Un anuncio rural pero poco idílico
Me llamó la atención desde el primer momento en que se me coló en una pausa publicitaria: un anuncio satírico sobre la vida en el campo, tan alejado del paraíso rural que en ocasiones se nos trata de vender. El spot en cuestión, cierto es, contiene bastante mala leche. Para contar que los productos de Bocatta son lo mejor del campo, recurren a la burla -con canción paródica incluida- de todos los inconvenientes del trabajo agrícola: el «aroma a estiércol», los «sabañones y callos», los «animales traicioneros»… Y para acompañar la letra de la canción, imágenes de agricultores poco agraciados que persiguen gallinas por el corral o se dejan los riñones cavando a pleno sol.
La publicidad siempre es controvertida, aunque en ocasiones la posible queja de algún que otro sector de la sociedad tiene motivos fundados. No podemos pretender que todos los anuncios sean ejemplos perfectos de corrección política, pero es razonable que cuando alguno de esos anuncios que se repiten innumerables veces al día en TV atente contra la dignidad o los derechos de cualquier persona o grupo social se exprese la protesta ante tal trato denigratorio. Cuanto menos, una denuncia pública del mal gusto puede servir para que la empresa anunciante recapacite y se esmere en no transmitir junto a su imagen una idea discriminatoria o de desprecio hacia determinado colectivo.
No estoy seguro de si el anuncio de Bocatta es finalmente un error de planteamiento de los creativos, que a lo mejor no querían mostrar a los ancianos agricultores del anuncio como objetos de burla, sino sólo enseñar la parte incómoda del trabajo en el campo. Pero lo cierto es que ya el sábado leí en ABC a Juan Manuel de Prada en un artículo («Un spot vomitivo») en el que afirmaba: «…la presunta intención paródica de este anuncio palidece ante su tono señoritingo, en el que subyace un menosprecio de ciertas formas de vida que aquí se presentan como subalternas y primitivas y, en definitiva, sólo soportables por gente cerril y fracasada, emparentada con las bestias de carga».
Y ayer nos sorprendíamos con que, al igual que asociaciones que parece que sólo dedican su tiempo a vigilar la publicidad machista o violenta, un sindicato agrario se ha preocupado por quejarse ante el anuncio que pone por los suelos a los agricultores y su digno trabajo: «La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) de Valencia ha emprendido acciones legales contra la empresa propietaria de la cadena de comida rápida Bocatta para que retire su último anuncio publicitario «en el que se desprestigia la actividad agraria».»
Al final me queda siempre la misma duda: dónde termina la libre expresión y empieza la publicidad ilícita. Porque podemos estar de acuerdo en lo perverso de la idea publicitaria en cuestión, pero no me agrada ver cómo cada vez que un anuncio se envuelve de polémica los afectados por la imagen que éste transmite apelan sin más a la censura. Prohibición, y no hay más que hablar.
Sinceramente, a mi lo que me parece es que la gente anda falta de sentido del humor y sobrada de orgullo. Todo el mundo sabe de donde sale la leche, los tomates y los pepinos y el trabajo que tiene detrás todo eso en el sector agrario, excepto algunos alumnos de LOGSE que se asombraron de saber que la leche se obtenía de las vacas puesto que «pensábamos que salía del tetra brick» (caso verídico y comprobado).
El anuncio pretende crear un efecto humorístico, eso es evidente, sobre el trabajo agrario. Pero parece que en lo que nadie ha caido es en que el anuncio está totalmente alejado de la realidad laboral del campo. Hoy en dia las gallinas están en naves avícolas mecanizadas. Nadie se deja la espalda cavando puesto que para eso están los tractores. Y las vacas están en granjas mecánicas. En lo único que puede coincidir la sátira con el trabajo rural es en lo envejecido de la población si acaso.
Así pues, el humor no se hace sobre el trabajo agrario, si acaso sobre la idea idílica generalizada acerca la vida en los pueblos y esos pequeños entretenimientos tradicionales como tener un corral de gallinas o una pequeña huerta que hoy en dia a nadie dan de vivir o mantienen en economía de subsistencia a una pequeña parte de la población, que lo queramos o no, pues tendrán sus lumbalgias después de darle al azadón, y es que los años no perdonan.
Yo también tengo un callo en la muñeca de tomar apuntes y manejar el ordenador y en cierto modo me hace gracia. Supongo que los carteros tendrán callos en los pies y le tendrán que echar sentido del humor a la situación, no se van a pegar un tiro por eso.
Supongo que lo que tenían que hacer las asociaciones de agricultores y Juan Manuel de Prada es callarse y aprender a reirse un poquito. Y si quieren defender el campo, que lo hagan en las batallas comerciales y legislativas, que es donde están perdiendo el terreno.
Imaginemos que la sátira la hubieran hecho acerca del trabajo en una oficina, aguantando jefes incompetentes y cabrones, con empleados enterrados vivos debajo de pilas de informes, situaciones de acoso sexual, horas extraordinarias que nadie paga y despidos improcedentes, para mostrar a continuación el resultado del trabajo de esos explotados oficinistas, pongamos por ejemplo, unas cómodas pantunflas, un preservativo o un bolígrafo.
¿Saltarían los empleados de las oficinas del orbe chillando acerca de lo denigrante de la parodia? No. Se reirían un rato largo después de darse cuenta de lo mal que tienen la cosa en su trabajo.
Con esas actitudes que esta mostrando el personal, a lo único que se llega es a capar el sentido del humor. Imaginemos que siempre que se hace un chiste, una parodia o una gracia, todos aquellos afectados pudieran censurar al gracioso de turno por haberles tocado su tema.
Pues muy mal vamos.
Por suerte, los únicos paletos a los que afectará será a los de la ciudad, especie en ningún peligro cercano de extinción.
De la misma forma quitaron un anuncio de amena muy gracioso en el que llovían enanos para promocionar la tarifa más baja al ritmo de «It´s rainig men». Supongo que si fuese tan denigrante para el colectivo, ninguno de los enanos que participaron en el anuncio se habría prestado a ello. Siempre la censura por delante, Y sin embargo no censuran al Grand Prix por sacar un ballet que no viene a cuento para nada de chicas semidesnudas bailando con cara de imbecil.
Creo que falta sentido del humor.Se acabó el contar chistes de putas, guardia civiles cabrones, gitanos pícaros, camareros guarros y médicos brutos, ¿No? Porque saldrán los correspondientes sindicatos a quejarse. Lo de un inglés, un francés y un español será xenófobo y antieuropeo. Qué bien.
Es verdad que la gente anda muy escasa de sentido del humor. Por lo visto todo es tolerancia hasta que toca tolerar. En mi opinion la gente es muy sensible y tiene demasiado tiempo libre.
Tiempo, tiempo! Parece que todo el mundo está de acuerdo en que lo que hace falta es más sentido del humor, y que no a la censura, y tal… Me parece perfecto, de veras, y soy el primero en quejarse de que retiren spots inofensivos como el de las cervezas y el travesti, o algún otro. Pero la verdad es que HAY anuncios ofensivos, y no veo mal que los retiren. El de Axe de «lo sentimos, chicas, tenéis que estar arregladas las 24 horas del día por si el macho decide follaros» me parece uno (y curiosame no levantó protestas). El de Bocatta, otro.
Más que censura es cuestión de buen gusto: me encanta el humor tanto como a cualquiera, pero nunca contaría chistes de gangosos delante de un tartamudo o sobre las Torres Gemelas ante el pariente de una víctima. Obviamente el de Bocatta no es un caso tan extremo, pero desde el principio pensé que podía ofender a los que viven del campo.
Se ha puesto en estos logs el ejemplo de un hipotético spot de la horrible vida en las oficinas: eso sería un anuncio urbanita riéndose de un tópico urbanita. Como si un tartamudo contase un chiste de tartamudos: eso «vale». Pero un urbanita riéndose a lo cruel de alguien de pueblo… Feo. Despreciativo. Condescendiente. «Tómate los bocadillos en Bocatta que te los preparamos nosotros, ya hay otros desgraciaos que pringan, huelen estiércol y labran bajo el sol para que puedas comerte el bocata». Llego a ser de campo y le pego un capón al primer barcelonés o madrileño que venga a hacer turismo rural.
Joer, que la gente se queja de los tópicos y aún asociamos el campo a Paco Martínez Soria y las pelis de los años 40.
Peace;
Tiempo, tiempo! Parece que todo el mundo está de acuerdo en que lo que hace falta es más sentido del humor, y que no a la censura, y tal… Me parece perfecto, de veras, y soy el primero en quejarse de que retiren spots inofensivos como el de las cervezas y el travesti, o algún otro. Pero la verdad es que HAY anuncios ofensivos, y no veo mal que los retiren. El de Axe de «lo sentimos, chicas, tenéis que estar arregladas las 24 horas del día por si el macho decide follaros» me parece uno (y curiosame no levantó protestas). El de Bocatta, otro.
Más que censura es cuestión de buen gusto: me encanta el humor tanto como a cualquiera, pero nunca contaría chistes de gangosos delante de un tartamudo o sobre las Torres Gemelas ante el pariente de una víctima. Obviamente el de Bocatta no es un caso tan extremo, pero desde el principio pensé que podía ofender a los que viven del campo.
Se ha puesto en estos logs el ejemplo de un hipotético spot de la horrible vida en las oficinas: eso sería un anuncio urbanita riéndose de un tópico urbanita. Como si un tartamudo contase un chiste de tartamudos: eso «vale». Pero un urbanita riéndose a lo cruel de alguien de pueblo… Feo. Despreciativo. Condescendiente. «Tómate los bocadillos en Bocatta que te los preparamos nosotros, ya hay otros desgraciaos que pringan, huelen estiércol y labran bajo el sol para que puedas comerte el bocata». Llego a ser de campo y le pego un capón al primer barcelonés o madrileño que venga a hacer turismo rural.
Joer, que la gente se queja de los tópicos y aún asociamos el campo a Paco Martínez Soria y las pelis de los años 40.
Peace;
¿La gente asocia el campo a Paco Martínez Soria y a folletines de los años 40…?
Vete un día, en diciembre a recoger aceituna y cuando vuelvas a tú casa nos cuentas si estamos tan alejados de Paco Mtnez. y los 40…
Seriedad señores, a ver si ahora va a resultar que el campo es una maravilla y los gilipollas son los que deciden vivir en la gran urbe.
El campo es, como poco y siendo disciplente, una enorme putada para el que le toca trabajarlo.
Saludos a todos.
Pues más razón para no chotearse de ellos, ¿no? ¿O Pans & Company contraatacará con chistecitos sobre temporeros y recogedores de fresas?
Paz;
Lo han retirado:
http://www.vertele.com/noticia_01.phtml?id=5182
La publicidad en general apesta por definición. Sólo nos falta que ahora se censuren los todos anuncios que pretenden ser graciosos pero dejen a los otros!
Hay un articulo interesante sobre la publicidad (en catalán) aquí:
http://www.geocities.com/gabrudos/Aplicacions3.htm
un saludo!
El humor, como la ironia, hacen falta y son necesarias, pero en su justa medida y yo, que me considero muy de pueblo, aunque en estos momentos no pueda vivir en el, considero que el anuncio es un insulto. Claro que el pueblo es duro y poco agradecido pero hay otras formas de mostrar la realidad, sin llegar a la mofa y a la ridiculización.
Buenas, sabed que una empresa cuando encarga una campaña de publicidad, realiza un «guión» por el cual se rigen como público objetico, es decir posibles consumidores, y lo que hablais del anuncio de axe en su publicidad destacan la imagen de marca que ellos tienen en la sociedad como de chicos duros, «machos», deben ser agresivos, y quieren impactar en el consumidor, y vosotros mismos con este tipo de anuncios os veis impactados por que no concuerde con vuestra manera de pensar, creencia, etc…
Como final decir, que la libertad de expresion es muy bella y la libertad de eleccion tambien lo es por tal dejad que la gente «diga» lo que quiera y nosotros elegiremos lo que queremos «oir»
PAZ PARA TODOS Y LIBERTAD EN EL MUNDO
Dice BicCristal que no protestaron por el anuncio de Axe: pues bien, lo acabaron retirando tras protestas de asociaciones de mujeres y, si no recuerdo mal, de una asociación de telespectadores andaluces. Por cierto, el anuncio de Bocatta me parece que está hecho con la suficiente fineza como para criticar en sí la vida rural con la forma idílica que se nos presenta a veces, y poner de relieve la realidad que se ha vivido durante muchos años, sin que por ello aparezcan en mal lugar sus gentes que, de hecho, tienen actitudes claramente exageradas (como cuando se le escapa la azada) para mostrar la sátira.
Mmmm… por cierto, el anuncio de Bocatta creo que ha sido Sol de Plata en el último festival de San Sebastián, creo que eso dice algo
¿No eran más desagradables y bastos otros anuncios de Bocatta como aquél en el que salían los bocatas de tortilla con forma de testículos y decía algo así como «bocatas con muchos huevos»?