, escribo en LPD -esto es, en castellano- y, lo más importante, por más que por debajo del Ebro cueste de entender, el bilingüismo no es dos grupos, unos que hablan en un idioma y otros que hablan en el otro, no: es gente que habla los dos idiomas y que los usa indistintamente.

Mañana, más.

Firmado: Popota, a Proud Friend of The Economist

Especial de The Economist y artículos relacionados:

Leader: After the fiesta

The morning after

Zapatero’s gambits

Spanish devolution: How much is enough?, artículo más comentado de la semana en la web de la revista con más de mil comentarios, por delante de la victoria de Obama y el discurso poco jipi de Medvedev.

Spain’s financial system: Banks, bricks and mortar

Spain’s economy: In search of a new economy

Spain and inmigration: A cooler welcome

Successful spanish companies: The Spanish legion

The perils of parochialism

An interview with José Luís Rodríguez Zapatero

Sources and acknowledgements

Carta a la publicación de Xavier Solano, representante de la Generalitat catalana en Escocia

Salvador Garcia-Ruiz: Decebut amb The Economist

Enric Juliana: La pell fina

Vicent Partal: How much is enough, Ramoneda?

Carles Campuzano: No fem el ridícul

Salvador Cardús: Corresponsals de guerra

Reig: No hagan el ridículo

Azúa: Que se os ve el plumero…

Cruyff: El Madrid pagará sus desequilibrios

_____________