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Lecciones de periodismo (español)

Lamento no recordar el día del pasado mes de Agosto en el que el director adjunto de La Vanguardia, Alfredo Abián, señaló, en un ramalazo de inspiración, lo siguiente en su carta del director: “hay dos cosas que no debemos saber para mantener en su integridad nuestra salud intelectual y física: cómo se hacen las salsichas, y como se lleva a término un proceso de paz”.
Es difícil sintetizar mejor lo que son el periodismo español en particular y la cultura española en general.
Es por ello que, a raíz de la brillante disertación con la que el respetable AA dignifica como pocos a su profesión, yo les propongo, queridos lectores, un humilde ejercicio de periodismo amateur. El ejercicio en cuestión consiste en enumerar materias-salsicha, esto es, materias en las que un buen periodista, y ante todo buen español, debe esforzarse por no saber y por no informar, tal y como mandan los cánones.

Dambo, en posición dudosa

Bello ejemplo de sinergias entre el poder y el periodismo español

Para incentivar la participación, nada mejor que un premio sabrosón para el mejor tema-salsicha, en este caso una edición fotocopiada de ese tesoro de la literatura española titulado “Manual del buen terrorista”, escrito por ese precursor ideológico de Nicolás Redondo Terreros llamado Ricardo García Damborenea –alias “Dambo”- en el año 1987, esto es, cuando ejercía de demócrata ejemplar frente al terrorismo.
Por último, ahí van algunos ejemplos salsicheros a modo de fuente de inspiración.
1) El tinglado de los premios literarios.
2) El Rey.
3) Los gastos en lavandería de los miembros del Consejo General del Poder Judicial en sus viajes alrededor del globo -¿lo pillan?- terráqueo.
4) Los demócratas conversos como, pongamos, Cebrián. O Ansar.
5) El terrorismo de estado pre-GALáctico.

Montilla

Hoy el blog Maketo aparca su tradicional asepsia partidista para sumarse con entusiasmo a la noble y ardua tarea de los socialistas catalanes en su empeño por dar a conocer la figura de Pepe Montilla, el candidato compañero.
Los compañeros del aparato socialista –básicamente Iceta y Zaragoza- repiten una y otra vez que Montilla pertenece a otra generación, aportando de esa manera un aire fresco a la política. Digamos que ese aire fresco es equiparable al aire fresco aportado por los fichajes madridistas en la presente temporada: no en balde Montilla lleva montado en un coche oficial exactamente desde el año de Naranjito y el Mundial de España, de infausto recuerdo para todos los buenos españoles, por más que tuviéramos la compensación moral de la subida de Montilla al coche oficial.
Otra de las virtudes de Montilla es, nos dicen Iceta –el que andaba de portavoz de la Moncloa en los estertores felipìstas, enterándose por la prensa full-time del saqueo de las cuentas de la siempre demócrata Benemérita o de las hazañas de los muchachos de Galindo hoy felizmente liberados- y compañía, que se trata de un hombre hecho a sí mismo. Eso nos debe llevar a todos a la cúspide del optimismo, puesto que considerar “hombre hecho a sí mismo” a un pollo que lleva desde los 27 montado en un coche oficial, extender ese criterio al conjunto de la población y sacar el cava para celebrar encontrarnos en el país con mayor proporción de “hombres hechos a sí mismo” del mundo mundial son todo uno.
El mayor problema que se está encontrando el aparato son los estudios del candidato. O, más bien, su falta de. Montilla tiene “estudios de” derecho y economía –ahí es nada, como diría su mamá con una pose de falsa modestia-, sin que esos “estudios de” incluyan licenciatura alguna. Yo tampoco le veo el problema, la verdad. Carme Figueres ha demostrado al frente de la Conselleria de Benestar Social que basta con una original “Diplomatura” en Ciencias Físicas, en contraposición a la tradicional y demasiado extendida “Licenciatura” del resto de la humanidad que estudia física, para ejercer el cargo con brillantez, sirviendo al ciudadano y teniendo tiempo para la familia, esto es, para su marido, el inigualable y locuaz Pepe Zaragoza, delfín oficial de Josep Maria Sala en el PSC –el que publicó un involuntariamente cómico “Diario de la cárcel” después de que a alguien se le ocurriera dejar de pagar al contable de FILESA para que siguiera con la boca cerrada- y actual secretario de organización del PSC. Y es que no nos engañemos: para echarle la culpa indistintamente al PP y a Madrit tampoco hace falta haber hincado mucho codo, como no sea en la barra del bar.
Por contra, uno de los puntos fuertes de Montilla es su origen andaluz, origen que en absoluto va en detrimento de su catalanidad, excepto para los etnicistas que hacen diferencias entre los catalanes nacidos dentro y fuera de Catalunya. Por el momento, ese etnicismo es felizmente un fenómeno marginal, y parece poco probable que obtenga representación parlamentaria, puesto que hasta la fecha las encuestas no sonríen ni a los Maulets ni a Arcadi Espasa y compañía. Como le gusta decir al candidato Montilla, su elección siempre ha sido Catalunya, en ella están sus intereses y éste es el lugar en el que crecerán y se educarán sus hijos.
A modo de detalle estético, eso sí, no sería una mala idea que matriculara a sus retoños en una escuela pública en lugar de la escuela alemana donde estudian a día de hoy. Se trataría, sin duda, de algo más acorde con su condición de socialista en general, de hombre hecho a sí mismo en particular y, en fin, de persona opuesta a las élites catalanas. Excepción hecha, claro está, de los mandamases de La Caixa.
Otro de los puntos fuertes de Montilla es su experiencia como alcalde en la bella localidad de Cornellá, donde pudo empezar a ensayar esa proximidad con el ciudadano que tanto le envidian el resto de políticos. Como sería ese su talento para la proximidad que, para no avergonzar al resto de la clase política y en un detalle humanitario que le honra, no vivía en Cornellá. Claro que vivía cerca, algo que no se puede decir del excelso jugador de golf, habitante del barcelonés barrio de Sant Gervasi y actual alcalde de Santa Coloma de Gramanet.
En cualquier caso, la hábil maniobra del aparato para darles la patada a Maragall y a –hacia arriba, en este caso- Clos, al que han sustituido por otro logrero del aparato –Hereu- no merece sino el aplauso, y el deseo de los mayores triunfos. Para todos, incluyendo al actual presidente de la Diputación de Barcelona y alcalde de Hospitalet de Llobregat –Celestino “pago yo” Corbacho, siempre generoso con el dinero público, por más que se le hinche un tanto la vena cuando, después de acabar una comilona de empresarios con un generoso “pago yo”, uno de los presentes le señala, no sin maldad, “o sea, que seguimos pagándote nosotros- o el pintoresco alcalde de Sabadell –Bustos, trepador exconserje del Museo paleontológico de la ciudad vallesana y colocador al frente del área de seguridad del ayuntamiento de su insigne, a la par que iletrado categoría sub”estudios-de”, hermano, que por cierto ha entrado en las listas-.
Existen en la política española dos realidades superpuestas. De un lado, están los que quieren cambiar cosas y se dedican a esto pudiéndose dedicar a otra cosa. Existe también la parte asquerosa de la política, de los que han venido a ejercer de eso que Arzalluz llama “logreros” –o a forrarse-, fácilmente identificable por su sectarismo. Por eso el siempre honrado López Bulla, que ha montado una plataforma de apoyo al candidato Montilla, se vanagloria de que no va a aceptar ningún cargo a cambio de su apoyo. Y es que conociendo la trayectoria de López Bulla, a nadie le puede extrañar que crea que la asunción de un cargo público implica que uno va a vivir de los favores prestados, en lugar de implicar que uno tiene capacidad y voluntad de transformar la realidad.
Aún con todo ello, es deseable que Montilla y su gente tengan suerte y fructifiquen sus gestiones para obtener apoyos, especialmente dentro de su partido y en los sectores menos propensos a cobrar comisiones del 20% a las empresas que quieren servir a los ayuntamientos e instituciones de turno. Aún cuando ello les cueste unas cuantas sillas con las consiguientes dificultades de colocación de un puñado de bultos sospechosos.
Al otro lado no existe sino la otra cara de la misma moneda, pues en CiU no van precisamente faltados de logreros, empezando por su candidato Artur Mas –un pollo que es aparato en estado puro, y que se ganó el sitio ejerciendo de Conseller de Obras Públicas de los gobiernos de eso que piadosamente llamamos 3%.
Viendo a toda esta tropa está muy claro a cuál de los dos ámbitos de la política pertenecen.
Apartado de consignas: ¡Huevos duros para el aparato!
Firmado: Popota, a Proud Friend of Ernest Maragall.

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