Dos nacionalismos vascos
José Luis Zubizarreta constata, y así lo expone hoy en El Periódico, la existencia de dos estrategias distintas en el nacionalismo vasco. “Y ahora, ¿qué?”: «El nacionalismo sabe demasiado bien que las posibilidades de éxito de su propuesta no están, a día de hoy, en las instituciones, sino que pasan necesariamente por una acumulación tal de fuerzas electorales que todo el mundo menos él se vea obligado a reconsiderar sus posiciones. Ahora bien, cuando alguien se fija un objetivo inmediato que debe ser alcanzado inexorablemente, le acecha siempre el peligro de perder la perspectiva del medio plazo y de olvidar incluso la finalidad última para cuya consecución aquel objetivo inmediato debía servirle de instrumento. Algo de esto puede estar pasándole al nacionalismo vasco en el momento actual. Su obsesión electoral es tal que parece haber olvidado para qué quiere la victoria y cómo tiene intención de gestionarla. Se perciben, en efecto, entre los nacionalistas vascos dos tendencias que apuntan, supuesta en ambos casos la victoria electoral, hacia dos finalidades ulteriores no del todo coincidentes. Unos quieren alcanzar esa rotunda victoria con el fin de utilizarla como instrumento de presión para forzar una negociación con el Estado desde posiciones de fuerza. Otros, en cambio, parecen desear conseguirla con el fin de propiciar una huida hacia adelante que conduciría al País Vasco más allá incluso de lo que el plan Ibarretxe prevé.»
¿Pueden coexistir esas dos tendencias en cualquier circunstancia? Concluye el articulista: «Ambas alternativas arrastran, sin embargo, riesgos notables. La primera, la de la negociación, tendrá que enfrentarse a aquellos nacionalistas que, habiéndose tomado en serio la literalidad de la propuesta, no están dispuestos a rebajar ni un milímetro sus postulados. La segunda, la del desbordamiento, tendrá que arrastrar tras de sí a aquellos otros que de ninguna manera desean acercarse tan peligrosamente al abismo que tal huida hacia adelante supone. Resulta, en consecuencia, que el pleno que anteayer celebró el Congreso de los Diputados podría volverse a la postre en contra del nacionalismo. La derrota institucional, aun cuando en el plazo inmediato pudiera convertirse en victoria electoral, podría también acabar introduciendo en el seno del propio nacionalismo una tal contradicción interna que se saldara con otra ruptura más en un movimiento demasiado acostumbrado a escisiones.»
Es que cualquiera de las dos posiciones que dibuja el artículo son absurdas, ya que por mucho que el pueblo vasco vote mayoritariamente a los partidos nacionalistas eso no es condición suficiente para negociar (más de lo que ya se ha negociado aunque algunos lo nieguen) con el Estado español en términos de igualdad, ya que los españoles dimos nuestra opinión respecto al Plan el martes, y dudo mucho que vayamos a cambiarla, así que independientemente de lo que diga el pueblo vasco mientras los españoles no aceptemos la escisión de una parte de nuestro territorio no hay nada que negociar.
De todas maneras creo que entre las dos vertientes que define el post prefiero la segunda, la que va más allá de las pretensiones del Plan, ya que si quieren ser independientes prefiero que lo sean del todo, y no que se aprovechen de las ventajas de la nacionalidad española, el euro, y nuestra defensa, eso no es tolerable. Además, en caso de escisión total veo más legitimado al pueblo vasco para decidir por sí mismo que en el caso de la libre asociación; para un divorcio hace falta la voluntad de una parte, pero para un matrimonio es indispensable la de las dos (en este caso una de ellas somos los españoles.)
Saludos!!!!!!!!!!! 😉
Buenas, David:
Estoy con Zubizarreta, pero iría un paso más allá. El nacionalismo es susceptible de dividirse, pero eso no va a suceder mientras el constitucionalismo siga tirando de discursos pre-constitucionales y llenándose la boca de insultos y descalificaciones que sólo sirven como cemento para el nacionalismo.
Lo que no suscribo es el carácter apocalíptico del escenario post-electoral sugerido por zubi. Las siguiente autonómicas serán un plebiscito entre el Plan ibarretxe y la independencia de Euskal Herria. Alehop.
Un cordial saludo.
popota dixit:»Las siguiente autonómicas serán un plebiscito entre el Plan ibarretxe y la independencia de Euskal Herria. Alehop.»
Alehop poronponhop!
Pues conozco gente que ni una cosa ni otra… lo malo es que tendrán que votar a alguien, digo yo, o a esos les cortamos los brazos para que no se les ocurra votar «seguir siendo españoles».
«mientras el constitucionalismo siga tirando de discursos pre-constitucionales y llenándose la boca de insultos y descalificaciones »
Este tio cada dia se supera….anda vete con los batasunos q esos si q te entienden….
zzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz
Tienes toda la razon, Popota: qué malos son estos constitucionalistas. Vamos, no había más que ver a ZP en el congreso insultando, descalificando y soltando un discurso no ya preconstitucional sino completamente fascista; yo en un momento dado creí que le iban a salir colmillos y se iba a lanzar a degollar al pobrecito Ibarretxe. Hay que ver las chorradas que tiene que leer uno al cabo del día.
Estamos de exámenes!!!!
Srta. Carmen,
1) defina, por favor, el concepto «Pueblo Vasco».
2) Contrapóngalo al principio de «igualdad ante la ley» para los casos de «estado español», «pueblo español» «pero mira que eres de pueblo» y «viva mi pueblo manque pierda».
Srto. Popota (ex-votante pepero, le pasa como a esos ex-fumadores intolerantes…), simplemente abandone la sala, está Vd. suspendido por incapacidad manifiesta. LEa, viaje y dedíquese a medrar por los batzokis a ver si con suerte se saca un puesto de secretario municipal (¡¡slurps!!) en el Gohierri.
Buenas, jasev:
Yo no vi eso en ZP. Seguramente por ello, los constitucionalistas no han parado de zumbarle en los últimos días, empezando por el líder constitucionalista del partido constitucionalista por excelencia.
Obviamente, el muy elogiable discurso de Zapatero, excepción hecha de la memez que soltó sobre la liberación del pueblo irakí, es en el constitucionalismo lo mismo que un pulpo en un garaje. Significativamente, Zapatero se lleva de puta madre con ERC y avaló el tripartito catalán, gobierno que es poco menos que el fin de España para cinco de cada seis constitucionalistas.
Gero arte.
nada que ver con los nazionalistas…gente de bien que simplemente te pegan un tiro en la nuca por pensar diferente…..
di que sí popota!!!!!!!!! estos fascistas preconstitucionalistas todo el dia quejandose!!!
Son franquistas sin duda…no como la democracia abertzale o los demócratas de ERC (recordemos su lema: Maten en Madrid pero no en Catalonia).
popota, te recuerdo que entre los «constitucionalistas» también están los votantes del PSOE. El problema del discurso victimista es que funciona cuando los «malos» están en el gobierno, pero cuando están en la oposición resulta patético.