El gobierno de los gilipollas
Qué gran pérdida para el mundo del espectáculo. Tras la derrota de Berlusconi, cae irremisiblemente todo el atractivo que tienen las corresponsalías de los medios de comunicación en Roma. Ahora, los periodistas allí destinados, tendrán que conformarse con el aburrido Prodi y el insulso papado de Ratzinger, que desde que tomó posesión del cargo ya no es lo que era. Aunque por la mínima, el viejo profesor se hace con la presidencia del consejo de ministros, gracias a la articulación de una mayoría heterogénea que pedía a gritos el cambio. Los ‘gilipollas’ han decidido el futuro de Italia, y han elegido entrar en una nueva etapa, que sin duda estará caracterizada por la llegada del comunismo, la crisis económica provocada por el gobierno y la subordinación de los italianos a los deseos de unos gobernantes que se comen a los niños crudos. En resumen, parecerá que Italia la gobierna el mismísimo ZP. Y lo peor no es eso, sino que el bueno de Silvio va a tener cinco años por delante para arrepentirse de la aprobación de la ley electoral que permitirá a su rival gobernar con mayoría absoluta, gracias a un sistema proporcional que establece un «premio a la mayoría».