Aprovechando nuestra incursión en el barro de las redes sociales, la Paella Rusa se ha puesto a investigar el variado elenco de dirigentes políticos valencianos disponibles en Twitter. Ya saben que Twitter es ahora mismo lo más, y tarde o temprano tenía que ocurrir: como pasa con cualquier cosa que suscita la atención de los medios, la clase política se apresta a hacer un desembarco, tan vacuo como efectista, para colonizar todo el espacio público que pueda. Y, en efecto, ya hay bastantes dirigentes significados, y muchos más asesores, militantes, simpatizantes, y tal, que se ponen a hacer sus pinitos en Twitter, porque han leído en algún lado que Twitter está de moda y que “hay que estar”. ¡Los manuales del Señor Calabuig, que dan para todo y para todos!
Desde luego, la mayoría de los dirigentes tienen una presencia testimonial, de decirle al asesor de cuando en cuando: “¡Asesor, ponme un chuicher desos diciendo que estoy en contra del Mal y a favor del Bien!”. Y el asesor: “Se está pasando. ¡Dos tuits a la semana, dos! ¿Y todo esto a cambio de 3000 euros al mes? ¿Todo este sacrificio?”.
A ver, esto del twitter es muy complicado, pero lo explicaremos para que incluso Usted, amigo asesor que se pregunta si su sueldo de 3000 euros limpios peligra en caso de no abrirse una cuenta, lo entienda: tú te abres una cuenta, y comienzas a seguir gente. Al seguir a otras personas, puedes leer lo que van publicando (en pildoritas de 140 caracteres, muy propias de la comunicación banal-fragmentaria que nos invade, tan contraria a la tradición rollero-densa de La Paella Rusa). Como la cosa va también de publicar algo, conforme publiques (frasecillas supuestamente ingeniosas, enlaces al último artículo de La Paella Rusa o, sencillamente, “esta mañana me he levantado y hacía mucho frío”), es posible que otra gente te siga y, por tanto, reciba todo lo que escribes.
Sin embargo, hay una cosa que no se tiene tanto en cuenta, y es que, además de leerte los que te siguen, también pueden leerte los demás (porque lo han encontrado en alguna búsqueda en Twitter o fuera de él, porque están leyendo cosas sobre el tema del que hablas, etc.); de hecho, una manera de conseguir seguidores (recordemos que hablamos de un político cuyo objetivo es tener presencia pública) es que lleguen a través de estas vías, no sólo mediante la estrategia, tan propia de Twitter en España, de “sígueme y te sigo”.
Pues bien, una somera revisión de las cuentas del dirigente político medio arroja el balance que cabría esperar: los políticos valencianos se leen, fundamentalmente, entre ellos , en un emotivo canto a la autorreferencialidad. Y, naturalmente, el lenguaje y los temas de los que hablan, puesto que sólo hablan entre ellos, es tan vacío como explícitamente partidista: carne de argumentario.
Así que sólo hablan entre ellos y espantan rápidamente a todo aquél que les observe desde fuera. Igual al político tipo le encanta que las cosas funcionen así: ¡Twitter es lo mejor que se ha inventado desde la TV pública controlada por nosotros! Pero recordemos que la gracia de Twitter, para un político, es introducirse en un espacio público para formar parte de él y adquirir visibilidad más allá de la rueda de prensa sin preguntas y el sound bite para la televisión.
Hay una palabra mágica: transversalidad. Sí, amigo asesor: transversalidad. Es difícil (cinco sílabas que tiene; ¡cinco!), pero a todo se hace uno. Transversalidad porque, en principio, el objetivo no es estar en Twitter como si estuviéramos en un mitin del partido, o en la sede local del partido, o en una reunión del partido (ni siquiera podemos estar en una reunión secreta del partido para joder a otra facción del partido; recordemos que nos están observando); sino para intentar simular o, quién sabe, tal vez demostrar al archienemigo, a esos cabrones de los que dependen nuestra vida y nuestros cargos, que nosotros lo valemos.
¿Cómo? ¿Que si por “archienemigo” nos referimos a la Ejecutiva que tiene que darnos un cargo-chollo? No, no, disculpen. Me he expresado mal. Me refería a los ciudadanos. A la puta democracia a la que hay que apelar para seguir ahí cuatro años más.
La clase política vive 24 horas al día en política, y desde hace muchos años. Es mayoritariamente incapaz de salirse de ese bucle. Las excepciones son los que o bien se lo creen (sí, hay algunos que se lo creen aún), o bien los que son buenos en esto y han descubierto que en Internet y en el siglo XXI el argumentario de chascarrillos sin gracia y política de altavoz, repartido por alguna lumbrera del partido, no vende mucho. O los que son una cosa y la otra (que alguno hay, no crean; ¡o igual es tan bueno que nos tiene engañados!).
Al observar lo que hay, y deteniéndonos en los partidos minoritarios, pasa lo que era previsible que pasase: como siempre con estas cosas, el líder destacado del pasotismo es EU, un partido cuyos votantes votan a veces pensando “joder, a ver si se van a enfadar si descubren que les voto”. En la mejor tradición del Politburó, EU propone un twitter centralizado, el de Esquerra Unida, que concentra casi toda la comunicación en esta red social de la coalición. Compromís se lo curra mucho más, con presencia de los principales representantes de la plataforma (Enric Morera, Mònica Oltra) y de un montón de agrupaciones locales. UPyD, teniendo en cuenta su escasa implantación en la Comunidad Valenciana, al menos hace acto de presencia.
Pero, como casi siempre en España, aquí quienes cortan el bacalao son los de siempre. Los dos grandes. El Barça-Madrid. El bipartidismo. El PPPV de nuestros sueños. Hay muchos y los hay de todos los colores:
El PP tiene una presencia considerable en Twitter, no en vano cuenta con más asesores, más dinero, y probablemente más atención a estas cosas. Por ejemplo, el PP tiene a la mayoría de sus alcaldes (los asesores de sus alcaldes) de las poblaciones más importantes con presencia en Twitter. Ahí tienen a la alcaldesa de Torrent, Mª José Català, por ejemplo; o a la mismísima alcaldesa de Dénia Ana Kringe, Transfugueitor, dispuesta a utilizar las redes sociales para comprar a más representantes públicos y choricearle a quien sea menester el cargo público.
Ahora bien, dentro del marasmo general sí que pueden detectarse dos tendencias de fondo: los hooligans de toda la vida, por un lado, y los “viaje al centro reformista”, moderados en las formas (y, a veces, incluso en el fondo). De los primeros, los hooligans de Twitter, brilla con luz propia en el PP una figura concreta: Luis Salom. No porque lo haga bien, tenga mucho peso en el partido, o presencia pública; sino porque es, de lejos e incluyendo en la ecuación a todos los partidos políticos, el que más chirría; el que peor lo hace.
¿Quién es este tío? Actualmente, Salom es asesor del PP en el Ayuntamiento de Valencia, especializado en materia de Nuevas Tecnologías. Cualquiera que le eche un vistazo a Rita Barberá sabrá que el asesoramiento de Salom, desde luego, no ha dejado huella. Así que su única labor reconocible y palpable es su constante actividad en Twitter, Facebook y demás espacios de opinión de Internet.
El estilo de Salom, por llamarlo de alguna manera, viene a ser la aplicación a Twitter de lo que es actualmente José María Aznar en la política española: pelotear a los poderosos de su partido, soltar consignas apolilladas y, sobre todo, dedicarse a insultar a cualquier rojo que se le pone por delante. Directamente, porque yo lo valgo; se trate de un rival político o de lo que él considere un representante social de “la izquierda”.
Esta forma de actuar, ni que decir tiene, ha generado un gran malestar no sólo entre los rivales políticos o ideológicos, sino entre la gente que pasa por ahí y que en algún momento se ha cruzado con Salom y su extraña mezcla entre chulería, sensacionalismo de “La Noria” y capacidad para dar el coñazo y empeñarse constantemente, como buen troll, en aparecer como sea y pintar (o, más bien, dar imagen de que se pinta algo).
Está claro que se trata de una actitud censurable, totalmente impropia de alguien que, además, ocupa un puesto sufragado con dinero público y en teoría dedicado a relacionarse con los ciudadanos a través de las redes sociales. Pero la cuestión, de lo que estamos hablando aquí, es: ¿sirve de algo? ¿Beneficia electoralmente a su partido? Porque si se trata de ser más papista que el Papa, de emitir consignas de baja estofa explicando lo malos que son los socialistas y demás, para eso ya está Hazte Oír. O Intereconomía. O Libertad Digital. Ahora, si de lo que se trata es de tener presencia en Internet, ¿le beneficia en algo al Partido Popular de la Comunidad Valenciana, que no es el de Madrid, que es el Partido mágico de la Comunidad Feliz, de la Sede de la Gominola en la agrupación de la Piruleta, un partido que busca una mayoría social firme -y, al mismo tiempo, heterogénea- en la que apoyarse, tener a alguien que simboliza, en las formas y en el fondo, a lo peor de la última legislatura de Aznar? La pregunta se responde sola: aunque sea a una escala mucho más pequeña (por peso específico, que no por falta de ganas y vocación), Luis Salom es al PPCV lo que José María Aznar al PP. Con la misma eficacia para recabar votos y adhesiones… En los partidos de izquierda.
¡Ah, cuán diferentes serían las cosas en el PSPV si el PP tuviese a más gente como Luis Salom llevando las riendas! Pero, afortunadamente para el PP, también tiene gente lista por Twitter. Sobre todo, entre los que mandan. Adrián Ballester, director del IVAJ y joven promesa del PP, muy activo en Internet, moderado tanto en las formas como en el fondo, es un ejemplo. Pero no es el único. Pesos pesados como Esteban González Pons y el mismísimo Ricardo Costa saben comportarse, en el espacio público, comme il faut:
Esteban González Pons, recién llegado a Twitter. Lo primero que hace es ponerse a seguir el twitter de La Paella Rusa. ¡Este chico llegará lejos!
Ric Costa tratando de congraciarse con La Paella Rusa, que habrá que captar apoyos para volver al primer plano de la política después de las Elecciones
¿Y qué ocurre con el PSPV? Amigo lector, es forzoso reconocer que, llegados a este punto, tal vez lo que sigue vaya a resultarle decepcionante. No me extrañaría que lo comente indignado con la parienta/maromo o con los amigotes: “¿Puedes creerlo? Entré en La Paella Rusa para reírme un poco más del PSPV y me encuentro con que hablaban… ¿Bien?”. Pues sí, el milagro, la conjunción planetaria, ha ocurrido, asistimos a un Nuevo Amanecer: ¡un artículo en el que La Paella Rusa habla bien del PSPV! ¡Paren las rotativas!
Por supuesto, no es que en el PSPV no cuezan habas. Que claro que cuecen, y hay que ver con qué primor. Y al mejor estilo del PSPV: la mayoría, comenzando por Alarte, como líder joven y dinámico, como tú y como yo, que depura listas como lo haríamos tú o yo, ni sabe lo que es Twitter, ni le interesa lo más mínimo.
De hecho, entre los puestos directivos del PSPV sólo tienen una cuenta con un mínimo de actividad Víctor Sahuquillo (director de la campaña del PSPV), Carmen Martínez (alcaldesa de Quart y presidenta del PSPV en la provincia de Valencia) y Elena Martín (candidata a la alcaldía de Alicante), esta última bastante más activa que los anteriores.
En cambio, las cosas cambian si descendemos un poco: es en los cargos medios en los que sí encontramos a gente muy activa del PSPV en Twitter; y, sobre todo, algo que parece una entelequia tratándose del PSPV y sus campañas 2.0 – soufflé: gente que sabe manejarse en las redes sociales, que está para quedarse, y no para decir que está. Destacan, sobre todo, tres personas: Juan Medina, concejal en el Ayuntamiento de Quart de Poblet; Javier Ruiz Montalt (ex alcalde de Foyos), e Isa Castelló, concejal en el Ayuntamiento de L’Eliana. Los tres tienen una presencia notable en Twitter (y en Internet; normalmente, estas cosas vienen de lejos, uno no pasa del bar del pueblo a la supuesta política 2.0 por transubstanciación); mantienen en todo momento las formas; y, sobre todo, da la sensación de que creen en lo que hacen.
Porque, claro, para que uno esté en Twitter, o en Facebook, o en cualquier otro sitio, no basta con abrirse una cuenta. Hay que saber para qué quieres estar, y si quieres estar (o si estás porque te ha dicho el Señor Calabuig que eso va a pegar mucho en el futuro). El caso de Isa Castelló nos parece particularmente relevante: su comportamiento en Twitter es el propio de una persona normal (¿una persona normal en el PSPV? ¿Hasta dónde va a llegar este artículo laudatorio con el socialismo valenciano?), con interés y con formación en esto tan raro del 2.0, y que además se expresa con gracia: el tono de argumentario es inexistente; el énfasis en “mira cómo todo lo que hago o digo lo hago o digo porque en mi partido me dicen que es así como tengo que hacerlo o decirlo” no aparece por ningún lado; la obsesión por politizarlo todo, fuera de lugar. Así que no hay más remedio que reconocerlo: Isa Castelló… ¡Nos cae bien!
En resumen, y a ver si nos enteramos: no es hacer buenismo de Zapatero, pero tampoco ser un troll de la Fundación FAES. En una comunidad virtual sometida al escrutinio público, lo más importante para un político, el principal motivo por lo que las aportaciones de uno pueden tener recorrido, es la credibilidad. Y la credibilidad se gana poco a poco, dándole continuidad a las cosas. Y comportándose como si nuestro único interés no fuera que nos votaran. En concreto, entre la ciudadanía, no diciendo que “soy una persona normal, cercana” y todas esas mamarrachadas, sino demostrándolo. Que está muy bien tener 5000 seguidores en Twitter o Facebook, pero si son todos militantes de mi partido (que también siguen a los rivales de las otras familias del partido, y por tanto no cabe elucubrar “menos mal que tengo a estos detrás en el Congreso y me apoyarán, que para algo le han dado a ‘Me gusta’”), de poco nos servirán en términos electorales. Ahora bien, si sólo se trata de estar en Twitter porque hay que estar, procure, al menos, no armar follón, y ya engrosará plácidamente las listas de las cuentas de Twitter que parecen gestionadas por un robot, al que podríamos llamar Asesorbot 2.0, empecinado en tuitear y tuitear y tuitar lo mismo de siempre.
Etiquetas Asesores, Esteban González Pons, Estrategias, isa castelló, La campaña en Internet, luis salom, política 2.0, redes sociales, twitter
Os equivocáis diciendo que sólo hay una cuenta centralizada de EUPV. También estamos en twitter, por ejemplo: Lluís Torró, diputado y cabeza de lista por Alicante; Marina Albiol, diputada y cabeza de lista por Castellón; Ignacio Blanco, portavoz de la Ejecutiva y número 2 en la lista autonómica por Valencia; Esther López, coordinadora de Jóvenes de IU y número 2 en la lista autonómica por Alicante… y muchos compañeros y compañeras más, concejales y militantes de base, así como colectivos locales.
Os lo dice un seguidor vuestro, también en twitter.
Muchas gracias por tu precisión, Ignacio. En realidad, no quería decir eso, sino que la cuenta general de EU es, con diferencia, la más importante (con mayor número de tuits publicados, más de mil, y con muchos seguidores), y que, en cambio, en los demás casos la actividad es escasa. Conocía algunas de las cuentas que nos comentas, pero no las incorporé porque creo que han sido activadas recientemente y por ahora tienen poca actividad. Pero es buena noticia que estén y vayan desarrollándose en este período de precampaña. Ánimo con lo que os queda por delante!
Pues a mí, Ignacio, me pasa como a Cuixa de pollastre. Que llevo un tiempo de inmersión en Twitter, con esto del lanzamiento de La Paella Rusa (Cuixa tenía ya algo de experiencia en este sector pero yo no) y me ha sorprendido la relativa invisibilidad de Esquerra Unida, la verdad. Por cada 100 jovenzuelos (o no tan jovenzuelos) del ámbito de Compromís que están más o menos activos en Twitter hay una o dos personas de Esquerra Unida. Es algo llamativo si tenemos en cuenta que EU saca siempre un 50% más de votos o así que Compromís.
Probablemente, ojo, eso quiere decir que el relevo generacional en el tercer espacio (aquí hemos hablado ya de los PANEs y los PCEs cuando nos hemos referido a la hegemonía por ese lugar) es bastante menos favorable a EU. Aunque a lo mejor es simplemente que en EU estáis currando en otros sitios y por eso no estáis en Twitter que demostraría que, a fin de cuentas, tampoco es tan importante. O que vuestro electorado, aunque lo sigáis teniendo también entre los jóvenes, tiene un sesgo diferente al que frecuenta esto de Twitter.
También me ha sorprendido, en esa línea, la desproporción cuantitativa entre PP y PSOE. Me da la sensación de que hay muchos más jóvenes del PP con Blackberry tuiteando con jóvenes del PSPV con iPhone haciendo lo propio. Y entre los cargos públicos, lo mismo. Un cuarentón con cargo del PP es más fácil que ande por aquí que uno del PSPV. ¿O me equivoco en esta percepción?
De hecho, no sé. Incluso da la sensación de haya más gente del entorno del Bloc y de Compromís que del mundo de PSPV. Es algo curioso. Y no sé si significativo. Supongo, la verdad, que no mucho.
¡Guau! Cojonudo análisis. A mí también me flipa la inexistencia de EU en las redes sociales. Son a Twitter lo que Marga Sanz a la política valenciana. Los tíos pasan de todo. Con la imagen de marca les basta. Pero no sé yo a este paso qué ocurrirá cuando vayan muriendo todos los que son votantes suyos ex-metalúrgicos jubilados, o maestros pre-jubilados o esas cosas en vía de retiro que les votan. Tiene razón Garrofó en que a juzgar por Twitter, no hay un solo chaval de menos de 30 años que «mole» que sea de ellos. Están todos en Compromís. ¡Menos mal que esa gente luego madura y acaba votando al PP en cuanto tiene familia y busca cole privado para los niños, que si no España se iba al garete!
En una línea semejante a mí también me llama la atención que hay muuuucho más pepero en Twitter que gente del PSOE. La desproporción es muy superior a la que debiera ser. Máxime cuando un tío progre debiera pensar, con más frecuencia que uno del PP, que eso de Twitter «mola». No sé. Me da la sensación de que eso también es un mal síntoma para el PSPV. Sobre todo porque además, joder, los del PSPV que están en twitter se pasan mayoritariamente el tiempo hablando entre ellos, contándose a dónde han ido el finde, qué nuevo garito mola más o qué restaurante de sushi de la ciudad de Valencia es el más in del momento. Los del PP, además de hablar de Fallas, los muy cabrones, se pasan el día dedicados a pasar consignas y noticias que las alimentan. Son como más «ejército», no sé si me explico. Y los del PSOE son una especie de ejército de Pancho Villa amante de las delicatessen y de las series gafapastas.
Y nada más que añadir, más allá de hacer la ola. ¡Que es bueno que se sepa lo que sufrimos con esto de tener que llevar un Twitter quienes somos profesionales de la política y estamos ahí por obligación! Quién me iba a decir a mí que acabaría sabiendo de estas cosas y conociendo a ciertos personajes…
Gran análisis, la verdad que la campaña va a estar más entretenida si cabe gracias a las diferentes redes sociales (facebook y twitter sobre todo). El terreno de lucha electoral se ha aumentado y las redes sociales van a jugar un papel decisivo, veamos como lo aprovechan los partidos en campaña.
Coincido en que el PP está muy inmerso en estos temas, es normal, tienen a los afiliados y simpatizantes más activos con diferencia (en ambos mundos, el virtual y el real), tal vez Compromís los iguala en actividad, pero pierden la batalla por ser menos y – seguramente – no tener asesores dedicados a actualizar twitter y facebook a 3.000 €/mes.
Salut i paella!
Un comentari i dos aclaracions:
Bon treball, com quasi tots els que feu. Enhorabona per este blog.
Primera aclaració: el tal Adrián Ballester fa poc va començar el dia saludant-nos amb «Arriba España». Molt moderat. Tant que ho va esborrar perquè li ho vàrem retreure. Segons ell, no hi havia malícia. Supose que era una gracieta que un càrrec públic no hauria de dir no? No veig diferència entre dir això o Gora Eta. Ho sent. És lamentable.
Segonda aclaració: me crida l’atenció la gran presència de Compromís. Ho fan de categoria en les xarxes socials. El problema és que genera una falsa sensació de representativitat.
Gràcies.
Toda la razon con Luis Salom el mal Community de Rita Barbera, una verguenza para los Communitys.
Si ya lo decia Ana Aldea cuando Salom en sus pinitos con Twitter hizo esto con la Alcaldesa. http://anaaldea.es/y-rita-se-esfumo-de-twse-busca-al-community-de-rita-barbera
Estoy por pedirle opinion con el usuario de Twitter que creo con la Alcaldesa, rita2010 y ahora que estamos en el 2011 yo le pediria el usuario de nuevo a Ana Aldea.
Además fijaros que cada vez que habla «supuestamente» la Alcaldesa, habla el con su perfil. No cuida ni hasta esto.
Y cobra 3.000€? Esto no es denunciable?
Sincerament, crec que doneu massa importància a Twitter. De la mateixa manera que pensàveum, erròniament, que els blog canviarien el periodisme, Twuitter no és un indicador fiable del seguiments als partits. La prova més clara és que, per més que s’encabote CUIXA DE POLLASTRE, tant PP com PSPV trauran més vots que Esquerra Unida o Bloc malgrat no fer, ambdós partits majoritaris, un ús de Twitter ‘tan’ destacat.
I per cert: jo sóc votant jove de l’esquerra i no entén la xorrada eixa de ‘politburó’, en referència a EU. Conec a gent d’Esquerra Unida, conec també joves de contracorrent, sé com funcionen i em cabrea prou vore comentaris esbiaixats tacats de perjudicis. Si vote (que encara ho estic decidint!) estigueu segurs que no triaré ni als socialistes ni als del Bloc-iniciatives… o com dimonis s’anomenen ara. Conec l’oportunisme del PSPV i la història de traició dels que ara continuen en Compromís, per no parlar dels jocs de Morera amb el seu nacionalisme ‘centrat’, proper a CiU.
Per cert, a Marga no li conec la cara però Ignaci va visitar la universitat fa uns mesos.. És cert, Ignasi? Jo i unes amigues cerc que assistirem a la teua xerrada. Besos.
Lucía, este artículo no pretende sacar conclusiones de intención de voto a partir de la presencia de los partidos en Twitter. Una pretensión así me parece condenada al fracaso. Tampoco designar a nuestros partidos políticos «preferidos», ni nada por el estilo. Lo que busca es ver cómo lo hacen en una red social – sistema de microblogging (o como queramos llamarlo) que en principio permite establecer vínculos con los ciudadanos y hacerles llegar propuestas, opiniones, etc.
Por otra parte, en el propio artículo se dice claramente que los partidos con mayor presencia en Twitter son los mayoritarios en intención de voto (PP y PSPV); es decir, que si tomásemos Twitter como referente fiable (que desde luego no es lo que hago en el texto) también saldrían ganando.
Yo creo que Twitter, al igual que otras vías de comunicación que no están domeñadas por los grandes grupos mediáticos y sus ligazones con el poder, permite que los partidos minoritarios se den a conocer, aunque sea a pequeña escala y ante un público escaso. En el caso de EU, me parece evidente que no están aprovechando bien esta oportunidad; y, desde luego, que Compromís lo está haciendo mucho mejor y tiene más presencia en esa red social. Ahora bien, ¿es importante? A mí no me parece crucial, pero sí creo que es un error pasar de estas vías, sobre todo cuando no es que tengan muchas otras para hacer acto de presencia.
No tengo ni puta idea de qué es eso de Twitter pero el artículo, joder, hace que uno tenga ganas de comprarse uno. ¡Enhorabuena por propiciar ciertas carcajadas! Esto, además, es casi como un culebrón. Bien contado, ni siquiera hace falta conocer a los protagonistas para disfrutarlo.
Muchas gracias. Me dejé muchas cosas por contar, como siempre, pero es que la gente no para de decirme que me quedan textos demasiado largos (con toda la razón) y me tienen medio acomplejado!
Pienso lo mismo que F. Martin. En general sois unos frikis que no os daís kuenta de ke la gente sigue siendo de carne y huesos. Las manifas, la protesta, la ideología… sólo tienen un espacio: la kalle.
Seguid a lo vuestro: endogamia y banners.
😉
¿Mande, Sr. Tomàs?
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