Leonor
Los medios de comunicación estaban más preparados que nunca para dar cobertura al previsto acontecimiento monárquico: el natalicio de la heredera Leonor. El despliegue estaba listo para alcanzar la saturación mediática en apenas unas horas. Tanto foco para tan poca chicha informativa, a pesar del lío constitucional que los políticos se prestarán a resolver. El hecho biológico, eso sí, puede vestirse de la mayor trascendencia institucional. La magnitud se refleja en la ola monárquica imparable, visible en momentos como este, que esconde debates no resueltos. Todo muy previsible. Los republicanos aguantan el chaparrón con paciencia, con la idea de que el juancarlismo no se transformará fácilmente en leonorismo. Hay una generación por medio, además. Bienvenida, Leonor: no sabes la que te espera.
Recortes de blogs. Empieza contundente Andrés su artículo en LPD: «Hoy toca hacer la pelota a los Borbones, gracias a los cuales los españoles, ignorantes, burros, cainitas, necesitados de tutela de seres superiores, somos capaces de convivir en paz sin matarnos los unos a los otros». Merelo ha encontrado un anuncio en Ebay: «Se venden (urgente) 437 pares de patucos de color azul por cambio de sexo del destinatario». Prosopopeyo tiene claro el origen del nombre: «Efectivamente, y como habrán adivinado, en el momento de la principesca eyaculación eran los compases de Marlango los que se escuchaban en el estéreo de Sus Altezas, de ahí el nombre escogido para la heredera». Gistaín ha encontrado el Blog de Leonor, pocos minutos ha tardado la niña en sumarse a la moda.
La retrohistoria
Imprescindible artículo de Fernando Fernán-Gómez hoy en la ‘tercera’ de Abc. Cito algunos párrafos a pesar de que merece la pena leerlo entero, como todos los suyos.
Poco importa al hombre conocer lo que ha sucedido o lo que está sucediendo, para bien o para mal, si desconoce el porqué del suceso, su causa. Al no conocerse las causas de los acontecimientos la historia pierde lo que puede tener para el ser humano de enseñanza provechosa y quedarse en mero entretenimiento.
Esta causa siempre necesariamente fue anterior al acontecimiento. El investigador histórico debe, por consiguiente, retroceder en el tiempo en vez de avanzar o de quedarse quieto o de saltarse varios siglos de un golpe o de embarcarse con Herbert George Wells en viajes al futuro. Pero he aquí que la causa suele ser al mismo tiempo un acontecimiento y, por lo tanto, el investigador histórico, si es consciente y riguroso, deberá investigar también la causa de este acontecimiento, retrocediendo, por lo tanto, en el tiempo histórico; y al proceder así sucesivamente se hallará inmerso en plena retrohistoria. Y para ello habrá utilizado un cambio radical de perspectiva.
Aquí, en España, entre un grupo de exigentes, escrupulosos, historiadores ya ha prendido esta tendencia retrohistoricista. Al partir de la investigación retrohistórica del presente español hallan que tiene su causa en nuestra guerra civil, y que ésta no se inició en la fecha que hasta ahora todos los historiadores daban por válida, julio de 1936, sino que tuvo su causa, y no solamente su causa sino también su inicio, en la revolución obrera de Asturias de 1934. Como es sabido, para sofocar el brote revolucionario se trajeron apresuradamente de Marruecos fuerzas de la Legión que operaron según las directrices marcadas por el general Franco. Para los historiadores adictos a la retrohistoria había estallado la guerra civil sin esperar al 18 de julio de 1936.
Aquel fue el acontecimiento. ¿Cuál fue la causa del acontecimiento?
Ahora, sumergidos ya en plena retrohistoria, los retrohistoriadores de esta tendencia retrohistoricista deben cuanto antes poner manos a la obra de investigar cuál fue la causa -o cuáles fueron las causas- de aquella revolución obrera de 1934, pues si investigan con la aplicación y la honradez obligadas en su magisterio, hallarán en esa causa o causas el origen no sólo de la guerra civil sino de todos los hechos históricos que, para bien o para mal, han acontecido después.
«La retrohistoria» (ABC, 29-10-05)
Yo también quiero gasóleo barato
Con las protestas de los pescadores para obtener ayudas por el encarecimiento del petróleo, se empieza a ver que todo el mundo está deseando subirse al carro de la revindicación. Dentro de poco se escuchará por todos lados: «Yo también quiero gasóleo barato». Primero fue la movilización patronal de los transportistas, ahora el sector pesquero: «El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha llegado a un acuerdo con todas las cofradías de pescadores, que permitirá desbloquear los puertos y poner fin a las movilizaciones en todas las comunidades autónomas. Finalmente, los pescadores han dado por buena una ayuda de 0,095 euros por litro de gasóleo consumido».
En Crisis Energética se preguntan si se acaba la pesca con la escalada quizás irreversible en el precio del crudo: «Los pescadores, desesperados, bloquean las bocanas de los puertos (…) Esta es la noticia del día, una actividad tan antigua como el hombre en peligro de extinción. La pesca de bajura, que en la antigüedad se podía realizar entre 3 y 15 millas de la costa, hoy en día, por muchos motivos diferentes, (gran concentración urbana en las costas y vertidos incontrolados, turismo, sobreexplotación de los recursos naturales hasta el exterminio) se hace necesario navegar de 4 a 6 horas para encontrar algo. Las condiciones laborales de la profesión siguen la tradición: según las zonas varían las partes a repartir de las capturas que se subastan en lonja a la baja. El primer coste es el combustible y la comida de la tripulación, el resto del valor de la venta se reparte por partes según la tradición, dueño del barco, patrón, mecánicos, marineros.»
La publicidad del PP
El Estatuto catalán ha gustado mucho en el departamento creativo del PP. Han colocado en sus manos una nada despreciable cantidad para poner en marcha una campaña de publicidad. Una campaña de esas que lanzan los partidos únicamente para informar, no porque tengan ningún interés en moldear la realidad a su antojo, por supuesto. Noticia: El PP invertirá medio millón de euros en una campaña contra el Estatut.
El anuncio del andaluz soso
Por si alguien creía que todos los andaluces tienen sentido del humor, ahí están los del PP de Andalucía para demostrar que no. Más información y descarga del spot en: El PP dice que EiTB insulta a los andaluces en su anuncio «la sal de la vida».