El País: Wert es repugnante (y un tipo muy majo)
En el periodismo español, hay un tipo específico de artículo que requiere un talento excepcional. El artículo cuyo mensaje subyacente vendría a ser: “No es tan hijo de puta como parece; ¡en realidad, es de puta madre!”. El artículo que ha de abordar el perfil de alguien denostado y criticado por sus malas acciones, pero que es amigo nuestro (de la empresa donde se publica). Y al que, por tanto, hay que defender, contra viento y marea.
Hay gente que es auténticamente maestra en este tipo de textos, como Mábel Galaz. Te lees un artículo de Mábel y al final parece que Su Majestad Campechana disparó al elefante de marras para salvar a España de un proceso de involución de imprevisibles consecuencias. Pero no todos han sido llamados por esta senda de la genialidad.
Es lo que ocurre con este magistral artículo que publicó el diario El País el pasado domingo. Un perfil del ministro de Educación, José Ignacio Wert. El ministro peor valorado del Gobierno. Especializado en insultar gratuitamente a aquellos a los que supuestamente debería defender (profesores y alumnos de la educación pública), así como en hacer declaraciones extemporáneas, frívolas y habitualmente erradas. Una persona tan insoportable que ha logrado que un colectivo en principio poco dado a pronunciamientos espectaculares -los rectores de las Universidades españolas- le diera plantón la semana pasada.
¿Por qué ese afán de PRISA por hacerle un “Mábel Galaz” a Wert? La razón es más que obvia. Wert ha sido habitual colaborador de PRISA, en El País y en la Cadena Ser. Wert es “uno de los nuestros”. Así que algo hay que hacer para enaltecer al personaje. ¡Pero lo gracioso del caso es que los intentos de enaltecerle le dejan aún peor!
Por ejemplo, considérese el primer párrafo, en el que el periodista intenta hacernos creer que Wert es un tipo muy listo: “detrás de su soberbia habita una mente brillante e ingeniosa”; “Dueño de una lengua viperina, afilada en cientos de tertulias, extremadamente mordaz, impertinente, provocador, también exhibicionista y arrogante”. O lo que tradicionalmente se ha considerado un cretino, para entendernos. Un chulo maleducado totalmente incapaz de ejercer ninguna clase de interlocución con los agentes sociales a los que debe atender.
Encontramos dos momentos particularmente maravillosos en el artículo. El primero, cuando afirma que Wert «se lo ha currao», que a él nadie le ha regalado nada: “su actividad ha estado ligada al sector privado donde se ha podido desempeñar con libertad, sin las ataduras de la disciplina de partido: ha estado en RTVE, inauguró el CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas), convirtió Demoscopia (una pequeña agencia de encuestas nacida al amparo de EL PAÍS) en una gran empresa, estuvo en Sofres sumando audiencias, ha trabajado para el BBVA como jefe de gabinete del presidente Francisco González y, solo muy recientemente, comenzó a probar fortuna como consultor independiente y, sobre todo, como tertuliano”.
Vamos a ver si recapitulamos: Wert, ese hombre que no busca el cálido abrazo del Estado, ha trabajado en RTVE (pública), en el CIS (público), en el BBVA para Francisco González (ex presidente de Argentaria –banca pública-, colocado por el PP), en Sofres (empresa de sondeos que se acabó llevando el gato al agua en España merced a la intermediación de -¿lo adivinan?- RTVE) y «sólo muy recientemente», tras una trayectoria de décadas trabajando en el sector público o -mejor aún- en empresas derivadas o dependientes del sector público, Wert se mete a tertuliano. Emprendiendo “a la española”.
El segundo gran momento del artículo es su explicación de la brillantez de Wert, sus cualidades personales, su prodigiosa memoria, que le permite no olvidarse jamás de un dato y aprender idiomas como Zapatero aprendía economía. Con el pequeño problemilla de que el periodista es totalmente incapaz de citar, pese a sus esfuerzos, un solo ejemplo acreditativo de esas supuestas capacidades. Es más, a continuación, justo después de afirmar que Wert nunca olvida un dato, el artículo no tiene más remedio que citar sus espectaculares metidas de pata con el número de Universidades de California o con Educación para la Ciudadanía, detrás de las cuales, en lugar de un sesudo informe confidencial que Wert devoró cuestión de minutos, es más verosímil que haya algún frívolo comentario de algún amigo suyo en una tertulia madrileña para demostrar lo malas que son las Universidades españolas.
Y es que Wert, a la luz de lo que explica el perfil que le han hecho en El País (recordemos: un perfil “de amigo”), se antoja un producto más de la factoría de pijos madrileños que nutren las instituciones, organismos públicos y empresas españolas enraizadas en torno al poder central, antes del PSOE y ahora del PP, acostumbrado a denostar los comportamientos y actitudes de todos aquellos colectivos que no se relacionan con ese mundillo rancio de las cafeterías madrileñas donde se orquestan golpes de Estado, se arregla el mundo con chascarrillos y se afirma que los funcionarios son unos vagos; las universidades públicas, un nido de rojos; los estudiantes de “la pública”, unos muertos de hambre; las clases trabajadoras, gente muy poco de fiar. Y que aquí lo que hay que hacer es arrimar más el hombro, apretarse el cinturón, trabajar más y quejarse menos. ¿O cómo pretenden estos desgraciados que las clases dirigentes logremos aumentarnos sueldos y primas exponencialmente en plena crisis económica?
Wert es alguien crecido en el entorno de este tipo de gente, que casi no ha trabajado en su vida; que se ha colocado en cómodos puestos directivos merced al dedazo de alguien de su entorno; que cree que la cultura es lo mismo que se consideraba tal en los años 40 (los toros y la copla); que desconfía de la modernidad por extranjera y extravagante. Alguien que ocupa un puesto de responsabilidad tan importante como el ministerio de Educación y se dedica a insultar a todos los colectivos a los que, en teoría, representa. Una actitud rayana en el surrealismo y que tiene mucho más que ver con la falta de preparación y el alejamiento de la realidad de quien ostenta el cargo que con una pretendida brillantez de enfant terrible que, si brilla por algo, es por su ausencia.
El artículo es espectacular. A mí me ha servido para descubrir, anonadado, que Wert es mordaz y brillante como tertuliano (y mira que he escuchado durante años la SER en la ducha y el tipo me parecía más bien soso y apegado al mainstream conservador español, pero debe de ser que esa agudeza suya sólo la detectan los elegidos) y aún mejor, excelente articulista (yo no lograba acabar sus textos y llegó un momento en que dejé directamente de leerlos).
Lo demás, como dice Guillermo, de antología. Idiomas en dos tardes, genialidad, de todo. Lo de su periplo por la empresa privada es una antología de cómo se hacen negocios privados en España:
1. TVE – puesto por amigos políticos en el sector público
2. CIS – directamente metido ahí por políticos y sin experiencia profesional previa en el ramo
3. Demoscopia – hagamos dinero en les estor privado en una empresa que se dedica a lo mismo que se dedicaba la empresa pública que me pusieron a dirigir y así aprovecho relaciones y contactos logrados con el sudor de mi frente para ganar un sueldo mucho mejor que el del sector público
4. Sofres – cuadrando el círculo salto a algo mejor pagado, una empresa para medir audiencias que tiene un monopolio privado en España gracias a la decisión, esencialmente, de TVE y donde me sirven los contactos de la época del CIS
5. BBVA – como incluso en estas empresas privadas dependientes del sector público se gana pasta pero no un pastizal y tengo amigos poderosos, lo mejor es ir a un gran banco antiguamente público dirigido por un tipo puesto personalmente por Aznar y totalmente ajeno a la política para que me den un misterioso cargo de asesor personal, retribuido de la leche, y poder dedicarme a contarle al presidente del Banco que es un tipo cojonudo y muy guapo, que lo que tiene que hacer es cerrar oficinas y despedir gente porque le han comentado en el bar que en California hay un banco con sólo 10 sucursales y que con eso bastaría para toda España.
Comentario escrito por Andrés Boix Palop — 29 de mayo de 2012 a las 10:38 am
Menudo repaso al personaje, pero vamos, que poco se lleva.
Vaya caterva de inútiles que han sustituido a la generación ni-ni del último gobierno de Zapatero, empezando por el gallego «no hace falta que nos rescaten» (total, para sacar 50.000 minoyes basta con recortar un poco, subir el IVA y mandar al sheriff de Sherwood por todas las aldeas a poner a los siervos boca abajo), siguiendo por La Parca (Soraya la que anuncia las malas noticias con cara de «es que esto es inevitable»), continuando por Ana Mato «notengoniidea», Gallardón «toreando al evangelista», y por supuesto, finalizando en Wert, muestra palpable de que un tertuliano es un sujeto que critica a los ministros con fundamento: él podría hacerlo peor.
Comentario escrito por Jiri — 29 de mayo de 2012 a las 10:41 am
Yo también leí el artículo y si que daba la sensación de estar entre la crítica y la hagiografía, era raro de leer. Aunque personalmente yo preferiría que lo cambiasen de ministerio lo más rápido posible y lo hicieran ministro de trabajo, es posible que consiga probocar el solito otra huelga general sólo habriendo la boca, sin reforma de por medio ni nada. Con un poco de suerte dentro de 4 años hace un «Papandreu»
Comentario escrito por Iñaki — 29 de mayo de 2012 a las 11:08 am
[…] "CRITEO-300×250", 300, 250); 1 meneos Wert es repugnante (y un tipo muy majo) http://www.lapaginadefinitiva.com/weblogs/articulosglopez/archiv… por Roerich hace […]
Pingback escrito por Wert es repugnante (y un tipo muy majo) — 29 de mayo de 2012 a las 11:21 am
El otro día me encontré, un poco horrorizado, «defendiendo» a Wert por una cita sacada de contexto.
Digo yo, que falta hace, si tienes perlas que en su contexto y bien presentadas retratan a un soberano capullo engreído sin idea de lo que es gobernar…
Comentario escrito por Latro — 29 de mayo de 2012 a las 11:56 am
en una línea similar, hace poco hicieron la entrevista de rigor de ‘última página’, al ministro de exteriores. un elemento de cuidado. la frase de hoy con la que ha resuelto lo de Gibraltar ha sido ‘si empiezo protestando, es peor’. con este señor el concepto de ‘de madrid’ alcanza cotas de gran risor cuando no dejan de calificarlo con los consabidos ‘es muy taurino y madridista’. que deben pensar que debe ser algo muy estimado por todos los españoles de bien, claro.
y sobre wert, pues el gol de siempre. si sale en ‘la ser’, debe ser una persona progresista. y así hasta que te lo encuentras con la gorra de plato.
Comentario escrito por karpov — 29 de mayo de 2012 a las 12:17 pm
Este artículo es puro amor. ¡Enhorabuena por él, Guillermo!
Comentario escrito por Joaquin — 29 de mayo de 2012 a las 12:37 pm
Guillermo, tienes toda la razón del mundo. Y es curioso como ese ranciocentrismo madrileño es intergeneracional. Si tomamos como ejemplo a dos ministros mayores que este pazguato (Pedro Morenés, impuesto por el rey en Defensa, y García-Margallo en Exteriores) uno se da cuenta de que son impermeables a la evolución social propia de los años. El primero acaba de decir que «todo español biennacido respeta el himno», obviando el hecho de que se ha forrado vendiéndo bombas de racimo a gente como Gadafi. Todo de muy biennacido español. Y el segundo, en su esfuerzo particular por sacarnos de la crisis provocando una guerra con Inglaterra, acaba de aparecer en la tele con ese aspecto de aparcacoches en la plaza de toros de sevilla que tiene mirando a cámara y mascullando que «podemos complicarle mucho la vida a Gibraltar» (nombrando a Rato embajador allí, imagino). Esa es la actitud, esa es su habilidad, esto es lo que tenemos y nos merecemos.
Comentario escrito por sinanpacha — 29 de mayo de 2012 a las 12:44 pm
Como lei hace poco en twitter otro exponente del efecto Dunnig-Kruger de libro. Es tan cretino que es incapaz de darse cuenta de lo cretino que es.
Comentario escrito por DrGonzoIII — 29 de mayo de 2012 a las 12:47 pm
A mí me recuerda un poco a Bermejo. Será porque, como aquel, habla y actúa de manera tan inapropiada a su cargo que parece puesto ahí para provocar.
Comentario escrito por varo — 29 de mayo de 2012 a las 2:09 pm
[…] “El País: Wert es repugnante (y un tipo muy majo)”, en Chapapote Discursivo. […]
Pingback escrito por Vamos a más « Andanzas de un Trotalomas — 29 de mayo de 2012 a las 2:12 pm
De acuerdo en casi todo, además me he echado unas risas, excepto en que un Ministro de Educación debe representar al alumnado y docentes de la pública. Representarles no es su papel, escucharles, desde luego.
Comentario escrito por Nay — 29 de mayo de 2012 a las 6:58 pm
La ¿caricatura? que se gastan del fulano en la crónica de «El País» es puro «The Walking Dead»…
Por cierto, yo quiero ver esos «seis idiomas seis» en práctica, aprendidos en un par de semanas con el método Wert.
Comentario escrito por Garganta Profunda — 29 de mayo de 2012 a las 7:58 pm
El otro día ví a Juan Cruz en en¡l canal 24 horas y era tremendo verle hacer ejercicios de funanbulismo dialéctico para poner a parir la acción del ministro sin tocar su figura. PRISA, cuando parecía que no podía tocar fondo, siempre nos sorprende.
Comentario escrito por John Constantine — 29 de mayo de 2012 a las 9:00 pm
De todos modos, Wert es el máximo exponente de lo que ha sido la táctica de PRISA durante muchos años: poner auténticos tontos de los cojones -como él o el extinto Carlos Mendo- en sus tertulias para defender las tesis del PP. Claro, así no había manera humana, siendo ya de por sí el asunto complicadete.
Comentario escrito por John Constantine — 29 de mayo de 2012 a las 10:14 pm
[…] [Chapapote discursivo ]En el periodismo español, hay un tipo específico de artículo que requiere un talento excepcional. El artículo cuyo mensaje subyacente vendría a ser: “No es tan hijo de puta como parece; ¡en realidad, es de puta madre!”. El artículo que ha de abordar el perfil de alguien denostado y criticado por sus malas acciones, pero que es amigo nuestro (de la empresa donde se publica). Y al que, por tanto, hay que defender, contra viento y marea. […]
Pingback escrito por El País: Wert es repugnante (y un tipo muy majo) / Guillermo López « PROFESORGEOHISTORIA — 29 de mayo de 2012 a las 11:45 pm
Brillante descripcion del fenomeno pijo, perfectamente perfilado el made in madrid. felicidades guillermo. Estais un poco perezosos ultimamente..
Comentario escrito por LALO — 30 de mayo de 2012 a las 10:12 am
Se os acumula el trabajo, Guillermo. Yo despues de leer el semblante de Wert en El Pais pense sinceramente que ya estaba, que aquello no podia caer mas bajo. Hoy, sin embargo, el diario se supera con el todavia gobernador del banco de Espanya: «MAFO ha sido un funcionario ejemplar, con una cabeza bien armada, culto, con buena formación en economia». No se que sera lo siguiente, quiza informarnos de que la culpa de que estemos como estamos la tiene la pertinaz sequia.
Comentario escrito por InVino(Veritas) — 30 de mayo de 2012 a las 5:28 pm
Es muy bueno el «efecto tertuliano» o colaborador con los perfiles de El País. Pero Wert siempre puede ir un poco más allá: https://twitter.com/GuillermoLPD/status/207805839556349952
¡Y en otro medio de PRISA, además!
Lalo, he estado un par de semanas muy agobiado con un par de historias académicas añadidas a lo habitual, pero ya volveré por mis fueros en breve.
Un cordial saludo
Comentario escrito por Guillermo — 30 de mayo de 2012 a las 5:54 pm
InVino, casualmente en el artículo ponía que Goldfinger había trabajado en Prisa, oh , casualidad de casualidades.
Guillermo; ha equivocado usté de cabo a rabo el título del artículo. Tenía que haber sido «Godfellas» (Uno de los nuestros).
Comentario escrito por John Constantine — 30 de mayo de 2012 a las 7:50 pm
Enhorabuena por el artículo, como siempre, magnífico. La pena es que ese articulillo sirve para que los miles de «buenos ciudadanos» que aplicadamente leen el periódico el domingo se lleven la idea que machaconamente nos repite el entorno pepero de que este gobierno está compuesto por gente que puede parecer antipática pero que está sobradamente preparada…una mierda, son una caterva de anormales que no saben por dónde meterle mano a este embolao, y si el inútil de Zapatero gobernaba a golpe de titular, estos no se sabe qué coño hacen…. si alguna de las cosas que a diario pasan hubiese ocurrido en el anterior gobierno, habría que haber escuchado a esperpentos como el Hernando soltando improperios… y ahora, su presidente de gobierno abandonando por la puerta de atrás el senado blanco como el papel y dandosu primera rueda de prensa a los seis meses de ganar las elecciones!!!! Acojonante.
Comentario escrito por gabriel — 30 de mayo de 2012 a las 8:49 pm
[…] de todo, la Roja llega sin Raúl. Craso error, como ha señalado oportunamente el ministro Wert -siempre en su lugar-, del que esperamos no tener que arrepentirnos. ¡Y además, viene Fernando Torres! ¿Pero es que a […]
Pingback escrito por LOS GLADIADORES « La Página Definitiva — 30 de mayo de 2012 a las 9:02 pm
Aquí otro comentario «lumbreras» de Wert, para seguir con la costumbre. Los comentarios de la gente tampoco tienen desperdicio. http://www.eljueves.es/2012/05/30/gilipollas_semana_jose_ignacio_wert_ministro_educacion_cultura.html
En cuanto al Ministro de Exteriores, sensacional su actuación con el tema de Gibraltar. Después de 3 horas reunido con su homólogo inglés, sale y dice a la prensa que España y Reino Unido se llevan muy bien, no van a discutir por un asunto menor y que anima a los pescadores a llegar a un acuerdo con las autoridades de Gibraltar. Entonces, ¿Para qué te has reunido tú, gilipollas? ¿Cuál es tu función como Ministro? Si todo un señor Ministro no ha podido negociar, ¿Cómo lo va a hacer un representante de las Cofradías, cuando los de enfrente llevan armamento pesado?
Comentario escrito por Wilson Fisk — 31 de mayo de 2012 a las 10:27 am
Estoy de acuerdo con el artículo sobre este botarate metido a ministro. Uno más en la larga lista de los que han ocupado ese cargo y han demostrado ser una calamidad para la educación, la investigación y cualquier cosa que tocaran.
Me permito matizar, que niños pijos de ese tipo los hay en todas partes, aparte de Madrid. En cualquier capital de las repúblicas autónomas, de provincias y si me apuran, en cualquier ciudad o pueblo nos encontraremos especímenes parecidos. El rasgo común es que pertenecen al caciquerío local. Su única meta en la vida, conseguir dinero y pasarlo bien, lo demás es accesorio.
Lo simpático es que da lo mismo el partido a que se alisten, la ideología cuenta poco para ellos, lo que cuenta es trepar y pasarlo pipa. En este sentido, da la impresión que el juego político nacional es como los trileros: peperos, psocialistas y nacionalistas, juegan a encandilar y pegársela al personal. De vez en cuando se cambian los papeles pero están en lo mismo. O sea, tener al personal entretenido, que sueñen que hay democracia y todo eso y que pintan algo.
Pero sería injusto cargar esto sólo a este personajete, el resto del gobierno es igual. Y por lo que parece, de los anteriores, también. Alguno habrá o hubo decente, seguro, pero son una rareza estadística.
Dentro de algunos siglos, este santo país funcionará como uno normal, pero de momento la cosa luce fatal.
Comentario escrito por Toño — 31 de mayo de 2012 a las 2:46 pm
Totalmente de acuerdo, Toño. De hecho, el esquema se reproduce casi miméticamente en todas las comunidades autónomas, que también tiran de los nenespera locales para nutrir de talento a sus cuadros directivos (y así les va, claro).
Un cordial saludo
Comentario escrito por Guillermo — 31 de mayo de 2012 a las 3:26 pm
Wert no es ningún lumbreras, pero lo preocupantes es que los Magníficos Rectores de las universidades españolas son aún más mediocres y caciques, y son responsables del ínfimo nivel de nuestro sistema universitario.
Si Wert tuviera cierto atisbo de inteligencia y sentido común, emprendería una reforma del sistema educativo que nos sacase del pozo en el que estamos.
Os pongo un link interesante:
http://www.fedeablogs.net/economia/?p=22134
Comentario escrito por javier — 02 de junio de 2012 a las 11:56 am
[…] últimamente ha publicado El País (y miren que es difícil alcanzar tal nivel de excelencia, que el listón lo están poniendo cada vez más alto), se horrorizan ante la perspectiva. ¿Qué queremos, volver a la España de los […]
Pingback escrito por Un tecnócrata con la mirada limpia para España « La Página Definitiva — 04 de junio de 2012 a las 12:00 am
Discrepo enteramente del anterior comentario (#26). No creo en absoluto que todos los rectores de las universidades españolas sean mediocres, ni que sean caciques ni mucho menos, responsables del nivel de la calidad universitaria. Seguramente los habrá que sean nulidades, pero de eso a que el panorama sea desolador va un largo trecho.
Dice el nterior comentario: «..ínfimo nivel de nuestro sistema universitario.». Esta es una de las abundantes tonterías que a base de repetirlas como hecho científicamente comprobado, se ha convertido en una especie de dogma. Dogma que sirve de punto de arranque para todo tipo de mesías salvadores y reformadores para dejar lo que había peor que antes. Y de paso vendernos motos, sus motos. O hacer cierto el dicho aquel de que el mejor poniendo a parir a su país e instituciones es el españolito mismo.
Es falso que durante años el sistema universitario español haya sido una birria y el recochineo del mundo mundial. Es falso que los profesionales que allí nos formamos seamos unos analfabetos funcionales, con unos conocimientos paupérrimos y que comparados con colegas de otros países seamos algo impresentable. Más exactamente, es una mentira.
Lo simpático y hasta irónico, es que los que suelen decir esas cosas, fueron formados en esos lugares «de ínfimo nivel». La inmensa mayoría de profesionales con los que nos relacionamos: médicos, abogados, arquitectos, farmacéuticos y un largo etcétera, de hecho confiamos en ellos, sean producto también de esa universidad de ínfimo nivel de nuestro país. Y si fuera de ese nivel, sus productos lo son del mismo. Contradictorio o esquizofrénico, según se prefiera.
Un servidor, sabe de colegas de profesión, ejerciendo en la actualidad en lugares muy prestigiosos. Cuando llegaron allí, nadie se burló de ellos o se mofó de su ignorancia. Nadie los rechazó por su cualificación profesional. Un médico, ingeniero, físico, biólogo, químico o lo que sea, formado en una universidad española, nunca ha sido «de ínfimo nivel» comparado con otros. Uno ha estado por fuera y sabe algo de eso. O sea, que de meternos y sembrar complejos de inferioridad, mejor olvidarse.
En este santo país, en todas las universidades, hay gente muy buena y muy formada a pesar de las miserias y maltrato habitual de los políticos.
Precisamente estos mandamases, que son los que manejan la caja del dinero y el boletín oficial, son los responsables de muchos desastres. Por ejemplo de que la investigación científica sea despreciada, de pintar como vagos y maleantes a los profesores y recientemente, la movida bolonesa, de haber colado inútilmente una tropa de psicopedagogos, una farragosa burocracia absurda e idiota y de querer convertir la universidad en una escuela primaria.
Wert no hará nada bueno por la universidad, la enseñanza, la formación o la investigación porque no interesa a nadie de su cuerda. Interesan negocios y pasta, el resto es accesorio.
Comentario escrito por Toño — 04 de junio de 2012 a las 1:07 am
Imprescindible artículo, lo leo y releo porque no he encontrado mejor forma de definir la clase dirigente de este país que pretende darnos lecciones a todos de cómo tenemos que hacer las cosas para que a ellos les vaya bien.
Especialmente el 9º párrafo…
Comentario escrito por JMCasermeiro — 02 de marzo de 2013 a las 8:07 pm