Ciudadanos: ración intensiva de nueva política y cambio tranquilo

Había muchas quejas de los ciudadanos por las deficiencias de la vieja política. Políticos acomodados, acostumbrados a vivir de la paguita, corruptos, vinculados con los poderes fácticos de la sociedad. La Casta.

Aparecieron nuevos partidos. Nueva política. Una nueva esperanza. Entre los representantes del nuevo paradigma, Ciudadanos. El cambio tranquilo. Un partido moderno, civilizado, sin la caspa del PP, dispuesto a atender a las verdaderas preocupaciones de los españoles. Ni de izquierdas ni de derechas, no-nacionalista, nueva política. Implacable con la corrupción. Con grandes expectativas electorales, según decían los sondeos y los medios de comunicación.

Luego se produjeron las elecciones del 24M y Ciudadanos no alcanzó los objetivos previstos. Se quedó lejos de Podemos en casi todas las CCAA y no está en condiciones de ser decisivo para los pactos con el PP en casi ningún ayuntamiento importante, y en menos CCAA de lo que pronosticaban las encuestas.

Así que C’s comenzó a tontear con PP y PSOE un par de semanas. Ni de izquierdas ni de derechas, recuerden. Sin decantarse por ninguno, pero medio poniendo cara de que le molaba más propiciar la alternancia.

Hasta que ayer salió una encuesta de Metroscopia que hundía en los infiernos a Ciudadanos, atribuyéndole un 10% y alejándolo del triplete PP-PSOE-Podemos. Una consecuencia de su política de pactos. O quizás de que ahora Metroscopia corrige el pasote previo a las elecciones que se pegaron (no sólo ellos) con la estimación del voto a Ciudadanos. O de que la gente del PP ha pensado que es mejor dejarse de experimentos y que lo suyo es impedir que en noviembre llegue la ETA bolivariana que no le pone facilidades a Felipe González en Venezuela. Y que para eso qué mejor que volver a votar a la AP de toda la vida, como siempre. Lo que sea.

Y todo apunta que en Ciudadanos, ya puestos, han decidido adelantar la fiesta que tenían prevista para después de noviembre: la Fiesta de las Poltronas Responsables. Una gran fiesta que implícitamente supone potenciar su condición de CDS, partido bisagra que se vende al mejor postor por un plato de marisco.

El primer acto fue en la siempre sufrida Comunidad Valenciana, donde el PSPV tiene dos opciones de gobierno: un tripartito de izquierdas con Compromís y Podemos o un Gobierno en minoría con el apoyo de Ciudadanos. La primera opción está haciendo sudar sangre al PSPV, con una estrategia dilatoria de sus supuestos socios y la firme reivindicación de la presidencia por parte de Compromís (con cuatro escaños menos que el PSPV).

El viernes el PSPV decidió apoyar a Joan Ribó (Compromís) como alcalde de Valencia. Una medida cantada (no hacerlo dejaría vía libre para que volviese a gobernar Rita Barberá), pero que el PSPV adopta con generosidad (sin pedir contraprestaciones) y en un buen ambiente de negociación con Ribó y con València en Comú (la candidatura de confluencia ciudadana; con Podemos, pero sin Izquierda Unida). Es decir, justo lo que no estamos teniendo en la negociación por la Generalitat Valenciana.

Entonces apareció un tal Fran Hervías, número tres de Ciudadanos, tuiteando desde Barcelona en plan psicópata. Como el PSPV le había dado la alcaldía de Valencia a Joan Ribó, «nacionalista» (¿?, un señor que proviene de IU y el PCE), en castigo Ciudadanos anulaba todas las negociaciones con el PSPV. Una postura de gran firmeza, que quedó sin efecto un par de días después, cuando Ciudadanos, en un nuevo acto de responsabilidad, le ofreció al PSPV su apoyo para la Generalitat a cambio de que este partido aupase al candidato de Ciudadanos como alcalde de Valencia (votaciones ambas que, para prosperar, requerirían del apoyo, o al menos la abstención, del PP). El PSPV, con buen juicio, pasó de la nueva macarrada, y a continuación, en la tortura de gota malaya acentuada por el éxtasis mediático y de las redes sociales que son las negociaciones del tripartito de izquierda, se anunciaron, por fin, avances significativos, mientras Albert Rivera y su secretario de Organización (dejando, una vez más, en ridículo a los dirigentes de Ciudadanos en Valencia, que no han dicho esta boca es mía) se dedicaban a tuitear macarradas sobre nacionalismo independentista y la debilidad de Pdro Snchz para consumo de las tertulias de Madrid.

Poco después llegó la explicación, y el segundo y tercer actos de este drama: se constituía la mesa de la Asamblea de Madrid y Cifuentes le daba a Ciudadanos (el cuarto partido más votado) la vicepresidencia primera. Se puede decir más alto, pero no más claro: todo apunta a que Ciudadanos, por responsabilidad, apoyará la investidura de Cifuentes.

Poco después, El Confidencial desvelaba que Susana Díaz tiene a punto de caramelo el apoyo de Ciudadanos para su investidura en Andalucía, con lo que salvaría a última hora el match ball que ella misma se había impuesto (convocar elecciones si no se solucionaba la investidura esta semana).

En resumen: en un día Ciudadanos ha hecho el ridículo en la Comunidad Valenciana, ha pactado con la Castaza del PP, en el gobierno de Madrid desde hace veinte años, y parece que también lo hará con la Castaza del PSOE andaluz, en el gobierno desde… ya ni nos acordamos. Apoyando al que manda en cada circunstancia, y a ver qué pueden pillar. Lo que intuíamos que pasaría con este partido, pero con seis meses de adelanto.

La Operación Ciudadanos tiene mala pinta. Un CDS que sacará veinte escaños, insuficiente para pactar nada con los 120 que (como mucho) sacará el PP, a juzgar por los resultados del 24M. Garicano tendrá que buscarse otro país para aplicar su sueño de que los niños no vacunados se jodan y no tengan educación, sanidad, ni nada, para que aprendan, que seguro que la decisión de no vacunarse es culpa suya.



Las elecciones del cambio: reflexiones sobre los resultados del 24M

Las elecciones autonómicas y municipales del pasado domingo 24 de mayo han supuesto un importante vuelco electoral en muchos municipios y comunidades autónomas. Asimismo, y de manera acompasada con lo anterior, han evidenciado la fuerza de los dos partidos políticos que se postulan como principal alternativa al bipartidismo español: Podemos y Ciudadanos obtienen un importante refrendo electoral, particularmente intenso en las grandes ciudades. Por contra, los partidos tradicionales ven, en líneas generales, cómo sus expectativas electorales disminuten significativamente (PP, PSOE) o incluso se desvanecen casi por completo (Izquierda Unida, UPyD).

Posiblemente, el País Valenciano sea el espacio territorial donde el vuelco, y el cambio en las preferencias de los electores, resulte más llamativo. Porque aquí el voto de cambio también ha quedado reflejado en el espectacular ascenso de la coalición Compromís, liderada por Mónica Oltra, y porque la derrota del Partido Popular (que ha perdido un porcentaje mayor de votos que en ninguna otra comunidad autónoma) implica perder uno de sus feudos más representativos e importantes, y quizás sea preludio de una derrota electoral en las próximas Elecciones Generales de noviembre.

Se abre ahora, en el País Valenciano, un período de pactos, tanto a nivel municipal como autonómico, plagado de incógnitas: quién pactará con quién, bajo qué condiciones, y cuáles serán las primeras medidas de gobierno. Hay mucho por hacer, y en una situación en absoluto sencilla.

Este es el marco de la discusión que proponemos desarrollar en la Universitat de València, en el Aula Magna del Centre Cultural La Nau, el próximo jueves cuatro de junio, a partir de las 19 horas (entrada libre). La mesa redonda, que lleva por título «Las elecciones del cambio: reflexiones sobre los resultados del 24M», cuenta con aportaciones desde el mundo académico, pero también por parte de los periodistas políticos, intérpretes de la actualidad desde la primera línea informativa. Esperamos que las reflexiones de los participantes en esta mesa, combinadas con las aportaciones del público, ofrezcan un debate plural y enriquecedor. Aquí tenéis el cartel del acto, cuyo contenido reproduzco a continuación:

Debats a La Nau

Las elecciones del cambio: reflexiones sobre los resultados del 24 M

– Josep Torrent, periodista.
– Joan del Alcázar, catedrático de Historia Contemporánea de la Universitat de València.
– Sergi Pitarch, periodista. Presidente de la Unió de Periodistes Valencians.
– Violeta Tena, periodista, El Temps.
– Andrés Boix, profesor titular de Derecho Administrativo de la Universitat de València.
– Guillermo López, profesor titular de Periodismo de la Universitat de València.

Día: 4 de junio de 2015, a las 19,00 h.
Lugar: Aula Magna. Centre Cultural La Nau de la Universitat de València (c / Universitat, 2).

Entrada libre, aforo limitado a la capacidad de la sala.

Organiza: Grupo de investigación I+D Mediaflows y Observatori de l’Audiovisual Valencià

 

 



Un emocionado recuerdo para las empresas demoscópicas

Tenemos resultado electoral y, una vez más, las encuestas han hecho el ridículo. Lo cual tiene mucho mérito, porque hay que tener presente que los resultados que ofrecían las diferentes encuestas eran muy variopintos. Y, aun así, ninguna de ellas ofreció un pronóstico suficientemente pegado a la realidad. Tal vez porque muchos sondeos se creyeron que Ciudadanos subiría como la espuma sin por ello afectar al PP, ese milagro de los panes y los peces conservadores que súbitamente podría permitir que el PP conservase casi todo su poder local y autonómico (y que ya vemos cómo ha funcionado). O tal vez, sencillamente, porque las empresas demoscópicas lo tienen mucho más complicado para aventurar resultados en situaciones de cambio y multipartidismo, como ya sucedió en las Elecciones Europeas. O por ambos factores.

En todo caso, el fracaso ha sido llamativo. Y no únicamente de los sondeos publicados por los medios; también por parte del CIS, cuya cocina huele cada vez peor. Porque no es sólo la estimación: es que resulta muy difícil creernos que hace un mes hubiera unos datos en bruto como los que tenía el CIS y luego aparecieran estos resultados. No dejen de leerse el magnífico análisis de María Navarro sobre los errores del CIS, aquí reproduzco uno de sus gráficos comparativos más espectaculares, referido a la Comunidad Valenciana:

COMUNIDAD-VALENCIANA-MariaNavarro

 

El CIS, como en muchos otros lugares, hizo una estimación que sobreponderaba tanto al PP como a Ciudadanos y en la que, como resultado, le salían las cuentas de la mayoría absoluta (50 escaños). El CIS acertaba con el PSPV y con EU (fuera de las Cortes Valencianas), pero metía espectacularmente la pata con Podemos (a quien le asignaba un 50% más de escaños) y, sobre todo, con Compromís, cuya estimación era de 7-8 escaños… y luego sacó 18, más del doble. Algo, por cierto, bastante habitual, y no sólo con el CIS: históricamente, las empresas demoscópicas tienden a subestimar el voto a Compromís, sin ir más lejos en 2011, cuando casi ninguna supo prever que esta coalición lograría entrar (y además holgadamente) en el parlamento valenciano.

Si entramos en el tenebroso territorio de las encuestas encargadas por los medios de comunicación, la cosa no mejora mucho. Aquí un gráfico de Kiko Llaneras sobre la Comunidad Valenciana, en su completo resumen de encuestas:

CA-Valencia

El caso valenciano es particularmente espectacular, pero ni mucho menos el único. La sobreponderación de Ciudadanos se dio en prácticamente todas partes, y sobre todo en las ciudades, configurando una situación de partida en la que, aparentemente, ocho años de crisis económica, y sobre todo estos últimos cuatro años, con el PP en el gobierno de casi todas las instituciones y el fracaso de las políticas de austeridad, no habrían tenido ningún efecto sobre la composición ideológica de la sociedad: los que eran conservadores en 2007 seguirían siéndolo en 2015, seguirían votando con el mismo entusiasmo, y como mucho irían de la derecha casposa de siempre a la derecha civilizada y moderna que en teoría representa Ciudadanos.

La teoría de la conspiración al uso asumiría que aquí había un afán por moldear a la opinión pública, y su voto, a golpe de encuesta. Algo de eso hay, sin duda, porque es a lo que se han dedicado los medios de comunicación (y a veces también el CIS) desde hace décadas, y uno de los principales factores que explica que las encuestas cometan en España tantos y tan llamativos «errores». Y que, además, casi siempre los cometan en la misma dirección. Otra posibilidad sería que, sencillamente, las empresas de sondeos se hubieran dejado fascinar por Ciudadanos y su empuje como antes lo hicieran con Podemos, a quien también han estado asignándole resultados magníficos de cara a las Generales, a veces por encima del PP y el PSOE, y luego la cosa no ha sido para tanto, viendo los resultados de las Autonómicas. La diferencia, en todo caso, es que a Podemos tardaron en tratarlo bien (ninguna empresa demoscópica acertó los cinco escaños de las Europeas), mientras que a Ciudadanos lo han llevado en mantillas desde el principio, sobreestimando sus resultados en las Andaluzas y mucho más en las elecciones del 24M.

A pesar de tantos errores, y tan espectaculares en algunos casos, la verdad es que tengo mucha curiosidad por ver… ¡una encuesta! Más que nada, porque las empresas demoscópicas configuran sus estimaciones, como es lógico, a partir de lo que dicen los encuestados, pero también basándose en los resultados reales. Y ahora el material más reciente con que cuentan es el del 24M. Con lo cual, es previsible que las próximas encuestas ofrezcan un panorama más volcado hacia la izquierda, y con el PP en situación de mayor debilidad, tal vez como segunda fuerza política. Y lo mismo cabe decir de Ciudadanos, que en buena lógica debería ubicarse en unos números más moderados que los que hemos visto últimamente.

Pero no se preocupen: conforme se acerquen las Elecciones Generales, los sondeos paulatinamente irán detectando una recuperación del PP, de Ciudadanos o de ambos (según qué resulte más creíble), dado que seguro que, esta vez sí, los españoles comienzan a ser conscientes de la recuperación económica, a la gente le da mucho miedo el venezuelismo bolivariano de los municipios en los que no gobierna el PP y que, en fin, cuando comience la campaña electoral… ¡Las cuentas vuelven a salir otra vez! Y oigan, a mí eso tampoco me parece tan mal. Más emoción, y muchas risas en la noche electoral.



Debate: quince años que han cambiado la comunicación

Este próximo jueves, 14 de mayo, se celebra en el Salón de Actos de la Facultad de Filología, Traducción y Comunicación un debate centrado en los cambios que ha vivido el sector de la comunicación a lo largo de los últimos quince años. El evento está organizado por el diario 20 Minutos. Este periódico, en el marco de su 15 aniversario, está organizando varios foros de debate este año en diversas universidades españolas, entre ellas la Universitat de València. En este caso, participaré como uno de los representantes de mi universidad, para ofrecer mi punto de vista sobre la cuestión planteada.

El acto comenzará a las 11.30 y durará un par de horas (entrada libre). Aquí pueden consultar el cartel con los contenidos completos, que en todo caso reproduzco a continuación:

La bienvenida correrá a cargo del decano de la Facultad de Filología, Traducción y Comunicación, Carles Padilla Carmona, y del director del Departamento de Teoría de los Lenguajes y Ciencias de la Comunicación, Santiago Renard Álvarez. El director editorial de 20minutos, Arsenio Escolar, hará de presentador y moderador del debate, que contará con la intervención de Guillermo López García, profesor titular de Periodismo en la Universitat de València.

El grupo de ponentes está formado por la directora general de Comunicación y Relaciones Externas de Bankia, Amalia Blanco; la directora de Comunicación de Google España y Portugal, Anais Pérez; el CEO de la Agencia Shackleton, Pablo Alzugaray, y el periodista Sindo Lafuente, exdirector de elmundo.es y elpais.com.

 

 



Revista Dígitos. Número 1: Movilización social y NTIC

Hace poco más de un año nos lanzamos a la aventura (¿locura?) de publicar una revista académica en formato digital. Dígitos -así se llama- es una revista de comunicación, especializada en el campo de la comunicación digital. La periodicidad de la revista, al menos en los inicios de su andadura, será anual. Lo cual significa que nos queda menos de un año para tener el número dos cerrado, porque hete aquí, por fin, el primer número.Hemos tardado un poco más de lo previsto (en un principio, queríamos lanzar la revista a finales de 2014), fundamentalmente porque hemos cambiado la web original, y de hecho la hemos ubicado en un dominio propio.

El primer número de Dígitos está compuesto por once artículos, seis de los cuales vinculados con el monográfico que propusimos («Movilización social y nuevas tecnologías»). En la Introducción se detalla un poco más el contenido específico de cada artículo. Pueden consultar el índice, y acceder a los textos específicos, en la portada de la web.



Barros Luco y Barros Jarpa

Quisiera compartir con Ustedes las sorprendentes revelaciones que llegaron a mi conocimiento durante mi actual visita a Chile.

Verán: desde el principio me llamó mucho la atención que en Chile, en todas las cartas de los bares, cafeterías, sandwicherías, etc., hay siempre dos cosas que, al parecer, no necesitan presentación: el “Barros Jarpa” y el “Barros Luco”. Los demás sandwiches (¡qué digo sandwiches… los demás platos!) siempre tienen detallados los ingredientes, pero el Barros Jarpa y el Barros Luco no. Aparentemente, su composición exacta es un secreto, al alcance sólo de demiurgos omniscientes. O eso, o es que todo el mundo sabe en qué consisten.

Pero yo no lo sabía, y desde el principio afloró en lo más hondo de mi psique una inquietante pregunta: ¿Y ESTO QUÉ COÑO ES? (la pregunta se puede aplicar tanto al Barros Jarpa como al Barros Luco). De manera que se lo pregunté a un camarero. Y hete aquí el secreto:

– Barros Jarpa: sandwich de jamón y queso
– Barros Luco: sandwich de carne y queso

Ante lo cual, yo pensé “pues vale”, no sin dedicar también algunas de mis disquisiciones internas a preguntarme si no era mucha parafernalia ponerle esos nombres tan raros a unos sánwiches que, oigan, a la hora de la verdad, pues que tienen dos ingredientes, y ninguno de ellos es piña; no sé si me explico.

Hasta ayer. Porque ayer, movido por la curiosidad, y al encontrarme el Barros Jarpa y Barros Luco por enésima vez en la carta de una cafetería, me dije: “voy a satisfacer mi curiosidad”.

Desde entonces no puedo dormir.

Esto es lo que dice la Wikipedia sobre el origen del Barros Jarpa, que es el primero que busqué:

BarrosJarpa

¿Se han quedado con la música, verdad? Un señor pide en repetidas ocasiones algo tan excéntrico como un sandwich de jamón y queso y, claro, el asunto es tan clamoroso que le acaban poniendo su nombre al sandwich. Pero, atención, ese señor, Barros Jarpa, pide un sandwich crazy de jamón y queso porque no le gusta el Barros Luco, que no paraban de ofrecerle en el dichoso Club de la Unión.

Y, claro, entonces pinché en “Barros Luco”, y…

BarrosLuco

Acabáramos. ¡El procedimiento es siempre el mismo! Te sacas un cargo público, vas a un concurrido local de la capital y allí pides siempre, sistemáticamente, una combinación de sabores inventiva, excéntrica, novedosa, hasta que al final, el asunto cae por su propio peso y le ponen tu nombre (o, para ser exactos, tus dos apellidos) al sandwich. ¡La inmortalidad está ahí, puedes tocarla con los dedos!

Y claro, tal vez dirán: eso es que Barros Jarpa es el hijo de Barros Luco, o algo. Pero no. Dicha consanguinidad no consta en los registros (si bien podemos sospechar, a la luz de la experiencia española, que el nepotismo y el control del poder por parte de algunas familias de privilegiados, entre la clase política chilena de principios del siglo XX, no eran problemas absolutamente desconocidos). Aquí, en la invención de sandwiches con dos ingredientes, nepotismo, el justo.

Barros Jarpa y Barros Luco: dos grandes hombres que tenían una idea, y emprendieron, por la vía de ordenar a un empleado que se encargase de hacerla realidad y apropiársela a continuación

Barros Jarpa y Barros Luco: dos grandes hombres que tenían una idea, y emprendieron, por la vía de ordenar a un empleado que se encargase de hacerla realidad y apropiársela a continuación

Al principio pensé que igual se nos había escapado algo en la genealogía de líderes políticos españoles. ¿haremos nosotros lo mismo? ¡Cómo está usted, general Chivito! ¡Es todo un honor, Presidente Brascada! Pero, la verdad, no me suena mucho.

Luego caí en la cuenta de que tanto Barros Luco como Barros Jarpa (como comprenderán, me leí también sus biografías en la Wikipedia) se habían caracterizado en su carrera política por una cosa (además del sandwich que inventaron, claro): su política de neutralidad en torno a los dos grandes conflictos del siglo: la Primera y la Segunda Guerra Mundial. Primero fue Barros Luco quien, mientras se merendaba por enésima vez un sabroso sandwich Barros Luco, decidía mantener a Chile fuera de la Gran Guerra. Treinta años después, el ministro Barros Jarpa haría lo propio.

Puede parecer casual, pero les haré notar que es tradicional que a los políticos aislacionistas, ante los grandes conflictos, les dé por cambiar el nombre a las cosas. Piensen en el Caudillo y su “Ensaladilla Nacional”, para ahorrarle a una generación de españoles la horrible palabra, “Rusa”. O en los americanos cambiando las “French Fries” por las “Freedom Fries” (bueno, aquí en realidad era por lo contrario, por intervencionismo, pero no dejaré que los múltiples agujeros de mi teoría geopolítica se interpongan en mi camino).



De nuevo en Chile: este año, volcán

El año pasado estuve en Chile, más o menos por estas fechas, para participar (junto con Manuel de la Fuente) en diversas actividades académicas con colegas y amigos de varias universidades. Como suplemento natural, vivimos un terremoto (bueno, en realidad fueron varios) y el subsiguiente (aviso de) tsunami.

Ayer llegué de nuevo a Chile, a la Universidad Austral de Valdivia, en el marco de un proyecto de investigación de la Unión Europea (Marie Curie) que nos concedieron hace unos meses. Aterricé, me instalé, me fui a dormir para superar el jetlag y hoy, en el desayuno…

A_UNO_494776

 

Esta simpática imagen campestre se corresponde con el volcán Villarrica, que entró en erupción a las 3.00 de la madrugada, hora local (exactamente diez horas después de mi llegada a Valdivia). El volcán Villarrica es uno de los más activos de Sudamérica. El gobierno chileno ha evacuado a más de 3000 personas y ha decretado la alerta roja. ¡Qué recuerdos del año pasado!

«La actividad sísmica relacionada con el tremor volcánico en el volcán Villarrica aumentó de manera considerable», señaló el organismo y añadió que el proceso eruptivo «se caracteriza por la emisión de un gran volumen material desde el interior del volcán, compuesto por una columna de cenizas y material particulado que alcanza alturas cercanas a los tres kilómetros»

¿He mencionado que el volcán Villarrica se encuentra a unos cien kilómetros de Valdivia, donde estoy ahora?



#JeSuisCharlie y los atentados contra la libertad de expresión

El salvaje atentado terrorista contra la redacción del semanario satírico francés CharlieHebdo provocó un movimiento de repulsa casi unánime. Los dirigentes políticos, los líderes de opinión y personalidades sociales, y el gran público, se manifestaron por diversas vías para expresar su rechazo al atentado y en defensa de la libertad de expresión.

Sin embargo, el atentado también puso de manifiesto que el terrorismo islámico no es, ni mucho menos, la única instancia represora empeñada en reducir la libre expresión de ideas y opiniones. Y que, de hecho, en los últimos tiempos hemos asistido a un estrechamiento sistemático del ámbito de la libertad de expresión en los países occidentales, recurriendo para ello a la restricción o censura de contenidos según criterios económicos, políticos o jurídicos.

De estas cuestiones queremos charlar en la jornada que se celebrará en el Aula Magna del Centre Cultural La Nau de la Universitat de València el próximo Jueves 19 de febrero, a partir de las cinco de la tarde (entrada libre). Hemos organizado esta actividad desde dos grupos de investigación de la Universitat de València: el grupo de I+D Mediaflows (que me encargo de coordinar) y el Observatorio del Audiovisual de la Universitat de València (dirigido por Andrés Boix). La jornada combinará aportaciones desde el campo jurídico, periodístico y de la creación artística y cultural, y se estructurará en dos mesas redondas. A continuación puede consultarse el contenido detallado de la jornada en el cartel que hemos configurado al efecto.

Cartel charliehebdo-nauUV_low



Vídeos del VI Congreso de Comunicación Digital

Hace un par de meses celebramos la sexta edición del Congreso de Comunicación Digital. Este año, la temática estaba directamente ligada con la investigación de nuestro grupo de I+D Mediaflows: «Movilización social y nuevas tecnologías». Como en años anteriores, grabamos íntegramente en vídeo los contenidos del congreso, tanto las ponencias de los participantes como el debate posterior. A continuación, pueden consultarse los vídeos de cada mesa redonda:

Internet y periodismo político. Mesa redonda moderada por Salvador Enguix (La Vanguardia y Universitat de València). Participan: Ximo Aguar (Valencia Plaza), Marta Hortelano (Las Provincias), Rodrigo Terrasa (El Mundo CV), Francesc Arabí (Levante-EMV)

 

De la movilización social a la movilización política. Mesa redonda moderada por Guillermo López García (Universitat de València). Participan: Francesc Miralles (La Paella Rusa), Alex Rodríguez (Podem País Valencià), Arturo Puente (Catalunya Plural), Guillem Martínez (El País Catalunya).

 

Las TICS en campaña electoral. Mesa redonda moderada por Lidia Valera (Universitat de València). Participan: Juan Luis Manfredi (Universidad de Castilla-La Mancha), Eva Campos (Universidad de Valladolid), José Luis González (Universidad Miguel Hernández), José Manuel Sánchez Duarte (Universidad Rey Juan Carlos).

 

Presentación del libro “Peláez. Historias de un periodista de provincias” (Ed. 360 Grados Libros)
Participan: Óscar Delgado (Editor. Soma Comunicación)
David Barreiro (Autor del libro)



El País, en portada: ¡MONEDERO MAL!

Hoy El País nos regala una de esas exclusivas de portada que lo han hecho famoso últimamente. Como un periódico en imparable decadencia, empleado por sus gestores y sus dueños como un obsceno ariete para atacar a quien convenga. En este caso, a Juan Carlos Monedero, uno de los líderes de Podemos.

El titular del periódico, en portada, es este:

ep-20150128

«La mayor parte» suena muy impresionante, pero enseguida descubrimos que lo que El País considera «la mayor parte» se resume en dos estancias de investigación en la Universidad Humboldt de Berlín y la Universidad de Puebla, en México. Pero las «pruebas» que El País aporta para demostrar la invención de Monedero son que sus estancias no figuran, dice el periódico, en los «registros oficiales» de sendas instituciones, y que el anciano profesor alemán que en teoría invitó a Monedero no le recuerda.

Son muchos los profesores invitados, en las más variadas figuras contractuales o de vinculación con la Universidad de destino, que cada año visitan cualquiera de estos centros. Sinceramente, dudo que lo habitual sea que las universidades guarden un registro de cada profesor visitante, y menos un registro centralizado del tipo al que parece haber recurrido El País. En mi caso, estoy más que seguro de que no figuro en los «registros» de la mayoría de universidades en las que he estado… Y eso no significa que no haya estado. A veces me ha invitado la facultad, a veces el Departamento, a veces era la invitación de un profesor. A veces iba becado, otras en el marco de un proyecto de I+D, y otras me lo pagaba yo. A veces para impartir clases, habitualmente sólo investigación. Siempre pedía permiso en mi departamento para hacer la estancia, y volvía con un certificado (o varios) para acreditar que había estado donde decía estar.

De hecho, a Monedero le ha faltado tiempo para mostrar en Twitter un libro suyo, publicado en la Universidad de Puebla, en donde se indica que ha sido profesor allí, y una foto en plan fenómeno fans con el profesor alemán Claus Offe, que afirma que no se acuerda de él. Pero tampoco lo afirma en plan «seguro que no, taxativamente. Monedero miente, que como todo los de Podemos es ladino». Dice que igual estuvo y no se acuerda, que él qué coño sabe, a estas alturas (y porque en El País no lo incluyen, pero seguro que habrá añadido un «¿de verdad me llama un periódico español que dice que es serio por algo así?»).

Es decir, que en el mejor de los casos, para el diario El País y su noticia lisérgica, tal vez Monedero mintiese o exagerase en uno de los dos casos. ¡OH NO! Algo que, en todo caso, Monedero puede desmentir con suma facilidad, a poco que haga como hacen casi todos los profesores universitarios y hubiera recolectado oportunamente, en su momento, el pertinente certificado que muestre que en efecto estuvo allí.

En fin, que ya tenemos otra vez al diario El País haciendo el ridículo. Podría haberse ahorrado el bochorno indagando un poco más, pero con hacer un par de llamadas ya le ha bastado para invertir la carga de la prueba, acusar al líder de Podemos en portada de todos los males y añadir el infame titular de que falseó «la mayor parte» de su currículum. Que eso de «la mayor parte» sí que constituye una falsedad a sabiendas por parte del periódico.

Por si lo anterior fuera poco, El País remata la faena con un editorial en el que explica lo malo que es Monedero y lo perniciosos que son los líderes de Podemos. Y dice que tiene que dar explicaciones por la empresa que montó Monedero para facturar a diversos gobiernos latinoamericanos. Sin duda, El País tiene razón en esto, pues aquí sí que hablamos de un asunto con más sustancia. Es bastante dinero, Monedero quizás haya vulnerado el régimen de incompatibilidades, hay por ahí una empresa montada para pagar menos impuestos…

Pero claro, luego llega el periódico con el ESCÁNDALO de las dos estancias y cualquier percepción ciudadana que haya podido calar, en el sentido de que hay algo sucio en el pasado de los dirigentes de Podemos, en este caso Monedero, se diluye cual azucarillo ante la constatación, evidente, de que cuando éstos hablan de la campaña desmesurada que hay montada en su contra no están exagerando.

En resumen, que El País lo ha vuelto a hacer. Unos cuantos votos más para Podemos y, sobre todo, un montón de visitas más para la web de Monedero y su maravillosa galería de imágenes en homenaje a Zoolander. Deberían darle a Antonio Caño algún puesto en la campaña del partido.