El Tour (I): «Perico se queda»
Como Ustedes saben, la política informativa de LPD se caracteriza, entre otras cosas, por no albergar ningún tipo de informaciones en su sección de Deportes ajenas al único que merece tal nombre, el fútbol. Nuestro pasotismo respecto de ridículas competiciones deportivas tales como las Olimpiadas (y no digamos los Campeonatos del Mundo de Atletismo, o de Natación) es notorio. También es paradigmático que jamás nadie haya protestado por esta ausencia, bien al contrario, todas las semanas recibimos algún email de aficionados al Recreativo de Huelva, o al Málaga, o al MEMYUC, quejándose por el vergonzoso tratamiento informativo que dispensamos a sus equipos.
Sin embargo, que sólo hablemos de fútbol no quiere decir que únicamente nos interese el fútbol: hay vida inteligente más allá del deporte rey (aunque, todo sea dicho, no mucha).
Así que aprovecharé este weblog para darme el gustazo de hablar del único deporte (junto al golf) sobre el que alguna vez me ha podido tentar escribir algo: el ciclismo. Y además lo haré en varias entregas, ya puestos
El ciclismo y yo
Hay un comienzo para todo. El mío tuvo lugar algún día de 1986, o 1987, en la Vuelta a España, cuando la Vuelta aún era una competición interesante, y se disputaba en Mayo. Todos los años aparecía Sean Kelly intentando ganarla, y casi todos los años fracasaba en el intento (si no recuerdo mal, en 1987 ganó el colombiano Lucho Herrera). En el verano de 1987 descubrí que había vida inteligente más allá de la Vuelta (algo que casi había desechado tras tragarme mi primer, infumable, Giro de Italia). Lo recuerdo como si fuera ayer, un diminuto televisor en blanco y negro en mi apartamento de los Pirineos (Cerler, Huesca, veraneando ahí desde 1980) que apenas captaba la señal. Un español en el PDM (¿qué hacía un español en un equipo holandés?). Perico Delgado. Dos jóvenes estrellas francesas, Bernard y Mottet, aspirantes a suceder al patético Bernard Hinault (ganador de cinco Tours regalados por la complaciente organización), un irlandés gran contrarrelojista y de pundonor, Stephen Roche, y el susodicho Perico.
Perico Delgado era un grandísimo corredor, clásico ciclista español, muy bueno en la montaña y muy malo en la contrarreloj, pero tenía, sin duda, “algo” especial. Nadie como Perico para convertir el ciclismo en deporte de masas merced a su peculiar manera de entender este deporte, de atacar, e incluso de fracasar. Todo el Tour de 1987 fue una batalla “a cara de perro” con Roche, con Perico asestando hachazos en todas las etapas de montaña y Roche resistiendo como podía (en una etapa de los Alpes, no recuerdo cuál, incluso tuvieron que administrarle oxígeno tras cruzar exhausto la meta, intentando no perder demasiado tiempo frente al loco de Perico). La táctica de Delgado para atacar era inmejorablemente televisiva: en un momento dado parecía que Perico flaqueaba, se quedaba en la parte de atrás del grupo de escapados, y el locutor exclamaba un nervioso “atención, Perico se queda, Perico se queda”, momento en el cual Perico se ponía a correr como un loco y soltaba un hachazo con el que dejaba a todos tirados en la cuneta. Perico no ganó ese Tour (se quedó a medio minuto de conseguirlo), pero terminó de forjar su leyenda, de gran ciclista, con sus puntos fuertes y sus flaquezas, pero sobre todo, imprevisible, como el “Chava” Jiménez pero en bueno.
Los años gloriosos: 1988
Al año siguiente Perico participó en la Vuelta y en el Tour. Ya había ganado una Vuelta en 1985 (en realidad iba a ganar Robert Millar, cuyo principal enemigo era Peio Ruiz Cabestany, segundo en la general. En la penúltima etapa, en la Sierra madrileña, Perico se escapó sin que Millar lo supiera y le metió los suficientes minutos como para ganar in extremis. Pericadas en estado puro), y volvió a ganar en 1989 en una gran edición, con Pino y el colombiano Fabio Parra, sobre todo, dando guerra. Impagable la etapa de los Puertos de Madrid, otra vez penúltima de la Vuelta, en la que Parra se escapó (Perico sólo le llevaba un minuto de ventaja), ante el estupor del propio Perico y de la afición. Cuando todo parecía perdido, algunos hombres honrados, amantes del buen ciclismo, altruistas, pertenecientes unos cuantos equipos absurdos y nacidos, todos ellos, en la Unión Soviética, decidieron, vaya Usted a saber por qué, ayudar a Perico en su afán de evitar que Parra ganase la Vuelta. Y al final lo consiguieron. Todos contentos: Perico ganador, la afición exultante, y los rusos con un sobresueldo en el bolsillo que nunca habrían ni soñado en aquellos años (bueno, Parra muy contento no estaría, pero ya me dirán qué nos importa eso).
Perico llegó a un Tour en el que no estaba ni Roche, ni Kelly, ni Lemond, aún convaleciente del escopetazo de perdigones que le asestó (por error, se supone) su cuñado (o su suegro, no me acuerdo) en una cacería. Perico, en esas condiciones, se dio un paseo por el Tour, sacando al segundo (el holandés Stephen Rooks) medio minutillo en cada etapa de montaña. Fue un Tour en el que los españoles ganaron cinco etapas, y Perico se solazaba en el horario de máxima audiencia soltando hachazos, todo pundonor y espectáculo. Apareció un pequeño problemilla tras la cronoescalada, a una semana del final del Tour, cuando se descubrió que Perico había dado positivo en el control antidoping. Contra todo pronóstico, el contraanálisis dio negativo y Perico pudo ganar el Tour, con unos ocho minutos sobre Rooks. Ya saben que en aquella época aún no había los controles que hay ahora y qué quieren que les diga, como indicó años después Induráin, “con espaguetis no se suben puertos de categoría especial”.
Mañana, más
Comentarios cerrados para esta entrada.
La de tardes emocionantes que he pasado en mis veranos juveniles viendo a Perico e Indurin, ahora trabajo maana y tarde, y el hecho de pensar que no puedo ver el Tour me recuerda aquella frase: «si el trabajo es salud, que trabajen los enfermos» que yo preferira estar en mi sof viendo el Tour.
Comentario escrito por JaviWoll — 07 de julio de 2003 a las 12:12 pm
Me ha venido a la cabeza, hablando de ciclismo espectacular y sufridor, a un gran corredor como fue Marino Lejarreta, de quien pocos se acuerdan ya. Grandes ciclistas los espaoles de los 80, superiores a chulitos de playa como Hinault, el que despus haca diseos del Tour para que no los ganara Indurain. Y ahora dicen que Migueln es el OCTAVO mejor ciclista de la historia.
Alons, enfants de la patrie.
Comentario escrito por Manolo — 07 de julio de 2003 a las 8:19 pm
yo tambin odiaba a Hinault; tanto que incluso me caa bien Lemond en aquella poca en que ambos competan… antes de la llegada de Perico. Jo, qu malos ratos nos haca pasar…entre los ratos buenos. Lo de Indurin ya no tena la misma emocin (ni yo la misma edad, para qu engaarnos)
Saludos
Comentario escrito por Jueves Addams — 08 de julio de 2003 a las 1:12 am
Es cierto que junto a Perico hubo una grandsima generacin de ciclistas espaoles, sobre todo escaladores (Lejarreta, Pino, Cubino, Fuerte, …). No olvidemos que Lejarreta gan dos Vueltas y estuvo a punto de hacerse con un Giro.
Y tambin es cierto que la poca de Indurin a algunos nos pill un poco lejos, no por edad, sino porque despus de «lo de Perico» nada poda resultar tan emocionante.
Comentario escrito por guillermo lpez — 08 de julio de 2003 a las 10:52 am
Yo recuerdo perfectamente aquella etapa de la Vuelta en 1985, en la que Millar se crea seguro ganador, y se escap Perico junto a Pepe Recio, mientras el resto del pelotn se callaban miserablemente (al parecer, Millar no les caa muy bien :) La etapa la gan Recio, y las malas lenguas cuentan que Perico, sabindose lder y virtual ganador, dej que Recio cruzase primero la meta. Perico siempre lo ha negado, claro, y posiblemente se lleve la verdad a la tumba, pero justo antes de que Recio diese el ltimo tirn, muchos espectadores vimos cmo el segoviano le deca algo cuando iba a su rueda. En cualquier caso, yo disfrut como un enano, jejeje. Y ms al ao siguiente, en la que lvaro Pino gan, otra vez a Millar, por poco ms de 30 segundos: en una de las ltimas etapas el escocs atac para conseguir superar esa corta diferencia y, poco antes de alcanzar la meta, vio cmo Pino, con una parsimonia increble, le alcanzaba por detrs y haca intiles sus esfuerzos. No recuerdo quin gan aquella etapa, pero s que Millar no volvi a destacar ms en el ciclismo internacional… dos de dos fueron demasiado para l.
Un matiz slo: yo creo que el ao que Perico gan el Tour (1988) no corri la Vuelta, sino el Giro, y al ao siguiente s corri la Vuelta y la gan. De hecho, todo el mundo daba por segura su victoria en la Vuelta mucho antes de empezar a rodar, prueba del buen momento de forma en que se encontraba, que nadie le discuta su liderazgo. Pena de aquel despiste en el Tour, oche…
Comentario escrito por Otis B. Driftwood — 09 de julio de 2003 a las 11:35 am
Cierto, Perico se peg tres aos sin correr la Vuelta, y volvi a hacerlo en el 89 (lo cuento en la segunda parte de esta serie). Lo que no recordaba es que Pino le gan su Vuelta a Espaa tambin a Millar. Qu bueno!
Y fue Lucho Herrera, que gan en el 87, el que todos decan «se desfondar en la contrarreloj, flor de un da», ante Kelly, y luego gan la contrarreloj, o el propio Pino?
Comentario escrito por Guillermo Lpez — 09 de julio de 2003 a las 12:28 pm
Pueeeee… no recuerdo muy bien ese ao, aunque s que Kelly, a priori el gran favorito, tuvo que retirarse por culpa de un fornculo. Desconozco si lleg a disputar esa contrarreloj, aunque estoy buscando datos.
Kelly se desquit al ao siguiente, cuando gan la Vuelta de modo incontestable. Era un corredor curioso, sorprendentemente regular en la montaa, muy bueno en contrarreloj y hasta gan alguna que otra etapa al sprint. Quiz le faltaba resistencia, porque nunca hizo nada de inters en el Tour, pero tena su gracia. Fue un tipo de corredor que ya prcticamente no existe.
Comentario escrito por Otis B. Driftwood — 09 de julio de 2003 a las 12:39 pm
Kelly era un grandsimo corredor, nunca gan el Tour pero se hart a ganar maillots de la Regularidad (sobre todo en la Vuelta), y cuando por fin logr hacerse con el maillot amarillo en Espaa, lo hizo de forma incontestable. Era un tipo parecido a Stephen Roche, tambin irlands, un modelo de corredor que, en efecto, no es fcil encontrar por ah.
Aquellos tiempos en que incluso la Vuelta era interesante. La cambian a Septiembre para que fuera Indurin y ya ves cmo les ha salido…
Comentario escrito por Guillermo Lpez — 09 de julio de 2003 a las 1:16 pm
El cambio a Septiembre, sobre todo por presiones de la UCI, pero con el beneplcito de Unipublic, no gust a casi nadie, ni siquiera a los ciclistas, que preferan elegir entre Vuelta y Giro para prepararse el Tour, aparte de que en Marzo el tiempo es mucho mejor para la carrera. La nica ventaja que poda tener es que, a priori, muchas figuras que han fracasado en el Tour de ese ao (o que, al menos, no han cumplido sus expectativas) pueden «arreglar» la temporada con un buen papel en la Vuelta. Esto sera cierto… si no fuera por la cercana de fechas con ese evento absurdo y sobrevalorado que es el Campeonato del Mundo, que slo tiene valor para el pas cuyo representante gana la prueba de fondo en carretera, normalmente un sprinter y que, en el resto de casos, importa poco menos que la vuelta a Socullamos (con todo mi respeto para los socuellamenses). Que regresen la Vuelta a la primavera, que es su sitio natural, y se dejen de historias, hombre!
Comentario escrito por Otis B. Driftwood — 09 de julio de 2003 a las 6:56 pm
Hay que ver cuanta gente de mi generacin (los nacidos hacia 1982, grandioso ao para el ftbol espaol…jejeje) comenz a interesarse por el ciclismo gracias a Perico! Ese tour del 89, creo recordar, esos saltos que daba, ese despiste (hay que ser bastante tonto tambin), ver a Indurain ganando su primera etapa…
La Vuelta en abril siempre!!!!cmo van a subir el Angliru con ese tiempo que hace todos los aos en septiembre, estando en abril todo de lujo??Si es que Unipublic intent hacer lo imposible: que Indurin se interesase por la Vuelta. Pobres ilusos…
Comentario escrito por Jaime Alonso — 07 de agosto de 2003 a las 1:13 am