Año Quijote
El año en que se celebrará de mil maneras el cuarto centenario de la primera edición de «El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha» es el año que he decidido dedicar a la lectura de la obra maestra de Cervantes. No me interesan especialmente los numerosos actos, homenajes y exposiciones que se realizarán con motivo de tan señalada efeméride. Tampoco me ha ocupado hasta ahora cuanto se ha escrito sobre el Quijote a lo largo de los últimos cuatro siglos. Me acerco a la novela como tantos lectores lo hacen a diario, interesado más en el contenido que en la inevitable dimensión simbólica que acompaña a la obra en castellano más difundida en el mundo. Y descubro el Quijote justamente en el momento en que más personas al mismo tiempo lo descubrirán también, pues la excusa de aprovechar este año para leerlo es más que atractiva.
Por tal motivo abro un blog sobre el Quijote que tratará de reflejar mi lectura. Será un simple cuaderno de notas que utilizaré para dejar apuntados fragmentos, impresiones y comentarios. Me propongo leer los 126 capítulos que componen las dos partes del Quijote a lo largo de 2005, con más o menos regularidad, e ir actualizando el blog al mismo ritmo. Dicen que el mejor homenaje que se le puede hacer a este monumento literario es leerlo. O no: el mayor disparate quizás sea considerar el Quijote una obra de culto o de obligada lectura. En el aspecto extraliterario, también se ha convertido en una cotizada marca, lo cual es magnífico para los negocios. Pero en lo referido a lo que no es negocio, es decir, al ocio, el Quijote debe ser sencillamente una fuente de entretenimiento. Espero que lo sea para mí este año, como lo habrá sido para tantos lectores que ha tenido el Quijote en cuatrocientos años, y si así ocurre, el blog estará ahí para mostrarlo.