Inmigración y consenso
Después de un furor legislativo sin igual, que ha supuesto hasta tres cambios de la ley en poco más de cuatro años, parece que una vez más existe la intención de diseñar un marco legal estable para la inmigración. El gobierno ha anunciado que en un mes deberá aprobarse el reglamento que desarrolla la Ley de Extranjería, de manera que queden establecidos los procedimientos de regularización y las circunstancias que se tendrán en cuenta para otorgar permisos de residencia y de trabajo. La política de inmigración lleva un tiempo en la batalla partidista, aunque ni los más enconados debates que han mantenido sobre la misma los dos grandes partidos permiten vislumbrar muchas diferencias entre lo que defienden unos y otros. Hay un límite evidente en el margen de actuación que tiene el gobierno español: la política inmigratoria de la UE, basada en la legalidad y el control de fronteras. De forma que sólo aspectos como los derechos han suscitado controversias importantes. En lo demás, el consenso de facto en los principios que inspiran la regulación de la inmigración desplaza el debate a la eficacia de los instrumentos: ¿de qué forma hacer que la inmigración sea legal? Se estudian normas y sus posibles resultados.
Zapatero ha proporcionado en una sesión parlamentaria un dato, por primera vez oficial, sobre el número aproximado de inmigrantes de los llamados ilegales o irregulares que viven actualmente en España. Se trata de una población 800.000 personas. Es fácil suponer que una mayoría no sólo vive sino que además trabaja aquí. Aunque sin papeles, están perfectamente integrados en un relevante sector productivo: la economía sumergida. Cuando se combate la ilegalidad de la situación de muchos extranjeros, nunca debe olvidarse que es consecuencia de la ilegalidad del trabajo que se les proporciona. Hay propuestas interesantes que abren la puerta a la regularización de un buen número de inmigrantes con trabajo pero sin permiso de residencia. Esa política necesita ante todo ser eficaz a la hora de vincular la realidad del mercado laboral con los aspectos legales, para evitar así situaciones de explotación. En general, la normativa de extranjería es susceptible de aprobarse con acuerdo amplio en el Congreso. Es además lo deseable, por aquello de la estabilidad de las leyes.
El consenso, que a veces no es más que el ‘rodillo’ de los partidos mayoritarios, no siempre es la mejor opción. Pero cuando se alcanza en un asunto como la inmigración, propicio para demagogias de todo tipo, es de prever que tenga efectos pedagógicos positivos. En el PSOE están dejando de ver la inmigración desde la barrera. Una vez en el gobierno, su política ha de ser por fuerza factible y convincente. Y en el PP empiezan a dudar de la rentabilidad electoral de una continua disputa sobre las cuestión inmigratoria. Es posible que entren a pactar con el gobierno el reglamento para evitar que se convierta en tema central de su estrategia de oposición. Que se acordaran en el Parlamento los aspectos básicos de la política de inmigración nos ahorraría bastantes debates inútiles sobre un fenómeno que no es fácil de regular y para el que no existe varita mágica que solucione todos sus problemas asociados.
Hombre, no se exactamente de que va la nueva ley y tal, pero parece que hay un ánimo de evitar las situaciones que permitan las irregularidades a la hora de contratar inmigrantes. A ver que pasa…
JAIME(sin mucha imaginacion ni critica)
También hay un importante número de inmigrantes ilegales que están perfectamente integrados en un sector productivo que mueve mucho dinero, la delincuencia. Y no es demagogia ni populismo, pásense por las zonas de putiferio de cualquier sitio y vean la nacionalidad de putas y chulos, vayan por el Retiro y vean a los negros vendiendo drogas tranquilamente, pregunten a sus amigos porreros de qué país alaui son sus camellos, miren las páginas de sucesos y observen la nacionalidad de víctimas y asesinos, deduzcan de dónde vienen los gorrillas y limpiacristales que infestan Madrid, los mendigos del metro, etc, etc.
¿Hasta dónde tienen cabida más inmigrantes en España? La aglomeración sólo produce que compitan entre ellos por el mismo trabajo a mitad de precio. ¿Quién dice que es beneficioso para la economía la inmigración desbocada si no cotizan?
¿Es beneficioso que se hacinen varias familias en un piso de 60 metros haciendo imposible la convivencia normal con el resto de vecinos, agravada aún más por su escasa educación y respeto hacia las normas básicas?
¿Qué opinan del precio disparatado de los alquileres provocado en gran parte por la facilidad con que diez personas pueden asumir de forma compartida dicho alquiler?
La solución es muy fácil, cumplir la Ley de extranjería sin miramientos, expulsiones efectivas, y perseguir implacablemente a los que emplean inmigrantes ilegales para su propio lucro, produciendo el efecto llamada y degradando la condiciones laborales y salariales de todos los demás.
Inmigración legal y solicitada desde España. Hay un límite en la capacidad de acogida, y desde luego regularizar de golpe a 800.000 personas no es la forma más adecuada de hacer desistir a futuros ilegales. Ya se están produciendo despidos por el temor de los empresarios a que esos trabajadores les denuncien. El gobierno del talante ha encontrado la forma perfecta de abrir un muro insalvable de desconfianza entre empresario sin escrúpulos e inmigrante ilegal. Si hasta los propios ilegales confiesan que prefieren seguir como hasta ahora.
En mi opinión las posibles soluciones están hipotecadas no solo por las imposiciones de la pólitica comunitaria sino por una realidad que ninguna ley o reglamento podrá modificar: la de la llegada continua de nuevos inmigrantes, por la vía que sea, con el objeto de mejorar sus condiciones de vida. Hay que partir de esa realidad para entender las situaciones a las que se verán expuestos los que llegan según la ley que esté en vigor: si es muy restrictiva a la hora de regularizar la entrada de nuevos inmigrantes, el número de irregulares será mayor y los beneficios de las mafias también; si favorece la entrada legal, el número de inmigrantes en situación de exclusión será menor, y por tanto también la posibilidad de ser explotados. Si lo que nos preocupa son precisamente las situaciones de discriminación y exclusión del inmigrante (con algunos de sus problemas asociados, como la delincuencia), la ley debería favorecer su regularización (lo cual, no está de más decirlo, estaría más acorde con la Declaración Universal de Derechos Humanos). Claro que tendríamos que entrar a debatir que entendemos por «el problema de la inmigración», que creo que para la mayoría no refiere al problema de los derechos del inmigrante.
Conceptos como los del efecto llamada son totalmente huecos y no aportan nada al debate: el flujo de llegada de inmigrantes depende principalmente de la oferta de trabajo del pais al que se dirigen, sea dentro de la economia sumergida o con contrato legal. Los contratos en origen no resuelven nada porque solo han sido viables cuando se trata de contrataciones temporales de grupos numerosos asociadas a labores de elevada demanda puntual como la recogida de la fresa. Por desgracia en España el mercado laboral dentro de la economia sumergida es elevadísimo (como son otros mercados negros, según refleja la enorme emisión de billetes de 500 euros, muy por encima de la de billetes de 20 o 10 euros). De todos es sabido que ese mercado no es abastecido por mano de obra nacional, asi que estos puestos de trabajo son ocupados mayoritariamente por inmigrantes. Por tanto, una vía de solución del problema (el de la situación de ilegalidad del inmigrante) sería hacer «aflorar» este mercado de trabajo «sumergido», asunto bastante peliagudo y de difícil abordaje. En mi opinión las ideas planteadas por el PSOE creo que no tendrán gran efecto sobre dicho mercado sumergido, sino que provocarán conflictos entre inmigrantes y personas que los contratan, cuando no será una nueva vía de explotación del inmigrante por parte de las mafias.
En mi opinión, se dirá que ingenua, la solución al problema del acceso pleno a los derechos por parte del inmigrante, es no vincular dicho acceso a su situación laboral. Esta idea choca de pleno no solo con la politica comunitaria, sino también con la de los dos grandes partidos, por lo que creo que la situación de los inmigrantes en España no va a cambiar en lo fundamental. La idea que planteo me parece de perogrullo porque es la situación que se aplica a los ciudadanos españoles. Argumentos como los de el enorme costo económico que esto tendría (basado normalmente en calculos que no incluyen los beneficios económicos) sólo esconden una visión del inmigrante como ciudadano de segunda, al que hay que restringirle los derechos (entrando en plena contradicción con la arriba citada Declaración Universal de Derechos Humanos). Estoy convencido que se solucionarían problemas como el de las muertes en el estrecho que tanto «afean» los noticiarios ya que las mafias dejarían de tener clientes.
Claro que, como digo, a lo mejor ese no es el problema.
Aquí todos somos muy buenos y muy progres y hacemos leyes que parece que son la leche de cojonudas, e incluso hasta se prevé la expulsión de los ilegales, todo teóricamente tan bonito. Ahora bien a la hora de la verdad no se aplica por aquello de lo políticamente correcto.
En fin que se llene de inmigrantes hasta reventar y luego veremos cuál será la solución de los bambis. Ah ya lo sé, harán una ley cediéndoles nuestras casas.
Pues como haya un bajón en la construcción de la vivienda, me pregunto qué pasará cuando se despidan a los obreros ilegales que muchas obras tienen, que de repente se encontrarán sin curro, que al menos eso era estable por ilegal que fuera.
¿Expulsiones masivas? La cosa puede degenerar…
Tal vez lo mío sea un poco demagógico, pero es que tengo la impresión de que no nos damos cuenta del verdadero problema. la cuestión no es que sean cien mil o un millón. ni siquiera si hay que dejarlos entrar o no, ni cuál es la causa por la que vienen, sea el reaprto desigual de la riqueza o un efecto llamada.
La cuestión para mí es que vienen. Vienen en montones y no van a dejar de venir porque a nosotros no nos guste. y van a venir del este de europa, de Asia, Latinoamérica, África y de cualquier otro lugar donde salir adelante cada día sea un deporte de riesgo y comer un lujo. Eso es lo que hay. No hay que pensar si nos gusta o no. Hay un hecho y es que vienen. Repatriarlos es como mandar al contrario a la casilla de salida en el parchís. Momentáneamente puede parecer una gran idea, pero a la larga no sirve de nada. Darles papeles a todos los que vengan tampoco arregla nada (y menos el día que haya 80 millones de españoles).
Creo que hay que buscar la raíz del problema y atacarlo allí, es decir, a mí por ejemplo, si vivo bien en España no se me ocurre ni jarto de porros irme a la otra punta del mundo a buscarme la vida. Pienso que al resto del mundo, al menos a la gran mayoría, le ocurre lo mismo. Hagamos algo para que vivan mejor en sus países y tal vez dejen de venir (claro que eso significa cedrrar muchas fábricas de armamento, astilleros, empresas que fabrican productos como los que ellos hacen, sólo que más caros…). No es una gran cosa, pero es que yo no veo otra.
Solucionar el problema de la inmigración (entendido como la necesidad de emigrar) mejorando las condiciones de vida en los paises subdesarrollados es una solución muy a largo plazo que requeriría un cambio estructural mundial en las reglas del juego económico (recomiendo la lectura de «Conciencia del subdesarrollo» de Sampedro). Ese cambio no pasa por la llamada «deslocalización» empresarial, pues se basa en los bajos costos laborales en los paises subdesarrollados y en la imposibilidad de modificar dichos costos por ausencia de poder de representación de los trabajadores (la falta de democracia en China es uno de los elementos fundamentales para entender su despegue económico). El aumento de las ayudas al desarrollo hasta el famoso 0.7% del PIB, solo es una formula para solucionar los problemas más acuciantes derivados de la actual estructura económica. En ese sentido, las remesas económicas que los inmigrantes mandan a sus paises de origen resultan una ayuda importante para «resolver» (como dicen los cubanos) las carestías de la vida cotidiana.
Una de las características que definen a las poblaciones humanas desde la prehistoria es su movilidad, su capacidad de desplazamiento hacia áreas geográficas con mejores recursos para la supervivencia. En este contexto hay que entender también tanto los fenomenos de colonización de siglos pasados, como los actuales procesos de emigración/inmigración. Es algo a lo que no se le puede poner barreras porque es consustancial al ser humano. Obviamente estos movimientos implican conflictos, no seamos utópicos. Y de lo que se trata es de resolver esos conflictos. Y la única manera de hacerlo es consiguiendo que todos participemos de las mismas reglas, no solo de los deberes (como dicen muchas voces populistas) sino también de los derechos.
En mi modesta opinión de no-economista (y hablo del caso de Madrid, que es lo que conozco), se está llegando al límite en la capacidad de integración laboral de los inmigrantes. No hay más que ver que prácticamente todos los camareros, mensajeros, repartidores de pizzas, empleados/as del hogar, trabajadores de la construcción, etc, son inmigrantes, incluso estoy detectando un gran número de vigilantes de seguridad sudamericanos. Y mientras tanto los españoles siguen trabajando, ¿de dónde va a salir trabajo para más gente? He visto un reportaje en el que los propios inmigrantes comentan que desaniman a sus compatriotas a venir (caso aparte de los moros, grandes fanfarrones en su tierra) porque encontrar tabajo está ya muy difícil (y porque más paisanos significa mas competencia)
Aparte está la situación de la vivienda, que es la pescadilla que se muerde la cola. La presión migratoria está aumentando las necesidades de vivienda, los españoles huyen de las zonas céntricas degradadas hacia las afueras porque pueden vender o alquilar pisos, en los que ninguno de nosotros viviría, a un gran número de inmigrantes. ¿Quién curra en la construcción? mayoritariamente inmigrantes? ¿quién demanda vivienda ? También inmigrantes. Luego están currando para «hacerse hueco» simplemente y cuando todos estén más o menos asentados, ¿de dónde va a venir el trabajo? Los hijos de esta gente serán españoles y no aceptarán las condiciones de vida de sus padres, con el agravante de que la tasa de natalidad de los extranjeros es mucho más elevada que la de los españoles. ¿Qué va a pasar con esta segunda generación? Preveo una fractura social de las que no se conocían en España, una nueva marginalidad debido a los guetos que se han formado en las ciudades y serois problemas de convivencia sobre todo con musulmanes.
Lo de arreglar la pobreza en el mundo es lo ideal, pero para esos discursos ya está ZP en la ONU.
Es evidente que para solucionar en última instancia el problema de las migraciones, hay que anular las causas que las provocan, políticas y en este caso económicas. La extrema pobreza y, aún más importante, el aplastado nivel adquisitivo en relación al primer mundo. Pero si bien puede, aunque improbablemente, nacer ahora una intención sincera de arreglar este enorme problema, al menos dos generaciones seguirían necesitando el traslado quasi obligado a otras zonas, para sostener a sus familias y países, ya que muchos estados dependen de las remesas para un mínimo equilibrio financiero.
Por otra parte es connatural a los países ricos y democráticos occidentales, una cierta población a menudo flotante, de irregulares, véanse los Estados Unidos, o el RU. Sin mayores problemas que los de la precariedad de sus condiciones laborales que, no obstante, en países con una economía descentralizada y dinámica, siguen siendo en gran medida aceptables. Las salidas son la deportación, que sólo afecta a una minoría, el regreso a los países de origen tras haber amasado un capital suficiente, más común de lo que parece, y por último la integración en la sociedad, y una ulterior regularización que sanciona un hecho consumado: ya no son «inmigrantes», aunque su documentación todavía les califique de «extranjeros». Es el caso de las regularizaciones periódicas norteamericanas, previo cumplimiento de los demás requisitos de acceso a la ciudadanía o residencia permanente. Son frecuentes amnistías para los ilegales, muchos de ellos hispanos que refuerzan la posición de su idioma, que llevan varios lustros en el país.
Entonces el problema no es tanto la presencia actualmente casi inevitable de ilegales, como la efectiva integración social y económica en condiciones de racional igualdad. Aquí actúa la escolarización, la universalidad de los servicios públicos, y el acoso a la economía sumergida que absorbe a la mayoría de ellos. Desde que España comenzó su desarrollo, ha sido un constante, muy difícil de erradicar por razones políticas, económicas y sociológicas, pero estaba, como el crimen, ahí mucho antes de la primera patera. No se puede acusar a recién llegados por la única razón de que los trabajadores sin seguridad social o los delincuentes de poca monta no tienen el mismo pasaporte que antaño.
Finalmente la aportación a la riqueza no se mide sólo, aunque también, en las cotizaciones a los fondos de previsión social, sino en un aumento de la demanda de todo tipo de productos y servicios, el relevo generacional en las escuelas y la recuperación de áreas despobladas y nuevos ámbitos de negocio, diversificando, y por consiguiente mejorando, el sistema económico. Claro que hay (serios) problemas, pero no tan diferentes de los que habría si estos nuevos ciudadanos, en lugar de dentro de paupérrimas embarcaciones o equipajes hubieran arribado por vientres españoles.
Intelestual, no dudo que lo que dices sea cierto y que en Madrid incluso los curros para inmigrantes (O sea, los mas bajos y que nadie quiere, por norma general) se estén agotando, pero te garantizo que en Galicia que da mucho,mucho,muchisimo de ese trabajo no cualificado y que está vacante porque los nacionales no lo quieren…….Claro que trabajar en las camaras firgorificas de Pescanova en el puerto de Vigo no es plato de gusto pa nadie.
Saludos
queda (no que da, que si no no se entiende…pugnetero teclado)
Pues no estaría de más que se repartieran porque la gente que no sufre la saturación de Madrid no sabe el problemón que hay (y va a haber). No es lo mismo hablar de integración y tolerancia con un 5% que con casi un 20% de inmigrantes (y en algunos barrios más del 40).
Todavía recuerdo una entrevista en la tele a un asturiano que estaba en el Retiro y le preguntaron qué le parecía Madrid, el tío dijo que estaba flipando con la cantidad de sudamericanos que había en el parque, y añadió, «pero que no es nada malo eh, me parece muy bien». Ya se sabe, ante las cámaras, corrección política.
Estoy de acuerdo en que los problemas de exclusión y marginación asociados a las bajas rentas provenientes de la economia sumergida son idénticos para nacionales como para extranjeros. Entre esos problemas, el que más alarma social provoca es la delincuencia, obviamente. Pero si a esa situación le añadimos la marginación derivada de la ausencia de derechos básicos, la cosa se complica. No es posible la integración social sin igualdad de derechos, como el del acceso a los servicios públicos o la libertad de asociación. Los males de la economia sumergida (explotación laboral) son mucho mayores si además existe la amenaza de la expulsión. Una vez establecida esa igualdad se podrá avanzar en otros ámbitos como la educación, pero esta fase es mucho más lenta (recordemos los disturbios por motivos racistas que ocurren de cuando en cuando en paises de larga tradición de presencia de inmigrantes como Francia, Reino Unido y Alemania).
Como dije antes los flujos de inmigrantes se autorregulan básicamente según la oferta de trabajo y, por supuesto, la mejora en las condiciones de vida. El temor a fracturas sociales no está justificado (no se ha dado en los paises de nuestro entorno) siempre y cuando se haga un esfuerzo de integración, que exige, entre otras cosas, la aceptación de la presencia del inmigrante y evitar su inclusión en guetos (insistir en la diferencia cultural agudiza precisamente este problema). La religión debería ser siempre secundaria como elemento de la vida privada que es en un pais laico como España. Y de igual forma que existen iglesias católicas en nuestros barrios, deben existir mezquitas atendiendo a la libertad de culto amparada en nuestra Constitución.
Vaya por Dios ahora me entero por alguno de vosotros que en España hay empleos que los españoles no queremos. Hace 20 años se decía que no queríamos al campo a trabajar, ahora ya no queremos ser camareros ni vigilantes de seguridad. Muy señoritos nos estamos volviendo. Si todo eso es cierto entonces a este país no lo reconocerá ni la madre que lo parió dentro de 40 años.
Siempre decimos las mismas cosas, que sí que el problema se ha de resolver en origen ¿y cómo? aquí es donde ya no nos ponemos de acuerdo. Los más ingenuos como ZP creen que dando el 0,7% del PIB el problema se resolverá, cuando la experiencia dice que ese dinero lo emplean los dirigentes del tercer mundo en la adquisición de armas o directamente lo roban. Cuando se intenta paliar lo anterior con controles, generalmente la donación se condiciona a que nos compren a los países del primer mundo bienes y servicios, con lo cual en realidad estamos subvencionando a nuestras empresas. Sea como fuere esos países no adquieren la necesaria capacitación tecnológica para poder funcionar por sí mismos. La solución inmediata parece imposible dado el nivel de corrupción de los de allí y los de aquí. Por supuesto que no está bien visto proponer medidas coercitivas a esos países para eliminar la corrupción.
Por mucho que el PP se suba a la parra, sabe que si alguna vez quiere tocar poder en el futuro necesitará los votos de los sudamericanos y árabes, que suelen ser conservadores. Poco a poco irá cambiando su discurso de confrontación.
Y el rollo ese del «efecto llamada» que se inventaron y todavía hay gente que se lo cree, como si el BOE se publicase en todo el mundo?
Si en un año se vinieron 400.000 argentinos a España no fue porque la ley de extranjería (que no conoce nadie antes de llegar aquí) les provocase un efecto llamada. Quizás la culpa la tenga la situación de sus países.
«el flujo de llegada de inmigrantes depende principalmente de la oferta de trabajo del pais al que se dirigen»
Gregorio Segovia, esto que dices no es cierto, salvo que me aclares la conexión entre la patera, el doble fondo del camión de ALgeciras, o las hordas de ecuatorianos en vuelos charter y el Mº de Trabajo
AL hilo de lo anterior por ahí está la solución. Coordinación entre los ministerios de trabajo, interior, etc de los países «dadores» (Ecuador, Colombia, Marruecos, etc etc) y España. Y balancear constantemente.
-ABsoluto control de los inmigrantes
-Contratos temporales al comienzo
-Expulsión de los que no tienen trabajo
Decir que hay 800.000 «sin papeles» ZP, no es decir lo malo que era Aznar y que les vamos a dar papeles a todos, debería significar, Aznar creó el «marrón» como lo resolvemos ahora. Pero está claro que sonrisitas tiene orgasmos cada vez que se refiere a la etapa anterior y les zurra un poco.
En fin, no tenemos idea de lo que se nos viene encima sino lo controlamos.
Los que vivimos en Madrid sabemos algo. Daros un paseo por el Retiro un sábado por la tarde, no hay ni un español, y el costo y el perico te lo ofrecen sin problemas en cualquier esquina -dicho esto, la mayoría de los inmigrantes son buena gente … pero es que cada vez hay mas y por tanto también hay mas morralla!-
De inmigración saben algo en Estados Unidos y funcionan así (ups, perdón, he dicho Estados Unidos)
L.q. tiene toda la razon.
Cuando un marroqui o subsahariano se juega la vida en una patera, cuando un colombiano se endeuda hasta las cachas, o cuando un pakistani viaja miles de km a una sociedad totalmente diferente de la suya, es que su necesidad de hacerlo es muy grande.
Si no se atajan las causas reales, es decir, la falta de expectativas vitales en sus paises de origen, los inmigrantes continuaran llegando, sea como sea y cueste lo que cueste. Y la represion solo consigue marginalidad y delincuencia.
O se hacen politicas serias de desarrollo en paises pobres, o ya opodeis haceros los pajeos mentales que querais, que seguiran llegando inmigrantes.
Y seguramente, si en vez de en España hubierais nacido en Africa, muchos de los que criticais la inmigracion ahora mismo estariais haciendo planes para entrar en Europa, de manera legal o ilegal…
Añorante la demagogia es gratis? Ponme un kilo.
Claro… cuando no os interesa ver las causas es demagogia 🙂
Como apunte:
La inmigración tipo (en especial la irregular) es para el Reino de España desde principios de los noventa el único factor que en terminos macroeconómicos ha mejorado su competitividad en los mercados internacionales (turismo, agro temprano y poco más) debido a su dramático efecto de reducción de costes (toda vez que el aumento de productividad nos esta vedado dada nuestra particular idiosincracia -«tal que trabajen los romanos que tienen el pecho de lata»).
Siendo que a quien determina las políticas que atienden a domeñar este fenómeno le preocupan más las cifras (a corto plazo) que alimentan los sueños oligopólicos de la cutre-oligarquía patria que la interacción socio-delictivo-cultural de estos futuros nuevos españoles con los viejos (también conocidos históricamente como «de que coño se quejaran estos si también ellos eran unos muertos de hambre»).
Siendo así, quien cojones espera que alguien le ponga puertas al campo en atención de mantener nuestros pútridos privilegios cuando estos se degradan cada vez que hay un esclavo voluntariamente accesible.
Aún a costa de mandar a tomar por culo los pingues beneficios del trabajo negro que tanto bien a hecho para el «España va bien», y pretendiendo no crear una oferta laboral ilegal que distorsione el mercado tanto como para que acabemos deseando el oficio de chupar pollas y pagemos por las prácticas, no pudo por más que animaros a pedir:
JORNADAS DE PUERTAS ABIERTAS, PAPELES PARA TODO CRISTO, MERCADO LABORAL LEGAL, LIBRE Y TRANSPARENTE (VIVA LA PARETO-EFICIENCIA, VIVA HAYEK Y LA MADRE QUE LO PARÍO -espero que al menos los liberales irreductibles esten de acuerdo en este último apunte con este estalinista cansino-)
Salud camaradas
Cuando me refiero a la oferta de trabajo no hablo de ningún concepto formal que implique la intervención del Mº de Trabajo, sino la esperanza de encontrar una forma de vida que mejore las condiciones en las que viven en sus paises. Esta esperanza está alimentada por muchos elementos, principalmente las experiencias de los que llegaron, encontraron trabajo, y ahora vuelven en vacaciones a sus paises con coche y ropa de marca y regalos para toda la familia. Y la realidad del peligro de la patera y del doble fondo del camión (que no obviamente del vuelo charter), bien se encargan las mafias de ocultarla. Y no nos engañemos, el que nada tiene en su pais de origen, el que vive en la mayor de las miserias, ese no emigra, porque no tiene medios para hacerlo. El emigrante suele tener una cierta formación y unos ciertos medios con los que piensa que puede prosperar en el pais al que emigra, aunque se encuentre con una realidad mucho menos dorada. Una vez aqui asume la explotación y, salvo excepciones bien aireadas por los medios, se dedica principalmente a trabajar y a conseguir dinero para mandar a su familia y volver a su pais en cuanto ahorre lo suficiente (como hicieron los españoles). El fenomeno de las segundas generaciones existe, pero insistiendo en las políticas represivas conseguiremos que no sea algo mayoritario en España.
Pero claro, quizás sea ese el objetivo.
Señor Matamoros, el problema no es que los españoles nos estemos volviendo muy finos y no queramos trabajar, el problema es que por ese mismo trabajo pagan la mitad que hace cuatro o cinco años porque el inmigrante de turno hace lo que sea, («limpiar culos de vieja» le llamaba una ecuatoriana a eso) y además el empresario se ahorra todos los gastos de la seguridad social. Según el nivel de vida de España, nadie que se haya criado aquí va a trabajar diez horas por 500 euros y cosas similares porque tampoco va a comer arroz y a hacinarse en una casucha del centro. Ese es la causa de que todo empleo no cualificado esté en manos de inmigrantes y no nuestra finura.
Señor Segovia, la fractura social existe en Europa, por ejemplo en Francia con los musulmanes, donde tienen un serio problema que no saben cómo atajar y necesitan recurrir a cosas como la ley del velo y nombrar interlocutores del gobierno con los musulmanes (¿existe esa figura en España con los católicos?). Si vas al extrarradio de París no podrás comprar coca cola porque allí sólo se vende meca cola y zam zam cola (bebidas que financian la «causa» islamista y alardean de ello en su publicidad). El problema del Islam es que pretende la no-integración en su misma esencia, quiere fagocitar la sociedad en la que se instala, convertir (o matar) a los infieles. En definitiva, es un cáncer no comparable a ninguna otra religión, ya que ninguna otra religión está tan vinculada al terrorismo.
Zaskandil, si el año pasado llegaron 400.000 argentinos (creo que has puesto un 0 de más) es porque no se les pide visado para entrar. Hace algo más de un año llegaban auténticas pateras aéreas desde Ecuador, hasta que la situación era tan insostenible que hubo que pedir visado, lo cual provocó tensiones diplomáticas con dicho país, que evidentemente estaba encantado con mandar a la mitad de su población a España a enviar divisas. Cuando se introdujo la obligatoriedad del visado, el tráfico de ecuatorianos por Barajas se redujo en un 90%. Actualmente creo que son pocos los países sudamericanos a los que no se les pide visado y uno de ellos es Argentina.
Respecto al efecto llamada, ojalá se publicara en el BOE de los paises de origen la verdadera realidad que les espera en España. Nadie quiere regresar a su tierra sin dar imagen de éxito, y las mentiras y exageraciones sobre el nivel de vida abundan. Por otro lado, cualquiera que conozca mínimamente cómo funcionan los ilegales en España sabe que el más mínimo rumor inventado en una cola se extiende como la pólvora y forma avalanchas de gente en los lugares donde se supone que van a «dar papeles». Si dichos rumores los propaga un gobierno de retrasados mentalesdesde los medios imagínate el resultado, a los diez minutos hay gente haciendo la maleta en Ecuador o Nigeria.
Y si el PP quiere tocar poder alguna vez lo hará con los votos de los españoles (ayuntamientos aparte), que son los únicos que pueden votar en España (si IU no lo remedia, como pretende), no necesitará a moros y sudamericanos para nada.
Por último Gregorio Segovia, examinando el panorama de lo que pulula por la calle, tengo mis serias dudas de que muchos de los que vienen posean formación o recurso alguno. En esos países, emigrar clandestinamente es como comprar un piso aquí, hay que hipotecarse con ayuda de la familia y pagarlo a plazos con el dinero que envían a casa. En España todo el mundo termina comprando casa mejor o peor, con estudios y sin estudios, con recursos o sin ellos. Allí pasa lo mismo con el billete hacia España.
Como se ha dicho antes, el ahorro en la seguridad social de muchos «empleadores» (no les llamemos empresarios) de la economía sumergida es previo a la llegada de inmigrantes (ya se lo ahorraban cuando contrataban a españoles), como lo es también la existencia de una demanda de empleos en sectores que ya no son solicitados por demandantes españoles (que no los consideran adecuados a su formación y sus expectativas en un contexto de crecimiento económico). Esto explica que no hayan venido antes cuando en otros paises el fenomeno de la inmigración masiva es más antiguo. El empeoramiento en las condiciones de trabajo y en los sueldos de este mercado laboral sumergido son consecuencia posterior de la ocupación de esos empleos por parte de inmigrantes, y tiene buena parte de culpa el hecho de que la amenaza de expulsión es utilizada por el «empleador» en su negociación con el trabajador inmigrante. El ciudadano español puede optar a otro tipo de empleos, el inmigrante no.
En Francia existe por supuesto un conflicto con los sectores radicales islamistas bien asentados en los guetos parisinos y de otras ciudades. Pero quizás sea necesario recordar la relación, compleja, entre Francia y ex-colonias como Argelia y Marruecos para entender en buena medida dicho conflicto. El islamismo radical es un fenomeno cuyo origen no tiene nada que ver con la inmigración aunque obviamente se exprese en las poblaciones inmigrantes, aunque siempre en menor medida que en los paises de origen. Las visiones radicales de cualquier religión, incluyendo la católica, son excluyentes y no-integradoras. Y para entender la existencia de esta visión del islam en el norte de africa y en otros paises habría que repasar las situaciones socio-económicas y políticas presentes en esos paises, asi como sus relaciones con los paises occidentales, como colonias primero y como dictaduras despues (y ahora). Por desgracia las visiones simplistas sobre el islam y el musulman no tienen mucho poder explicativo y no son útiles para ayudar a resolver conflictos. Quizás la existencia de figuras en España como la del interlocutor con las comunidades islámicas podría ser muy útil, como lo sería reconocer los derechos de dicha comunidad creciente, y facilitarles la práctica de su religión (siempre en el contexto de una política laica, claro). Por cierto que en España no existe ninguna figura de interlocutor con la iglesia católica porque ya está la Conferencia Episcopal ejerciendo esa función.
Dice intelestual:
«nombrar interlocutores del gobierno con los musulmanes (¿existe esa figura en España con los católicos?)»
Si… el concordato y la conferencia episcopal
¿con los católicos españoles? No con la jerarquía eclesiástica, que en en el caso del Islam no existe. E insisto, ¿concordato con los católicos españoles? A los franceses les preocupan los musulmanes franceses.
Voy a desmarcarme un poco de lo que se está diciendo aquí y voy a ir por otro lado. Lo único que hay que hacer es ver la pirámide de población española. Más que una pirámide es una peonza, y como todos sabemos, una pirámide tiene más equilibrio que una peonza. El incremento de la esperanza de vida ha hecho que por arriba se incremente gigantescamente la proporpoción de población inactiva. Población por otro lado que requiere de servicios y por tanto de personal empleado que igual ya no existiría. Por otro lado, al aumentar la población mayor no viene tampoco mal un descenso de la proporción de población infantil con lo que esto supone: menos gastos en educación, en sanidad, etc. ¿La fórmula mágica? la inmigración. soluciona muchos problemas, puesto que permite que no se convierta en crisis un aumneto significativo de población anciana, se pueden destinar menos a enseñanza inclusive la universitaria, incluso el número de universitarios disminuye en el total de trabajadores, lo cual les facilita su integración laboral.
Total, la inmigración ilegal no va a desaparecer, porque no le conviene a los gobiernos europeos ya que mantiene el equilibrio perfecto en sus sociedades: mano de obra suficiente para que funcione la economía, pero no excesiva porque el inmigrante está en vilo por los papeles.
Ya existe en realidad un interlocutor válido para el Estado, puesto que con él negoció uno de los acuerdos de 1992 con las confesiones minoritarias: la Comisión Islámica de España, la responsable de capacitar a los profesiones de religión musulmana, tal y como hace la Conferencia Episcopal. El problema es que no se han desarrollado suficientemente éste y otros aspectos que limaban considerablemente la distancia con los privilegios ostentados en exclusiva por la Iglesia Católica.
Esto ha provocado una decreciente influencia de la Comisión en su comunidad, y ante la llegada masiva de inmigrantes desde mediados de los noventa, con las mezquitas y imames pagados desde Arabia, se ha perdido, ante las reticencias por esta enseñanza y la construcción de lugares de culto específicos, una ocasión única de normalizar las relaciones y minimizar el alcance del integrismo.
Como cualquier otra confesión el Islam tiene derecho a disponer de centros donde practicarla, sin ninguna limitación adicional. El hecho de que muchos vecinos hayan protestado por su construcción prueba la presencia de numerosos musulmanes en barrios mixtos, lo cual desmiente la teoría de los ghettos, que, por otra parta son normales en casi todos los destinos migratorios. Más relevante en estos momentos que la segregación habitacional, es la existencia de espacios cívicos comunes donde la interrelación asiente la convivencia mutua y facilite la igualdad de derechos y valores.
La integración no depende tanto del número, o la procedencia, de los entrantes como de la capacidad de una sociedad de efectuar una transformación mental y permitirles el mismo libre ejercicio de los derechos individuales y colectivos previamente existentes.
¿Por qué la Iglesia puede criticar el divorcio y el aborto condicional, ya plenamente asimilados por la sociedad y se rechaza la posible creación de universidades y centros de enseñanza islámicos por la incompatibilidad de su dogma con la práctica predominante? El único motivo para prohibir, una actividad o idea es su naturaleza antisocial, esto es, atentatoria contra otros, cuyos derechos son igualmente merecedores de protección, no la incongruencia ideológica de un sector de la población más o menos vasto con el resto, incluso si tal disidencia se funda en presupuestos que muchos creerían desfasados o superados.
Una cosa al respecto de los musulmanes. Como decia mi santa madre, si no creo en el unico Dios verdadero que bajó del cielo para salvarnos, voy a creer en su mierda de Dios.
Quizas es el momento del laicismo radical.
«Para remediar la inmigración hay que procurar que en los paises pobres se viva bien» han dicho por ahí.
Muy bien, yo tengo la receta: el primer paso es mandar a los antiglobalización al carajo y dejar de lamerles el culo como a dioses, lo cual hace el 90% de las clientelas adocenadas de este mundo.
He dicho
La b con la u, bu; la r con la o, ro; si lo juntamos todito, con una pequeña licencia de autor, nos queda burro. Burrote en tu caso.
Muy bien, yo tengo la receta: el primer paso es mandar a los antiglobalización al carajo y dejar de lamerles el culo como a dioses, lo cual hace el 90% de las clientelas adocenadas de este mundo.
«Y seguramente, si en vez de en España hubierais nacido en Africa, muchos de los que criticais la inmigracion ahora mismo estariais haciendo planes para entrar en Europa, de manera legal o ilegal…»
Absolutamente. Y por eso creo que hay que hacer expulsiones y endurecer las leyes.
Porque no quiero pensar que le puede pasar a un pais donde varios millones de tios inteligentes, voluntariosos y deseperados NO encuentran oportunidades.