Andorra: se desploma el precio de las naranjas
En casa comemos mucha fruta, pero estos días, en las fruterías españolas, la fruta se ha puesto imposible, así que hemos tenido que recurrir a un popular mercado andorrano que, muy oportunamente, ha abierto sus puertas precisamente ahora. Contactamos con un mayorista para que nos vaya comentando la evolución de los precios, y hete aquí cómo están las cosas:
Las naranjas no dejan de caer. ¡Vaya sorpresa! No hace mucho tiempo, parecía que todo el mundo ansiaba consumir naranjas, que eran la fruta de moda. “La nueva fruta”, la llamaban algunos. Al menos, eso aparecía en los medios especializados, que, día sí, día también, no paraban de enfatizar, constantemente, que en España la fruta reina de estas Navidades iba a ser la naranja, que puede tomarse al natural, escarchada, exprimida, y de muchas formas más.
Pero en esto que la naranja se ha desplomado casi un euro (0,9€) de un día para otro. Y eso, teniendo en cuenta que cuando abrió la frutería, ayer mismo, lo hizo con un precio para las naranjas que podría considerarse promocional, más barato que en la mayoría de las fruterías españolas: tan sólo 17,2€ el kilo (son naranjas selectas).
Casi tanto como ha descendido el precio de las naranjas se han apreciado las berenjenas. ¿Alguna correlación? Pues no tengo ni idea, pero la verdad es que, en el mercado andorrano, las berenjenas (19,6€ el kilo) cotizan sensiblemente por encima de las naranjas. Esto tiene cierto mérito, si tenemos en cuenta que, por mucho que los agricultores del ramo se desgañiten diciendo que la berenjena es la hortaliza de “la gente”, no nos engañemos: no hay mucha costumbre en España de consumir berenjenas en grandes cantidades, y en principio parecía difícil pensar que el público esté dispuesto a pagar semejante precio por ellas. Pero, por ahora, ahí están, subiendo de precio sin cesar. Acercándose incluso al precio de las fresas, que no hace tanto tiempo eran mucho más caras, pero cuyo precio se ha estancado (20,6€).
Tal vez porque el consumidor, después de años y años comiendo fresas porque no había otra cosa, extendiéndose en crípticos comentarios sobre que no merece la pena comprar algo distinto en la frutería porque “total, luego nunca nos sale nada decente en la cocina”, ha comenzado a cansarse de unas fresas que, como las naranjas, a menudo tienen un aspecto estupendo, pero –también como las naranjas- igualmente a menudo no acompaña el sabor. O, peor aún: no es que sepan mal; es que no saben a nada. “Estas fresas es como si estuvieran vacías” o “comer estas naranjas es como beber agua” son quejas que a menudo aducen algunos exconsumidores que, desesperados, o bien se abandonan y dejan de consumir frutas y verduras, o bien se echan en brazos de las berenjenas, a pesar del repugnante sabor que tienen, para algunos de ellos, y que les recuerda a los engaños de la gastronomía griega, para otros (“dicen nosequé de una moussaka, pero luego todo son kebabs”).
Sin embargo, la mayoría, los menos amigos de arriesgar, los que quieren tomar lo mismo que han tomado toda la vida, se conforman con agua. Agua inodora, incolora e insípida. Triste agua que llevan décadas bebiendo, absolutamente previsible, pero que, según dicen, les resulta indispensable para vivir. Aunque muchos lo oculten, incluso les rían las gracias a sus compañeros cuando se hinchan a naranjas o berenjenas, a la hora de la verdad, el agua triunfa. Tanto es así, que es el producto más caro de la frutería (25,4€ el litro, ahí queda eso). “Al fin y al cabo –dice un consumidor que prefiere permanecer en el anonimato- casi todo lo que venden en la frutería no es más que agua con pretensiones”. “Yo al principio tomaba otras cosas –dice otro- pero con el tiempo me he dado cuenta de que yo quiero mi pensión y que no quemen iglesias y los demás, que se jodan sólo el agua se amolda a mis intereses”. Aunque también hay quien dice que el frutero, el señor Ruiz, dispone su género de forma que el agua quede siempre en una posición privilegiada, incluso desatendiendo los pedidos de otros productos que llegan desde el extranjero.
La frutería también tiene tomates. Pero casi nadie los compra, a pesar de lo baratos que están (4,5€ el kilo), y se están poniendo pochos.
Los tomates no los compra nadie porque huelen y saben a pescadilla podrida.
http://www.forocoches.com/foro/showthread.php?t=4680065
Sobre el resto mejor pasarse a la carne y que les den a los veganos :)
Comentario escrito por Trompeta — 16 de diciembre de 2015 a las 5:10 pm
[…] me parece impecable: están logrando generar ilusión entre su electorado, recuperando terreno, las berenjenas cada vez se cotizan más alto, y desde luego todo esto de llorar un día, debatir otro, y dárselas de impoluto otro más, tiene […]
Pingback escrito por Vacías inshidiash de un ser Ruiz « La Página Definitiva — 16 de diciembre de 2015 a las 7:28 pm
Como tengo un punto pardillo rajoyano, por un momento pensé que estos valencianos estaban con lo de la campaña de la naranja. Lo que me hizo pensarlo dos veces eran los precios, que no me cuadraban para nada. Pensé que se habían equivocado y que querían decir céntimos, precios al mayor, en lugar de euros. Al final caí en la cuenta… ¡malvados!
Comentario escrito por Gekokujo — 16 de diciembre de 2015 a las 9:50 pm
Yo también pasé un rato de desconcierto: «joer, los valencianos se toman las naranjas en serio…» luego empecé a ver la luz, y, además, como valencianos dejan que desear: que las naranjas pueden tomarse «y de muchas formas más» (=no se me ocurren más formas). a ver si encuentras a un gallego que no pueda enumerar 47 tipos de relleno para empanada…
Comentario escrito por Lunar — 18 de diciembre de 2015 a las 2:06 am
Actualización de la lista de la compra
Agua 25,8% (26,2%) (25,4%) (25,4%) 107-111
Fresas 21,4% (21,0%) (20,6%) (20,9%) 84-88
Berenjenas 20,4% (20,4%) (19,6%) (19%,0) 71-75
Naranjas 16,0% (15,9%) (16,3%) (17,2%) 50-54
Tomates 3,7% (3,7%) (4,5%) (4,8%) 2-4
Se frena la subida de las berenjenas y la caída de los tomates. Repunta la fruta tras la bajada prolongada. El agua cae, como la del cielo que nadie sabe por qué.
Comentario escrito por emigrante — 18 de diciembre de 2015 a las 1:26 pm
Yo lo único que deseo es que no les llegue la fruta para hacer naranjada.
Fresas con zumo, es probable pero un pisto de berenjena con fresas, imposible.
Pronostico un año depurativo, mucha agua, toques de fresa y naranja ocasionales- esta agua de insípida nada, el manantial es sulfuroso – que no satisfarán a nadie y el pisto como fin de la depuración en un par de años…una vez retocada la receta y seleccionadas variantes menos exóticas de tomate.
Comentario escrito por galaico67 — 18 de diciembre de 2015 a las 6:16 pm
Por aquello de la jornada de refexión vamso a reflexionar
¿Qué opina usted como miembro de la universidad española?
http://www.apfsasturias.es/VerNoticia.aspx?idmes=12&id=3306
Comentario escrito por Trompeta — 18 de diciembre de 2015 a las 11:22 pm
No hay que complicarse tanto la vida con precios de frutas, si uno puede ir directamente a la tienda online andorrana y mirar a ver qué le gusta:
http://www.elperiodico.com/es/noticias/politica/encuesta-andorra-elecciones-generales-tercer-sondeo-4743109
Comentario escrito por Johnnie — 19 de diciembre de 2015 a las 12:20 pm
[…] vieron escaños naranjas por todos lados y palmaron la porra electoral. Así que a la espera de que Andreu el Andorrano nos pase caballo del bueno, puro y sin cortar, hagamos un repasito a como está el patio, a lo que […]
Pingback escrito por Hitler en Moncloa: la resistible ascensión de Pablo Iglesias « La Página Definitiva — 23 de mayo de 2016 a las 9:13 am