Hacer un perfil de Alarte es harto difícil. A veces, Jorge Alarte es Obama. O eso es lo que nos parece querer transmitir en su principal fotografía de precampaña, que ha suscitado cierto pitorreo en el ámbito de la comunicación política:
Otras veces, su figura está más cercana a la de un revolucionario del París del 68, como se desprende de la biografía que aparece en su web oficial:
Alarte nació (…) en una familia de trabajadores inmigrantes que le inculcaron desde niño valores como el esfuerzo, la tenacidad y la honradez que han definido su vida personal y política. (…) Durante su estancia en el Instituto tuvo una intensa actividad sindical estudiantil (…) Su compromiso en la defensa de los intereses de los estudiantes (…).
Y aún en ocasiones es prácticamente Churchill, un hombre «de Estado» comprometido, serio y que hace políticas globales e inclusivas. Como cuando quiere reunirse con Camps en un acto de infinita y eterna responsabilidad. O saca un documento llamado “Programa para el saneamiento y la reforma de la economía valenciana”. O da un giro de 180º en el mismo tema y se lanza al cuello del Govern con el aparentemente infinito y eterno argumento de la corrupción.
Hay que reconocer una cosa: Alarte y su comunicación han mejorado sensiblemente. No hay más que echar un vistazo al citado documento, que es en esencia acertado, o al diseño de su nueva web, logo incluido. Nada que ver con 2009: hay un crescendo claro. El problema es que no saben qué tienen que comunicar. Y eso no es una cuestión del equipo de asesores y de las empresas de comunicación, no: pobres, ellos ya tienen bastante con lo que tienen que lidiar. Es una cuestión de fondo. Alarte no tiene un perfil claro, tiene veinte y los va intercambiando en función del contexto. Alarte tampoco tiene un recorrido político definido y bien conocido por los ciudadanos (fuera de Alaquàs, me refiero). Alarte no tiene un discurso coherente y trabajado durante años y años de trabajo en el día a día en el ágora pública fuera de su municipio. Así que va cogiendo retazos de aquí y de allá, de Obama y de cuando fue líder (?) estudiantil, de responsabilidad pública y colaboración entre partidos a la vez que caña a la corrupción. Con todo ello, intenta montar un frankenstein político que no convence a nadie, ni a propios ni a extraños. Porque no es nada, sólo es polvo y retales.
Me temo que eso, simple y llanamente, no tiene solución. Hay que decirlo alto y claro: Alarte, por capacidad comunicativa, por recorrido personal y por pensamiento político, no es la persona para vencer a Camps. Así de claro. No se puede trabajar con humo, y Alarte, hoy por hoy (mañana quién sabe), es humo político.
Etiquetas estrategia electoral PSPV, Estrategias, Jorge Alarte
¿pero me va a decir alguien algo de su gestión en alaquás?
coño, este blog se actualiza demasiado deprisa
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Yo creo, sin acritud, que es un triste, me recuerda a uno de los protas de «Vaya semanita»…aunque, prejuicios fuera, ¿este señor a qué se dedicaba antes de entrar en política?, ¿es político «pofesional»?, ¿estudio algo?. No en serio, es que no tengo ni idea de dónde ha salido, a qué se dedicaba antes, en qué lugar se enamoró de ti…:-).
Comparto con De Ventre su inquietud, a este paso, nos vais a matar leyendo, ¡¡un poquito más de calma, que no da tiempo a digerir, paladear y saborear escritos!!
Jamás pensé que escucharía en LPD la crítica «publicáis demasiado». Para mí que desde 2003, con lo de Irak, que no escuchábamos nada semejante!
Hablando en serio, es cierto que hemos comenzado actualizando con mucha asiduidad, pero téngase en cuenta que: a) hay muchas personas involucradas; y b) teníamos ganas. Intentaremos moderarnos, en cualquier caso
Un perfil muy interesante de Alarte, aunque a mi juicio la clave no es tanto la imagen sino la línea política. Y no puedo compartir, por ello, que el que la factura técnica de la publicidad y de la web del PSPV hayan mejorado hable necesariamente bien de la pléyade de asesores que tiene Alarte. Porque, digo yo, alguno de ellos o incluso (ojo a la revolucionaria propuesta) algún diputado autonómico o cargo del partido habría de dedicarse a diseñar una línea política, una alternativa en términos adultos. Que luego, además, habrá que difundir en twitter y tal. Pero habría que empezar por ahí.
Y eso es culpa de Alarte, porque probablemente él no tenga calado cívico para acometer algo así y porque se ha rodeado de personas de ese mismo perfil. Pero no sólo es culpa de Alarte. Hay mucha gente a su alrededor que, digo yo, también tendrán algo que ver en este páramo respecto a las ideas en que se ha convertido el PSPV.
Señor Alarte:
¿Puede un señor imputado, y pendiente de juicio, un administrador publico, de las riquezas del pueblo para el que trabajaba, y habiendo tanto inteligente, y quizas mejor preparado, puede este señor ocupar un cargo en un Consejo, Juridico, Consultivo?
¿ Es asi de sencillo en los momentos que atravesamos, con tanto parado, y tanto seres super inteligentes del famoso 15-M, que posiblemente tengan mejor preparacion?