Follón digital

Las últimas semanas han sido más que movidas en el escenario de los medios digitales hispanos. Primero fue Periodista Digital con su entrevista a King, después la denuncia de El País y El Mundo contra Periodista Digital por reproducir sus contenidos, el follón montado por Periodista Digital para defenderse (confundiendo términos, por cierto; una cosa es reproducir, parcial y eventualmente, contenidos privados en aras de la libertad de información y otra muy distinta hacerlo de forma sistemática y además lucrándose por la vía indirecta de los ingresos publicitarios) y, ¿finalmente?, la rectificación a última hora de Periodista Digital dejando de reproducir los contenidos de El País y El Mundo.

Justo después, el follón se monta por otro lado, aunque relacionado tangencialmente con el show de Periodista Digital: resulta que algunos medios digitales, aprovechando dos debates en Madrid y Barcelona sobre el estado del ciberperiodismo en España, deciden unirse, fundamentalmente contra los grandes medios impresos, a los que acusan (probablemente con fundamento) de operar subrepticiamente para dejarlos sin su parte del pastel publicitario, tanto privado como institucional. Son medios como iblnews, el semanal digital, o el propio periodista digital, los que se unen ante lo que perciben como una amenaza de los «dinosaurios» provenientes de medios convencionales.

Al hilo de este debate surgen dos consecuencias, la primera eminentemente positiva, un manifiesto por la libertad de información en Internet que se me antoja auspiciado, sobre todo, por David de Ugarte, creador de Las Indias.com; la segunda, negativa por contradictoria con la anterior, una especie de afán, por parte de algunos, por la confrontación con algunos de los medios digitales que son percibidos, de forma un tanto maniquea, como «malos», que por ahora ha concluido en el anuncio de organizar un Congreso de Periodismo Digital claramente enfrentado al que tiene lugar todos los años en Huesca, pues ambos se celebrarían en el mismo mes (enero). La cuestión tiene algo de patio de colegio, de trazar absurdas líneas de división donde hasta ahora, que yo sepa, no las había, y además de crear una crispación que no conduce a ningún lado, anunciando, por ejemplo, José Lozano (director de jovepress.com y organizador de los debates), que llevará a cabo acciones legales contra una bitácora, caspa.tv, por algo tan surrealista como que un lector haya publicado supuestos infundios contra él. Vendría a ser como si ahora uno de Ustedes escribe en los comentarios a este post «X es un mariconsón» y X me denuncia a mi por ser el autor del weblog. Oiga, X, ¿y a mí qué me cuenta? Pues así están las cosas, bastante liadas (más información en los weblogs de Antonio Delgado e Ignacio Escolar, entre otros).

Sin embargo, todo este follón, además de ridículo, es estéril. Lo importante no es el follón, sino lo que puede haber detrás de él: una reorganización del panorama de los medios digitales en España que Ramón Salaverría designa perfectamente en su weblog, agrupándolos en tres bloques: medios que sobre todo reproducen su versión analógica, como El Mundo o la Cadena Ser, y que tienden indefectiblemente hacia el modelo de pago (aunque el modelo de pago suponga por ahora un tremendo fracaso); medios exclusivamente digitales, normalmente gratuitos, que sin embargo tienden a reproducir «en pequeño» la estructura y características de los anteriores (pero sin contar con el valor de su marca ni con los mismos medios para generar contenidos); y medios, por último, de carácter eminentemente gratuito y alternativo, generalmente asociados al fenómeno de los weblogs, que reducen el espacio de los dos anteriores aunque sin generar beneficios propios, entre otras cosas, porque con honrosas excepciones (como LPD), no es su objetivo primordial.

A todo esto yo me permitiría añadir un factor que se me antoja fundamental para explicar estos repentinos movimientos del sector de los medios digitales, súbitamente convulso, y es la aparición de news.google en español. News.google significa, básicamente, dos cosas: la primera, que ningún medio individual puede competir con la selección efectuada por news.google entre un amplio abanico de fuentes gratuitas, y la segunda, que sólo aquellos que puedan formar parte de news.google, o asociarse en productos similares, pueden aspirar a «pintar algo» en el futuro. En un entorno de información en red los contenidos también tienen que presentarse en red, accesibles para el público desde diversas vías, y organizados en torno a selectores de información capaces de ofrecer un «menú» interesante en sí mismo. Por eso, si Periodista Digital supuso la evidencia más clara de la muerte económica de los grandes medios de pago por poner de manifiesto lo fútil de sus pretensiones de calidad (es decir, «soy tan cojonudo que el público paga por leer mi información
exclusiva», esto funciona mejor en un quiosco convencional con a lo sumo veinte alternativas, todas de pago igual que la tuya salvo la prensa gratuita distribuida en el metro y similares, que en un «quiosco» digital con veinte millones de medios gratuitos disponibles, algunos, por cierto, mucho mejores que los pretendidos contenidos «de calidad»), news.google supone que aquel que no se asocie, o logre formar parte de una asociación de medios similar, estará informativamente muerto. El problema, claro, es que además de asociarte con otros has de tener muy claro que aquellos con los que te asocies, pero sobre todo tú, tienes que ofrecer cosas interesantes. El medio, tal y como lo conocíamos, ha muerto, o morirá en breve, y sólo importarán sus contenidos presentados como parte de una oferta mucho más amplia.



No hay comentarios en Follón digital

Nadie ha dicho nada aún.

Comentarios cerrados para esta entrada.