Egoblog Day
No hay nada que guste más en la blogosfera que un meme. Por tanto, la iniciativa de celebrar el Blog Day cada 31 de agosto (iniciativa que nadie sabe de dónde ha salido, aunque eso es lo de menos) no podía concretarse en mejor evento que el de un post que se replicará en miles de blogs el mismo día. El meme consiste en recomendar cinco blogs a los lectores. Específicamente, se dice en la web oficial del engendro que «los blogueros en el mundo entero postearán un artículo recomendando cinco nuevos blogs, preferentemente blogs diferentes a su propia cultura, punto de vista y posición». Esto significa que «los lectores descubrirán otros autores alejados de su entorno habitual».
La rebeldía natural de la blogosfera, sin embargo, hace que este día cientos de bloggers se miren el ombligo y enlacen a cinco blogs cortados por el mismo patrón que el suyo propio, en un curioso Egoblog Day. Porque cada uno en su blog recomienda lo que sale de los webs, faltaría más. Por ese mismo motivo, hoy me he decidido a recomendar cinco blogs que ya no están, no se actualizan. Muchos los habrán olvidado desde que la suscripción RSS se quedó detenida en el tiempo o sencillamente ignorarán que existieron. Pero son blogs interesantes que, por un motivo u otro, pusieron su punto y final.
– Tintachina: En sus propias palabras, «fue un blog entre febrero de 2001 y septiembre de 2005: novecientos posts sobre cómo internet ha transformado la forma de comunicarnos, de hacer negocios y la vida cotidiana». En él descubrí qué era un videopost, cuando aún ni había nacido Youtube.
– Jardín mil tres: Este original blog fue descrito por Libro de Notas como «uno de esos sitios imprescindibles por su gusto en los enlaces, su prosa y su sentido del humor». Impagable su reflexión sobre el ingenio y la escasez.
– Columnas de humo: Fue un más que entretenido repaso diario por la prensa y lo publicado por sus columnistas. Tan centrado en la prensa de papel que quizá alguien interprete su silencio como un síntoma de la crisis de los periódicos tradicionales.
– Estratega: Este blog nos regaló durante un corto tiempo interesantes artículos sobre la empresa y la estrategia en otros ámbitos, desde internet a la política internacional. Ahí quedaron sus reflexiones, aunque el autor sigue en Twitter.
– Juan Dámaso, vidente: Dejo para el final esta recomendación por razones obvias. Pues el autor no es que abandonara el blog, sino que se acabó la función. Un pionero de los blog-ficción, sobre las adivinaciones de un vidente que nos divirtió igual antes y después de descubrir que no era real.
Contabilidad olímpica
En los habituales balances de resultados tras unos Juegos Olímpicos, me gusta cuando al comentario optimista o pesimista sobre el estado del deporte patrio se añaden números, y no sólo el número de medallas. Martí Saballs en Expansión se lanza a la comparación desde múltiples perspectivas de los resultados en el medallero de Pekín’08 con este artículo: «Los Juegos Olímpicos de Pekín han vuelto a demostrar que la suma de potencial económico más población son la mejor garantía de éxito. Como siempre, hay excepciones. Otros factores, como la herencia deportiva de las ex repúblicas soviéticas, la capacidad de los atletas jamaicanos y africanos, o el extraordinario caso australiano, influyen en la clasificación.» Interesante sobre todo la conclusión sobre Australia: no hay más que ver las series de datos que incluye en su blog.
Los JJOO y los deportes minoritarios
Leyendo el artículo de Hernán Casciari sobre las retransmisiones de los Juegos en TV me divertí un rato. Pero al momento me inquieté pensando que si la ministra de Igualdad lo leía y se lo tomaba en serio, igual se le ocurría una ley para el reparto equitativo del tiempo en TV entre todos los deportes, tanto los ‘masculinos’ como los ‘femeninos’ como deja caer Casciari. Paralelamente, la disparidad de resultados en el medallero olímpico cuando se analiza la cantidad de medallas que un país puede conseguir en un solo deporte, por muy minoritario que éste sea, me anima a buscar algún tipo de índice o ratio sobre la rentabilidad del «esfuerzo olímpico» realizado. Algo que nos permita diferenciar los logros en deportes que reparten muchas medallas de los logros en deportes de equipo. Cuando lo encontremos lo llamaremos el «ratio argentino» puesto que el caso de ese país es paradigmático en cuanto a éxitos principalmente en deportes de equipo que reparten pocas medallas.
El artículo de Hernán se puede leer en Espoiler: «Maldito verano de un año par».
Beijing capital del mundo
Los JJOO de Pekín serán los más espectaculares, los más vistos y los más rentables de la historia. Tienen todos los ingredientes para serlos; entre ellos, lógicamente, el elevado nivel que se espera de los mejores deportistas del momento en una competición tan especial como son los Juegos. Si el COI y las principales potencias del mundo hubieran querido que fueran los que se celebraran en el país más respetuoso con los derechos humanos de la historia no serían en China. Pero todos saben que no se trataba de eso. Quizás no haya habido en los últimos tiempos mejor excusa que los JJOO para denunciar públicamente los despropósitos del régimen chino. Una vez se enciende el pebetero con la llama olímpica, sin embargo, cualquier gesto queda oculto tras el espectáculo del deporte.
El boicot a los JJOO de Pekín ha sido la idea más absurda que aportaron los acalorados meses previos a la inauguración. Porque ¿cómo boicotear al país más poblado del mundo? ¿Cómo negarle a Pekín su derecho a exhibirse como capital global? Medio mundo hace negocios con China y la que se está convirtiendo en potencia mundial a marchas forzadas es una nación con siglos de civilización y una historia reciente realmente brillante en el deporte. El acontecimiento más mediático tenía que celebrarse tarde o temprano en el gigante asiático, que necesita mostrar al mundo su mejor cara. Sin olvidar que de puertas adentro China no ofrece su mejor cara a muchos de sus habitantes, no es menos cierto que los Juegos han de servir a su cometido: una competición deportiva convertida en el mayor espectáculo global.