Diario de un aspirante a tertuliano

Parece que una vez abierta la posibilidad de reformas en la Constitución hay a quien le está apeteciendo cambiar ciertas cosas en España. Por ejemplo, la forma política del Estado. Después de que Zapatero saliera por peteneras con la afirmación “tenemos un rey bastante republicano”, hay en la derecha quien quiere alimentar la polémica de que el monarca Borbón es un izquierdoso que no mima lo suficiente a los conservadores. ¡Albricias! ¿Se constituirá un frente anti-monárquico formado precisamente por desencantados del sector tradicional monárquico? Causa sorpresa una portada como la de la revista Época con el titular «Escorado a la izquierda» sobre la foto de nuestro rey Campechano I. El reportaje, que aparece destacado en Periodista Digital, pretende demostrar que Juan Carlos es el rey de la izquierda, básicamente, porque intenta llevarse bien con los políticos de esta ideología. Y así la derecha se queda huérfana de monarca, al parecer. Un fragmento del reportaje:

«El primer año de gobierno de Zapatero no se salda precisamente con un balance positivo para la imagen de la Corona. Algunas desafortunadas actuaciones del monarca hacen que Don Juan Carlos aparezca ante la opinión pública más escorado a la izquierda que nunca en sus casi 30 años de reinado. Cuenta un fiel monárquico, viejo conocido del Rey, que las relaciones del monarca con la derecha y la izquierda de la política española son perfectamente comparables a las que cualquier súbdito de Su Majestad mantiene, respectivamente, con su madre y con su suegra: “A la madre no es necesario decirle a diario lo mucho que se la quiere y se la respeta; con la suegra, sin embargo, resulta conveniente prodigar las atenciones…”. No es la primera vez que, en opinión de diversos sectores de la sociedad española, Juan Carlos I aparece como el rey de la izquierda.»

Vivimos en un país privilegiado, en el que siempre que se abre un debate sobre los grandes problemas de nuestro tiempo emergen al instante las causas de los males que debemos erradicar. Ocurre con los atascos en las carreteras en las horas punta de los puentes vacacionales: todos apuntamos inmediatamente con el dedo a los responsables gubernamentales porque no han gastado lo suficiente en conos para señalizar carriles. Los demás factores que el sentido común podría señalarnos -demasiados coches, deficiente política de transportes, nula autorregulación de los usuarios- no tienen nada que ver, así que hagámoslos desaparecer de nuestra mente. Para qué complicar el debate público con circunstancias que no pueden ser sometidas a simplificaciones al alcance del tertuliano medio. Las cosas claras y los argumentos sencillitos. Con otros grandes temas de debate, como la educación de nuestros hijos, sucede tres cuartos de lo mismo.

Los niños son unos salvajes. De esto, como de que la causa es una educación que ya no es «la de antes», nadie duda. Pero no debería extrañarnos esta desgracia que pone en peligro los pilares de nuestra civilización, puesto que la sociedad es mala, y de ella aprenden los niños. Y la televisión recoge lo peor de la sociedad, luego unos dibujos animados desvergonzados que tienen como protagonista a un niño de cuatro años que enseña el culo son el culmen de la perversidad mediática. Leo la noticia de que la televisión gallega ha decidido retirar a final de temperada la serie Shin Chan. Otros canales autonómicos cambiaron de horario o cancelaron también estos dibujos animados japoneses que han sido acusados de malcriar a nuestros infantes. Las peticiones de padres muy preocupados por lo que ven sus hijos fueron atendidas en perjuicio de los espectadores de Shin Chan. Como muestra de la hondura del debate que esta sociedad mantiene acerca del futuro de la educación, esta serie ha sido sometida a juicio público y fue motivo de una viva polémica que todavía colea.

Y es que las denuncias de los principales defensores de la educación están por encima de todo: Shin Chan es soez, escatológico, machista, intolerante y caprichoso. Si los niños ven quince minutos de estos irreverentes dibujos, la semilla de los contravalores que difunden permanecerá para siempre en sus cabecitas. Más travesuras del crío protagonista, Sinnosuke, es igual a más violencia, sexo, alcohol y exhibicionismo. Definitivamente, Shin Chan es culpable.

Ah, pero ¿los atascos no son algo nuevo de este año? Estaba yo equivocado, menos mal que he acudido a la hemeroteca. Si lo llega a saber a Acebes, se habría ahorrado el disgusto de echarle la culpa a ZP sin reparar en los hechos, con lo poco que le gusta acusar sin pruebas.

“80 kilómetros de atascos en las carreteras” (29-09-1998)
“Grandes atascos en las salidas de Madrid en el Día del Padre” (20-03-1999)
“Los atascos de la operación salida se adelantaron y colapsaron Madrid” (15-04-2000)
“Grandes atascos en las salidas de Madrid por el Puente de Mayo” (02-05-2002)
“Los conductores se toman con paciencia los atascos registrados en las principales carreteras españolas” (17-04-2003)
“De nuevo atascos por el gran éxodo” (02-05-2003)
“Más de 90 kilómetros de atascos en las salidas de la capital” (05-12-2003)