Póngame cuarto y mitad de escándalo, que hay Elecciones

La semana pasada, un supuesto escándalo irrumpió con fuerza en la campaña de las Elecciones Catalanas. Un “borrador” de un informe policial que ponía en el disparadero al president de la Generalitat, Artur Mas, a su Conseller de Interior, el mamporrero Felip Puig, al expresident Jordi Pujol y a sus hijos (Oriol y Jordi Jr.).

El “borrador” aportaría novedades al respecto del caso “Palau” y el cobro sistemático de comisiones de los adjudicatarios al director del Palau, Félix Millet. En concreto, el borrador afirma que esas comisiones no sólo estaban destinadas a Millet, sino también a la cúpula de Convergència. Dichas comisiones habrían acabado colocándose en cuentas bancarias depositadas en Suiza, por un importe, en el caso de Pujol e hijos, de 137 millones de euros; una cantidad apabullante.

El problema es que nada parecido remotamente a una prueba se aporta para sostener semejantes afirmaciones; porque, claro, es sólo un “borrador”. Pero, al mismo tiempo, no parece que esto haya detenido al diario El Mundo para publicarlo apresuradamente. En plena campaña electoral.

La cosa es tan vieja como el mundo: utilizar informes policiales, reales o supuestos, o meros infundios, para socavar la posición del adversario, aprovechándose de los resortes que el poder pone a nuestra disposición. O, directamente, inventarse escándalos ad hoc para generar un determinado efecto político. Ocurrió en la reciente campaña de las Elecciones Gallegas (a propósito de un escándalo con visos de verosimilitud); a la jueza le entró muchísima prisa por imputar al alcalde de Orense, del PSdG, en un momento en el que el PP gallego se jugaba su mayoría absoluta. Ocurrió en mayo de 1999, cuando el entonces candidato socialista a la presidencia del Gobierno, Josep Borrell, dimitió un mes antes de las elecciones autonómicas y municipales (y a un año vista de las generales) merced a un “escándalo” destapado por el diario El País, y que desapareció tan pronto como desapareció Borrell. Ocurre, en resumen, siempre que le conviene a alguien, y siempre con un propósito político evidente: destruir, o al menos debilitar, la reputación de la persona a la que se ataca, por el mero hecho de centrar los focos sobre él, y aunque lo que de él se dice no esté probado, ni haya indicios, e incluso resulte inverosímil. En resumen: atacar al «capital simbólico» del político en un contexto en el que el margen de maniobra (el periodo previo a las elecciones) es escaso.

No se trata, desde luego, de que la honorabilidad de los dirigentes de Convergència esté por encima de cualquier duda. De hecho, el propio caso Palau aporta indicios consistentes de que, además de pasar por caja de Millet, las empresas adjudicatarias de contratos públicos también le soltaban un 2,5% del importe del contrato a Convergència por la gentileza. Hasta el propio Pasqual Maragall se atrevió a hablar de este asunto en el parlamento catalán, haciendo referencia al 3% que CiU cobraba habitualmente como impuesto revolucionario.

Lo que ocurre es que, obviamente, las acusaciones, en un país democrático, incluso en uno como este, no pueden basarse en el conocido aforismo de “cuando el río suena, agua lleva”. La credibilidad de un supuesto “borrador”, salido no se sabe muy bien de dónde, del que el juez y el ministro del Interior se han apresurado a desmarcarse, para cimentar estas acusaciones, tiende a cero. Y conforme más sabemos de su composición, peor aún: un pastiche de cuatro informes previos más “informaciones que circulan por la red”. Curiosamente, semejante presentación ha servido a la prensa amiga (amiga de Españaza, se entiende) para avalar el rigor del informe. Que son cuatro informes policiales previos, mucho cuidado. ¡Y con informaciones de Internet añadidas, además!

O sea, que, teniendo en cuenta cómo funciona la policía española, lo de «informaciones que circulan por la Red» pudo ser así: un tío que deja un comentario en una noticia de La Gaceta diciendo que todos los catalanes son unos ladrones, un blog conspiranoico, un par de alusiones “que sí, que yo lo sé, que me lo han dicho” en Forocoches… ¡Y ya tenemos el informe policial montado! Y luego, una vez pasada la campaña, y suponiendo que alguien en El Mundo (Pedro J. o Eduardo Inda, que tanto da en este caso) tenga que comparecer ante un juez, pues se saca un documento en Wordperfect del ordenador, se apela a la necesidad de mantener el anonimato de las fuentes, y aquí paz y después gloria.

Lo más candoroso del asunto es que, al parecer, en El Mundo (y en el oscuro reducto de donde haya surgido el informe) piensan sinceramente que un escándalo de corrupción es una carga de profundidad contra la campaña de CiU y sus aspiraciones de alcanzar mayoría absoluta. ¡Criaturas…! ¿Pero es que no aprendieron nada de Camps? ¿De la propia CiU y sus abundantes escándalos de corrupción a lo largo de su historia? ¡Que no, hombre, que no! ¡Que a la derecha española no te la cargas con corrupción! Sobre todo ahora, en plena ola mesiánica. Un borrador policial explicando que Mas es del Madrid, o que militó en AP de joven, habría sido mucho más eficaz.



13 comentarios en Póngame cuarto y mitad de escándalo, que hay Elecciones »
  1. A mí lo que me mola porque pone de relieve el síndrome de Estocolmo de la peña es la habilidad que Artur Mas ha demostrado en transformar lo que era un ataque a su persona a un «ataque a Catalunya». Como decían, Catalunya is not CiU.

    Comentario escrito por parvulesco — 21 de noviembre de 2012 a las 6:17 pm

  2. A mí me encantó lo del 3% de Maragall…lo dijo en el parlamento, se miraron todos con cara de «jodercoñotío, no nos jodas el chiringo, que de aquí sacamos tajada todos» y no se volvió a mencionar el tema….
    Supongo que los del tripartito se callaron porque pensaron que al poco tiempo les tocaría a ellos trincar, y decidieron no hacer saltar la liebre…
    En fin, que las cloacas españolas las envuelves en una señera, y pasan a convertirse en bebederos de maná y ambrosía…

    Comentario escrito por Alejandro — 21 de noviembre de 2012 a las 6:28 pm

  3. Tratandose de una acusación de corrupción en Espanya no es un ataque sino un apoyo. Como ven que CiU se aleja de mayoría absoluta a la par que suben los rojos de ERC, los de la Brunete han decidido darle una ayudita.

    Bromas aparte, lo mejor que podría hacer la derecha contra el nacionalismo periférico es aplicar el «Método Rajoy»: no hacer nada.

    Comentario escrito por emigrante — 21 de noviembre de 2012 a las 6:59 pm

  4. #Alejandro, más que callarse porque «pensaron que al poco tiempo les tocaría a ellos trincar», nada más llegar al poder el Tripartito el PSC hizo todo lo posible por dejar de lado las múltiples corrupciones acumuladas por CIU (véase lo que ocurrió en 2003 con la comisión de investigación al inefable David Madí o con su total y absoluta falta de colaboración con la fiscalía en el tema del 3%). Luego, cuando ves que en muchos casos de corrupción de CIU también está pringado el PSC (véase el Caso Pretoria), entiendes mejor lo que pasó (y es que tres décadas gobernando como si fuese un cortijo el Ayuntamiento y la Diputación de Barcelona y casi todos los ayuntamientos de la provincia debieron dar para mucho).

    Comentario escrito por Tururu — 21 de noviembre de 2012 a las 7:16 pm

  5. Y muy de acuerdo con Guillermo en que es la repanocha que desde la derecha pepera se pensara hacer daño a CIU con lo de la corrupción. Precisamente ellos, a los que sus votantes día sí y día también les demuestran que el latrocinio público les importa una sobera xxxxx a esos millones de estómagos agradecidos que tenemos por compatriotas. Por ejemplo en Baleares, donde consiguieron una mayoría absolutísima en todas y cada una de las instituciones en las elecciones de 2011, después de que apenas debe quedar alguno de sus cargos públicos de la legisltura 2003-2007 sin imputar en algún caso de corrupción.

    Comentario escrito por Tururu — 21 de noviembre de 2012 a las 7:23 pm

  6. Pues sí, gran habilidad la de Mas en ponerse detrás del pueblo para protegerse del ataque…

    Pero lo que me jode es que se lo han puesto a huevo. Vamos a ver, esconderse detrás de un pueblo mal. Pero es que lanzar una noticia de este calado a una semana de las elecciones sin que esté debidamente contrastada es muy muy chungo. Porque, en cierta manera, supongo que atenta contra el sistema democrático intentar manipular unas elecciones de esta manera y por lo tanto quien quiera puede entender que «se está atacando la democracia catalana» manipular es muy fácil y más cuando se da esta munición

    Comentario escrito por Veps — 21 de noviembre de 2012 a las 9:35 pm

  7. El caso de Borrell me recuerda un caso más próximo para los valencianos, tanto en la distancia como en el tiempo: La defenestración del socialista Joan Ignasi Pla en 2007, tras perder las elecciones frente a Camps. Un escándalo de corrupción destapado por medios afines consiguió acabar con la carrera política de Pla por la vía rápida.

    Comentario escrito por Guerau — 22 de noviembre de 2012 a las 12:56 am

  8. Sinceramente, a mí todo este rollo de CiU me recuerda al rollo que tenemos en Andalucía…la única diferencia es que en Andalucía usa el «que vienen los señoritos» para mantenerse en el poder, mientras que CiU usa el «que vienen los españoles»…pero al final el objetivo es le mismo: seguir en el poder (en el sentido de 1984; no seguir en el poder para ayudar al pueblo, sino simplemente seguir en el poder para tener el poder).
    En fin, que Mas está haciendo la de Houdini…desvio la antención a un lado (soberanimos) mientras hago el prestigio por el otro (mayoría absoluta) con el único objetivo arriba dicho.
    Y lo de la publicación del mundo, en estas formas, ahora, es bastante chungo, la verdad. Me imagino que los periodistas que tengan algo de principios estarán bastante jodidos con la dirección del periodismo español actual…el más bajo servilismo a partidos e intereses políticos.

    Comentario escrito por Alejandro — 22 de noviembre de 2012 a las 12:14 pm

  9. #4

    El oasis catalán, ¿se acuerdan?

    Lo más divertido es que el domingo CiU y PP saldrán con más escaños aún que en 2010.

    Los catalanes, los más españoles de los españoles

    Comentario escrito por Jackie Treehorn — 22 de noviembre de 2012 a las 5:13 pm

  10. Y para colmo ahora salta Tejero al terreno de juego. Desde luego, el postfranquismo ya ha hecho todo lo que ha podido, si con esto Mas no consigue la mayoría absoluta será solo culpa suya.

    Comentario escrito por emigrante — 22 de noviembre de 2012 a las 6:51 pm

  11. Me acuerdo de ayer los de la Ser comentando que era un borrador que habían escrito «una o varias personas».

    Si es que es normal que los catalanes quieran irse. Lo raro es que haya quien todavía quiera quedarse en semejante casaputas.

    Comentario escrito por l.g. — 22 de noviembre de 2012 a las 10:13 pm

  12. Guillermo, por desgracia la corrupción en España no se carga a la derecha, pero a la izquierda tampoco. Si no, mira al PSOE en Andalucía y el caso de los ERES o «fondo de reptiles». Y eso no era un borrador salido de no se sabe bien donde. Para echarse a llorar. Saludos

    Comentario escrito por Descreido — 23 de noviembre de 2012 a las 1:50 pm

  13. Una discrepancia importante: desde lejos, y sin más datos que lo publicado por la prensa (lo que obliga a cierta prudencia siempre porque a lo mejor hay más de lo publicado, por mucho que esto no suela ser lo normal en España), lo de Lugo y Orense apesta. Que esos dos alcaldes acaben condenados con lo que ha salido en la prensa, que es nada de nada a efectos prácticos y probatorios, es casi imposible. Y sería muy preocupante que lo fueran simplemente con eso.

    Comentario escrito por Andrés Boix Palop — 26 de noviembre de 2012 a las 10:39 am

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