.religion:Dróguense, por el amor de Dios*

El señor que aparece a la derecha de la foto, en alegre francachela con el exportero del América de Cali, Julio César Falcioni, no es otro que Fernando Rodríguez Mondragón, hijo y sobrino de dos de los fundadores del Cártel de Cali -Gilberto y Miguel Rodríguez Orejuela «el ajedrecista» y «el maestro», respectivamente-, importante ONG especializada en la distribución internacional de ayuda humanitaria a gran escala y cuyo objetivo es el de hacer más llevadera a la juventud occidental el malestar en el capitalismo a través de la evasión mediante ingesta por vía nasal, intravenosa o alveolar de productos tradicionales andinos tratados químicamente. Una ONG a la que, puede que sin saberlo, el 90% de los lectores (y el 100% de los redactores) de la RBBE habrán recurrido en alguna ocasión. Gracias a los donativos que del mundo entero llenaron a rebosar las arcas del Cártel, Fernando y sus primos, a diferencia de los poco cultos pero muy abnegados trabajadores de la primera generación de los Rodríguez Orejuela, pudieron gozar de la educación privada en las mejores escuelas useñas y también de los mejores muslos de la alta sociedad yanqui, pero la cabra tira al monte -que hay que ser burro, más que cabra- y todos ellos se empeñaron en echar una mano en el negocio familiar, unos con más suerte que otros. Concretamente, todos con menos suerte que nuestro Fernando, que ha visto como mientras él se libraba en pocos años de la cárcel, su padre, su tío y sus primos cumplen todavía condena, y lo que les queda, en cárceles de los Estados Unidos, los pobres. Y una vez fuera, el bueno de Fernando descubrió su vena artística, literaria más concretamente, y se decidió a vomitar negro sobre blanco la desazón e inquietud que atormentaban su ser. Vamos, que se lió la manta a la cabeza y publicó, a mediados de 2007, un volumen que rápidamente se convirtió en bestseller en las Comunidades Autónomas de Ultramar de Méjico, Colombia y Argentina, bajo el título de «El hijo del ajedrecista», que si hubiera sido publicado aquí sería pasto diario de Aquí Hay Tomate o, peor todavía, inspiración para un reportaje de investigación de El Mundo TV, por la cantidad de revelaciones más o menos contrastadas que contiene respecto la relación entre el mundo del hampa y la droga, las putas y los famosos de la farándula, la política y el deporte. Y ahí queríamos llegar nosotros, a lo del deporte.

Cliqueen en «seguir leyendo» y sorpréndanse con qué conocido nombre del deporte está relacionado el mayor cártel de la droga que el mundo ha conocido.

No soy deportista, pero también soy un asalariado de la droga

Pero antes de hablarles de Maradona, que de quién íbamos a hablarles si no, dejen que nos entretengamos un ratín en la biografía de los Rodríguez Orejuela. Gilberto, padre de Fernando, era llamado «el ajedrecista», dicen, por su afición al ajedrez. Pero por afición, la suya con el fútbol: después de limpiar su maltrecha imagen pública manteniendo diferentes empresas de fachada legal y pulcritud moral, accedió en los 70 a la Corporación Deportiva América, más conocida como América de Cali, el equipo de su vida y que, hasta entonces, era un equipo del montón en Colombia. Colocó a su hermano Miguel, «el maestro», de testaferro, y a través de él y con el dinero del Cártel armaron un buen equipo que llegaba hasta donde llegaba, y hasta donde no llegase ya llegarían sus drogodólares, que para eso estaban: la duda que planea habitualmente sobre los sorteos deportivos y la temperatura de las bolas es despejada en «El hijo del ajedrecista», que relata como la bola del América se guardaba un día entero en el congelador, hay que ser previsores, para evitar errores y emparejamientos incómodos en los playoffs finales de Liga. Apunte estadístico: todas las ligas ganadas por el América, repito, todas, sin haber bajado jamás de categoría, se concentran entre 1979 y 2002, años en los que los Rodríguez ejercieron de mecenas y que acabaron abruptamente con la extradición, en 2002, de Gilberto a los Estados Unidos, hecho que sumió a medio mundo en una depresión por crisi de abstinencia y al América, en quiebra económica.

Tren Valencia: de trabajar para los Rodríguez Orejuela a trabajar para los Gil y Gil

Pero una familia que es capaz de abastecer de farlopa al mundo entero no iban a contentarse con ganar algunas Ligas de la Comunidad Autónoma de Colombia, de manera que preparon el asalto a la Copa Libertadores, sin reparar en gastos y fichando a jugadores internacionales, preferentemente argentinos -entre ellos, el arquero Falcioni que encabeza este artículo ataviado con un gorro de verbena o Ricardo «el tigre» Gareca-, que además de ser fichados para jugar, lo eran para que trajeran de la Argentina los productos dopantes necesarios para preparar los brebajes que, en botes azules, debía tomar antes de los partidos el equipo titular (para el cuerpo técnico y los suplentes, los botes eran rojos). Los controles antidopaje o bien no se pasaban o bien se manipulaban. Pero no hubieran hecho falta muchas pruebas: se cuenta en «El hijo del ajedrecista» que en una ocasión el entrenador Ochoa Uribe confundió el color de su bote y estuvo tres días sin dormir. Todo ello -formar una buena plantilla, sobornar lo sobornable y controlar la dieta de los jugadores- no fue suficiente para lograr el objetivo: el América de Cali -con la Confederación Sudamericana abiertamente enfrentada al equipo del Cártel- cayó en tres finales de la Libertadores consecutivas, arrancando las lágrimas en público del modélico empresario Gilberto.

Míster, prepáreme un par de filetes que me empiezan a temblar las piernas

Sin embargo, la estrategia deportiva de mayor calado internacional de los Rodríguez Orejuela tuvo lugar a finales de los 70, al intervenir también en el seleccionado de Colombia, donde tenían a varios asalariados afectos al Cártel que les permitían, según Fernando, sugerir -qué bonito eufemismo, no quiero ni imaginarme a un capo de la droga sugiriéndome que le coma el cimbrel- qué jugadores, qué técnico e incluso qué médico debían acudir al seleccionado. Pero como los Rodríguez Orejuela son colombianos pero no idiotas, vieron que la repercusión que obtuvieran con Colombia sería limitada, apostaron a caballo ganador: la Argentina, váyanse ustedes a saber porqué, obtuvo el favor del Cártel en detrimento del Brasil. Fue en 1978, en el Mundial celebrado bajo el auspicio de la Junta Militar en la propia Argentina, pero que pasará a la historia por ser el Mundial que Maradona no pudo jugar porque Menotti no se atrevió. En la ronda previa a la final, la Argentina enfrentaba a la selección autonómica peruana, y necesitaba una victoria por una amplia diferencia de goles para acceder a la final contra la Holanda que hubiera sido de Cruyff de no ser Cruyff tan demócrata. La cosa no tiene mucho misterio: Miguel contactó con un representante peruano para que se dejaran perder, soborno mediante. Y perdieron: 0 a 6 y Argentina avanzaba hacia una final que iban a ganar.

Diego, vamos a repartírnoslo: del Cártel sho me quedo con la plata y vos con la droga 

Y llegamos al final del camino, la Roma de todos los caminos que cruzan droga y fútbol: Diego Armando Maradona. El América de Cali lo quiso a inicios de la década de los 80, cuando Dios ya era tal pero su iglesia no era todavía universal, ya que sólo habían podido gozar de su talento fuera de la Comunidad Argentina en el Mundial Juvenil del Japón. En su empeño por ganar la Libertadores, los Rodríguez tentaron a Diego con 3 millones de dólares para media temporada. Cóppola, su agente por aquel entonces, declinó la oferta: el Barcelona ofrecía 8 millones de dólares por temporada. Y aquí podemos hacer un poco de historia ficción: ¿qué hubiera pasado si el Diego hubiera cogido el dinero de la droga y no la droga a secas, tal y como hizo en compañía de Julio Alberto en las playas de Sitges? Nunca lo sabremos, pero el Diego, que de tonto tampoco tiene nada, mantuvo una amistad con los chicos del Cártel, revela Fernando. El que sí aceptó -a falta de pan buenas son tortas- los drogodólares fue Bilardo, y lo hizo por partida doble, entrenando, primero, al América y, después, al combinado colombiano.

Es por todo esto que la RBBE conmina a su pueblo al consumo -moderado y bajo vuestra exclusiva responsabilidad, que no venga luego una madre de la mano de un policía quejándose que aquí les echamos dronja en el colacao a sus tiernos infantes, no señora, no- de drogas alcaloides. Porque la droga es buena para el deporte. Porque con el consumo de droga fomentamos la extensión de la estirpe de Dios allende los mares, a la espera del advenimiento -vía youtube- de un nuevo Mesías a sueldo de algún capo local. Porque la droga perjudica al Brasil. Porque con el consumo de droga estrechamos la brecha entre las comarcas peninsulares y las de ultramar, en un ejercicio práctico de solidaridad interterritorial. Porque la droga permite a los equipos pequeños, verbigracia América de Cali, poder soñar, y qué si no es la esencia del fútbol. Porque tomar droga es infinitamente más digno que financiar un club a través de alicatar compulsivamente el baño con azulejos castellonenses o haciendo la vista gorda ante los trapicheos de las administraciones públicas en las adjudicaciones de las grandes obras de ingeniería civil. Tomen droga, por el amor de Dios.



17 Comentarios en “.religion:Dróguense, por el amor de Dios*

  1. gregg Dijo:

    casi todos estos deportistas durante 80-90 se dopaban porque no habian controles estrictos . es una lastima que uno de los mejores equipos del pais halla caido en manos de narcos

  2. Pseudonimo Dijo:

    Muy bueno el artículo. Sólo una precisión un tanto tiquismiquis: no era la Holanda de Cruyff, que no fue a ese mundial por estar Argentina bajo una dictadura.
    Saludos,

  3. alvarez Dijo:

    Cruyff no fue porque le dijo su mujer que «quería pasar el verano con él».

  4. Suick Dijo:

    Otra precisión. El agente de Maradona en aquella época debía de ser el ínclito Jorge Cysterpiller, maestro en el arte del buen vivir a costa de otros.

  5. miguelcrockett Dijo:

    «El ajedrecista» y «el maestro». Los Soprano+el fútbol. La dronja. El chapulín colorado.Para llegar a la perfección, a este artículo sólo le faltan las fotos del artículo de Zambrotta…

  6. R.B.B.E. Dijo:

    Lo de Cruyff ya está cambiado, disculpen el desliz. Lo de Cóppola no, porque fue Cóppola.

  7. Gatinho Dijo:

    ¡Ahora cuadra todo! A mí me había contado una argentina -Bárbara, no podía tener otro nombre- que Carlos Villagrán, ‘Quico’, se había radicado en Argentina tras su periplo venezolano haciendo de ‘Federrico’, y que en los noventa, una vez vuelto Dios a casa, eran compañeros de correrías. Ahora sabemos porqué, ¡ya se conocían de fiestas más antiguas!

  8. El Género Majculino da Ajco Dijo:

    Gran artículo, entrelazando dos de los pilares de nuestras vidas. Quizás para que fuera perfecto nos hubiera hecho falta algún documento gráfico al estilo de los que ilustran las últimas entradas.

    La Bitácora vuelve al pedestal del que nunca debió de bajar.

  9. R.B.B.E. Dijo:

    ¿Tan bajo habíamos caído? Hum, puede que sólo estuviéramos cogiendo impulso, démonos el beneficio de la duda…

  10. miguelcrockett Dijo:

    Por cierto, que al poner la foto del Tren Valencia me viene a la mente cual magdalena proustiana esas palabras, qué digo palabras, esos versos cargados de lirismo de dudosa constitucionalidad que Jesús Gil Q.E.P.D le dedicó: «Al negro le corto la cabeza. Que se vaya a Colombia a ver si le matan de verdad»

  11. tartamundos trotamudo Dijo:

    Estupendo reportaje. Estupendo reportaje-río. Estupendo reportaje-río de investigación.

    Y, a modo de ortopis, no quisiera dejar pasar la oportunidad de alinearme junto con el Calgari, después de leer esta noticia:
    «El Cagliari rescinde el contrato a un jugador por ir contra la mafia italiana»
    http://www.marca.com/edicion/marca/futbol/internacional/es/desarrollo/1065762.html

    Si dejamos de respetar lo más sagrado, no sé dónde vamos a ir a parar.

  12. pajoli Dijo:

    solo puedo decir tres palabras a los ultimos tres reportajes
    vrabo.
    kaka, maradona y las tetas unidos por internet, que grande es la globalitation

  13. pajoli Dijo:

    por cierto, las otras dos palabras son «ou yeah»

  14. El pelao Dijo:

    A ver quien m puede explicar la degeneración a la que hemos llegado en el furbol para que se propongan medidas tan Histerosexuales como esta:

    http://www.as.com/futbol/articulo/futbol-futbol-espanol-ve-bien/dasopi/20071206dasdaiftb_51/Tes

    Si el procer patriae D. Juan Gómez Gonzalez aka Juanito levantara levantara la cabeza…

  15. Javier Dijo:

    Totalmente de acuerdo con El Pelao, si en Italia se dan la mano, estoy seguro que en el primer partido que lo hiciera el Madrid, Guti le daría dos besos a todos los contrarios, y su legión de imitadores, hay uno por lo menos en cada equipo, le seguiría la corriente. Yo abandonaría el fútbol para siempre.

  16. Montecristo Dijo:

    Vaya, veo que el Fútbol moderno se encamina a tener no uno (como hasta ahora) sino dos momentos imbéciles: el saludo ANTES y el saludo DESPUÉS.

    Esto me hace mucha gracia: soy un central, le he roto la rodilla al 3, le he partido la nariz al 9, le he escupido en la cara cuando no me veían las cámaras al 10 y he amenazado de muerte a las hijas del 7. Eso sí, después del partido, a darse la mano y tomar un pica-pica. ¿Pero qué mundo de maricones es este?

    Y encima en el AS están de acuerdo… pues que empiecen dando la mano a sus amigos: Tebas, Villar, Jaume Roures, García y Clemente. Que aquí a Dios rogando y con el mazo dando…

  17. Cococho Dijo:

    Bilardo entrenó fue al Deprotivo Cali!