A por ellos, oé

El blog maketo se suma a la ola de optimismo bilingüe y cosmopolita -y bipartidista- que se ha desatado después del debate de investidura de esta semana. El PPSOE lima sus diferencias internas, y el Impostor deleita abrazando no solo la política anti-terrorista de Ansar, sino la costumbre que este inició de dedicar la investidura de la segunda legislatura a meterse con el resto de partidos a falta de un proyecto político que defender.

No faltaron las buenas palabras. Los momentos más enternecedores del candidato a la reelección fueron aquellos en los que dijo que no se va a olvidar de seguir trabajando por los que más necesitan -los últimos datos del «aterrizaje suave» del ladrillo y las minucias que a su lado conforman la economía española así lo confirman, con bajadas poco suaves en las ventas de coches, excepto las marcas Mercedes y BMW-, que va a estar al lado de los más débiles, etc. No, no es que el mantra de la «idea clara de España» que también le ha copiado a Ansar no me pareciera bien, pero uno tiene su corazoncito.

Por eso lloré un poco cuando vi que el Impostor defendía, pletórico de cosmopolitismo, que entre las medidas que va a impulsar para solucionar todo lo que no ha hecho mientras se hacía pajillas con las clasificaciones de renta per cápita de la UE en su despacho, está la expulsión de los inmigrantes que han venido aquí a ganarse la vida. Asusta pensar que debe entender el Impostor por «los más débiles» o «los que más necesitan».

He hablado de expulsión, pero he exagerado un poco. ZP no habló en ningún momento de expulsión -de sus buenos números en la materia ya se jactó en los debates-basura que mantuvo durante la campaña-, sino de ayudar a la gente que se quede sin trabajo a volver a su país. Qué penita que el pobre Sabino lleve cien años bajo tierra, porque ahora que se acerca la entente PNV-PSOE bueno sería disponer de gentes que compartan valores para poder pactar una convivencia civilizada de los ciudadanos mientras expulsamos a esos indeseables en paro.

A todo esto, hay tres cosas que nadie dice -al menos, simultáneamente- sobre la inmigración. La primera es que para un país, además de la riqueza cultural, es un lujo contar con más gente dispuesta a trabajar y a prosperar. La segunda es que los inmigrantes compiten por los mismos puestos de trabajo y los mismos servicios públicos que los indígenas más pobres. La tercera a) es que de los muchos ingresos que supone la inmigración para el conjunto de las administraciones públicas, siete de cada diez euros se los lleva la administración central y centralista. La tercera b)  es que de los muchos gastos que supone la inmigración para el conjunto de las administraciones públicas -básicamente educación, sanidad y seguridad-, solo dos euros de cada cien los pone la administración central y centralista, que mientras se emborracha de triunfalismo con su submoral déficit cero y reparte cheques rememorando el caciquismo, está contribuyendo a crear un problema que será largo, duro y difícil.

8 Comentarios en “A por ellos, oé”

  1. Qué gracia, la riqueza cultural de los inmigrantes.
    Los inmigrantes en España, según regiones, no superan en la actualidad el 10 %. En algunas más, en otras bastante menos de esta cifra. Y te encuentras con cosas graciosísimas al respecto, como los programas del Gobierno Vasco para respetar las procedencias y permitir, a los alumnos hijos de inmigrantes, un aterrizaje suave en la educación autóctona, preparándoles clases personalizadas incluso, que tengan en cuenta la cultura de la que proceden.
    Esto ocurre porque la inmigración no supera ese 10 % que digo.
    Además esto ocurre porque el Gobierno Vasco actúa en esto, como en todo lo demás, bajo la ficción de que todos somos vascos, un pueblo singular con 7.000 años de historia. Pero esto no es más que una ficción, claro, interesada como todas. Si recurrieran a las estadísticas de población y de apellidos descubrirían lo que no quieren ver ni saber: que el indígena vasco es una minoría en el país que considera como suyo, y que indígenas vascos hay repartidos por toda España en mayor cantidad de la que hay dentro del País Vasco y Navarra.
    Hay un programa en la página web del Instituto Nacional de Estadística que recomiendo encarecidamente para los que siguen pensando que Catalunya es de los catalans, oiga, o que el País Vasco es de los vascos. La página es:

    http://www.ine.es/fapel/FAPEL.INICIO

    El problema, como siempre, es de número, de cantidad. Si los inmigrantes que vienen de fuera superaran el 40% de la población autóctona y hubiera zonas del país en las que fueran claramente mayoritarios, que es lo que ocurrió aquí con las inmigraciones de otros españoles a Cataluña y el País Vasco, las cosas cambiarían sustancialmente y de entender la cuestión de la inmigración como una cultura ajena que viene a enriquecer nuestro patrimonio autóctono y todo lo demás, como muy bonito e integrador, se pasaría a una posición defensiva y aún más, abiertamente excluyente, que es justamente la que originó la aparición de los nacionalismos vasco y catalán. Somos humanos, qué le vamos a hacer, y estas cosas forman parte de nuestro bagaje desde tiempos inmemoriales.
    Rousseau ya lo dijo en su Discurso sobre las ciencias y las artes (1750): cambian nuestras condiciones materiales, hay progreso y todo lo demás, pero la condición moral del hombre sigue siendo siempre la misma.

    Saludos.

  2. Es demasiado fácil meterse con la política migratoria de un gobierno. Decidme un país que os guste. Está condenada a ser incoherente, por definición. Dinero contra moral..

  3. Al primer comentario: el problema lo tienes tu, que eres tan etnicista y racista como Sabino. Vasco es el que se siente como tal tanto el que es vasco de toda la vida (es decir, de 6ª generación o yo qué se) como el hijo de inmigrantes que se ha crí
    iado en Lasarte y se siente de donde vive, y no hay más. Por eso, pese a que según tu hay menos vascos que «no vascos» en Euskadi, los partidos nacionalistas vascos tienen mayor representación en el parlamento. Nosotros desechamos hace décadas la idea racial del nacionalismo. SIn embargo desde el otro lado se utilizan términos como «charnego»….¿de qué vais?

  4. Oye, Pedro José, Perú, México o Filipinas también serán de los españoles, no? Y Bertín Osborne no es castizo, el tío disimula. En realidad toma cada el día el té a las cinco y practica la caza del zorro en Doñana.

  5. «Es demasiado fácil meterse con la política migratoria de un gobierno. Decidme un país que os guste. »

    ¿Y qué hay que hacer? ¿Callar?

    Porque además una cosa es construir vallas, y otra expulsar a gente por el mero hecho de estar en paro.

    Firmado: Popota, a Proud Friend of Gorka.

  6. «Somos humanos, qué le vamos a hacer, y estas cosas forman parte de nuestro bagaje desde tiempos inmemoriales.»

    ¿Cuanto tiempo inmemorial? ¿7000 años?

    Asi que somos humanos, ¿eh? No me digas……

    Euskal Herria es anterior a España , es más, la poblacion de la peninsula iberica fue una vez universalmente euskaldun, y eso licita que aspiremos a una identidad propia, ¿o no?

    En cualquier caso, vale por razon nuestra voluntad.
    Y, respeto por las matematicas, ayer , hoy, mañana y siempre.

  7. Yo tampoco estoy de acuerdo con Pedro José Chacónen su asociación entre apellidos y etnicidad, pero desde luego el comentario que pretende corregirle apelando a sentimientos no deja de beber de semejantes fuentes idealista. ¿Acaso un nacido y residente en Luandé que se siente vasco deviene vasco? ¿acaso un nacido y residente en Bilbao no es vasco aunque se sienta hondureño? Personalemtne considero que la condición de vasco, español o ugandés es algo menos romántica y no es más que una condicón «administrativa» y casi diría que fiscal. Que otros pretendan añadirle elementos raciales,étnicos o sentimentales responde a otra serie de intereses que probablemente tengan mucho que ver con lo que denuncia Popota.

    Un saludo.

  8. Matematicas para Iñaki y Gorka:

    Representantes democraticamente electos de la soberania vasca:

    PNV y demás nacionalistas 6 diputados.

    Otros partidos no nacionalistas 12 diputados.

    Todos vascos (no sólo los primeros) y todos españoles (no solo los segundos).

    Así que no se te llene la boca con eso de «los partidos nacionalistas vascos tienen mayor representación en el parlamento» porque no es cierto.