Diario de un aspirante a tertuliano

El Gobierno catalán ha presentado su propuesta para la reforma de la financiación autonómica. Con ello se abre oficialmente un debate que lleva años desarrollándose pero sin propuestas concretas sobre la mesa. Lo acordado por el tripartito es, básicamente, un modelo de gestión autónoma de los impuestos por una agencia tributaria propia, con capacidad normativa y el establecimiento de un límite máximo a las aportaciones que realizarían los contribuyentes catalanes a la Administración central. El razonable objetivo que persigue es aumentar la capacidad financiera de la Generalitat. Los problemas para esta propuesta empiezan cuando alguien pregunta en voz alta: ¿es este modelo generalizable? Cobraría fuerza la reivindicación si no se tratara de un diseño a la medida de Cataluña y pudiera ser asumido por todas las comunidades autónomas. Hay dudas en este aspecto. En cualquier caso, es muy legítimo que los partidos catalanes fijen su punto de partida en la negociación.

Pero la respuesta del Gobierno central ha estado cargada de razón y fija bien los términos del proceso que se abre para reformar la financiación autonómica. Es evidente que los cambios deberán pasar por el Consejo de Política Fiscal y Financiera; es decir, serán las CC.AA. las que se pongan de acuerdo y no habrá negociaciones bilaterales. No se entiende bien que en la Generalitat se apueste por entablar una especie de relación entre iguales con el Estado para resolver sus problemas financieros. El soberanismo fiscal que impregna la propuesta inicial podría ser aceptado como programa de máximos, pero no como condición indispensable para el acuerdo. Negociar de forma bilateral sólo busca reproducir el modelo de Navarra y País Vasco, al parecer. Sin embargo, una cosa es que la Generalitat logre mejorar su financiación y otra que pretenda llegar a ese objetivo con reglas especiales que la privilegien frente a las demás administraciones autonómicas. Se deberá decidir conjuntamente entre todos la futura financiación autonómica, y ahora toca hablar de ello. Pretensiones que sigan la senda del unilateralismo no van a ir muy lejos.

Que China se ha convertido en un gigante mundial lo demuestra el hecho de que hasta el más leve movimiento de una de sus extremidades provoca consecuencias y empieza a atraer la atención de los demás países. Una revolución no pequeña que están protagonizando los chinos es la del espectacular crecimiento de sus exportaciones textiles. Preparados como estaban para la liberalización comercial, no han necesitado mucho para colmar los mercados de productos a bajo coste y elevar aún más las abultadas cifras de crecimiento económico. Las repercusiones en los países receptores no se iban a hacer esperar. En Europa, los sectores afectados por esta competencia se veían venir la amenaza china y han puesto todo su empeño, lógicamente, en defender sus intereses. Para las empresas del textil hacer frente a esta apertura del comercio es sinónimo de profunda crisis. Tras una exitosa labor como grupo de presión, han conseguido que temporalmente se impongan ciertas medidas de protección en la UE. Lo explica bien el editorial de hoy de Cinco Días.
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La aprobación en el Parlamento del matrimonio entre personas del mismo sexo supone un avance histórico. La prensa de otros países ha prestado atención a la noticia, que ha tenido especial repercusión en Italia. Las críticas de la jerarquía eclesiástica han sido un buen contexto para el relato periodístico. Il Corriere della Sera ha titulado ‘Duelo final España-Vaticano por las parejas gay’. Destaca hoy Carlos Elordi en su revista de prensa en El Periódico este aspecto.

«Y más allá de los tópicos sobre nuestro país, tan frecuentes en toda la prensa mundial, que sigue sin profundizar en la realidad de España, una entrevista de La Repubblica puede explicar por qué lo aprobado por las Cortes ha conmocionado tanto -y en ambos casos por el mismo motivo: el desafío que supone a la ortodoxia católica-, a dos diarios tan laicos como los citados. La entrevistada es Margarita Boniver, actual subsecretaria de Exteriores y en el pasado estrechísima colaboradora del difunto líder socialista Bettino Craxi. Declara: «El matrimonio homosexual no está en la agenda de ningún partido italiano. Yo no soy partidaria del mismo, pero me gustaría que en mi país se reconocieran todas las parejas de hecho. En España la sociedad y los partidos han abordado un debate político y cultural distinto del que ha tenido lugar en Italia. Tal vez porque allí hay menos dependencia de las jerarquías eclesiásticas, y una división muy clara entre la agenda laica y la religiosa. En Italia tenemos una dificultad política: que, en algunos aspectos, el Parlamento abdica de establecer una división rigurosa entre la Iglesia y el Estado, entre una visión religiosa y una visión laica». Tal vez porque el Vaticano surge en el centro de Roma. O también porque hasta hace poco los que mandaron siempre, y mucho, fueron los democristianos. O por más cosas. Lo cierto es que España lleva mucho tiempo sorprendiendo a los italianos en este capítulo.» «La ya no tan católica España».

Se ha aprobado en el Congreso de los Diputados una proposición de Ley que busca reformar la legislación penal para que la mutilación genital femenina sea perseguida por la Justicia incluso si se realiza fuera de las fronteras españolas. La ablación se sumaría así a delitos como el genocidio, el terrorismo y el tráfico de drogas. Es un paso hacia una “jurisdicción universal” que permitiera enjuiciar acciones delictivas cometidas en cualquier lugar con la base de unos derechos universales. Es un asunto delicado, pero refleja que las diferencias culturales no deben servir para encubrir delitos. Escribe Luis Peraza Parga en La Insignia: «Un principio y derecho humano internacional universal es el derecho a la vida y a la integridad física en las naciones civilizadas. ¿Acaso esos países no los defienden? La Convención de los Derechos del Niño ha sido ratificada masivamente por prácticamente la totalidad de la Comunidad Internacional. El interés superior del niño sobrevuela todos los tratados internacionales de derecho privado en materias como adopción internacional, secuestro de menores, etc. En este mismo ámbito de derecho internacional privado, si prosperara el proyecto español, estaríamos otorgando prioridad a la ley de la residencial habitual del menor sobre la ley de su nacionalidad, incluso cuando se practica en un lugar donde es aceptado.»

Hay fumata blanca. Aunque el mecanismo de la estufa está tan anticuado que casi nadie ha identificado bien el color al principio. La próxima vez, fumata electrónica.

18.51 : El elegido es Joseph Ratzinger. Benedicto XVI a partir de ahora. No tengo palabras.

19.48 : La primera sonrisa del Cardenal Ratzinger se ha podido ver en el mismo momento en que dejaba de ser Cardenal. Benedicto XVI ha roto con el tópico de que aquel que entra Papa en el cónclave sale Cardenal, además de con muchos pronósticos. No hay dudas del perfil del nuevo Papa. A los no creyentes, creo que un «wojtylismo sin Wojtyla» no nos motiva mucho. Estaremos atentos, al menos, a los gestos de Ratzinger que nos recuerden su inigualable etapa al frente de la Santa Inquisición.