Almería 2005
Se están celebrando los Juegos Mediterráneos en Almería, y muchos aún no se habrán enterado o se preguntarán de qué van estos juegos. Desde hace medio siglo, los países de la ribera del Mare Nostrum participan en estos juegos olímpicos a escala regional. Existen diversas competiciones multideportivas de este tipo por continentes, juegos panaméricanos, asiáticos y hasta de la Commonwealth. Pero ninguno puede presumir, como los mediterráneos, de la casualidad geográfica de celebrarse en la misma zona donde nacieron los juegos olímpicos de la antigüedad. La iniciativa de reunir bajo la bandera del deporte a los países del Mediterráneo tuvo en su momento una motivación de búsqueda de la paz, en un área constantemente amenazada por las tensiones bélicas.
Con todo, los actuales Juegos Mediterráneos constituyen un evento de cierto alcance mediático. La organización de Almería 2005 espera que sirvan de proyección de la ciudad, aunque nunca se aclara suficientemente si la publicidad se verá correspondida por el esfuerzo previo. Una vez clausurado los juegos, los almerienses podrán contar al menos con la inversión en infraestructuras que se ha realizado. Almería está en muy buena posición para seguir creciendo como importante nodo económico del arco mediterráneo. De alguna manera, este acontecimiento coloca el nombre de Almería en el mapa. Para que todo fuera perfecto, sólo habría faltado que algunos medios no trataran a los Juegos Mediterráneos como una mera excusa para la campaña de autopromoción de Madrid 2012. Todavía el protagonismo es de Almería, cuyos juegos son una realidad.
Y mañana, el dinosaurio ya no estará allí
Después de más de una semana, termina el escrutinio en las elecciones gallegas con los votos de los emigrantes. Da vértigo tanta velocidad, si no fuera porque el sistema de recepción del correo electoral no gusta a nadie: urge una modernización. Aunque tarde, se están recontando los últimos votos y parece claro que el escaño 38, el que estaba pendiente en Pontevedra, no baila al son del PP. Touriño ya estará preparando el pacto con el BNG. Le toca a Fraga una jubilación forzosa, tras la pérdida del gobierno de la Xunta, que sus múltiples candidatos a sucederle en el partido tendrán que gestionar con la ayuda del paisano colocado al frente de la nave de la calle Génova. Más trabajo para Mariano, como si no tuviera bastante con el ‘fuego amigo’ de quienes preferían que la caída de Galicia en manos de ZP hubiera significado un tropiezo, quizás fatal, en su plan de Reconquista de la Moncloa. Hemos perdido Covadonga, le habrá dicho Fraga a Rajoy. Y siempre nos quedará el gusto de la ‘victoria moral’, especialidad del PP que no sabe igual sin las oportunas dosis de indignado pataleo, que en el ámbito futbolístico es denominado ‘teatro’, ante las supuestas malas artes del adversario. Menos peleas por lo pasado y más mirar hacia lo que viene. El dinosaurio ya no está y tenemos dos años por delante sin elecciones. O no, que dirá Rajoy pensando en un adelanto electoral que no haga demasiado larga la carrera de fondo también conocida por travesía del desierto.
Pobreza Cero
En el año 2000 los Gobiernos y Estados firmaron la Declaración del Milenio de Naciones Unidas, y se comprometieron con el cumplimiento de los 8 Objetivos de Desarrollo del Milenio, como un primer paso para erradicar el hambre y la pobreza. Cinco años después, aún no se ha avanzado:
– 50 millones de infectados con el HIV y la gran mayoría sin ningún tratamiento ni atención.
– 800 millones de personas no tienen acceso a la comida suficiente para alimentarse.
– 1100 millones de personas sobreviven con menos de 1 dólar diario.
– 1200 millones de personas no tienen acceso al agua potable.
– 10 millones de niños y niñas mueren antes de cumplir los cinco años por causas evitables.
– el 70% de las personas pobres del Planeta son mujeres.
– el 10% de la población mundial disfruta del 70% de las riquezas del Planeta.
– el 75% de las personas pobres son campesinos y campesinas.
Reporteros graciosillos
Quienes escriben artículos en una publicación dominical de papel tienen que hacerlo con cierta antelación y, por tanto, contar con que hay temas de actualidad que pueden dejar de serlo de una semana para otra. Pero el azar puede hacer coincidir artículos como el de Arturo Pérez Reverte de este domingo en El Semanal y lo que le sucedió a Tom Cruise en Londres hace unos días con un bromista a sueldo de una cadena de televisión. Escribe el académico sobre la tropa de reporteros con micrófono en ristre y su propia experiencia en un acto de la RAE: «Nunca me gustó hacer el payaso, ni que los payasos ganen su jornal a mi costa. Quizá por eso me irrita cierta clase de periodismo basura que se hace en televisión, a base de reporteros provocadores que se plantan en actos oficiales o en situaciones más o menos serias y, bajo pretexto de una divertida y sana informalidad, impertinencia tras impertinencia, procuran dar un tono grotesco a la información. Eso, que en el mundo rosa tiene un pasar –quien vive de dar espectáculo, con su pan se lo coma–, se extiende también, sin escrúpulos, a asuntos más serios como la cultura, o la política. Rara es la tele que no dispone de un programa donde sus reporteros ponen la alcachofa, no para solicitar información, sino para el intercambio de supuestas ingeniosidades o tonterías a palo seco, siendo el objetivo real ridiculizar al entrevistado. Siempre que me toca estar en público eludo prestarme a ese tipo de canutazos, que rara vez favorecen a nadie, y sólo sirven para que el reportero se apunte haber logrado una chorrada más y que la gente pueda reírse a gusto. Ni siquiera en la etapa pionera de esa clase de programas, cuando Wyoming y su brillante equipo realizaban Caiga quien caiga con humor y extrema inteligencia, fulanos simpáticos como Pablo Carbonell o Sergio Pazos consiguieron arrancarme más que un saludo cortés. A veces, ni eso.» «Canutazos impertinentes».
Elecciones gallegas: Todos ganan y ¿quién gobierna?
Las encuestas a pie de urna dan resultados muy similares entre sí y coincidentes con las expectativas de la oposición: «El sondeo de Ipsos Eco-Consulting para RTVE y la Forta concede al PP entre 32 y 35 escaños, al PSOE entre 23 y 26 y al BNG entre 16 y 18 escaños. El de Demoscopia para Antena 3 y Onda Cero concede al PP entre 33 y 35 escaños, al PSOE entre 24 y 26 y entre 15 y 17 al BNG. El que el Instituto Opina ha realizado para la Cadena Ser señala que el PP conseguiría entre 33 y 35 escaños, el PSOE entre 26 y 27 escaños y el BNG, entre 14 y 15 escaños.» La frontera de la mayoría absoluta está en los 38 escaños.
22.00 : El escrutinio ha sido de infarto casi de principio a fin. Y todavía queda la guinda, esto es, el recuento de los votos de la emigración. El castañazo que se han dado las empresas de sondeos es menudo, por cierto. En el estrecho margen en que se mueven los resultados, la votación de ultramar puede ser decisiva. Lo que supone esperar más de una semana para conocer el resultado definitivo. En este momento el panorama es: PP 37, PSdeG-PSOE 25, BNG 13. La magnitud de la caída del nacionalismo gallego no aparecía, sorprendentemente, en casi ninguna encuesta. Ésta y la fortaleza del PP son la clave del ajustado resultado que hace que Fraga pierda la mayoría absoluta (o no) y los partidos de la oposición puedan hacer efectivo el cambio con un acuerdo de gobierno. Aunque lo cierto es que los pronósticos previos pesan mucho en el ambiente de la noche electoral. Esto significa que el PP gallego casi puede cantar victoria y hasta ve posible que se quede en la Xunta. Rajoy ha salvado, de alguna manera, al PP de la losa electoral que era Fraga. Y los socialistas no ven las cosas tan fáciles como preveían encuestas y sondeos, sobre todo con un BNG tan a la baja. Pero Touriño puede estar a punto de jubilar a Fraga… si los gallegos de fuera así lo han querido, claro.
23.50 : Una semana pendiente de las papeletas que están llegando por correo. ¡Demasiado tiempo! La política actual demanda inmediatez para conocer en qué sede de partido está más justificado el descorche masivo de botellas de champán. La noche electoral deja las espadas en alto, como dice el tópico. Pero el balance no es demasiado amargo para nadie. Escribe Fernando Jáuregui: «Todos han salvado la cara: Fraga en su última pelea, Rajoy tras una espléndida campaña personal -la de Fraga, no tanto-, Emilio Pérez Touriño que no tendrá que dimitir al frente de los socialistas gallegos, Zapatero que sigue con su ‘efecto’ y hasta el flamante candidato del Bloque, Anxo Quintana, un moderado dentro del BNG que no ha hecho olvidar al carismático Beiras, pero casi». Y con una tarta electoral tan dividida, cualquiera puede interpretar el resultado a su favor. La alternancia, en cualquier caso, es probable. Muy buenos para el PP tendrían que ser los votos de los emigrantes para no perder la mayoría absoluta. Algo que, sin embargo, no es en absoluto descartable, y que Acebes ha dado como seguro para poder calificar al PSOE de «partido perdedor». Siendo como son los mejores resultados históricos de los socialistas gallegos, poco les importará el adjetivo que les pongan.