Diario de un aspirante a tertuliano

Se acabó lo que se daba

Publicado en Uncategorized por el 30 de diciembre, 2004

Toca celebrar el fin de año cuando mucha gente está viviendo algo parecido al fin del mundo. Lo peor de los apocalipsis cotidianos, sobre todo si son consecuencia de fenómenos que tardan muchas décadas en repetirse, es que después hay que seguir por donde se iba. En la mayoría de los países asiáticos afectados, esto significa que, tras dejar atrás a las decenas de miles de víctimas mortales, los supervivientes tendrán que continuar su particular senda de subdesarrollo con un plus de pobreza añadido. La ayuda internacional servirá para reconstruir en parte lo que la naturaleza les ha arrebatado, pero no para llevarlos más allá de su nivel habitual de desarrollo. Por desgracia, esta catástrofe global no será fácil de olvidar, lo que quizás sirva por otro lado para evitar que el grifo de la cooperación se corte en el momento más inoportuno. La nómina de desastres naturales que han afectado en los últimos tiempos a millones de personas en todo el mundo es larga, aunque de casi ninguno de ellos tendremos noticia en la nochevieja al quedar fuera del ámbito temporal de los resúmenes del año.

La memoria es corta. Y en ocasiones hay que someterla a un estado de ‘stand by’ para poder vivir acontecimientos únicos en el año -el fin de uno y el nacimiento de otro, por ejemplo- con la felicidad requerida. Si no existieran momentos en que es obligado desconectar de las desgracias propias y ajenas, cercanas y lejanas, la vida no saldría del bucle del sentimiento trágico. El valle de lágrimas estaría bien si nos conformáramos con vivir siempre en el valle y no viéramos la necesidad de subir montañas. Lo mejor de los valles es que sirven para cultivar la planta que hace que la nochevieja no sea una noche cualquiera. Unos supieron hacer del excedente de fruto de la vid, a principios del siglo pasado, una de las tradiciones más singulares del planeta. El rito se completa con el líquido que otros han encumbrado hasta altas cotas de excelencia. Uvas y cava para celebrar el nuevo año y ahogar los malos recuerdos. Dicen que 2004 pasará a la historia como un año pésimo; habrá que hacer de 2005 su antagónico, siquiera sea para compensar. Feliz año.

El espíritu de la Navidad

Publicado en Uncategorized por el 27 de diciembre, 2004

Mucho se habla de la supuesta pérdida de valores en la celebración de una fiesta cristiana como la Navidad. Se alerta de la ‘paganización’. En realidad lo que existe es una tendencia imparable hacia la reconversión en una efeméride laica que se celebra de acuerdo a las tradiciones pero de forma paralela a la festividad religiosa. El consumo sustituye a otros valores de la Navidad que una sociedad menos apegada a las creencias cristianas ya hace tiempo empezó a relegar. El regalo y la celebración están, en cualquier caso, unidos con independencia de la excusa que nos inventemos para justificarlos. La duda llega cuando se empieza a generalizar el exceso. La Navidad tendrá en el futuro un componente laico del que nadie se escandalizará. Lo que no es seguro es que el consumismo pueda vestirse con traje navideño por mucho tiempo más sin que las fiestas pierdan, no ya valores, sino simple razón de ser.
(sigue…)

Enlaces en un pack

Publicado en Uncategorized por el 24 de diciembre, 2004

Después de darme un paseo por varios puntos cálidos de la red, me he dicho que lo mejor para acompañar estos invernales días de fiesta será confeccionar un regalo en forma de catálogo de enlaces para entretenerse sin cerrar la ventana de internet. Con la anotación de un blog por aquí y la obra de un ciberartista por allá, trato de reunir en el siguiente pack diferentes elementos que puedan interesar a casi todos los que pasen por este diario en tan entrañables (no pienso resistirme al tópico) fechas. Para empezar, háganse un regalo de Navidad y contribuyan al bienestar de los que le rodean cambiándose, si no lo han hecho ya, al mejor navegador (ver Especial de consumer.es) del momento: Mozilla Firefox. Descargable gratis ya la versión en español del Firefox 1.0 (vía Barrapunto). Y si aún necesitan motivos para pasarse al navegador de moda: «5 razones para cambiarte a Firefox» en ALT1040.

– Recupero una idea que leí el mes pasado: Campaña quéweb! 2004 en contra de los logotipos navideños. «¿Viviremos este año un nuevo derroche de mal gusto e ineptitud en forma de transformaciones logotípicas espectaculares?» (vía Proletarium). No hay más que ver ejemplos del año pasado. Pero las ediciones navideñas de los logos de las principales webs no han pasado de moda. Ciertamente, son horrorosos los que se pueden ver estos días en el lugar del logotipo habitual en más de una web: equivalente virtual de los imprescindibles adornos navideños (en muchos casos, feísimos) que se han apoderado de comercios y tiendas de todo tipo.

– Me hago eco de una original forma de promoción. Planeta hace uso de la red para vender libros con un peculiar regalo a los lectores. «La sombra del viento», de Carlos Ruiz Zafón, ofrece la oportunidad de descargarse cuatro emepetrés inspirados en la novela. Comentado en El Cultural: «La editorial celebra la Navidad regalando música. Pero no una música cualquiera: la que ha compuesto el propio Carlos Ruiz Zafón, que es un chico muy completo (ya le verían tocando el piano en el programa de Rioyo) como “banda sonora original” de La sombra del viento…» La dirección de la web es lasombradelviento.net, que da paso a un juego previo a la zona de descargas.

– Algo para leer en pantalla: más breve que una novela de Zafón. El especial de Sincolumna.com con artículos de tema navideño que han aparecido publicados en prensa en los últimos años. «La Navidad en las columnas» recoge piezas de diversos autores. Una selección: Arturo Pérez Reverte («Deben de ser los años, pero a medida que envejezco me siento cada vez más incómodo con la Navidad»), Juan José Millás («Un día, por estas fechas, llegó a casa de algún modo inexplicable un jamón»), Manuel Hidalgo («Estaba yo haciendo cálculos económicos para mis culinarias celebraciones navideñas, cuando me he visto sorprendido por la desagradable noticia de que el kilo de angulas está a 390 euros»).

– Un corto sobre el futuro de los nuevos medios en internet. La película de 8 minutos creada por Robin Sloan y Matt Thompson (vía 1984 veinte años después) muestra la perspectiva de una convergencia de diferentes plataformas informativas en una sola: «El final, en la onda 1984, es bastante inquietante, triunfa el producto convergente y personalizado a gusto del consumidor, del que se controlan infinidad de datos. Y claro, el consumidor no suele querer cosas muy profundas, con lo que los medios tradicionales y su carácter informativo desaparecen, para dejar paso a EPIC, un sistema personalizado de pseudo-información y trivialidades. Cómo pondrán la cosa que el New York Times deja de editarse online allá por el 2014.» En Periodistas 21 encuentro el enlace a la versión con subtítulos en castellano realizada por Ozú.

– La joya de las tiras cómicas en la web. Para poder ver películas comprimidas en 30 segundos y protagonizadas por conejitos animados en flash, hay que pasarse por Angry Alien Productions (vía Escolar.net). Como dice Nacho: «Muchas personas piensan que Hollywood alarga innecesariamente las películas. Jennifer Shiman es una de ellas y lo demuestra con hechos». Imprescindibles las animaciones de ‘Titanic’, ‘El exorcista’, ‘Tiburón’, ‘Alien’, ‘La matanza de Texas’ y ‘Scream’. Medio minuto basta para resumir el larguísimo metraje de alguna de estas producciones.

‘El Gordo’ Lottery Show

Publicado en Uncategorized por el 21 de diciembre, 2004

En exclusiva mundial, a menos de veinticuatro horas de de que empiece a correr el cava por las calles de España, este blog está en disposición de mostrar la foto del principal ganador del sorteo que, como cada año, celebrará la lotería de Navidad el 22 de diciembre. Muchos serán los agraciados con los ‘repartidos’ premios de El Gordo, pero sólo uno será el que se lleve el pellizco más gordo de la cifra récord de millones que supone el sorteo estrella de Loterías y Apuestas del Estado. No disponemos de más datos sobre el afortunado, aunque la imagen (de archivo) es más que suficiente para reconocerlo por la calle. Si se lo encuentran, felicítenlo de nuestra parte por conseguir tan jugosa suma de euros con una apuesta mínima. Ni siquiera pasará nervios el gran premiado en los próximas horas a la espera de los números que canten los niños de San Ildefonso: mañana a mediodía, cuando pregunte casi rutinariamente qué fue del sorteo, su alegría será máxima al conocer la cuantía del premio. Que lo gaste bien el afortunado.

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En otro orden de cosas, la rumorología sobre el programa que emitirán todas las cadenas de radio y televisión se dispara. En plena era de los ‘reality show’, conocidos críticos del medio audiovisual se hacen eco de las sospechas sobre la mezcla de realidad y ficción en las informaciones que mostrarán a los supuestos ganadores de El Gordo. Los noticieros de las principales cadenas retransmitirán como cada año el espectáculo de la Felicidad Televisada: gentes del pueblo llano brindando y pegando saltos por las calles que dicen que ‘les ha tocado’. La inversión de los españoles en el sorteo es cuantiosa. Incluso en el exterior se destaca la importancia de los premios de El Gordo cada 22 de diciembre. ¿Qué intereses nos están tratando de ocultar que los verdaderos premiados nunca figuran entre la gente que sale celebrándolo en el telediario? ¿Por qué no se dice que la misma productora de Gran Hermano es la que realiza el guión de las piezas informativas en las administraciones de lotería supuestamente agraciadas a lo largo de la geografía española? ¿Qué tiene que decir el Gobierno ante la evidencia de que nadie conoce a alguien a quien le haya tocado el premio gordo de la lotería?

Los católicos del ‘pásalo’

Publicado en Uncategorized por el 18 de diciembre, 2004

Carlos Colón es articulista habitual del Diario de Sevilla. Escribe diariamente sobre los más diversos temas: también sobre las cofradias, en tanto que cristiano que vive de cerca ese mundo. Pero hace unas semanas recibió un mensaje que le resultó sorprendente, y al que respondió con la siguiente columna publicada a principios de este mes:
(sigue…)