Aurrera Bolie!
Después de unas cortas y felizmente improductivas vacaciones, reactivo el maketo agradeciendo las colaboraciones de Lluís que espero sigan en el futuro. Para reactivar el cotarro, nada mejor que una tregua temporal en el intento de genocidio del castellano y en el odio a lo español.
Por ello, el blog Maketo recomienda la lectura de «El saqueo de la imaginación. Como estamos perdiendo el sentido de las palabras» (Debate, 2008), escrito por la periodista Irene Lozano. Lozano, periodista del diario monárquico y nacionalista ABC, analiza el lenguaje político y periodístico, esto es, la manipulación de la realidad, tomando una frase como divisa: «lo primero que falta en una inundación es agua potable». Así, la periodista analiza lo que ha sucedido con palabras como «libertad», «democracia», «progreso» o «liberal», como han cambiado de significado y por qué de unos años a esta parte cada vez cuesta más usarlas sino es con una retahila de matizaciones delante.
Lozano atribuye el «mérito» de esta manipulación a la derecha neocon estadounidense -especialmente a raíz del 11-S y todo ese inmenso desatino llamado «Guerra contra el terrorismo»-, si bien deja traslucir cierta admiración por la manera como los seguidores de los neocon de por aquí abajo han conseguido cotas similares de éxito habiendo obligado a las izquierdas a ponerse a la defensiva, cuando no a volverse directamente conservadoras o a asumir la realidad creada por la manipulación del lenguaje de las derechas.
En todo lo anterior, Lozano se merece un diez, y lo único que se puede oponer es que se pare antes de llegar a la meta, esto es, a tratar lo que ha sucedido aquí con términos como no-nacionalismo o bilingüismo, por no hablar de la mucho más interesante relación entre la respuesta de Bush al 11-S y la política anti-terrorista española, cuando el diseñador de esta última se ha jactado por escrito de las evidentes similitudes entre ambas.
Por último, y a mala uva, no sé si habría que agradecerle a su autora, que además de escritora y periodista es licenciada en Lingüística Hispánica, que haya escrito el libro utilizando lo que supongo debe ser un lenguaje inculto. De este modo, permite que los que ella llama «amenazados por no poder aprender un castellano culto», como es mi caso al haberme educado en catalán, también nos podamos dar el gustazo de aprender con un libro que exige una segunda parte.