Opá, yo viazé una güé
Es un caso de libro. Y, en estos tiempos de inmediatez, no extraña que sea nombrado en la enciclopedia como un ejemplo perfecto de marketing viral. Llega por correo electrónico y por recomendaciones de docenas de blogs: millones habrán visto el videoclip antes de que ningún medio de masas se hiciera eco de la popularidad gestada en la red del éxito de la temporada. Es una de las canciones del verano que aún no ha empezado, y no hace falta ninguna autoridad que lo certifique, ni tampoco es necesario realizar un análisis demasiado sesudo para decir que es la canción que más rápido se ha convertido en popular gracias a internet y los blogs. Y gracias a Youtube, porque El Koala no tiene aún ni siquiera una web oficial para promocionar la canción más representativa del ‘rock rústico’.
