¿Vuelve la pinza? Que hable Anguita
A cuenta del numerito que ha montado la dirección de Izquierda Unida en Extremadura (cargada de razón, por otra parte, y con el único punto reprochable de que convierte sus propios compromisos antes de las elecciones en papel mojado) con el apoyo indirecto al gobierno del PP, la formación de izquierdas ha visto crecer en número sus defensores. Las bienintencionadas críticas a las posturas enfrentadas entre la IU federal y la federación extremeña, todas ellas realizadas por el propio bien de la coalición, faltaría más, van desde el oficialismo socialista del editorial de El País, que carga las tintas en la «traición» a los principios de la izquierda por dejar que gobierne la derecha, hasta los defensores de la pureza de IU en los tiempos de Anguita, revivida con la «pinza» extremeña que manda a Vara a la oposición. La paradoja es que la polarización entre estos dos posturas críticas ni ayuda a IU en su estrategia ni refleja el debate que puede interesar a sus votantes. Con estos defensores, los de Cayo Lara mejor podrían ir formando el cuarteto de jazz que decía El Mundo Today.
Ni IU podía darle un cheque en blanco al PSOE, ni tampoco debía favorecer la investidura de un gobierno del PP. El error político y electoral que comete la coalición con la decisión extremeña lo ha señalado hasta Llamazares. Pero, como la autoridad de éste a la hora de apuntar errores en la estrategia electoral no es muy sólida, recurro a la opinión expresada por el mismísimo inventor de la «pinza» hace unos días en una entrevista. Que hable Anguita:
Mi opinión es que hay que preguntar: “A cambio de nuestro apoyo, ¿qué medidas?”. ¡No qué puestos! A mis compañeros de Extremadura no les importa un puñetero puesto. Luego le doy a usted [Guillermo Fernández Vara] mi apoyo en la investidura e inmediatamente paso a la oposición. Y ahora negociamos cada ley, cada medida. Y si hay un caso de corrupción apoyo con los otros una moción de censura.
Resumiendo: esa es una posición útil para IU y su electorado. Y no dejar que gobierne el PP. Colateralmente, la decisión extremeña deja en posición muy delicada a sus compañeros andaluces: si la aritmética parlamentaria lo permite, ¿contribuirán a la derrota del penúltimo gobierno autonómico que queda en manos del PSOE? Un buen puñado de votos están en juego.
Claro que sí, presidente del PSOE, e inmediatamente PP y PSOE se cuecen las leyes tal y como han hecho con todas las medidas desde 2008, al menos las importantes, ayuda a la banca, recortes, etc…, bien directamente, bien por omisión, y otra vez IU con cara de tontos.
Si al PSOE le preocupa tanto que gobierne la izquierda, que ponga un presidente de IU y verán cómo se consensúan políticas de izquierda en Extremadura.
Es posible que se vean más leyes de izquierdas en Extremadura con un presidente del PP, por unión de los otros 2 partidos, que con el Sr. Vara.
Si todas las medidas importantes las van a pactar igual los dos grandes, ¿no le será más fácil a IU impulsar otras leyes con el PSOE en la presidencia, necesitando sus votos para, por ejemplo, los presupuestos?
Habrá que verlo, pero no me creo que con el PP en la administración pueda IU (que no deja de ser el partido minoritario) pactar con el PSOE un frente de izquierdas en el parlamento. Y aun si así fuera, como dijo aquel, hagan ustedes las leyes que ya redactaré yo (el gobierno) los reglamentos.
«¿no le será más fácil a IU impulsar otras leyes con el PSOE en la presidencia, necesitando sus votos para, por ejemplo, los presupuestos?»
Los empiristas tenemos la respuesta a eso en la I Legislatura Triunfal del Zapaterismo, y la respuesta es NO.
Eso último era posible cuando el PSOE tenía varias opciones, siendo IU sólo una de ellas.
En el caso extremeño, el abanico de posibilidades es menor: PP o IU. Y si el PP decide votar en contra a unos presupuestos presentados por el PSOE -cosa bastante lógica- necesita que IU vote a favor, no que se abstenga.
Quizá hubiese sido más rentable impedir que el PP alcance la presidencia -que a fin de cuentas era una de las cosas que decían en su propaganda electoral- y anunciar que harían oposición desde la izquierda. En cualquier caso, entiendo que la gente del propio partido en Extremadura es la que tiene que valorar las opciones y decidir, y no los editorialistas de Público.
Es que es el tema, Lluís. Más allá de si la decisión es más o menos acertada, el meollo está en si deciden los que pagan las cuotas y gastan su tiempo haciendo propuestas, o lo cocinan los liberados.
Por lo demás, si IU hubiera cometido el error de apoyar al brazo político del IMF, en menos de dos semanas hubiéramos tenido los primeros titulares «IU hace el juego al PP», «IU da oxígeno al PP», «IU insiste en la pinza» conforme se hubieran ido oponiendo al reparto de prebendas y recortes del tránsfuga pepero que presentó el PSOE.
Desde aqui quiero agradecer publicamente a IU de Extremadura por dejar gobernar a los descendientes de la matanza de Badajoz, entre los asesinados estaba mi abuelo comunista.