Bassas, a la calle

El pasado Viernes, Antoni Bassas se despidió como conductor del programa informativo de las mañanas de Catalunya Radio. Vaya por delante que nunca he sido oyente de Bassas, por el que siento una viva antipatía tanto por su acentuado nacionalismo, por su radical anti-independentismo, por su profundo derechismo y por el recuerdo de las charlas que daba en mi instituto con motivo de una tomadura de pelo que llamaban «setmana cultural».

Bassas, que era líder de audiencia, ha sido expulsado de su puesto porque a sus jefes, puestos a dedo por el poder político, se les ha metido en la cabeza que los informativos tienen que ser más entretenidos y menos políticos. Más allá de desearles de todo corazón que un komando de kosovares les secuestre y les ate durante quince años a una silla y les obliguen a ver una tras otra todas las patéticas bromas de Matías Prats, hay que hacer una segunda reflexión.

Durante los gobiernos de CiU se cometieron no pocos excesos con los medios públicos. Cepillarse el Persones Humanes o el Set de Nit por temas políticos fue tan vergonzoso con las entrevistas pactadas que la siempre rastrera Àngels Barceló le hacía al president Pujol, y eso por no hablar de las indemnizaciones que algunos chorizos con contratos blindados han acabado cobrando. Pero una cosa no se podía criticar: el elenco de profesionales afín a los sociatas era numeroso, desde Cuní a Otero pasando por Buenafuente o Francino. Parece que en su inepta carrera para transvestirse de CiU, el tripartito 2.0 pone sólo el énfasis en emular lo peor de los convergentes -la falta de ambición, el victimismo y la demagogia-, y no copian ni tan siquiera lo bueno.

Huelga decir que la comunicación en este Govern está en manos republicanas, y que son por tanto los máximos responsables no solo del desatino del despido de Bassas sino también de la contratación de su sustituta, una señora de la que únicamente sé dos cosas: que contribuyó eficazmente a hundir Ona Catalana, y que su equipo en el magazín matinal que conducía allí celebró con una cena su abandono de la emisora.

3 Comentarios en “Bassas, a la calle”

  1. Saludos solares:
    Bien es sabido que el poder reinante solo tolera aquellos medios afines de comunicacion;las masas deben ser controladas e informadas de lo bien que se las gobierna.:)
    ¿Sino como se implantaria el ministerio de la felicidad?.Sueño humedo de todo dirigente progresista o conservador.xD.
    En fin para prepararnos de lo que se avecina recomiendo:Un mundo feliz,1984 y para los ocupados ver Demolition Man.XD
    A veces eres tan ingenuo Popota….

  2. No es por joder, Popota, pero acá en la Grandeseventoscutreslandia, al sur de tu Charneguistán, ya nos gustaría tener Bassas i Barcelons i Francinets de la vida.
    Acá no sólo está el ministerio de la Felicidad.
    El de la Verdad funciona a todo trapo.
    Au

  3. No digo que no, Jewell, pero es que precisamente que se hayan cepillado a Bassas es un paso en la dirección que apuntas.

    Saludos,