Cuchara de palo (Actualizado)

Que digo yo que está bien hacer ppucheritos porque a Rosa Díez no le dejan largar lo suyo en la Universidad, pero entonces habrá que hacerlos también cuando la demagoga firma para que veten al lehendakari en la Universidad de Stanford. Que a mí ni me va ni me viene porque creo que en las universidades deben poder hablar hasta los borbones, pero por comentarlo…

Nosotros los memócratas

Nosotras las demócratas

13 Comentarios en “Cuchara de palo (Actualizado)”

  1. Bueno, por fin salió UPyD en este blog desde que vengo interviniendo.

    Que sepan todos por aquí que esta será mi opción para las próximas elecciones. Así tendrán un dato más de mí a la hora de intervenir por aquí. Porque parece que si no te tienen fichado en un partido político la gente no sabe nunca muy bien a qué juegas.

    Remito hoy, para quien quiera saber de qué va «la cosa», al artículo en El Correo de Bilbao de Fernando Savater: http://www.elcorreodigital.com/vizcaya/prensa/20080221/opinion/progreso-unidad-fernando-savater-20080221.html

    Saludos

  2. Una cosa es pedir que una persona no sea invitada por otra para dar una conferencia en una Universidad extranjera, manifestarse pacíficamente en contra de la invitación (aunque yo, personalmente, no comparto esta postura), y otra muy distinta impedir violentamente, con amenazas, agresiones e insultos, una conferencia en un recinto universitario.

  3. La «política exterior» del Lehendakari está montada para contar una película sobre lo que pasa en el País Vasco y lo que habría que hacer es contar la otra historia de quienes viviendo en el País Vasco no somos nacionalistas y, además, no somos nativos, muy importante.

    Porque a los no nacionalistas se nos confunde, y generalmente sólo se tienen en cuenta los no nacionalistas nativos, tipo Jon Juaristi, Ramón Jáuregui y por ahí. No, no. La mayoría de los no nacionalistas somos no-nativos, esto es maketos, qué casualidad, como el título de este blog.

    Y los maketos no tenemos a nadie que nos represente por ahí, ni siquiera los maketos de aquí que se van a Madrid o por ahí y que nadie sabe que son maketos porque, para empezar, ni siquiera lo reivindican (salvo Popota).

    El nativo que sale del País Vasco en seguida sigue siendo vasco por ahí. Pero el no nativo se difumina entre la españolidad. Preguntarles a Juan Manuel de Prada (de Baracaldo-Vizcaya) o a Espido Freire (de Llodio-Alava) a ver de dónde son. Alguien sabe algo más de ellos salvo que son escritores españoles?Qué más da de donde sean. Pues da. Es muy importante. Estos dos autores saben muy bien lo que pasa en el País Vasco, pero nadie les va a preguntar por lo que pasa aquí, porque nadie supone que sepan nada, con esos apellidos…

    En cambio a Jon Juaristi o a Edurne Uriarte todo el mundo les pregunta por lo que pasa en el País Vasco. Y tienen sus columnitas al respecto en ABC.
    O a nuestro querido Gabilondo, representante eximio del periodismo vasco. ¿Pero quién se va a acordar de que José Antonio Zarzalejos sabe del País Vasco más que cualquiera en España?, ¿sabían los lectores de ABC que el que fue su director hasta no hace mucho era un experto en el caso vasco, fundamentalmente porque ha escrito en El Correo desde que se tiene memoria unas columnas absolutamente clarificadoras sobre lo que pasaba y pasa aquí?

    El apellidismo, querido Popota, hace estragos. El amigo Jeromin decía el otro día que yo estaba atrapado por el nacionalismo. Todos lo estamos, todos funcionamos con sus claves. Ignorarlas es como ignorar que llueve cuando nos estamos mojando. Hay que actuar, hay que reaccionar porque si no vamos a acabar como en los Balcanes, con repúblicas y republiquitas por todas partes.

    El Lehendakari se va donde hay gente que le llama, evidentemente. Es la gente de la Diáspora vasca, como dicen por aquí. Pero casualmente quienes conforman la Diáspora vasca responden a tres características muy curiosas (interrelacionadas):
    1. Tienen que tener apellidos vascos, valen tanto vasco-españoles como (humm qué ricos) también vasco-franceses, muy apreciados porque en Estados Unidos los hay en puestos muy importantes (Universidad de Stanford sin ir más lejos, Senadores varios, etc.)
    2. No vale que la Diáspora esté en España, puaj, teniendo en cuenta que hay como cuatro millones de españoles con apellidos vascos, pero esos no cuentan, están españolizados. Bastante tienen con los restaurantes vascos y alguna cosa más así, para sentirse como en casa.
    3. Evidentemente tampoco vale que se trate de vascos con varias generaciones en el País Vasco pero que no tengan apellidos euskaldunes: a esos, por favor, quién va a suponer que sean vascos (ay, maketazos!!!)

    Saludos

  4. Sí, y también que los judíos dejen de hacer pucheritos por tener que tragar con el lema Arbeit macht frei, y los padres de las mujeres atacadas sexualmente, porque la culpa es de ellos que las visten como putas….
    Y esto pretende ser irónico…..

  5. Y siguiendo con el tema del apellidismo, te voy a pasar un par de enlaces, Popota, de esos que sé yo que te van a gustar.
    Mira, para que veas que PPSOE no es un monolito sin grietas, hace poco ha habido en El Correo de Bilbao una polémica muy graciosa, de las que no suele haber muchas, entre un reconocido pepero, como es Iñaki Ezkerra, columnista habitual de ese periódico, y miembros destacados del PSE, a los que el primero a reprochado un regusto inusitado por la TX en sus nombres: el que inauguró todo fue un tal Txiki, luego vinieron Patxi, Tontxu, Lentxu y así.
    Muchos maketos, los pobres, no han podido cambiarse sus apellidos salvo si tienen algún apellido vasco perdido por el árbol genealógico, que entonces lo han puesto a todo correr el primero (hay, como sabrás, muchos casos de cambio de orden en los apellidos, para colar el vasco el primero -esto la gente de fuera del País Vasco no lo sabrá pero tú sí lo sabes-).
    Y cuando no hay apellidos donde rascar, pues se va a los nombres, y los nombres que se ponen son los que indudablemente sólo hay por aquí, cuanto más raros y euskadunes mejor.
    El caso de estos dirigentes del PSE es paradigmático al respecto.

    Ahí van los enlaces:
    el de Iñaki Ezkerra: http://www.elcorreodigital.com/vizcaya/20080218/opinion/batuanglish-inaki-ezkerra-20080218.html
    El de los dirigentes del PSE defendiéndose del ultraje: http://www.elcorreodigital.com/vizcaya/20080220/opinion/-20080220.html

    Lo de los apellidos, y en general, lo de los nombres, sí cuenta, amigo Pep. La diáspora maketa te lo podría asegurar.

  6. popota, en su madeja liada del otro día: «es vasco el que trabaja en el país vasco» con dos cojones.
    pues yo digo que,
    – Es vasco, y da el coñazo a diario con semejante suerte, el independentista cansino que ha nacido en el país vasco y no tiene otro tema de conversación
    – Es vasco el que ha nacido en el País Vasco
    – Se puede sentir vasco el que sin haber nacido en el País Vasco, es de familia vasca
    – No es vasco el que trabaja en el País Vasco. Será de donde sea y se sentirá de donde se quiera sentir, que para eso están los colores.
    – Se es «de nada» (como mucho de la Real o del Athletico o del choco de la cuadrilla), siendo vasco, viviendo en el país vasco y con apellidos vascos.

    Ocurre, como decís, que para no dar el cante con la raza, el perímetro craneal y el tamaño del rabo de la boina en pleno siglo XXI, se va de guay diciendo que se es vasco por el hecho de trabajar en el país vasco.
    Podríamos dedicar 2008 a discutir quien es y quien no es vasco. ¿Que te parece Zapatero?¿Popota?¿Rollito, realidades nacionales, inmigración y genealogía?. ¿Creeis que podeis justificar vuestra existencia un año entero?
    Que cruz!

  7. Pedro José:

    No tengo demasiado tiempo, pero ¿Se refería Iñaki Ezquerra a Fernando Fernández-Savater?

    Un cordial saludo,
    pep

    Por lo demás, queda claro: hay gente que sí que tiene derecho a hablar en las universidades, como Rosa Díez y el resto de nacionalistas españoles, y ha gente que no tiene derecho a hablar en las universidades, como Ibarretxe y los nacionalistas vascos. Eso es lo máximo de cultura democrática a que llega el nacionalismo español del PPSOE: ninguna novedad.

    Y esto es porque existe una diferencia entre gritar para impedir la libertad de expresión de alguien, que está muy mal, y firmar para impedir la libertad de expresión de alguien, que está muy bien.

    Evangelio de «Nosotros los demócratas» en estado puro.

  8. Resulta que las histericas falangistas estas gritando como posesas las memeces habituales (la mitad de lo que dicen en estado de reposo ya son insultos ala mayoria de gente que no piensa como ellas o sea que imaginalas en plena acción con sus freikorps) es una ‘manifestación pacífica de desacuerdo’, si se trata se un grupo de estudiantes independentistas gallegos, catalanes o de izquierda madrileña ya no es una muestra de desacuerdo, sino una intolerable agresión a la ‘libertad de expresión’

    y la libertad de los estudiantes de criticar a trodas estas farsantes demagogas racistas?

    venga ya, hipócritas

  9. Sigo creyendo, aunque seguramente estaré equivocado, que manifestar por escrito el desacuerdo con la invitación de Ibarretxe a Stanford no es lo mismo que la actuación de algunos individuos en los casos San Gil, Nadal y Díez.

    Desconozco el contexto en el que se realizó la fotografía que, sobrevenidamente, encabeza el post. Si alguien nos lo explica podremos valorarla mejor. Pero así, a primera vista, diré que las tres señoras que ahí aparecen no intimidan excesivamente. A mí me hubiera preocupado bastante más tener enfrente a los jóvenes cachorros que aparecen en las imágenes, seguramente manipuladas, que estos días han circulado por ahí relativas a los indicentes de las Universidades de Santiago, Complutense y Pompeu Fabra.

    Pedir en los medios de comunicación que no se celebre una conferencia, criticar su celebración, me parece aceptable; reventarla, no, máxime cuando los que la revientan son universitarios que lo hacen en nombre de la «pureza» de la Universidad. Me da igual quienes sean los conferenciantes y sus contrarios.

  10. Ibarretxe ya vio cómo varias de sus conferencias fueron reventadas, incluyendo una ahgresión por aparte de un joven radical.

    Evidentemente no es idéntico manifestarse contra una conferencia que intentar impedirla por la fuerza, pero el ánimo es el mismo: «Fuera de aquí». Y es el ánimo -la intolerancia excluyente- lo que se está juzgando.

  11. No, no creo que sea el ánimo lo que se está juzgando, sino sobre todo los medios. Por lo demás, reitero, me parece intolerable que si se invita a Ibarretxe o a quien sea a una Universidad o, en general, a cualquier foro (aunque especialmente en el caso de una Universidad), no le dejen hablar, máxime cuando para ello se emplea la agresión, o el insulto, la coacción, amenazas, la violencia, etc.

  12. Estoy con el comentario de Berengario, con un pero. Es manifiestamente más impresentable que los censores sean gente que pretende representar al pueblo, que no que lo sean unos estudiantes.

  13. Lo que dicen Berengario y popota es una estupidez oceánica,el ánimo(la intolerancia) es mayor si se manifiesta violentamente. Y 2 + 2 son 4,puestos a tener que señalar obviedades.