El avispero catalán: ERC
Como suele, la situación interna de ERC es una batalla campal. Esta mañana a primera hora son detectables en su seno hasta cinco tendencias más o menos organizadas. Además de los partidarios de Carod y Puigcercós -que andan a la greña por ver quién encabeza la candidatura a la presidencia de la generalitat-, existe la corriente crítica de Carretero, otra corriente crítica llamada «esquerra independentista» y, por último, un sector no-alineado en el que está gente como Ridao, candidato al Congreso, o Portabella, candidato a la alcaldía.
En la conferencia nacional del pasado mes de otoño las dos corrientes críticas se unieron para quedarse a 200 votos -de poco más de 2.000- de hundir el tripartito con una moción en la que se pedía su «actualización» a causa del penoso papel de los republicanos en el tripartito 2.0. los no-alineados, por su parte, apoyan a la dirección. La desconfianza entre unos y otros se ha instalado en el partido, y el próximo congreso del partido, después del verano y del último recorte del Estatut en la reunión de ppsoeros con toga jocosamente llamada Tribunal Constitucional. Con respecto al congreso del partido, el esperado batacazo que se prevé el 9-M tendrá una influencia más bien escasa y, en cualquier caso, menor que la pérdida del 40% de los votos en Barcelona en las últimas municipales.
El marrón del batacazo se lo va a comer Joan Ridao -quédense con su nombre: si salvan el grupo parlamentario, que lo dudo, va a ser de lo mejor del Congreso junto al número dos de la lista, Joan Tardà-. Tiene una considerable experiencia parlamentaria y una experiencia laboral que le ha servido para conocer al detalle la calidad de la democracia española -como abogado, vio como ante uno de sus defendidos en juez Garzón llamaba a Rafael Vera delante suyo para preguntarle «¿Qué hago con éstos?»-. Como corresponde a unos buenos opresores fascistas perseguidores de los pobrecitos charnegos, papá Ridao es de Cuevas de Almanzora, y mamá Ridao es de Medina del Campo.
¿Qué puede pasar en el futuro? Se sabe poco: no en balde, ERC es un partido democrático, con un funcionamiento interno democrático, y las cosas son menos fáciles de preveer que con partidos orgánicamente deudores del sindicalismo vertical. Lo que sí es seguro es que el discurso republicano, integrador e izquierdista de los últimos años, y que les ha llevado a hacer parte de la actual campaña en castellano, va a seguir siendo mayoritario, ya que las posiciones ultra-nacionalistas que abandera Carretero no superan el 25% de apoyos de la militancia. Y lo que parece probable es, una vez más, que todos los movimientos esperen a la sentencia del constitucional.