Es la economía, estúpido
En primer lugar, una disculpa por anticipado. Escribo este post ebrio. Hoy Carmen Chacón presentaba las propuestas del PSOE en TV3 para las próximas elecciones y yo, que soy un poco burro, me he comprometido con un amigo a meterme un chupito de whisky por cada vez que la candidata socialista mencionara el sintagma nominal «los ocho años del PP». Lo siento, burp.
Al tajo. Ahora que la auténtica pinza -la de toda la vida: inflación más precio del dinero- empieza a apretar al «milagro económico de Zapatero», no está de más dar dos pinceladas sobre la política económica del gobierno zocialista. Si se sigue la vía de investigación abierta por el gobierno al respecto, lo sucedido es que «hemos» crecido que-te-cagas -Zapatero ha llegado a calcular en público que en tres años adelantamos a Alemania, sic- a causa de su mérito y que ahora vienen ligeras turbulencias. Por supuesto de fuera, que es de donde siempre viene todo lo malo en determinado tipo de cabezas.
Yo disiento. El PPSOE ha hecho una apuesta por una economía basada en el pelotazo preferiblemente urbanístico -hemos acabado estos 15 años de furor cementero con las constructoras comprando energéticas, algo que no ha sucedido ni sucederá en ninguna economía desarrollada- y en obviar los intereses del sector industrial. No se ha movido un dedo para incrementar la competitividad de la economía -lo que incluye, por cierto, medidas como la propuesta por IU de universalizar la educación gratuita de 0 a 3 años usando esos 5.000 millones con los que el PZOE rememora los glory days del caciquismo-. En su lugar, el PPSOE ha optado por jactarse de esa tomadura de pelo que es el déficit cero en lugar de aprovechar las vacas gordas -y la lluvia de millones alemanes que se ha sumado a la perenne lluvia de millones catalanes- para europeizar la economía, y ha preferido aplicar el neoliberalismo más doctrinario y celebrarlo a base de triunfalismo y de lerdas sonrisitas de superioridad al comparar «nuestra» economía con la del resto de los estados de la UE.
Ahora vendrá lo de siempre, felizmente atenuado por nuestra pertenencia a la UE para desgracia del PP, y será leído en clave de fenómeno meteorológico ajeno a toda acción humana -se acerca un anticiclón por allá, repunta tres décimas la inflación, etc.-. Pero eso sí: tendremos los 400, y tendrán que pasar diez años antes de que a alguien se le ocurra expresar con un «es la economía, estúpido» algo distinto a «el otro es el mal».
Podría ser peor, podrían imitar a aquella candidata belga que ofrecía una felación por cada voto.
¿Quién cumpliría esta promesa? ¿La Chacón, la de la Vega, o el propio ZP?
¿»el neoliberalismo más doctrinario»?
Pero si no hay casi liberales ni en la derecha, ¡como para acusar al PSOE de semejante hazaña! . El liberalismo es algo así como un tio que no folla nunca pero le caen denuncias por violación cada día.