Maketo power

Al cuarto intento, me descuelgan el teléfono de información del Ministerio de Justicia. Debe ser cosa de los ordenadores esos. O de la escasez de medios: ya se sabe que con la melé de ministerios sin utilidad alguna hay que recortar en algún sitio.

El sujeto que me responde me indica, amablemente, que no tiene ni idea de qué trámites tengo que hacer si tengo un familiar que quiere el papelote sin validez legal alguna del que habla la aberrante ley de memoria histórica impulsada por el partido monárquico PSOE-GAL. Me dice que sí, que se encargan ellos, en el ministerio. Y que pruebe «en Julio, en Septiembre, quizás en Diciembre…».

Más del lo mismo en el 902 218 500, teléfono del Ministerio de Educación, Política Social y Deporte, que debería ser cerrado solo por la vergüenza que produce su nombre, al preguntar por la ley de dependencia.

Entonces me acuerdo de Bélgica, y del porrón de meses que los ciudadanos belgas han tenido la inmensa dicha de vivir sin gobierno. Sí, eso que los medios vendieron como la madre de todas las crisis, y que demostró que no pasa absolutamente nada porque nos dejen en paz un rato.

p.s: El Estado de Derecho, eso sí, sigue a buen ritmo. Mientras los independientes enchufados por el PSOE en el TC aprobaban la chapuza de la ley anti-macho contra los votos independientes de los enchufados por el PP, cuatro de los testigos del caso del asesinato de José Couso han protestado contra la manipulación vergonzosa que de sus palabras han hecho los jueces de la Audiencia Nacional en su intento de retorcer la realidad para defender a los autores de un crimen de guerra.

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