Señores, hay que empezar a pagar euros contantes y sonantes por leer RBBE: Chupinazo de Casquero,  gol de cabeza para atrás y gol ocasionado por un meteorito que venía de Alpha Centauri, rebota en Zambrotta y patapum. El cuarto gol ya fue frivolidad. Dejar al Barça sin opciones. Hacerle deambular por el campo entrando poco a poco, suavemente, en contacto con la cruda y dolorosa realidad: a-la-puta-calle. Vaya Yoyalodije nos hemos marcado. Y las consencuencias de esta derrota pueden ser sonadas. Temblor de piernas en liga contra el máximo rival en un contexto de putrefacción general, que el Barcelona B está a punto de bajar a Tercera, lo que supondría la desaparición del C, que se dice pronto. Di que para sacar a Olegarios casi mejor que cierren el chiringo y tomen por cantera el reformatorio Centro Educativo de Varones Etapa II Finca San Antonio, San José de Pinula, Asunción (Guatemala) El caso es que hoy he tenido una visión. Con el cuarto gol me he pasado la convalecencia por los huevos y me he bajado al bar a tomarme una cocacola y ver esos diez minutos que quedaban a ver si guardaba unas pocas imágenes en la memoria para el resto de mi vida. Pero lo que me ha sorprendido no ha sido el final del partido, sino la gente del bar. Qué gritos. Qué ira. Qué rabia. Qué ganas hay de ver al Barça comerse la mierda. La visión ha sido la metáfora que lleva camino de ser esta temporada para los azulgrana: mimar, amar y engordar a una vaca cantándole Cat Stevens al oído para que, cuando más dichosa y obesa sea, echarla con catapulta a un lago infestado de pirañas. Eso me han parecido mis vecinos, tercio en mano. También puede que esto sea así siempre y que me haya percatado por estar sobrio como una pera por una vez en la vida, pero, joder, creo que nunca jamás había visto tanta encía junta.

Jodó, jodó, jodó. La que se le viene al Barça encima. El cachondeo de las salidas nocturnas, los ochenta días de peyas, novillos, piras de Ronaldinho, el Laportismo a la Florentiné, ese pobre chico llamado Jorquera… la prensa está afilando los cuchillos y estas cosas ya se sabe cómo se solucionan, véase cómo ha salido de los apuros Calderón este año, señalando hombres de paja a los que se va a fulminar inmisericordemente. Hagan sus apuestas. Y lo más jevi es que esto les deja tocados para la liga, que tal vez sea lo mejor, igual hasta la mejor forma de acabar el año sea dejando a Capello campeón otro año en el Madrid y agenciándose rápidamente a Schuster. Ciertamente, este final de temporada, además de complejo, raro y disputadísimo, se presta a cábalas que dejan a Iker Giménez al nivel de pragmatismo de un minero asturiano en la posguerra española.

También es noticia que Tomas Guasch ha contado un chiste bueno. Sí, lo juro. A mi me hace gracia, al menos: El gol de Messi ha sido el del honor. Se comentaba mucho en el bar, que lo mejor de todo es que el tanto de la liendre ha sido agua de borrajas, nada, papel mojado, divisas en pesos argentinos… De hecho, han dicho en El Larguero que en el vestuario del Getafe había un cartel: «¿Por qué queremos pasar? Para cachondearnos del gol de Messi».

Más detalles: por la radio hablaban de que Rijkaard se estaba pasando la primera parte hablando con Eusebio de espaldas a las cámaras para que no se supiera qué decía. Yo lo tengo claro, estaba diciendo: tal jugador es un hijo de puta; mira a este ¿no es un hijo de puta?; y este otro ¿qué? maldito hijo de su putísima madre. Con todo, yo pensaba que, dado el nivel en el centro del campo del Getafe, iba a introducir cambios revolucionarios y le iba a dar la vuelta a la tortilla con maestría. Incuso pudo parecerlo en los primeros compases de la segunda, pero no hijo no. Cuando se está endeble, se está patético. Y si los de enfrente tienen una cita con la Historia apaga y vámonos.

Porque, al loreto valverde, el Barcelona tenía hoy sobre el césped al mejor centrocampista del mundo, al mejor delantero del mundo, a un campeón del mundo, al tío gracias al cual ganaron la Copa de Europa el año pasado (Iniesta) al organizador y al jefe de la denfesa de la selección española. Ya sabemos de sobra, y qué mejor día como hoy para saberlo, que los nombres no significa nada, pero el Barcelona lleva todo el año viviendo de sus nombres, enfrente tenían un descarte ¡de hace dos años! del Sevilla, el único tío de España que ha tenido los santos huevos de formalizar una relación con Nuria Bermúdez,  y Vivar Dorado, con los huevos pelados en Leganes y Rayo: ¡Y les han enchufado cuatro que podían haber sido siete u ocho!

Mañana sacaremos más mierda. Tan sólo una cosa más, un amigo mio, Manolo, vallecano y culé -échale- dice que es todo culpa de Saviola, que con él comieron heces, que le cedieron dos años de explendor, el último histórico y probablemente un hito en la historia de este deporte, y que nada, ha sido volver al Barça y estar a punto el club de marcarse un cerete mítico. Dice que por favor, que se lo lleve el Madrid. Pero ojo, yo vi con estos ojos desde el Segundo Anfiteatro del Santiago Bernabeu hacer el ridículo más espantoso a Luís Enrique semana tras semana y luego mira. Su puta madre. Lo mismo Saviola se marca cuarenta goles vestido de blanco el próximo año.

Este artículo fue publicado el jueves, 10 mayo 2007 a las 11:54 pm en la categoría de Actualidad.