De vez en cuando, la naturaleza se da algunos caprichos excéntricos. Uno de ellos consiste en que dos seres humanos a todas las luces gemelos, nazcan de distintas madres, con 7 años de diferencia y a 7.000 km. el uno del otro. Esto es precisamente lo que pasó a mediados del siglo pasado en dos localidades tan lejanas como Aliquippa y Tuzla. En ellas nacieron los gemelos Maravich-Delibasic. Sangre balcánica, esto es, talento, competitividad y toda la clase del mundo. El mayor de los gemelos, Pete “Pistol” Maravich, nació en el 47 en USA, hijo de Peter “Press” Maravich, descendiente a su vez de emigrantes serbios. Su gemelo Mirza Delibasic nació en Tuzla, Bosnia en el 54. Ambos hermanos, haciendo honor a su condición de gemelos, compartían morfología: metro noventa y siete, blancos, enjutos, melenudos y con cara de vinagre.
Ignorando el hecho de no conocerse, los dos jóvenes tirillas decidieron a tierna edad que lo que realmente les gustaba era botar, pasar y tirar la sagrada bola naranja, ocupación a la que dedicaron compulsivamente 23 horas diarias en detrimento de otras actividades humanas alternativas como dormir, comer o respirar. Cuando al talento le unes la práctica el resultado suele ser letal y ésta no iba a ser una excepción.
Mirza y Pete eran bases con cuerpo de escolta. Ambos tenían una mecánica de tiro de manual: elegante, rápida, fluida… Cuando veías salir la bola de sus manos daba la sensación de que era imposible que no entrara, y normalmente la clavaban. Ambos fueron anotadores compulsivos desde el colegio. Pete terminó sus 4 años en Louisiana State University con 44 puntos por partido y sus 10 en la NBA con 24. Mirza pasaba con frecuencia de los 30, casi todos ellos mediante suspensiones de más 5 metros. Si hubieran vivido la época del triple se hubieran hinchado.
Sin embargo, su principal aportación al juego no fue la anotación. En una época en la que el basket era un espectáculo bastante gris, salvo raras excepciones, y en el que los jugadores parecían grises operarios del bote y tiro, los gemelos delibaravich se dedicaron a reinventar el juego convirtiendo en arte lo que hasta entonces no pasaba de puro trámite: el pase. Cualquier pollo de la generación pre-ESO ha visto a Magic Johnson, Jason Williams, Steve Nash o cualquier otro jugón dar espectaculares pases mirando al tendido, entre las piernas, tras tres rectificados, incluso con el codo. Pues si ellos pueden hacerlo sin que el público les tire piedras es porque los gemelos tuvieron las pelotas de abrir el camino en el jurásico del basket, obteniendo la reprobación de los rancios puristas que consideraban que esto no es un circo y que ese tipo de engaños iba contra la pureza y el espíritu del deporte.
Los parecidos entre los gemelos no se limitaban a su físico y a su juego. La vida suele ser muy perra para los malditos llenos de talento. Pete vio cómo su madre se mataba lentamente a base de alcohol, para finalmente suicidarse de un disparo en la cabeza. Mirza no le dejó el trabajo a su madre, se encargó él mismo de quemarse el hígado y los pulmones con el alcohol y el tabaco, como buen jugador de mus que era (lo aprendió en su época del Madrid de Iturriaga, Corbalán y compañía). Al menos él sí se divirtió, dijo una vez que había vivido 100 años, 50 de día y 50 de noche.
En 1988, Pete estaba jugando un partidillo de basket con amigos en una parroquia en Pasadena (una vez retirado se dedicó a hacer cosas muy raras buscando la paz espiritual: UFOlogía, macrobiología, hinduismo… y acabó abrazando la fe cristiana como podría haber acabado rapado, con una túnica naranja y repartiendo pastelitos en la Puerta del Sol) cuando le fulminó un ataque al corazón. Tenía 40 años. Al hacerle la autopsia descubrieron que tenía una malformación congénita en el corazón que finalmente le había matado, pero que no había conseguido impedir que nos dejara a los frikis de esto 15 años de baloncesto absolutamente excepcionales.
Por su parte, su gemelo Mirza se vio envuelto de lleno en la Guerra de los Balcanes. Como bosnio musulmán (no practicante, a las pruebas me remito) y habitante de la ciudad, sufrió en sus magras carnes el asedio de Sarajevo. Se las apañó para mandar a su esposa e hijo a Italia, pero él, haciendo gala de los titánicos huevos que eran la seña de identidad de los jugadores de “su” Madrid de basket, se negó tozudamente a dejar la ciudad, pese a que el Madrid, sabiendo de su delicada salud y situación económica, inició gestiones para traerlo a España. Lo que sí consiguieron fue que viniera al partido inaugural de la nueva Euroliga, un Madrid-Olympiacos en el viejo Saporta. Aquél día 5.000 personas se levantaron (nos levantamos, yo estaba allí) cuando le vieron entrar al palco y se pelaron las manos con una ovación operística de más de cinco minutos dedicada a un tipo que, no olvidemos, había jugado solamente dos años en el equipo, hacía casi 20, en una época en que el baloncesto era algo minoritario (anterior al boom de la plata en los JJOO de Los Ángeles) y cuya relevancia en TV era casi inexistente.
Un año después, a los 47, Mirza moría en Sarajevo tras una jodidísima agonía producto de dos embolias cerebrales. Quiso morir en su tierra arrasada junto con sus amigos de la infancia y no permitió que estúpidas nimiedades como la razón, la lógica, el sentido común, la salud o la economía le impidieran hacer lo que le pedían sus entrañas.
Llegados a este punto, lo que corresponde es aludir al cursi tópico de que Mirza y Pete estarán ahora en el cielo jugando un partidillo con Fernando Martín y Petrovic en un playground de nubes arbitrados por San Pedro. Eso es, aparte de ñoño, una tontería, porque como he comentado antes, Mirza era musulmán. Como mucho podrán coincidir una vez al año en el Heaven’s All Star, ocupando ambos el puesto de escolta en el quinteto titular elegido por las masas de espíritus de sus respectivas Christian Conference y Islamic Conference (Ok, me faltaría aquí la Jewish Conference, pero como todo aficionado sabe, ese equipo ya existe, es la Asociación de Veteranos del Maccabi de Tel-Aviv). Solo por ver ese partido, merecería la pena estar muerto.
13 febrero, 2008 a las 9:37 pm
Me lo he leido enterito y eso que abomino este deporte.
13 febrero, 2008 a las 11:41 pm
No se me había ocurrido la comparación entre Delibasic y Maravich.
No llegué a vivir la época de Delibasic y he visto más cosas de Pete que de Mirza (es lo que tiene la NBA)El bosnio fue elegido el deportista del siglo en su país.
Lo que si recuerdo fue una vomitiva entrevista (cómo no!) del De la Morena a Delibasic que le preguntaba sobre la guerra de los balcanes y que si había matado a alguna persona,etc…si no me falla la memoria Delibasic le respondió afirmativamente
14 febrero, 2008 a las 12:14 am
La NBA celebra este post publicando en portada un vídeo con 10 jugadas históricas de Pistol. Os dejo el enlace:
http://broadband.nba.com/cc/playa.php?content=video&url=http://boss.streamos.com/wmedia/nba/nbacom/history/top10/maravich_rarelyseen_top10.asx&video=&nbasite=nba
Jorgín, Delibasic era Dios. Fiate de mí, que le vi jugar.
14 febrero, 2008 a las 12:35 am
Me he emocionado, especialmente con lo referente al bosnio-musulmán. Bravo! (Ovacionaré con una cucharilla, golpeando una copa de vino levemente, para que tan celestial sonido recupere de las lágrimas al anonado público que, tras la lectura de tan magno y épico relato, simulan su solidaridad y admiración hacia ambos).
14 febrero, 2008 a las 12:37 am
Jason Kidd está a punto de regresar a Dallas a cambio de Harris, Stackhouse y un saco de excrementos en forma de elecciones de draft, dinero en efectivo y los contratos de Ager, Diop y George. Otro equipo más del oeste reforzado. Ya sólo faltan los Spurs.
Dice ESPN que si finalmente se cierra el contrato, Kidd estaría en el Oeste en el All-Star, por lo que perdería su puesto en el quinteto del este. Y quién es el siguiente de la lista? Según ESPN, Calderón.
http://insider.espn.go.com/nba/insider/columns/story?columnist=hollinger_john&page=KiddDeal-080213&action=login&appRedirect=http://insider.espn.go.com/nba/insider/columns/story?columnist=hollinger_john&page=KiddDeal-080213
14 febrero, 2008 a las 5:01 am
Que cosas aprende uno aqui. Viva mundogay. O mejor el basketbalon.
14 febrero, 2008 a las 10:07 am
Estupenda sección para conocer mas nuestro lado femenino.
Aunque he de decir que el articulo de Stockton me dejo tocado.
A mi me molaba el oficinista, pero no sabia que era un tipo tan gris.
Lo que aprende uno del fútbol de canastos, que decían los gomaespuma.
14 febrero, 2008 a las 1:27 pm
Sensacional post. Mi más encendida enhorabuena.
Por comentar algo, la ¿rodillera? que lleva Pete en la tercera foto parece más una pieza de armadura medieval que otra cosa. Nos hemos quedado con ganas de conocer más datos sobre este particular dúo de gemelos?: ¿sufrieron las mismas lesiones? ¿ganaron títulos en los mismos años? etc.
14 febrero, 2008 a las 2:23 pm
Maravilloso post.
Aplausos y más aplausos.
Genial lo de los gemelos.
14 febrero, 2008 a las 2:28 pm
Ya estaís tardando, rediós:
http://comunidad.terra.es/forums/thread/5671779.aspx
14 febrero, 2008 a las 5:26 pm
Brabo, bravísimo! Me encanta esta sección!
Creo que circula por ahí un peliculilla, un tv movie americana de américa, sobre la épocoa de High School de Pistol Pete Maravich! Aunque era pelín empalagosa tenía su encanto…
14 febrero, 2008 a las 6:37 pm
De Maravich yo he visto varias películas. La que comenta Raúl es «Pistol Pete Maravich, memories from the LSU years». Está disponible en el bendito emule, lo mismo que el biopic «Pistol: The Birth of a Legend» y el documental «Pistol Pete: The Life and Times of Pete Maravich».
Por cierto que el traspaso de Kidd a Dallas se ha roto porque un mindundi de nombre Devean George, jugador de los Mavs y ex de los Lakers, ha ejercido una extraña cláusula en su contrato para quebrar el acuerdo. Debe tener antecedentes serbios también, pues sólo unas horas después se ha cascado un 0 de 11 en tiros. Paquete, pero con un par. En definitiva, uno de los nuestros.
14 febrero, 2008 a las 6:55 pm
No sé si Wolfe se atreverá más adelante con un repaso a las películas que se han hecho sobre baloncesto, desde la aceptable Hoosiers o la más o menos divertida Los Blancos no la Saben Meter hasta aquella enloquecida Basket Music, que cualquier merodeador infantil de videoclub de los 80 tiene que conocer.
15 febrero, 2008 a las 12:04 am
Yo no vi jugar a ninguno de los gemelos, pero desde ahora mismo pasan a mis altares.
Siguiendo con el mundogay, ¿el «amigo» de Guti no es Marko Tomas?
Y sobre películas, Teen Wolf(De pelo en pecho), ¿quién no la ha visto…? Hasta yo.
15 febrero, 2008 a las 11:00 am
Joder con Wolfe.
15 febrero, 2008 a las 12:27 pm
@Alfredo:
No puedo hablar de esas películas porque, exceptuando «los blancos…», no las he visto. Cuando era joven e impresionable vi una de Julius Erving y me dejó tan desazonado que juré no volver a ver una de basket.
@guantemano:
Dicen los bloggeros yankies que George acabará por bajarse de la burra. Para bloquear el traspaso se basa en una clausula bastante rara de su contrato que le permite negarse a ser traspasado porque en tal caso, perdería unos derechos económicos que tendría en el caso de renovar por su actual equipo. Evidentemente, si bloquea este traspaso no sólo no va a renovar sino que probablemente lo echen, por lo que tiene todas las de perder.
15 febrero, 2008 a las 3:40 pm
El gran «Pistol Pete»…
De Pete Maravich dijo un entrenador al que luego me encargué de odiar el resto de mi vida, por muy entrenador del «Dream Team» que fuera (yo con ese equipo también hubiera ganado medallas de oro a cholón), el Sr. «nulo-espectaculo» Chuck Daly, que «ha sido uno de los jugadores de la NBA mas sobrevalorados que ha existido». ¿Se puede ser mas capullo?
Me quedo con una declaración que el bueno de Pete dijo una vez acerca de su juego espectacular y de cara a la galeria que promovía (germen indiscutible del Showtime de los 80)…»la gente no paga una entrada para verme hacer un pase de pecho»…
Sublime!!!
15 febrero, 2008 a las 5:32 pm
Para los frikis,frikis de Maravich intentar buscar por la red de redes sus cuatro videos sobre como driblar,pasar,tirar,botar,etc…
Y bueno me supongo que sabreis que Adidas le sacó ua línea deportiva el año pasado,las Adidas Pistol
16 febrero, 2008 a las 12:58 am
De hecho, Maravich es un jugador extremadamente sobrevalorado. Daba mucho espectáculo, tenía grandes fundamentos, todo eso. Pero sólo sabía perder, perder y volver a perder. Ver un partido suyo es ver a un jugador obsesionado con tirar o con hacer malabarismos; sin el menor interés en la defensa, en dominar el ritmo de partido, en imponerse, en el resultado final. Un cruce entre World B Free y Jason Williams.
16 febrero, 2008 a las 2:19 am
@jn:
Respeto tu opinión, y no voy a negar que nunca ganó nada y que en defensa flojeaba, pero compararlo con World B Free… Por el amor de Dios, herejías a estas horas no!
16 febrero, 2008 a las 6:22 pm
¿Y lo genial que es llamarte Lloyd Benjamin Free y cambiártelo legalmente por World para que tu nombre sea un canto a la paz en el mundo?
¿Estamos locos o qué?