La campaña del itumasismo
La realidad es la que es: el bipartidismo rampante que aqueja a nuestro sistema político no conoce de diferencias entre elecciones generales, municipales y autonómicas. Y en el caso del Parlamento Europeo, a elegir el próximo domingo, ni la baja participación que se espera ni la circunscripción única evitan que el panorama sea cosa de dos. Los datos lo dicen todo: las encuestas ponen toda la emoción de la noche electoral en el porcentaje de votos que separe a populares y socialistas. Reducida la disputa a un ensayo de lo que votamos en las generales, los demás partidos se conforman con alcanzar representación en Estrasburgo.
Sin ideas sobre el programa político europeo en el debate y sin ganas de enfangarse en compromisos sobre qué modelo de Unión Europea debemos defender, los partidos se han lanzado a la habitual campaña de marketing para militantes y convencidos. Es el comportamiento natural de nuestros políticos también fuera del periodo electoral, pero en los mítines el itumasismo se lleva a la máxima expresión.