Es una putada. Es una putada que unos estudiantes de la Universidad de Barcelona, impedidos de usar el nombre de la ciudad, capitalizado ya por un grupo de extranjeros aficionados al football, funden un club con el nombre de Español sin ser capaces de anticipar cien años en qué charca maloliente se iba a convertir el oasis político catalán. Y que gracias a las amistades de uno de estos estudiantes consigas el título de Real de manos de Alfonso XIII, que iba a dar apoyo a una escasamente celebrada Dictadura allá por los años 20. Es una putada que el primer torneo serio que guardes en tus vitrinas sea la Copa española de 1929, justo el año en que se disputa la primera competición en formato de Liga y que se adjudica tu vecino ciudadano, situación que se repetirá varias veces –la de que el vecino gane algo las escasas veces que tú ganas- y que, pasados los años, se agravará hasta el punto que ni tan siquiera sea necesario que el vecino gane nada para que cualquier cosa que le ataña tenga más repercusión mediática que tu victoria. Porque es una putada, no me negarán, que los medios no te hagan caso: ni los catalanes por español, ni los españoles por catalán. Es una putada que en España se imponga por los santos cojones de un señor bajito de voz aflautada –y de varios millones de personas más- una dictadura militar y al club del otro lado de la Diagonal le maten de manera inmisericorde a su presidente: ni mil encarcelados por el caso Matesa, como el “modélico empresario” Vilà Reyes , pueden neutralizar el valor de un presidente mártir, por más que hayas recibido hostias de libertarios, nacionalistas y fascistas, todos a la vez, y hayas sido tan intervenido por el aparato del estado como cualquiera. Y qué me dicen de que de entre los centenares de miles de inmigrantes que llegaban con las famosas maletas de cartón en los no menos famosos trenes polvorosos la mayoría que silenciosamente pretendía integrarse lo hiciera abrazando con pasión los colores azulgranas (como bien recogieron los eminentes sociólogos de La Trinca) mientras que los blanquiazules quedaban la mayor de la veces para que se solazaran sin demasiado convencimiento los que venían ya convencidos de casa de que el Barça era el mismísimo diablo y que llegaban a Catalunya con cara de asco empujados por la servidumbre de comer caliente varias veces al día. No menos putada que mientras que el otro club de la ciudad era liderado durante décadas ya democráticas por empresarios de claro pasado –y presente- fascista, que no tenían empacho en ceder las instalaciones de su club para misas del Papa, campañas de AP o actos del Opus, el tuyo lo encabece el único presidente no vasco reconocidamente nacionalista y que se vea forzado a compartir alquiler con actividades tan subversivas como la Festa del Súpers o los partidos de los Dragons. Pero los hechos son tozudos y poco importa que tu máximo accionista, al margen de sus afinidades ideológicas, financie y mantenga varios medios de comunicación de carácter marcadamente catalanista o empresas con razón social sita en el Cap i Casal, ya que todo languidece ante el hoy presidente rival por el mero hecho de que este lleve Els Segadors en el móvil, sin prestar luego demasiada atención –o, peor, perdonándoselo- a los flirteos justificados de mala manera con la extrema derecha españolista por vía de la familia política. Y, tirando del hilo de la ultraderecha, tiene que putear sobremanera que en el único tema en el que acaparas infinitamente más atención mediática que tu vecino sea en el de los Ultras, ya que a pesar de contar ciertamente con varias decenas de fascistas recalcitrantes entre tu hinchada conocidos como Brigadas Blanquiazules, no sólo son inferiores en número a los que habitualmente albergaba el fondo del Camp Nou, sino que incluso cuentan los primeros en su haber con una víctima mortal a manos de los segundos. Que ya es putada que siendo -por oposición a tu vecino, cuya magnitud le convertiría en pocos años en el club del país- el auténtico club de la ciudad de Barcelona y de las familias que la señoreaban, te veas endeudado por la mala gestión de tus propias directivas y forzado a venderte tu histórico estadio en la zona noble de la ciudad para acabar convertido en el club deportivo de mayor nivel de Cornellà y buscando nicho de mercado en el ordinario cinturón industrial. Y hablando de Cornellà y de nichos, hay que ser muy masoca o muy perico para desear que los culés te sigan pisoteando de por vida o que un trasunto de Leandro enfundado en la zamarra azulgrana miccione en tu morada eterna.
La putada de ser del Español pues, es que exista el Barça (aunque esta centenaria existencia incómoda depare la posibilidad de protagonizar momentos inolvidables como éste). Delenda est Barça, entonces. Pero como desde la RBBE no podemos acceder a –ni tan siquiera colaborar con- tan elevados propósitos, lo que sí vamos a hacer es darle un soplo de aire fresco en la nuca de este histórico club para librarle de varios quilos de caspa gran reserva y, de la mano de un culé hard line, estampar siguiendo el dogma de la Ilustración Masculina recién teorizada los comentarios que nuestro lector Montecristo ha hecho del desempeño de las hordas pericas en el curso –sí, no se rían- 2006-2007. Porque el Español también es un club de Barcelona, moderno, cosmopolita, democrático, rico, culto, encantador y suertudo con las mujeres. Un club catalán, qué cojones, y como tal merece ser tocado por el meñique divino del diseño, y no se quejen, que peor hubiera sido que lo ilustrara Mariscal.

Porteros

KAMENI (6 sobre 10): Extrañísimo portero, paradigma del típico portero africano ágil pero autista. Alterna paradas memorables con acciones propias de 2ªB, especialmente las salidas por alto. Muy querido por la afición española en general, que le dedica hermosos cánticos monosilábicos e incluso le obsequia con presentes alimenticios, plátanos de Canarias fundamentalmente. Como no, también es un niño mimado de la grada perica, temerosa de que por silbarle Cornellà-El Prat vaya a empezar con cuatro partidos a puerta cerrada, que últimamente la UEFA se ha puesto muy burra… Si fuese de Cuenca, estaría en el Poli Ejido.

GORKA (8 sobre 10): No para las que para Kameni, pero no le meten las que le meten a Kameni. Esta hermosa frase que se puede escuchar en cualquier asiento, lavabo o reyerta de Montjuic define a la perfección a este portero. Sobrio, seguro por alto, correcto en el uno contra uno… vamos, el portero que toda ETA desearía tener, como así ha acabado siendo gracias a la misma intelligentsia perica que dejó escapar a Maxi Rodríguez por 3,5 M€. Sólo fue titular en UEFA, acaparando el 95% de los buenos momentos de la temporada. Yo habría vendido al otro, que encima de negro es extracomunitario.

Defensas

DAVID GARCÍA (4 sobre 10): Lateral izquierdo del que la prensa afín dice que se ha merendado a todo aquél que en los últimos años ha venido de fuera a quitarle el puesto. Preciosa pero innecesaria argumentación xenófoba en favor de un jugador capaz de hacerse con un puesto ante ases como Delio Toledo, Didier Domi o Ricardo Cavas. Como demostró en la jugada del 1-0 sevillista en Glasgow, su mayor aportación técnica al Universo Fútbol es el conocido como tackle-au-vent, treta defensiva consistente en intentar frenar al contrario mediante una entrada a ras de césped no al jugador, ni a la pelota, sino a una entidad etérea, una y trina que sólo él puede percibir. Por su especial sinergia con lo supraterrenal en otro siglo habría sido considerado profeta de algún tipo extraño de superstición monoteísta, pero en el cruel y ateo S.XXI lo dejamos en que es un paquete que no sirve para nada.

CHICA (7,5 sobre 10): Una de las mejores apariciones de la temporada. Joven lateral de ambas bandas, rápido, bueno en el corte, luchador y de técnica aceptable. Su único problema es que carece de la más elemental noción de colocación defensiva sobre un terreno de juego, correteando por lo general en una región situada unos 10 metros por delante (o por detrás, que el chico es muy polivalente) de la línea defensiva, ante el gozo y deleite del extremo de turno. Pero al fin y al cabo se trata de un lateral de nacionalidad española, así que piénsenlo: ¿qué más se puede pedir? Internacional fijo para el Rumble-In-The-Jungle del 2010.

VELASCO (3 sobre 10): Lateral derecho suplente todo el Campeonato. Ni la sombra de lo poco que llegó a ser. Si ser lateral derecho ya de por sí es una condena al ostracismo más absoluto en el equipo, en la empresa y en la sociedad, imagínense si encima uno está más retirado que en activo…

ZABALETA (8,5 sobre 10): Sorprende que este jugador siga en el Espanyol para el presente curso. Interior reconvertido a lateral diestro, duro, agresivo y de gran colocación. Titular indiscutible durante toda la campaña e internacional fijo en ciernes. Teniendo en cuenta la habilidad negociadora del club en el que milita, por unos tres o cuatro millones de euros igual lo sueltan, cuando por laterales infumables se están pagando 10 o 12 por ahí… Esta temporada ya ha sido oficialmente aceptado como macarra del vestuario, al ser uno de los ideólogos y organizadores de la fiesta de bienvenida a Jónatas tras su espantá a Brasil, con violación a la rwandesa con botella rota de cristal incluida.

LACRUZ (5 sobre 10): Es un jugador justísimo para Primera División, pero hay que reconocer que no hay nada que haga especialmente mal. Ni especialmente bien, dicho sea. Fue dando tumbos entre el banquillo, la posición de central y la de lateral diestro, sin llamar mucho la atención. Es tal la indiferencia que su figura despierta, que si alguien de ustedes sale al campo con su camiseta, probablemente ni prensa, ni aficionados ni compañeros notarían la diferencia. Es más, ni el propio Lacruz se daría cuenta.

JARQUE (7,5 sobre 10): Central de aspecto mesiánico surgido de la cantera, las tazas y gorritos con su rostro triunfan entre el sector burgués-acomplejado de la afición perica. Ya titular indiscutible debido a sus buenas dotes generales para el trabajo defensivo y el liderazgo. Aprendió lo bueno de Pocchettino, que era el temple y el saber mandar, ignorando lo nocivo del legendario central de ultramar: la facilidad para la siembra y posterior cosecha de enemigos en el vestuario y la tendencia a la obesidad mórbida. Es el central que todos, de ser delanteros, desearíamos tener delante: majo, aseado, educado y reacio a pasar la guadaña.

TORREJÓN (7 sobre 10): Primera campaña como titular de otro central canterano. Alto, fuerte pero noble (es decir, maricón), empezó despistado la temporada pero poco a poco fue aprendiendo y al final hasta parece un jugador de fútbol y todo… Su novia es jugadora de fútbol, lo que demuestra que estamos ante el típico catalán gilipollas que pudiendo salir con una modelo, actriz o cualquier otro tipo de profesional del sexo, decide emparejarse con alguien por amor, como hacemos los pobres. De haber un presidente con cara y ojos, se prohibirían este tipo de extrañas relaciones entre equipos de los dos sexos, pues causan confusión en los niños: si usted es un padre responsable y toda la vida le ha explicado a su hijo que todas las mujeres que juegan a fútbol son lesbianas, ¿cómo le explicará ahora lo de Torrejón? Terrible, decadente y desconcertante.

PEIXOTO (s.c.): Presunto jugador de fútbol que, por una lesión, no disputó ni un minuto oficial durante la temporada.

SERRÁN (s.c.): Sólo dos partidos jugó este joven central canterano. Merece mención aparte pues protagonizó ante las cámaras de Polanco uno de los más bellos y emotivos momentos de la temporada: antes de su debut en el Sardinero fue sometido a intimidación por parte de ese maltratador doméstico que muchos querríamos como mejor amigo y que responde al ridículo nombre de Pedro Munitis, sesión que, interrumpida por la plana mayor blanquiazul, a punto estuvo de acabar en la primera tángana de la historia de la Liga que comienza ANTES de un partido. Desde «El Castañazo» no se veía nada igual.

SERGIO SÁNCHEZ (s.c.): Jugó toda la temporada cedido en el Castilla, equipo que tenía una opción de compra de unos 2 millones de euros que durante toda la campaña la prensa progretarra aseguró que iban a pagar en Chamartín. Naturalmente, como en Concha Espina tras el adiós a las armas de Fernando Ruiz ya no quedan subnormales, aquí lo tenemos de vuelta.

Centrocampistas

EDUARDO COSTA (3 sobre 10): Son numerosos los casos de jóvenes que, tras alcanzar la mayoría de edad, se encuentran ante una encrucijada en la que deben escoger entre la noble profesión de futbolista o la no menos elegante profesión de delincuente común. Sin ambigüedades. O darle patadas a una pelotita o apalizar de noche ciudadanos del Merseyside en el barrio más viejo y popular de tu ciudad, llámese Ipanema o Barri Gòtic, para hacerse con un botín de 15 euros y una caja de condones vacíos. Este brasileño comprado hace dos años por más dinero que el recibido por Maxi Rodríguez (ven como hay que caparlos, lo ven) se ha dedicado a acumular sanciones extradeportivas, expedientes disciplinarios y actuaciones lamentables. Jugará este año cedido en el Gremio de Porto Alegre.

MOISÉS (7,5 sobre 10): Ya fijo en el puesto de violaorganizadores, excelente en el quite y con la técnica suficiente para pasársela al calvo sin muchas dificultades. Su paso como cedido por el Éibar hace algunas temporadas le dejó secuelas ya absolutamente irreversibles: esa tarjeta roja recibida en Glasgow cuando, con una amarilla ya en el casillero, se lanzó a por una pléyade de sevillistas al grito de «a mí el pelotón que los arrollo», resultó tan ETA que uno, en vez de en Hampden Park, por momentos se sintió en el Lasesarre de Barakaldo, en el descanso de un empate a cero ante la Real Unión leyendo la antología poética del Dios Sabino. La grada lloró, pero no por la expulsión que dejaba al equipo con diez y quebraba las posibilidades de victoria, sino por la emoción de haber sido testigos de una quimera antropológica hecha realidad: Sabadell y lo más profundo de las Vascongadas fundidos en un mismo ser, de forma inseparable e indistinguible. Qué bello!!!.

ÁNGEL Y JULIÁN (6 sobre 10): Siete partidos para cada uno. Los meto juntos porque no veo forma alguna de separarlos: los dos son canteranos, mediocentros, limpios, guapos y depilados. Ángel es más repartidor de hostias mientras que Julián tiene más clase, lo que le ha valido una gloriosa cesión al Sevilla Atlético. En el grupo III de Segunda B ya los esperan con entusiasmo.

ITO (4 sobre 10): Ex-jugador de fútbol al que el club ofreció un añito de contrato a cambio de que llevase los conos y las porterías durante los entrenamientos sin mucho protestar. Lopera en su día blanqueó dinero pagando 2.000 millones de pesetas por él. Y pensar lo que llegaron a tocar los cojones a Don Gregorio Jesús Gil y Gil, q.e.p.d., por haber fichado a unos negrillos de la obra por 800 millones la cabeza…

FREDSON (s.c.): N.A.F. que tras varias campañas luciendo titularidad con asiduidad, escogió el bando equivocado en la Guerra Civil y fue deportado a Brasil, donde la mafia gramanetese pagó 30 $ y un bote de pegamento a un defensor para que le partiese la pierna en dos. Sin noticias suyas.

JÓNATAS (5 sobre 10): En el PC Fútbol que todo aficionado de verdad tiene por cerebro Jónatas tiene un rol muy fijo. Es el claro sucesor del calvo cuando dentro de dos o tres años el ataque blanquiazul recuerde al NY Cosmos. El chico lo tiene todo: visión de juego, técnica, pase en corto y en largo, buen tiro lejano y un trote amariconado que encanta a la comunidad gay barcelonesa (es decir, más de dos millones de personas). Por ese motivo lo ficharon. Lo que no supieron detectar a tiempo es que el chico es tan retrasado mental que parece fruto de una orgía endogámica masiva. Así tiene al clan, que se cabrea cuando el chico sin permiso del club se va un par de semanillas a Río, o cuando llega tarde al inicio de pretemporada, o cuando llega tarde a entrenar, o cuando falla penaltis decisivos en finales europeas. Este año parece que jugará con menos presión, pues ya no parece que lo vayan a volver a atar a un banco del vestuario para que, uno a uno, los niños de la cantera le suelten una patada en los cojones. Este honor recaerá, por lo visto en lo que llevamos de ejercicio, en Smiljanic.

RIERA (8 sobre 10): De lo mejor de esta temporada, es un Me Lo Merezco como los que ya no quedan: pegado a la cal se pasa los 55 minutos que le duran las fuerzas regateando y colgando balones que da gusto verle. Quizás por sus aptitudes físicas diese más rendimiento en el Femenino A, pero hasta que no caigan las absurdas barreras sexistas que impiden que hombres y mujeres nos duchemos juntos tras jugar a fútbol, el espanyolismo deberá acostumbrarse a jugar todos los partidos con 10 la última media hora, o con un cambio disponible menos. Igual que Tamudo, Luís García y De La Peña, se inventó en verano una delirante oferta (13 millones decía que ofrecía por él el Ajax, ese club comprador). La directiva perica demostrando su mano de hierro le aumentó la ficha, claro. Como a los otros.

MOHA (5,5 sobre 10): Moro y suplente de Osasuna. Sólo por estos dos motivos debería ser un ilegal, pero guiado por la fiebre de civisme y tolerància que invade la vida civil catalana, el Espanyol, en un típicamente ibérico acto de generosidad con aquellos justamente considerados como inferiores por la sociedad, le dio la oportunidad de estampar su firma, perdón, su X en un contrato profesional. Pero, como de costumbre, la cruda realidad triunfó sobre la ingenuidad y el botijo sarraceno demostró que lo mejor para todos es que cuanto antes abandone el fútbol y se dedique a lo que su sangre acostumbra: al robo y violación de agradecidas inglesas borrachas en las cercanías de la Playa de la Barceloneta.

DE LA PEÑA (7,5 sobre 10): El divino calvo prosigue su paulatino declinar desde que en su día fuese nombrado junto a El Que Nunca Hace Nada mayor promesa del fútbol nacional e incluso de parte del extranjero. Todos le conocemos ya: 1 buen pase por cada 10 balones perdidos, ergo ídolo de la generación YouTube. En el Espanyol ha encontrado su hábitat ideal, un club sin exigencia necesitado de nombres, por muy impostados que éstos resulten. Esta temporada jugó algunos partidos extraordinarios, en los que incluso sus pases iban a parar a jugadores de su propio equipo y todo. El problema es que estos partidos ya son sólo uno de cada cuatro. Pese a todo, sigue negociando renovaciones de contrato chulito como siempre, aunque sin llegar a los extremos del 2003, cuando hizo uno de los mayores ridículos del verano, al rechazar en Julio la oferta inicial del Espanyol, que consideró «inaceptable», para acabar renovando con el rabo entre las piernas en la última semana de Agosto por poco más de la mitad, al no haber encontrado ningún equipo dispuesto a ficharle que no estuviese situado en una zona nuclearmente descontaminada.

Delanteros

CORO (6 sobre 10): Un espécimen curioso. ¿Recuerdan a Alfredo Santaelena, aquél tosco centrocampista de At.Madrid y Deportivo que, final que jugaba, final en la que marcaba? Pues es un caso parecido: mediapunta blandito e indolente sin ninguna cualidad destacable, pero con la extraña habilidad de estar ahí en los momentos más angustiosos, el muy cabrón. Lo de la Real Sociedad de hace un año y pico le otorgó un contrato vitalicio con el club, consideración que me atrevería a decir no tiene ni el mismísimo Niño de Santa Coloma. Esta temporada brilló en la ida de las semis de la Güefa, contra el Werder Bremen. ¿Antes y después? Poco más aparte de empujar a la red (no siempre) algunas pelotas que pasaban por allí.

PANDIANI (8 sobre 10): Un caso curioso el de este delincuente uruguayo: al finalizar la temporada 2005-06 su estado físico era tan penoso que su mera salida al campo causaba hilaridad entre la afición perica, que lo trataba con el cariño que los buenos corazones reservan a los participantes en competiciones como los Special Olympics o la Copa Generalitat. Pero, en una de esas historias enternecedoras que demuestran que todavía hay tiempo para que entre todos construyamos un mundo mejor, la temporada pasada dejó el alcohol, las drogas y las putas y se reinsertó a la vida civil con todas las de la Ley: convertido en todo un 9 de área, capaz de cabecear con peligro cualquier balón por alto, apretar con el puño cerrado los cojones de los centrales de turno e incluso hacer un hat-trick en la cancha del MEMYUC, en el amaño más bien elaborado y menos denunciado de la historia de la Liga Española. Además, un tío que va a entrenar en camión y que en su día llamó borrachos a los jugadores del Iru-Depor, debe ser considerado un gran español. Selección ya!!!

LUIS GARCÍA (7 sobre 10): Todos los veranos el Valencia está a punto de llevárselo por 12 millones de euros, pero como Quique es gitano, sí, pero no gilipollas, la cosa no cuaja. Un buen delantero o mediapunta, con velocidad y una cierta facilidad para el gol, pero NO un jugador de Champions League, oiga, ni por calidad ni por regularidad. Apadrinado por el clan gramanetese, su sociedad con Tamudo ha dado buenos frutos tanto dentro del campo como en el vestuario, donde son muy queridos por todos sus compañeros, especialmente Jónatas. Pero, en fin, a la afición en realidad las riñas entre multimillonarios tampoco es que le importe mucho: es de los más queridos en Monlluic. Como lo sería un delantero de madera clavado en el punto de penalti que, de rebote, hiciese unos cuantos goles por año, dicho sea.

TAMUDO (7,5 sobre 10): Lleva varias campañas físicamente con la reserva, sin moverse durante los últimos 30 minutos de cada partido, pero como buen quillo de barriada sabe dónde, cuándo y cómo agradar. Tiene mucha influencia en el vestuario, y como ocurre siempre que el poder recae en manos de analfabetos, la emplea de forma policial. Soldevilla (actualmente jugando y felando a cambio de farlopa, cama y compañía por Europa del Este y Grecia), Maxi, Fredson, Ibarra o Álex Fernández han sido algunas de las víctimas del dedo cegador del ciudadano más importante de la historia de Santa Coloma de Gramanet. Pero seamos justos: a su favor cuenta su impagable rendimiento deportivo de los últimos años, cada vez más espaciado. Ya se pueden ustedes imaginar cuál fue su momento de la temporada: el shock que para el espanyolismo supuso el 2-2 en el Nou Camp, con su golaso en el último minuto, puñetazo del pobre campesino al mentón del clérigo saqueador, con esa posterior sensación sorda, ayurvédica, tímida pero intensa, de lo prohibido hecho carne. Pura Santidad emanada de una agresión. 

Este artículo fue publicado el jueves, 22 noviembre 2007 a las 5:36 pm en la categoría de Reportajes.