¿Para qué sirve la Ley de Memoria Histórica?
Para que el empleado de Cándido en la Audiencia Nacional se oponga a la admisión de denuncias en la Audiencia Nacional que piden investigar los crímenes franquistas. Desmintiendo, por cierto, el discurso con el que IU justificó su apoyo a la aberrante Ley de Punto Final impulsada por el Gobierno Zapatero.
A modo de curiosidad, Cándido opina que los crímenes franquistas no son en modo alguno terroristas, ya que con motivo del juicio-farsa del caso GAL el Tribunal Supremo sentenció que el terrorismo de estado no existe, y que nada de lo que haga el estado puede ser calificado de terrorismo.
A modo de curiosidad dos, no estaría de más que esa institución inútil y nacionalista llamada Real Academia Española incluyera en sus lamentabilísimos diccionarios la definición de la expresión «lesa humanidad», del mismo modo que incluye la de «lesa majestad«.
A día de hoy, es difícil saber si dentro de un tiempo Cándido, como en el caso de las candidaturas ilegalizadas de ANV en las municipales, dirá aquello de «nos hemos pasado pero ha colado». Lo que no es nada difícil de constatar es que la ley de memoria histórica es una chapuza jurídica cuya única utilidad en lo realmente importante -el ámbito del derecho- es que la democracia española se siga riendo de las víctimas de la Dictadura.