Schwarzenweimer y la nueva política

El sistema político americano, admirable en muchos aspectos, tiene desde hace bastantes años un serio problema de inmovilismo derivado de las trabas de distinta índole que se le aparecen tanto a votantes como a candidatos cuando comienza un proceso electoral:

– En primer lugar, para poder votar en las elecciones es preciso estar inscrito en el censo. Lo mismo ocurre en España, pero a diferencia del funcionamiento del censo aquí (donde cualquier persona mayor de edad es automáticamente inscrita), en EE.UU. es el ciudadano el que tiene que poner interés de su parte, adoptar un papel activo, inscribiéndose en el censo electoral. Y eso, amigos, es un hándicap considerable. Porque aunque nadie pone en duda que con este sistema se garantiza, en principio, que aquellos que participen en las elecciones tienen un mínimo interés por los asuntos públicos, la exclusión, aunque sea por una cuestión de desidia, de la mayor parte de la población tiende a deslegitimar la representatividad de las elecciones.

– El sistema electoral, mayoritario en todos los casos, perjudica y en la práctica imposibilita la aparición de opciones de poder ajenas a los dos grandes partidos, el demócrata y el republicano, que al mismo tiempo convergen inevitablemente hacia el mítico centro electoral, edén moderno donde se concentra la gran mayoría de los votos. Si las opciones políticas se veían reducidas en un primer momento, las ideológicas lo hacen aún más.

– Por último, la conjunción de una sociedad de masas, articulada fundamentalmente a través de grandes medios de comunicación, únicos intermediarios viables entre el público y los ciudadanos, con la necesidad imperiosa que tienen los candidatos de darse a conocer como paso previo para conseguir votos, obliga a estructurar la campaña en torno a los medios de comunicación, vía apariciones públicas o publicidad contratada. Ambas vías favorecen un discurso político más bien endeble, fundamentado en la imagen pública del candidato y sus características como “persona humana” más que en sus convicciones políticas (si es que tiene alguna), y la segunda, la publicidad política, otorga además un papel fundamental al dinero como vía para promocionarse entre los ciudadanos. Todo ello genera unos mecanismos de campaña desquiciados, que se basan en la recaudación de fondos provenientes de distintos grupos de presión (que luego, naturalmente, pedirán algo a cambio) con el objeto de aparecer en TV a cualquier precio, generalmente para decir algo impactante, original, y que no dure más de 30 segundos, pues en caso contrario, por razones que explicó el recientemente fallecido Neil Postman, el público, al parecer, se cansa.

El resultado final de estos modos de hacer política es el desapego casi absoluto de los ciudadanos respecto de sus representantes y de las campañas electorales, que son, cada vez más, un espectáculo mediático en el que lo importante no es el programa político, sino los políticos y su circunstancia. Hasta ahí, nada nuevo, pero ¿qué ocurre si un outsider de la política supera a los dos grandes partidos?

En Estados Unidos los únicos antecedentes dignos de consideración eran los de algún congresista excéntrico que conseguía salir elegido como independiente en estados pequeños y, sobre todo, el de Jesse Montana, ex luchador de catch que llegó al puesto de Gobernador de Minnesota como candidato del partido de Ross Perot. Sin embargo, en líneas generales la política estadounidense tendía al mismo paradigma que la española en tiempos del Caudillo: todo atado y bien atado.

La reciente elección de Arnold Schwarzenhaimeneegger, sin embargo, es una cuestión distinta, y mucho más preocupante. Y ello no sólo porque haya llegado al puesto merced a un procedimiento torticero propio, de nuevo, de la política española (desempolvando una anacrónica ley de destitución del gobernador vigente, que exige mayoría al mismo para seguir mandando, pero no a su sucesor para comenzar a hacerlo), ni siquiera porque Schirchentontenzenegger sea propiamente un outsider (pues en teoría se presentaba desde las filas del Partido Republicano), sino, sobre todo, porque es síntoma del deterioro de la política estadounidense, y pone de manifiesto hasta qué punto la imagen pública es vital respecto a todo lo demás. Sin programa, sin ideas propias (y esto en el mejor de los casos), sin nada más (y nada menos) que su brillante historial como perpetrador de bodrios testosterónicos de Hollywood (es decir, cine de calidad), Schtartenhoimer ha llegado a la jefatura de un Estado más importante y rico que cualquier país europeo (salvo Alemania). Ya lo hizo Reagan en su día, y miren cómo acabó la cosa.

Schirchenchonchencheinchen, por fortuna, no llegará tan lejos al no haber nacido en EE.UU., pero la cuestión que subyace a todo esto es: ¿qué ocurrirá si un loco, un impresentable, un político “no convencional” llevado al extremo llega a la presidencia de EE.UU.? Algunos me dirán que esto ya ha ocurrido con George W. Bush Jr., y probablemente tengan razón. Pero Bush, al menos, es consciente de su estulticia y se ha rodeado de un equipo bien preparado, enormemente cafre, contraproducente en muchas de sus iniciativas (con la invasión de Irak como paradigma), pero al menos perteneciente a la tan denostada “política convencional”, con sus negociaciones, sus acuerdos, y sobre todo su instinto (llamémosle así) para saber qué cosas son inviables (o eso espero; tal vez la Administración Bush nos sorprenda con otro ataque anticipatorio propiciado por el entusiasmo de los hooligans extranjeros como el ex presidente Ánsar); sin embargo, un loco, ignorante de serlo, ignorante de qué cosas son asumibles y cuáles no, ignorante, en suma, pero convencido de estar tocado por la Providencia, podría llevar su locura adelante si no tiene detrás el factor disuasorio de la maquinaria de los partidos, o si los tiene obnubilados por su popularidad. Es decir, lo mismo que ocurre ahora con Bush y el Poder Legislativo, pero extremado por la disolución de este último en un festival de carisma mediático del gran líder.



25 comentarios en Schwarzenweimer y la nueva política
  1. A mi Chorchenager me parece un tio que, fuera de sus espectaculares papeles en la defensa del bien, es mas simple que el mecanismo de un botijo. Esto va a provocar que realmente pase su mandato sin pena ni gloria, con mucha propaganda y pocas nueces.

    En cuanto a lo de que un loco llegue a la presidencia de EEUU, yo creo que tampoco pasara nada, porque, aunque nos metamos mucho con George, estan a merced de las grandes empresas armamentisticas, petroleras (de la que procede la family Bush) y dems. Realmente esos son los motores que nueven el pais de la libertad y no los locos que llegan a la presidencia.

    Comentario escrito por Malus — 22 de octubre de 2003 a las 5:01 pm

  2. Propongo otro punto de vista:»El sueo americano»

    Nos encontramos con un austriaco carne de gimnasio que pas de entrenar en su pueblo a ser mister olimpia-universo etc.

    Un hombre que empezo con pequeos papeles para ser finalmente una estrella de Hollywood.

    Un hombre que se cas con una Kennedy.

    Un hombre que ha llegado a gobernador de California.

    Sinceramente calificar a Arnold de estupido es ridiculo. Y puede que lo que ms molesta es que es un «self made man» que ha llegado a lo ms alto empezando desde lo ms bajo. Una circunstancia que muy dificlmente puede ocurrir en nuestra amada sociedad europea.

    Comentario escrito por soho — 22 de octubre de 2003 a las 5:43 pm

  3. De acuerdo contigo. Yo no digo que Chorche sea estupido, sino que es simple en el sentido de persona no retorcida, ni maquiavelica.

    De todas formas coincido con Guillermo en que no llegar mucho mas lejos en su carrera politica (sobre todo porque la gente preferir que haga Terminator IV)

    Comentario escrito por Malus — 22 de octubre de 2003 a las 6:01 pm

  4. En fin, me resulta muy triste que se diga que Schwartz..eso no tiene ideas propias ni programa ni nada. Seguramente no se dira lo mismo de actores izquierdistas como Robbins o Sarandon. Las ideas polticas de arnoldo ya eran conocidas antes de que se propusiera el recall, y de hecho lleva aos rumoreandose su posible candidatura por el partido republicano. Es econmicamente liberal, aprobando un gasto pblico fuerte en educacin, favorable al aborto, al matrimonio gay y a otros «items» morales tpicamente izquierdistas.

    El colmo es decir lo mismo de Reagan, que saba bastante ms de poltica y economa que todos los que estamos en esta bitcora juntos. Debe ser que, para algunos, el no ser de izquierdas es lo mismo que no tener ideas.

    Comentario escrito por Daniel Rodrguez — 22 de octubre de 2003 a las 6:16 pm

  5. Que Arnold no tiene ideas propias? Hombre si las tiene, mira, mira las ideas tan buenas que se le ocurrieron para solucionar la crisis energtica de California junto a los buenos amigos de ENRON: http://www.alternet.org/story.html?StoryID=16902

    S, lo mejor de Reagan es lo bien que utilizaba el horscopo para sus reformas econmicas.

    Ah has estado sembrao, tocayo!

    Comentario escrito por problemaS — 22 de octubre de 2003 a las 6:37 pm

  6. Es que los izquierdosos tenemos un complejo de superioridad que es que damos asco (no se por que sera, porque todo el mundo sabe que «Mentiras Arriesgadas» es una obra cumbre del cine moderno, por no decir de la filosofia moderna).
    Yo no se si el tipo este tiene ideas o no, pero podriamos respetarle los famosos 100 dias antes de ponerle a parir, que seguro que lo hacemos. Para eso, contad conmigo.
    Ademas, asi no tenemos que verle la jeta en Gran Via cuando estrena uno de sus bodrios.
    Saludos

    Comentario escrito por Beria — 22 de octubre de 2003 a las 7:04 pm

  7. Daniel, ignoro si Schwarzenegger tiene ideas y la profundidad de las mismas, aunque desde luego no las ha expuesto durante la campaa, limitndose a proferir cinco o seis slogans televisivos y, por encima de esto (pues lo de los slogans es comn a casi toda la clase poltica), exacerbando su perfil de personaje ajeno a la poltica, sin ideas polticas «contaminadas» por la maligna estructura de partidos. Para m alguien as es alguien que se jacta de no tener ideas, o de tenerlas fruto no del debate y la reflexin sino de supuestos momentos geniales muy cercanos al populismo chabacano. Ya s que estoy especulando sobre el particular, pero mi opinin deriva de una constatacin: que hagas muy bien algo, o que tu trabajo sea valorado, no quiere decir que automticamente sirvas para cualquier cosa (y esto se puede aplicar a Terminator lo mismo que a Alejandro Sanz o Valdano).

    En cuanto a Reagan, lo que ms me irrita de su poltica es que, en el magno entorno liberal en el que al parecer se encontraba, aument el dficit y el intervencionismo estatal hasta lmites inconcebibles, destruy la imprescindible libertad econmica del individuo sometindole a un desenfrenado gasto pblico (en armamento, claro, pero supongo que el objetivo primordial es que el Estado no gaste ni aumente los impuestos, con independencia de para qu), cre un modelo de enriquecimiento fcil desprovisto de toda lgica, y dej arruinado el erario pblico. Eso s, acab con la Unin Sovitica (si es que no estaba ya finiquitada cuando lleg al poder merced a la famosa «esclerosis mltiple»).

    Un cordial saludo

    Comentario escrito por Guillermo Lpez — 22 de octubre de 2003 a las 7:29 pm

  8. De acuerdo en casi todo con lo que argumentas. Sobre todo lo que sealas sobre los handicaps del sistema electoral de EEUU y su perpetua continuacin del bipartidismo. Lo de los medios, pues bueno, qu decir sino que cada vez ms las candidaturas all se parecen al Oprah Winfrey Show. Aunque en Espaaza, con las perlas verbales de Ansar dicindole a la seora aquella que le mida la polla, pues como que estamos dando la pelea y con ms oportunidades de xito que la Seleccin Nacional (que con tanto vasco originario, guanche primigenio y celta ontolgico pues de nacional nada).

    Creo que en EEUU s puede llegar alguna especie de idiota monumental a la Presidencia o a alguna gobernacin pero me permito recordarte que Shconzerweimer llega con el apoyo de Enron lo cual le garantiza asesores de lujo (o un gabinete de Gobernadores a la Sombra, muy al estilo de los X FILES). Y claro que demuestra lo debil que est la democracia estadounidense, sin embargo, creo que an quedan unos cuantos liberales en reserva que podran evitarlo y si lamentablemente llega alguno to con Sndrome de Down a la Presidencia del Gobierno, como te he dicho, siempre hay una Condolezza Rice dispuesta a amarrar al to…

    Salud.

    Comentario escrito por Strepto — 22 de octubre de 2003 a las 8:07 pm

  9. Yo no estoy tan seguro de que nuestro amigo Chuache no pueda llegar a la presidencia de EEUU. De hecho, he oido que est en marcha un proyecto de enmienda a la constitucin para que un outsider pueda ocupar dicho cargo. Y no me extraara nada, dado los apoyos de Terminator, que estuvieran preparando dicha enmienda especficamente para l.
    Total que, en unos pocos aos, el mundo se convertir en el escenario de la ltima entrega de Terminator (no la peda alguien por aqu?).

    Comentario escrito por Luis — 22 de octubre de 2003 a las 9:39 pm

  10. Guillermo, me temo que ests confirmando tu teora sobre la democracia meditica de una forma imprevista. Schwartzenegger s que ha expuesto sus ideas… en prensa. No ha hecho mucho hincapi en ellas en televisin, algo que por otra parte tambin cabra decir de sus adversarios, al menos segn la transcripcin de un debateen TV que lei hace unos das. En definitiva, ha utilizado lo que ha creido conveniente en cada medio de comunicacin.

    Cuando digo que se confirma tu teora es porque pareces haberla basado slo en las apariciones en televisin, de modo que parece ser esa la base que tomas para tus conclusiones (toma pulla… ;-) ).

    Con Reagan, seor «ProblemaS», se traz la senda de la prosperidad americana de fin de siglo. Redujo los impuestos, aumentando la recaudacin, elimin la mitad de las regulaciones a nivel federal y no pudo hacer ms porque, entre otras cosas, tena en contra al Senado, de mayora demcrata, que le aprobaba gastos sin parar. Curiosamente con Clinton sucedi lo contrario; el Senado republicano le quitaba gastos, lo que unido a la gran recaudacin debida al crecimiento producido sobre todo por la rebaja impositiva, permiti empezar a pagar deuda. La poltica americana tiene estas curiosidades producto de la divisin de poderes, que los pobres espaoles no podemos entender.

    Una cosa Guillermo, me parece gracioso que si las cosas van mal la culpa es del gobierno y si van bien tambin porquehay «enriquecimiento fcil». Anda, la hostia.

    Comentario escrito por Daniel Rodrguez — 22 de octubre de 2003 a las 11:07 pm

  11. Daniel, no he basado mis opiniones en las apariciones de Chonzenager en la TV, de hecho he visto al respecto bastante poco (sobre todo su campaa, que anunci en un late night show, y algn anuncio). Lo he hecho, sobre todo, en funcin de lo que sobre su campaa decan en la prensa. E insisto de nuevo: que suelte cuatro tonteras bienintencionadas en campaa (bajar los impuestos, aumentar los gastos sociales, invertir en educacin, har la California ms mejor que ha habido nunca, y todo ello enfrentndome a un dficit monstruoso) no quiere decir que tras el marketing haya un pensamiento poltico serio ni estructurado. No es slo lo que quiera hacer, sino sobre todo lo que pueda hacer, y cmo. No s si me explico.

    De todas maneras, creo que estamos de acuerdo en que Granzoigberger es un claro sntoma de la democracia meditica fundamentada en la TV, con la imagen pblica como principal activo para conseguir votos. Y eso es, para m, lo preocupante. Porque igual luego resulta que lo hace muy bien, pero de entrada tenemos: a) su preparacin, salvo que se demuestre lo contrario, no ha sido enfocada a los asuntos pblicos sino al show business; b) su triunfo no ha derivado de un debate serio, sino de su imagen pblica; y c) su triunfo se ha dado en circunstancias muy irregulares. Creo que son elementos de juicio importantes que, al menos en mi caso, nos deberan obligar a tomarnos su triunfo ms que nada con prevencin.

    Sobre Reagan… Hombre, es obvio que cada uno cojea de un pie :) (t tambin claro, lo que no s es si «t ms» o «yo ms», como en el colegio,), pero junto al indudable crecimiento econmico de la era Reagan conviene que tengamos en cuenta: a) el monstruoso dficit que dej (no vale que me digas que Reagan aument las recaudaciones, intent recortar gastos, etc., si luego el dficit aumenta exponencialmente en sus aos de Gobierno, por mucho «Imperio del Mal» que tuviera enfrente); y b) la distribucin de la riqueza. Con Reagan aumentaron los ricos, pero tambin los pobres. Cuestin de prioridades, claro. Los malvados socialdemcratas creemos que el mercado sin regulacin (o con regulacin prevaricadora, caso de Espaa), o es peligroso, o es contraproducente respecto de los resultados a los que queremos llegar. Pero como esto es, en efecto, La Base de la discusin socialdemocracia – liberalismo econmico no s si nos meteremos en un chapapote demasiado profundo :)

    Un cordial saludo

    Comentario escrito por Guillermo Lpez — 22 de octubre de 2003 a las 11:37 pm

  12. Bueno, eso de que Arnie solo uso 5 o 6 esloganes lo dices por que t si que restringes tu informacin a los grandes medios de comunicacin de tu pais. De hecho, una de las cosas que ms me gusto de l en campaa fue un artculo que public en el Wal Street Journal, seguramente realizado por un buen equipo de asesores, en el que parecia tener bastante claro lo que quera hacer en economa. Quiz sea cosa de asesores, pero eso en el caso de todos los polticos del undo salvo los tan denostados tecncratas, pero hay que saber elegirlos, y aprender lo que te ensean (Si no luego te pasa lo que a Zapatero, que confundes progresividad con regresividad, y te lo tienen que explicar en una tarde).

    Comentario escrito por daniel — 23 de octubre de 2003 a las 12:17 am

  13. Espero ansioso que me expliques las medidas que piensa adoptar Schwarzenegger para mejorar la situacin econmica de California, hoy por hoy, como sabrs, lamentable. En cuanto a mis fuentes, no estn restringidas a medios espaoles, aunque obviamente stos tienen un mayor peso. De todas maneras, sigo pensando que discutir la vala de Schbinhenmailer como dirigente poltico es un poco baldo (y me remito a las reticencias que he expresado antes en la respuesta a tu tocayo); lo que a m se me antoja ms preocupante no es Chinkonggeiger en s, sino Lamenweiler como sntoma de un viraje en los modos de hacer poltica que puede ser preocupante, y que espero que no prospere, entre otras cosas, porque me obligara a hacer infinitas variaciones del apellido de este hombre; y se me estn acabando! :)

    Comentario escrito por Guillermo Lpez — 23 de octubre de 2003 a las 1:45 am

  14. Guillermo, lo que te falla es la perspectiva. Ests comparando a Scharzeneger con el Poltico Ideal, y entonces sale perdiendo. Pero si lo comparas con sus compaeros del Partido Republicano, donde el que no es un integrista religioso es un entusiasta de las armas, de la pena de muerte, del militarismo, o es racista…etc, entonces sobresale con creces de la media. Alguien bastante inteligente, que no parece estar demasiado fanatizado con la religin, que tiene sentido del humor y no se toma demasiado en serio a si mismo (como se puede ver en todas esas peliculas en las que se autoparodiaba), que tiene ciertas nociones de poltica y de economa (se ha leido «libertad para elegir» de un economista-gur que ahora no recuerdo) y que como ya han dicho por ah, tiene en algunos temas posicionamientos progresistas o liberales o como se le quiera llamar. A mi me preocupara mucho ms un granjero sureo de mollera cerrada, que alguien como Chuache que viene de un mundillo tan liberal, cosmopolita y libertino como el de Hollywood. Ah, y basta de meterse con sus peliculas, «Conan el Brbaro» est entre lo mejor del gnero de cine de aventuras, y Terminator I y II (la tercera no la he visto) son muy genas.

    Saludos

    Comentario escrito por Anónimo — 23 de octubre de 2003 a las 3:57 am

  15. Reitero que a m la capacidad poltica de Schbarlamejer no es lo que me parece ms preocupante. Lo ms preocupante es que por el mero hecho de ser famoso en su profesin alguien consiga los votos de los ciudadanos, previsiblemente votos que expresan un desapego de la poltica. No estoy diciendo que el «desastre» provenga necesariamente de Schinbermer, sino que en un contexto en que la gente vota por razones totalmente ajenas a la poltica (y por favor, no me digis ahora que Shcumaher ha ganado por sus ideas polticas), podemos entrar en el proceloso mundo del populismo barato, pero populismo ya totalmente ajeno a la poltica.

    Y creo que tu observacin no es correcta. No comparo a Shemeier con el poltico ideal. Lo comparo con el poltico, pues Honhenhanher no lo es.

    Comentario escrito por Guillermo Lpez — 23 de octubre de 2003 a las 10:14 am

  16. En el populismo barato del transporte gratis? Joder, si es que le estn poniendo a huevo el triunfo a los peperos!

    Comentario escrito por Paco — 23 de octubre de 2003 a las 10:55 am

  17. A mi me aslta una duda, Guillermo, con respecto a lo que dices… no se a lo que te refieres con «el politico». El ejemplo de politico mas claro y mas atemporal es el que refleja Maquiavelo en El Principe, pero no se si te refieres a eso o a un profesional con vocacion de servicio a la comunidad, que es una definicion mas moderna.
    En cualquier caso, Arnold puede llegar a encajar con ambas definiciones si el quiere perfectamente, la unica diferencia entre Arnold y, por ejemplo, Aznar, es su experiencia y su formacion, pero en cualquier caso la historia nos demuestra que cualquiera puede ser politico…

    Comentario escrito por Beria — 23 de octubre de 2003 a las 4:45 pm

  18. Posiblemente me haya explicado mal («posiblemente» no, seguro). A donde iba a parar, y lo que quera decir, es que Arnold (dejadme llamarlo as, por piedad)llega al poder por su imagen pblica, y adems su imagen adquirida en un trabajo ajeno a la funcin pblica. Por eso cuando se me ha objetado que Arnold puede tener mucha mejor formacin de la que aparenta he respondido siempre lo mismo: que me preocupa como sntoma, no tanto en s.

    Con «el poltico», en efecto, no me refiero a Maquiavelo sino a Habermas: el poltico como representante efectivo de su comunidad, vigilado por ciudadanos responsables, no como siniestro caudillo sediento de poder. Supongo que cualquiera que lea esto pensar que nac ayer, y no es cierto (al menos literalmente); por mucho que la poltica est desprestigiada, no podemos olvidar que los usos democrticos, tal y como se desarrollan en un principio, insertan al dirigente poltico en una estructura de partido ms o menos profesionalizada que intenta mantener ciertos cauces abiertos con la sociedad.

    Con la llegada de la democracia de masas, y sobre todo de la televisin, esto se est perdiendo; estamos yendo, probablemente hemos ido ya, hacia un nuevo modelo en el que lo importante ya no es el partido sino el candidato, y en concreto su imagen (eso lo explica muy bien Postman). El problema de votar en funcin de la imagen es que la democracia se debilita, porque los ciudadanos dejan de interesarse (entre otras cosas, por culpa de la TV y los contenidos supuestamente polticos que ofrece) por los asuntos pblicos y acaban leyndolos o como un espectculo o como una guerra, votando en ambos casos de forma irracional.

    Para m Arnold representa un paso ms, preocupante, en la misma direccin: la poltica no slo fundamentada en un candidato basado en su imagen pblica, sino en un candidato que ni siquiera se dedica a la poltica. Y de ah al populismo, y a cosas ms peligrosas, aunque no lo parezca, hay un paso.

    Menudo coazo que acabo de soltar :)

    Comentario escrito por Guillermo Lpez — 23 de octubre de 2003 a las 4:55 pm

  19. Llevas mucha razon, pero Arnold no creo que sea un sintoma de lo que puede ser, sino que ya estamos metidos en esto hasta el cuello.
    Hace ya mucho tiempo que la pertenencia o simpatia hacia un partido tiene poco que ver con la racionalidad y mucho con el sentimiento de pertenencia a una comunidad (la que sea), mas cercano a la filiacion futbolistica que a la filiacion reflexiva.

    Comentario escrito por Beria — 23 de octubre de 2003 a las 5:06 pm

  20. Para Daniel Rodrguez «Multivac»: De verdad que lo tuyo con los progres y los izquierdistas es exagerado. A veces coincido con tus opiniones, pero es que da la sensacin de que tu obsesin anti-izquierdista te hace ser demasiado susceptible.

    Vanse si no las frases «Seguramente no se dira lo mismo de actores izquierdistas como Robbins o Sarandon» o «para algunos, el no ser de izquierdas es lo mismo que no tener ideas». Que no, que no todos los de izquierdas son malas personas ni sectarios. Djalo ya, de verdad, que la vida es algo ms que «o conmigo o contra m».

    Es que a veces tus comentarios destilan un desprecio por los que tu llamas progres que tira de espaldas. Se puede estar o no de acuerdo en varios temas, pero me parece exagerdado, y sobre todo, falso, que pretendas buscar malas intenciones o actitudes totalitarias en todo aquel que no opina como t.

    Todos somos humanos y todos vamos en el mismo barco, y a la mayora nos apena la miseria y las desgracias ajenas. La cuestin est en que algunos opinan que la pobreza se soluciona de una manera y otros opinan que de otra. Pero pensar que los que no opinan como t son egostas, malas personas, mentirosos y totalitarios rezuma resentimiento. Probablemente ni t te lo creas.

    Comentario escrito por Avelino — 23 de octubre de 2003 a las 11:47 pm

  21. Mucho peor considero yo que haya polticos, como Quero en Granada, que no han hecho otra cosa desde que dejaron el Instituto. La poltica no debe ser una profesin.
    Es ms, cuando los actores espaoles se metieron en poltica todo el mundo les aplaudi. Un actor es una profesin tan respetable como otra cualquiera, y al final, estamos hablando de lo que ha votado un cuarenta y tantos por ciento de la gente, por encima de Cruz Bustamante, que se llev veintitantos.

    Comentario escrito por JJ — 24 de octubre de 2003 a las 5:28 pm

  22. Disculpen pero me ha gustado muchisimo Un nuevo Blog antiprogre escrito por un amigo venezolano, con comentarios sobre ese pas. Visitadlo:

    http://www.revistadebolsa.com/blogs/index.php/blog/1688

    Comentario escrito por Soroban — 31 de octubre de 2003 a las 12:20 am

  23. A v, Guillelmo, vale que te pases una jart de das sin tocar teclado, vale que seas ms flojo escribiendo que yo, que ya es decir. Pero dos jornadas de liga consecutivas y ni un slo informe… no hay derecho, hombre! A ver, quiero hablar con el encargado! ;)

    Comentario escrito por Otis B. Driftwood — 03 de noviembre de 2003 a las 11:43 pm

  24. Calma, calma, no slo era la Liga, sino tambin Gran Hermano, pero la crisis, como habrs podido ver, ya ha terminado :)

    Comentario escrito por Guillermo Lpez — 05 de noviembre de 2003 a las 5:01 pm

  25. debe ser mas grafica, para que sea mas atractiva

    Marisol

    Comentario escrito por su pgina ... — 29 de enero de 2004 a las 8:48 pm

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