¿Qué, reconocen a ese señor que lleva la camiseta del Hércules de Alicante? El que está al lado de Goicoechea. SÃ, aquel medio batallador del Valencia Club de Fútbol que asombraba a Europa con el ocho a la espalda allá por el cambio de siglo. ¿Cuánto tiempo sin verlo campar por ahÃ, eh? Quizás ustedes se preguntarán, ¿cómo ha llegado hasta ahÃ? ¿cómo ha caÃdo tan bajo? No se preocupen, el Doctor Glategoja -natural de lo que él llama
Comunidad Valenciana Regne de Valencia y con consulta de éxito especializada en neurodegeneraciones provocadas por las drogas de sÃntesis- se lo contará, que él lo sabe de primera mano.
Ayer, entre amigos, hablamos un poco de todo. De todo lo relacionado con el balompié, entiéndase, que el cruzado mágico de la Segolene ya no nos hace ni sonreir. Hablamos de Italia y, por un lado, salió el Inter. Dice Chimo, nuestro corresponsal valenciano y médico on-line, que el scudetto del Inter él se lo pasa por los huevos, y delante de LuÃs Suárez si es preciso. Dice que al Inter lo ha eliminado de la Champions el Valencia, el cuarto clasificado de España, que a su vez fue desgarrado vaginalmente por el Chelsea, al que puso en su sitio, la taza del váter, una banda con BenÃtez y once tipos corriendo a ritmo marcial (no sé si lo dirá pensando que el Valencia corre a ritmo grácil y azaroso cual colibrà de la Manchuria, se lo preguntaremos). Por esta razón, Chimo entiende que la Juve el año que viene a poco que haga un par de retoques, se podrá permitir un retorno a la elite «la mar de decoroso». En su contra saltó nuestro corresponsal en Italia, Tredichi, heterosexual gracias a terapias de electroshock a edades tempranas y más vago que el primogénito de la mejor familia ganadera de la provincia de Sevilla. Desde su privilegiada atalaya, Tredichi, charnego él, por si no lo he dicho, sostiene que la Juve, mediante su gabinete de comunicación, está extendiendo la creencia de que el año que viene tendrá un equipazo de agárrate. Aunque sin Trezeguet, Camoranesi y Buffon, que probablemente se vayan. Según dice Tredichi, la Juventus con tanto futurible parece el Marca y ya tiene atada, literalmente, a media Europa. Pero por ahora sólo cuentan con Salihamidzic, de 35 años, el nene. Con lo que se quedan con Del Piero raulizado, Nedved con 34 tacos y un puñado de jovencitos y de medias promesas, tipo Zalayeta, Boumsong o Zebina. Es decir: basura. Montón de mierda en la cual aterrizará por el módico precio de entre doce y dieciocho millones de euros el excelente central zaragocista Milito, el que dio el pase a Xavi -me parece- que valió la eliminación copera. Y aparte de que vuelve el Nápoles, poco más necesita saber Usted del calcio. Circule.
La foto que encabeza este post la he tomado con prisas esta mañana en el taller del tio que me arregla la bici antes de que desaparezca para siempre. Es un poster del Inter de la temporada 1988-89, el mÃtico «Inter de los alemanes», el último Inter que hasta el dÃa de hoy habÃa ganado el scudetto, porque ni que decir tiene que ni nosotros ni ningun interista tiene en cuenta lo del año pasado. En si misma la foto contiene ya de por si un drama, qué digo: una tragedia, y a decir verdad, todo lo que yo pueda añadir, no será más que un redundante pie de foto. El color desteñido, los pantaloncitos marca-paquete y el mullet ochentero, cuando no el viril y extinto bigote de futbolista, que lucen tantos de los jugadores del último Inter que campeonó en Italia, hablan sollozantes de una afición desquiciada por 18 largos años de dolorosa y espesa nada.
El otro dia, como la manifa me pillaba un poco lejos, me llevé a mi señora al fumbol. Se daba la casualidad que en la ciudad donde resido se disputaba un Brescia-Juventus, que aunque no es precisamente un partido de los que crea cuotas de mercado en el sureste asiático, pues dile tú que no cuando se juega a diez minutos a pié del sofá de tu casa. El morbo, sobre todo para mi costilla, que es juventina y heterosexual, residÃa en ver de cerca a Nedved y Del Piero, pues se daba casi por descontado que iba a ser una pachanga para los chicos de ese tÃo flácido y con pintas de pervertido que es Didier Deschamps. Pero ¡ay! a veces la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida y como sabrán los más pajilleros entre nuestros lectores, a la Juve le arrearon tres goles como tres soles.
Joder, resulta que ayer habÃa Uefa de esa. Yo me enteré sobre las ocho de la tarde con las noticias de la radio. Pero parece que en Sevilla no se han dado cuenta hasta hoy: media entrada. Luego tú dices que la Uefa es una puta mierda y resulta que estás insultando al pueblo sevillano, sus tradiciones y folclore, le has escupido en la cara a la imagen de la Macarena en Semana Santa y te van a poner dos velas negras. En fin, da igual, hemos venido aquà a ha hablar de Vicenzo Maresca, Il Capo, que ayer volvió por sus fueros.
No mucho tiempo ha, Enric Gonzà lez comentaba en su columna de El PaÃs que si el futbol inglés era un juego y el español un espectáculo (inserte aquà su sonrisa maliciosa), el calcio italiano era, primordialmente, trabajo. Yo no comparto esta opinión, el futbol italiano es primordialmente Guerra. No por bestia y sangriento, que también, sino porque aquà como en ninguna otra parte, se tiene claro que lo que se estan disputando esos 22 tios es ni más ni menos que la Victoria sobre el Enemigo. El Equipo Enemigo que representa, además, la ciudad con la que muy probablemente los tuyos han estado matandose desde que los barbaros inventaran en Roma el primer Heyssel allá por el siglo V.
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