Mi padre va a morir pronto, ayudarle es una pérdida de tiempo. Si pudiera pedir un deseo, desearía que nos dejara. Regan Gascoigne, sobre Paul Gascoigne (o sobre la RBBE)

Hace relativamente pocos días –el 24 de marzo- se enfrentaron en el Guillermo Soto de Mérida, en la comunidad autónoma de Venezuela (aka República Bolivariana de), las selecciones autonómicas de fútbol de la propia Venezuela y de Cuba, dos de los buques insignia de ese otro mundo que es posible y, como tales, merecedoras de adoración en esta santa Bitácora. Nótese que, esta vez, la delegación cubana no tuvo reparos en desplazarse a otra comunidad autónoma, y ya nos extraña, porque el riesgo de fuga era evidente: en el supuesto que se quiera salir de Cuba (hecho este que en esta Bitácora ni se comparte, ni se entiende, ni se disculpa) no se nos ocurre lugar mejor que Venezuela, hasta el punto que los teólogos deberían reunir un concilio y ver si el Paraíso está en un sitio u otro, pero la gente sigue empeñada en hacerle el juego al capitalismo criminal y largarse a los EUA. La inteligencia es un bien escaso hasta en el primer mundo, a saber: Corea del Norte, Cuba, Laos, Vietnam, China y la joven Venezuela, que está empezando.
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“A los jugadores que murieron con la frente en alto ante el invasor nazi”, reza la leyenda en la estatua en las inmediaciones del estadio Lobanobsky de Kiev, donde hace sesenta y cinco años unos hombres llevaron hasta las últimas consecuencias, más allá de lo que jamás un futbolista podría haber imaginado, la máxima “hasta la Victoria siempre”. Muchos de los lectores de esta bitácora habrán videado Evasión o Victoria, un clásico de John Huston sinopsizable en algo así como: Michael Caine, Pelé y otros infraseres que engordan la población reclusa a costa del erario público alemán se enfrentan en París a once personas normales alemanas que, circunstancialmente, son militantes del partido nazi, en un torneo de verano en 1943 que tiene como premio, caso de no ganar los jóvenes arios, el fusilamiento inmediato del triunfante equipo multikultural. Al final (ojo, spoiler), ni chicha ni limoná: empate, ni rastro de prórroga, invasión del campo, Stallone –pese a detener un penalti- descubre que su vocación deportiva es el boxeo y el resto de los jugadores se olvidan de volver a la trena, disimulados entre el público.

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Esta semana el Granma, el periódico del pueblo de Cuba y, por ende, de la Humanidad entera, destapó el escándalo: la gloriosa selección autonómica cubana de fútbol se ha negado a disputar sus partidos de la Copa de Oro 2007 en la ciudad de Miami. Keith Look Loy, natural de la comunidad autónoma de Trinidad y Tobago y director técnico de la CONCACAF, declaró: “Esta plaza estaría desestimada como sede para el equipo de Cuba (…) por la política de Miami”. Así que otra más (y van…) victoria para el Socialismo.

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Que un país esté dividido es un incordio. Que su representación balompédica mundial también esté fragmentada es ya una gran putada. Qué te vamos a contar los españoles sobre eso, si somos la nación más puteada del mundo por los separatismos y las rivalidades internas más estúpidas. La representación de España ahora mismo está dividida en las siguientes selecciones autonómicas: Bélgica, Holanda, Luxemburgo, Portugal, Cuba, Puerto Rico, Filipinas, Guam, Micronesia, Palau, Marianas del Norte, Cabo Verde, Madeira, Argentina. Chile, Uruguay, Paraguay, Perú, Brasil, Ecuador, Venezuela, Colombia, Panamá, Costa Rica, República Dominicana, México, El Salvador, Bahamas, Estados Unidos, Marruecos, Italia, Andorra y la propia España. Así cómo queréis que ganemos algo, masones, hijos de puta.

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Los infames traidores capitalistas de Singapur se han alzado con la Copa ASEAN (antigua Copa del Tigre) el acontecimiento balompédico más importante del Sudeste asiático. La Gloriosa selección nacional del Pueblo Socialista de Vietnam cayó en semifinales ante los traidores capitalistas tailandeses. No es un mal balance para una selección joven. Sobre todo si lo comparamos con los resultados obtenidos por la Gloriosa selección nacional del Pueblo Socialista de Laos: 3-1 contra Indonesia; 9-0 contra Vietnam; 11-0 contra Singapur. Mao tiene que estar llorando como una perra arrabalera sobre el hombro de Stalin.

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