Piove, porco governo
Del mismo modo que en los chistes de psiquiatras que enseñan cartulinas aparecen pacientes que sólo identifican escenas sexuales en las mismas, aunque se trate de figuras geométricas variadas reunidas al azar, en la vida real hay quien sólo hojea los periódicos para encontrar noticias donde se evidencie la maldad intrínseca de la intervención estatal. Y, en tal caso, lo que es de chiste es que cualquier noticia sirve. Da igual lo que haya ocurrido. El accidente de un camión que transportaba pollos provoca el caos circulatorio y la pérdida de la mercancía, que queda espachurrada en la carretera: no faltará quien encuentre detrás horripilantes fallos de la gestión estatal y quien recete mercado y propiedad privada para solucionar el problema. Porque este y no otro es el problema: la muerte de animales de granja en la red pública de transportes con el consiguiente perjuicio para el empresario privado y el consumidor final de pollos que queda desabastecido. Echándole imaginación, hasta el horóscopo da cada día motivos para abjurar de la pérfida intervención estatal y para adorar la iniciativa privada. Todo es ponerse.
La noticia que ha llenado los periódicos de las últimas semanas es la catástrofe causada por el maremoto en el sudeste asiático. Con la tragedia en primer plano, un hecho excelente que hemos podido constatar es que la solidaridad manifestada en medio mundo tiene unos frutos tangibles que agradecerán los afectados: las enormes cantidades de dinero que han donado de manera particular millones de ciudadanos. El flujo privado de ayuda a las víctimas funciona, y es algo a celebrar. Me encuentro con un artículo de Gabriel Calzada en Libertad Digital que toma la noticia como enganche para tratar el problema de las necesidades urgentes en caso de grandes catástrofes. Dice el articulista que la reacción rápida y eficiente de los donantes privados demuestra lo inútil de la intervención de los gobiernos como salvadores de los damnificados por el desastre natural de turno. Calzada detuvo la lectura del periódico en la página equivocada; quizás si hubiera continuado ojeando noticias habría encontrado alguna chapuza estatal en la que resplandecieran los fallos del Estado. Sin embargo, la tentación de teorizar mundos ideales en los que el aparato estatal sólo estorba y busca robar dinero a los ciudadanos lleva a que, justamente cuando es útil, se desprecie su actuación.
Las donaciones privadas son necesarias y buenas en tanto ejercicio libre de la solidaridad. Pero hay ocasiones en que el resultado no es suficiente. Una emergencia suficientemente publicitada obtiene, por fortuna, una respuesta a la altura. Miles de necesidades urgentes que nacen, sin ir más lejos, el mismo día que un maremoto arrasa varios países, no tienen respuesta alguna. No hay una atención equilibrada a las situaciones que precisan de ayuda en todo el mundo si todo se fía a la solidaridad puntual: los fondos estatales que se destinan a emergencias desempeñan un papel irreemplazable. Por otro lado, las tareas y actividades necesarias en caso de catástrofe son de muy diversa índole. Hemos visto cómo en Asia algunas tareas logísticas son realizadas por ejércitos extranjeros desplazados al lugar. Sin un aparato estatal que organice y coordine gran parte de la capacidad financiera que se ha puesto a disposición de las zonas afectadas, muchos esfuerzos pueden perderse. Hay actividades que ejecutan a la perfección organizaciones humanitarias privadas. Otras, en cambio, no. Y a ello se añade el valioso respaldo público que tendrá cualquier operación de emergencia y reconstrucción de estas características. El dinero público también es eficaz.
No tan off-topic, sobre todo por lo de «piove…»:
También se las trae el despliegue de LD en torno a las decisivas, impresionantes, espectaculares declaraciones de Moratinos sobre el vino de Burdeos. Y es que vale que sea (para algunos) una gilipollez, pero también son ganas de sacarle punta a las cosas…
El llamado «liberalismo» huele a caquita, al menos en España. Han cogido la moralidad nacional-católica y le han añadido el odio a la intervención estatal, digamos ultra-capitalismo aunque se me tiren a la yugular. Para ellos el salario mínimo, la educación pública y la Seguridad Social son el enemigo y la culpa de todos los males de la sociedad. A mí me parece aún más iluso que el comunismo.
Actualmente la capacidad de un estado para organizar y diseñar una accion humanitaria no puede compararse con ONG alguna, puesto que estas están totalmente dirigidas a un aspecto determinado (léase medicina, reconstrucción, alimentos, educación), pero todas dependen de unas infraestructuras económicas, logísticas, de transporte que no dependen en absoluto de ellas. Es indispensable así, el que no uno sino varios estados coordinen todo de manera «oficial». Una de las cosas que para mí son más de celebrar es el hecho de que al fin, se encuentra una utilidad para el ejército de la que realmente estar orgulloso.
Los logros sociales, no sólo para con los ciudadanos sino para con los vecinos, entendiendo como vecinos cualquier habitante de fuera de nuestras fronteras, marca decisivamente la madurez y la eficiencia de un estado, es decir, cómo y hasta qué punto es capaz de canalizar su potencial de hacer que revierta positivamente sobre la gente la explotación de los recursos económicos del país. Y en eso se incluye la solidaridad internacional.
El liberalismo en España se ha retorcido por los paladines que dicen abanderarlo y marcha claramente hacia la consideración del estado como una mera empresa en la que sólo cuentan los resultados del ministerio de economía, y la única variable a considerar para determinar si un estado va bien o mal es la línea de beneficios. ¿Salario mínimo? ¿para qué? Viva la competencia salarial entendida al revés, a ver quién se ofrece a trabajar más por menos, hasta que los trabajadores no puedan comprar los productos que fabrican y el sistema se colapse.
El SMI es una medida negativa para la creación de empleo
Garantizar que todos tienen acceso a la educación no es lo mismo que tener una educación pública controlada por el estado.
Sobre la SS se puede discutir largo y tendido. Lo que esta claro es que el sistema de pensiones actual se comporta como una piramide y esta tarde o temprano se derrumbara.
Una puntualización: el salario mínimo, la educación pública y la seguridad social no son el enemigo público, son sencillamente una puta mierda, y van a empeorar con el ritmo de llegada de inmigrantes ilegales, que a pesar de no contribuir se benefician de todo el sistema público por delante incluso de los españoles. Pregúntenle a algún padre con hijos en edad escolar qué opina de la reserva de plazas para inmigrantes que no saben ni español en perjuicio de sus hijos, de los colapsos de la sanidad, del «turismo sanitario», de los principales beneficiarios de pisos del IVIMA, etc, etc.
Vale soho, cuando tengas que vivir con el SMI vienes y me cuentas como te va, no digamos si se cobrara algo inferior al SMI. De hecho tambien se puede ver la esclavitud al estilo romano como trabas al empleo.
Cuando viva con el SMI querra decir que mi trabajo es poco productivo y que evidentemente no puedo cobrar más de eso porque el salario va relacionado con lo que produce tu trabajo. Pero, ya que es tan bueno el SMI, por qué no se sube hasta 2000€ por ejemplo???
sí, tú dale ideas a zetamongo que rápidamente promete eso y un ordenador por cada medio niño…ahh no…que ya está en el gobierno aunque con complejo de oposición
Es muy fácil hablar de la productividad y tal y tal pero si se quitara el salario mínimo muchíííííííííísima gente pasaría a cobrar muchííííííííísimo menos dinero, que aumentaría la productividad de la empresa,sí, y que beneficiaría al consumidor,sí, pero en mucha menor medida. Cobrando un 50% menos la leche me seguirá pareciendo cara hasta que baje en la misma proporción, lo que no se dará tan fácilmente. Oferta y demanda no cuadrarían de la misma manera teniendo en cuenta que los beneficios empresariales serían mucho más altos y podrían mantener el precio arriba. Un mercado totalmente libre produce un rendimiento general más eficaz , pero mayores desigualdades, amén de «pequeñas» crisis cíclicos que ríete tú de los actuales.
Realmente lo peor del liberalismo es el tufillo católico-derechista-español-por-la-gracia-de-dios, pero hay quien lo toma como una religión cuando ya se puso en marcha en su momento y se la pegó estrepitosamente.
Sublime, vas a pensar que la tomo contigo, solo 2 puntualizaciones:
Dices: «Oferta y demanda no cuadrarían de la misma manera teniendo en cuenta que los beneficios empresariales serían mucho más altos y podrían mantener el precio arriba». Solo si estamos hablando de un mercado intervenido: duopolios, oligopolios, etc. En un mercado normal, unos mantendrán precios y otros los bajarán (dado que ahora sus costes laborales serán inferiores, podrán asumirlo).
Lo del tufillo nacional católico español del liberalismo: por más que lo intente, no recuerdo a Menger, Mises, Popper, hablar de ello. Otra cosa es que haya autodenominados «liberales» que en realidad no lo sean, pero puestos a indignarte, mira a Llamazares y su troupe, que la palabra que más utilizan es «democracia».
saludos
Lo del tufillo va por los «liberales» de aquí, no digo yo nada de economistas y teóricos, hombre.
Llamazares también es cargante, vaya que sí, me repatea cuando no dice «personas» para decir «trabajadores «.
Aunque puedan asumir precios inferiores, no lo harán si no les reporta más beneficio (normal, coño) y la reducción necesaria podría ser los suficientemente drástica como para no ser beneficiosa. La droga, que no está regulada, ¿baja de precio?
souptown, creo que se refiere a los neoliberales españoles, que es otra raza aparte.
Soho el salario se relaciona con la productividad solo hasta cierto punto. La oferta y la demanda no solo se relacionan con el trabajo sino con la accesibilidad a los trabajadores: Yo puedo producirle a la empresa 50000 euros netos al año (por decir algo) y cobrar 20000, 30000 o 1000 euros anuales. Todo dependera de si hay alguien dispuesto a rendir lo mismo por menos precio. Apliquemos pues el Mercado Total, lo que implica libertad de movimientos de personas, no solo de dinero y vendran miles de marroquies dispuestos a hacer el trabajo por la mitad del SMI. Seguro que los autodenominados neoliberales ponen objeciones a esto, excepto que sean empresarios.
Al final los defensores de la «libertad» se refieren exclusivamente a la de ganar dinero sin trabas el que pueda, no a la de garantizar unos minimos estandares de seguridad, sanidad generalizada y comodidad. Poruqe no lo olvidemos la economia no es un fin en si mismo sino un medio de alcanzar los anteriores objetivos.
«si se quitara el salario mínimo muchíííííííííísima gente pasaría a cobrar muchííííííííísimo menos dinero»
EN España el número de personas que cobran el SMI no alcanza ni al 10% de la población activa. Lo que habría que averiguar cuantas de estas personas tienen sobresueldo en negro y cuantas personas estan en paro o trabajan en la economia sumergida debido al SMI.
«Apliquemos pues el Mercado Total, lo que implica libertad de movimientos de personas» si no existiera una cosa llamada estado se podría aplicar la libertad de movimientos de personas si ningun problema. Y si ese estado no fuera un estado-providencia el efecto llamada sería muchisimo más pequeño.
«Poruqe no lo olvidemos la economia no es un fin en si mismo sino un medio de alcanzar los anteriores objetivos.» tu buscas objetivos «sociales», yo objetivos «individuales».
Si es cierto que casi un 10% de la población activa está con el salario mínimo, eso me parece razón más que suficiente para que no sólo no se quite, sino que se suba. Calro que el ¿Socialista? Solbes no parece estar de acuerdo. Menos mal que nos gobierna la izquierda radical de la pancarta, porque sino yo diría que es la misma mierda que con el PP (Salvo que unos eran del Opus y los otros no, claro).
Tú dices que buscas objetivos individuales, lo que para ti puede ser cojonudo, pero no me parece ni ético ni decente decir, «mientras a mí me vaya bien, que se joda el resto».
Si subes el SMI provocas paro porque determinados puestos de trabajo dejan de ser rentables y por lo tanto se destruyen. Aparte favoreces la economia sumergida ya que trabajadores que esten dispuestos a trabajar por debajo del SMI lo harán cobrando bajo cuerda.
«pero no me parece ni ético ni decente decir, «mientras a mí me vaya bien, que se joda el resto».»
A mi me parece menos ético y decente obligar a otra persona a satisfacer mis necesidades. Porque la solidaridad tiene que ser voluntaria ya que en caso contrario hablamos de otra cosa.
Si un puesto de trabajo no es rentable para la empresa por pagar al trabajador 460,50 euros al mes, es que basa la rentabilidad en la pura explotación. en mi ciudad es complicado encontrar un alquiler por ese precio (y te hablo de lo más cutre).
Lo de la economía sumergida, me temo que existirá simpre que haya alguien dispuesto a trabajar en condiciones peores (ya sean de salario, ya sean de horario, sanitarias, sin prevención de riesgos de ningún tipo, explotación infantil…) que el mínimo que fije la ley, por bajo que sea. Alguien que en Africa se muere de hambre no dudará en trabajar sesenta horas semanales a cambio, no ya de esos 460,5, sino, incluso de la mitad. Por mucho que se empeore la calidad del empleo siempre habrá alguien dispuesto a hacerlo en peores condiciones.
Sobre lo de la solidaridad, quizá la palabra debería ser otra: Ayudar a los países empobrecidos, o a los colectivos sociales más desfavorecidos, no me parece que deba ser una caridad voluntaria del que tiene dinero y ganas, sino más bien un acto de justicia que tenga como fin un reparto más justo de la riqueza. Y ya que menciono la palabra justicia, la justicia se acata, aunque no se comparta, y algo así debería ser en relación a este tema. Lamentablemente no van los tiros por ahí precisamente. Soy consciente de ello.
Un reparto más justo de la riqueza es dar limosna en vez de poner los medios necesarios para que los pobres generen riqueza.
Viene a ser lo que hae la UE, por ejemplo. Te doy ayudas por un lado pero despúes te crucifico con aranceles y cuotas.
Tampoco estoy de acuerdo con politicas proteccionistas, sí con que el estado nos de un marco legal en vez de confiar en la solidaridad y la buena voluntad de la gente, tambien con garantizar un reparto d elas riquezas de una forma humana. De otra forma el liberalismo llegado al limite, y como he dicho antes, podria justificar la esclavitud ya que,¿quien es el estado para prohibir mi libertad para vender mi cuerpo como esclavo? podrian decir. El neoliberalismo se parece sospechosamente a un sistema anarquico en el que solo existan las libertades individuales sin tener obligaciones, ni regulaciones de ningun tipo ya que no habria nadie para imponerlas, ya sabeis, el topico de «la ley de la selva».
Aquí José Carlos Rodríguez ofrece una muy correcta respuesta.
Definitivamente no entiendo esa mania de contraponer iniciativa privada y estado cuando son cosas complementarias
A mí me parece estupendo lo de poner los medios para que los pobres generen riqueza. Es la mejor forma de que no necesiten ninguna limosna en el futuro y de que todos vivamos mejor. El problema es que sospecho que los medios que tú propondrías -al menos si van en la línea de la supresión de salario mínimo- van justo en la dirección contraria de la que yo considero que se debe tomar para lograr ese fin.
Efectivamente, xy, hay aspectos en los que puede funcionar mejor la iniciativa privada y en otros el estado. Lo privado no debería contraponerse a lo público, pero es que a algunos les sale urticaria cada vez que se pronuncian en su presencia palabras como estado, público, social…
Los medios que yo propongo son basicamente eliminar las barreras arancelarias a las exportaciones provenientes de esos paises. Solo con eso la situación del tercer mundo mejoraria sustancialmente.
REspecto del SMI me gustaria saber cual es el criterio que se sigue para establecer su valor. Ya que tengo la impresión de que es un valor completamente subjetivo.