Público: cometieron dos errores
La desaparición de Público, ocioso resulta decirlo, constituye una pérdida sensible desde el punto de vista del pluralismo. Público y La Sexta (próximamente en sus pantallas convertida en “Antena 6”) constituían un grupo mediático ubicado a la izquierda de PRISA que satisfacía la visión del mundo y las afinidades ideológicas de un sector de la población en absoluto desdeñable. Fundamentalmente joven, muy crítico / agresivo con el PP, que no se sentía representado por El País, para ellos excesivamente moderado en las formas y también en el fondo, con sus múltiples concesiones a la galería felipisto/monárquica y empresarial.
Las señas de identidad de Público / La Sexta se dirigen en esta línea: crítica inmisericorde (y, a menudo, chabacana) al PP; enfrentamiento a muerte con los más significados representantes de la Caverna (Libertad Digital, Intereconomía); valiente ruptura con ciertas “líneas rojas” eternas de los medios españoles (brillan con luz propia, sobre todo, las críticas a la Monarquía, así como la renuncia a los anuncios de prostitución); y arriesgada –suicida- estrategia de expansión, centrada sobre todo en la compra de carísimos derechos audiovisuales de espectáculos deportivos.
Este grupo crece a la sombra de la presidencia de Rodríguez Zapatero, que apoya sin disimulos su desarrollo y le aporta, incluso, Decretos Ley a medida para concederle una televisión en abierto, primero (junto con la que le regaló a PRISA, en 2005), y una TV de pago (Gol TV), más adelante (para joder a PRISA, en 2009). Por supuesto, cabe suponer que el río de publicidad institucional también regaría generosamente las arcas de Público / La Sexta.
Pese a lo cual, el grupo no puede soportar la presión de los gastos, e incluso “en vida” de ZP (de su Gobierno) afloran las dificultades económicas. Las principales, como siempre, y como recordamos periódicamente en LPD, las relacionadas con los derechos del fútbol, ese ElDorado tóxico. A continuación, las derivadas de La Sexta, que acaba medio vendiéndose a Antena 3 (que ya veremos si finalmente la compra, y si lo hace en las condiciones pactadas). Por último, las pérdidas de Público, que son pequeñas en comparación, pero que también resultan inexcusables.
A mi juicio, los dueños de Público cometieron dos errores:
– Contratar una plantilla muy amplia, y muy bien remunerada (al principio), pensada para regentar un periódico de papel en tiempos de bonanza. Una redacción ambiciosa que habría funcionado muy bien en los años 90, pero que desgraciadamente no tenía cabida en la época actual de triple crisis (económica, publicitaria y de los medios de comunicación, en especial los impresos) que afecta al sector. Destaca, además, la escasa atención prestada a la versión digital (la única que permanece por ahora, previsiblemente a la espera de subastarla), que contrasta con su éxito y visibilidad, sensiblemente mayores, en comparación, que las del periódico en papel.
– Pretender ser El País, con un producto y una audiencia muy diferentes. Cuando comenzó, los gestores de Público pusieron al frente del invento a la persona adecuada: Ignacio Escolar. Lo era porque aportaba una presencia en Internet ya entonces considerable, y sobre todo una capacidad para conectar con los gustos e intereses de su audiencia evidentes, por pertenecer a la misma generación y por haber crecido en Internet y sin los tics y costumbres del grupo PRISA.
Sin embargo, desde el principio a Escolar le ponen palos en las ruedas bajo la forma de lo que podríamos denominar “caprichitos de millonario que quiere ser el nuevo Polanco”: la contratación de Ernesto Ekáizer (que se lució con la “exclusiva” de que Rajoy abandonaría tras la derrota de 2008), o la propagación de la especie de que Escolar no era la primera opción, sino la segunda: en realidad Roures quería contratar a Félix Monteira, director de El País Galicia, un periodista de 58 años que se había pasado toda su vida en PRISA (bueno, en realidad ahora sabemos que la primera opción era Carlos Carnicero, a quien le ofreció la dirección una persona de otra empresa y que, además, le odiaba a muerte y le había cortado las alas en el pasado). A principios de 2009 se consuma la sustitución de Escolar por Monteira y el comienzo de la pretendida conversión de Público en El País.
De esta forma, los gestores de Público mataron una buena idea y la sustituyeron por una entelequia: habían conseguido hacerse un hueco en el sector de audiencia al que se dirigieron desde el principio (joven, antiPP, a la izquierda de El País), y de repente intentaban dar un viraje para, en apariencia, competir con El País, pero con un producto muy diferente, desde cualquier punto de vista (con menos páginas; con menos profundidad; con más gráficos y fotos; con titulares más grandes; con temáticas y enfoques distintos).
Para rematar la faena, al poco Félix Monteira abandona el proyecto… Contratado por Zapatero como Secretario de Estado de Comunicación (por si alguien tenía alguna duda, a esas alturas, de a qué grupo mediático «ajuntaba» el entonces presidente del Gobierno), y es sustituido por Jesús Maraña. La crisis golpea con dureza a Público, como a todos los medios, y el hundimiento del PSOE en las Autonómicas, y después en las Generales, hace el resto. La última esperanza (la entronización de Carme Chacón en la Secretaría General del PSOE) se desvanece por 22 votos. A pesar de que el rodillo del PP abría buenas perspectivas, en términos de audiencia, la losa económica resulta demasiado pesada, y Público acaba cerrando.
Su final ha sido saludado con tristeza por parte de los lectores, con lamentos y reconocimiento de la labor realizada desde la competencia (que también ve, en los problemas de Público y en su final, una radiografía de lo que, por desgracia, puede ser también su futuro), y con alguna meada fuera de tiesto por parte de la ultraderecha más montaraz.
El escenario mediático queda, en cuanto a los medios convencionales, más sesgado que nunca (al menos desde 1982) a favor de una opción ideológica: todos los grandes periódicos, menos dos (El Periódico y El País), son favorables al PP (La Vanguardia, El Mundo, ABC, La Razón, La Gaceta); todas las radios menos la Ser (Onda Cero, Cope, Radio Nacional de España, Punto Radio); TVE, casi todas las Autonómicas y Antena 3, mientras sólo –por ahora- La Sexta se encuentra en el otro lado (Telecinco va a otras historias, o al menos lo hará hasta que vea la oportunidad de conseguir audiencia, como ya hizo en 2002-2004); e incluso en Internet hay más proyectos conservadores que progresistas, en términos de audiencia.
Son los efectos de la magia de la publicidad discrecional de instituciones y empresas, por no hablar de la financiación directa, que explica que La Gaceta siga publicándose mientras cierra Público. Pero también es efecto de la mala gestión. De la delirante carrera hacia el desastre que Mediapro decidió echarle a PRISA.
Si me lo permiten, me pondré un momento el traje –perdón, la túnica- de gurú: lo que pronostiqué hace seis años (que para joder a PRISA lo que había que hacer era montarle un grupo de izquierdas) se ha acabado cumpliendo, aunque mucho más por efecto, una vez más, del fútbol que de cualquier otro factor. Mediapro se ha inmolado en el proceso y ha dejado herida de muerte a PRISA (con la inestimable ayuda de Juan Luis Cebrián). ZP, en resumen, ha acabado devorando a sus hijos. A todos. A sus amados hijos de Mediapro y quizás también a su malvado bastardo felipista de PRISA.
Lo que no tenia mucho sentido era hacer un periódico de pago para la gente que no gasta un duro en periódicos, discos o películas, y pronto en libros tampoco. Como vender hielo a los esquimales. ¿Queda vivo algún medio de comunicación «joven» de su quinta, aparte del 20 Minutos?
Aparte, el periódico siempre me pareció facilón en sus críticas, y superficial en su compromiso izquierdista. Nunca tuvo la densidad que le pido a un Periódico, el medio donde se podía ejercer la profesión de una manera más profunda, antes al menos.
Comentario escrito por Repoman — 27 de febrero de 2012 a las 3:48 pm
Decir que la redacción de Público estaba bien pagada es algo realmente exótico. Estaba plagada de mileuristas y solo en el medio había algún fichaje (la mayoría ex de Prisa) con sueldos decentes. Ese según el firmante del artículo fue el primer error. El segundo error el fichaje de Monteira fue tan clamoroso que incrementó las ventas (o al menos las certificaciones de OJD) hasta los 90.000 ejemplares. Desmontadas las dos líneas argumentales del análisis, sí, el autor acierta en algún lugar común. Y sobre todo acierta, el tal Repoman que me antecede en los comentarios.
Comentario escrito por Agnóstico — 27 de febrero de 2012 a las 4:37 pm
El análisis de los errores de Público es brillante. El del panorama mediático, muy deficiente. Veamos: la Ser es la única radio de izquierdas, pero con muchas más emisoras que todas las demás. Gracias a eso emite M80, Máxima, 40, Dial… es lo que quiso el PSOE, un grupo de radio fuerte. El PP prefirió repartir sus favores.
En cuanto a la tele, A3 no se mete en política ya (desde que TVE no tiene publicidad).
Y en cuanto a los periódicos, La vanguardia no es del PP, por favor. Es de CiU. En realidad es de quien gobierne en la Generalitat, hasta hace nada era pro-PSC. Antes fue franquista, y lo que tocara. En cuanto a ABC, La razón y La gaceta, son prácticamente periódicos regionales, solo se venden en Madrid.
Otra cosa, el error de Público como bien dices es haber querido competir con El país, en lugar de conformarse con ser un periódico pequeño, como La gaceta. En internet se repasan las cuentas de resultados de Público y La gaceta (por ejemplo Periodistas 21), y queda claro que La gaceta sobrevive (a duras penas, por cierto) no por tener el favor de los empresarios sino por no haber querido abarcar tanto como Público.
Es curioso que se considere una ventaja de la derecha que solo haya un partido fuerte, y en cambio que solo haya una cadena de radio de izquierdas fuerte se considere una desventaja. Yo veo el panorama mediático muy repartido, y si alguien considera que no lo está, que le eche la culpa a ZP y a Felipe González.
Comentario escrito por Pollo — 27 de febrero de 2012 a las 4:41 pm
solo una cosa, Radio Nacional todavía no está en manos del PP, al menos todavía. no hay más que escuchar las tardes para ver qué cerita le dan.
Comentario escrito por karpov — 27 de febrero de 2012 a las 4:47 pm
Como corolario de lo que dices, Guillermo, se deduce que crees que sigue habiendo un espacio (y potencial de viabilidad económica) para un Público como el de sus orígenes.
Comentario escrito por CusCus — 27 de febrero de 2012 a las 5:12 pm
Agnóstico,
lo cierto es que al principio los sueldos eran bastante buenos. Luego ya ficharon gente de bajo coste, eso sí, fichando «estrellas» como Ekaizer que subían la masa salarial
A eso hay que añadir las promociones, que prácticamente regalaban. Ya sé que eran productos de Roures, pero no les sacaban rentabilidad, aunque subieran las ventas. Sospecho que estas últimas subían más por las promociones que por Monteira, una vieja gloria caduca.
Comentario escrito por Pollo — 27 de febrero de 2012 a las 5:23 pm
estoy con la idea general del comentario de Repoman. El defecto básico de Público, incluso antes del bandazo post-Escolar es que la gente no iba a pagar por medio cuya calidad de contenidos no era superior alo que se encuentra en internet gratis, y sabiendo buscar es fácil hacerse con una seleccion de contenidos de blogs, noticias, revitas electronicas etc, claramente superior al nivel medio de Publico. Con la crisis que arrastra la izquierda desde la caida del muro, además, muy poca autocritica, poca reflexión y poca novedad había. El Pais, pese a ser un medio inmune a cualquier autocritica tiene un fondo de armario de Überpija de la moraleja, comparado con el escueto y previsible guardarropa del periodiquillo del Roures.
Comentario escrito por casiopeo — 27 de febrero de 2012 a las 5:30 pm
Internet no es gratis. Se paga por salir a la calle, en lugar de por lo que hay en el kiosko.
Qué bien se lo han montado las telecos, que nos han hecho creer que es gratis.
Comentario escrito por Pollo — 27 de febrero de 2012 a las 5:32 pm
Gracias a todos por vuestros comentarios. Agnóstico, lo que comenta Pollo sobre los sueldos coincide con lo que yo tenía entendido. Y no es sólo cuestión de cuánto les pagaban, sino de a cuántos contrataron. Una redacción muy grande para un periódico surgido en 2007, de periódico «de toda la vida», para entendernos. En cuanto a la audiencia, según tu criterio a quien nunca deberían de haber echado es a Escolar, puesto que cuando dirigía el periódico ya consiguió el aumento más sustancial, hasta los 76.000 ejemplares. Monteira se pasó todo 2009 en esa barrera y sólo logró superarla a finales de 2009. En 2010 logró 94.000 ejemplares y se marchó. A partir de entonces el diario se movió en esos parámetros. En cualquier caso, para mí lo crucial del asunto es que intentar montar un sucedáneo de El País era un error, por caro, por ineficiente y porque no conseguía arrancarle audiencia a PRISA.
Pollo, tu argumento me parece que da para un buen debate: ¿es mejor varios medios que compiten por la audiencia de un «bando» ideológico o que un solo medio lo concentre todo? Para el medio (PRISA, en este caso), seguro que es mejor. Para la audiencia, no lo tengo tan claro. El «o PRISA o nada» es un tanto desalentador. La segunda parte de mi argumento también pesa en esa visión del PP mandando en los medios: PRISA está arruinada, no tiene el músculo financiero ni la independencia que tenía en 1996 (por no hablar de que su línea editorial, en la información internacional, que es la que más está controlando Liberty, podría firmarla ABC).
karpov: cierto. Pero todo llegará, me temo
Un cordial saludo
Comentario escrito por Guillermo — 27 de febrero de 2012 a las 5:53 pm
Hombre, decir que La Vanguardia es afín al PP es pasarse un poquito, de verdad lees La Vanguardia?? yo si, de toda la vida y si en algo son regulares es en poner a caer de un burro al PP y a la derecha en general (el acoso y derribo a la CIU post-Pujol fue lo nunca visto)…… y al PSC/PSOE cuando toman decisiones «Extreme», solo faltaria …….
Comentario escrito por Alan — 27 de febrero de 2012 a las 6:37 pm
Mal, el titulo de la película es «Infierno de cobardes» y cobardes fueron por:
-Ser demasiado pelotas con Zp, con algunas saludables excepciones.
-Ser la linea o intentar ser «más País que el País»
-Apoyarse en una linea transnochada de panfleto anti PP.
(Tiene su Público el método pero acaba cansando a las masas).
-Despreciar a los quiosqueros, error que les costó la soterrad y merecida venganza de los mismos.
-Ser superfluos.
Además el mayor veredcito es el único que cuenta: NO VENDÍAN.
Comentario escrito por Quinto Curcio — 27 de febrero de 2012 a las 6:51 pm
Pues no sé qué es mejor, el caso es que al PSOE le venía muy bien que no hubiera medios muy a la izquierda no fueran a darle voz a Izquierda Unida. Al PP en cambio no le afecta que haya muchos medios de derechas porque el partido es uno, grande y libre.
En todo caso yo no creo que tenga tanta importancia que haya más o menos medios grandes de izquierdas. Como bien dicen por ahí, en internet hay blogs y páginas (como Rebelión, que me da mucha cosica) de sobra para progres trasnochados. Los medios no crean las ideologías, es más bien al revés. Si hay un mercado para un periódico de izquierdas, como lo había cuando Polanco y Cebrián decidieron hacerse rojos, se crea. Y por muchos medios de derechas que aparezcan, la gente no se hace de derechas, más bien al contrario. Que la gente es muy de llevar la contraria.
Como dicen que dice Rajoy, que no tiene prisa por cambiar RTVE: «Me he hecho presidente sin TVE». Y sin los medios de derechas, añado, salvando a la encomiable La razón. Qué ternura da ese amor Rajoy-Marhuenda.
Comentario escrito por Pollo — 27 de febrero de 2012 a las 7:53 pm
Otra cuestión. A mi me da igual que haya muchos medios de izquierdas (o derechas) si dentro del medio todos dicen lo mismo. En ese sentido, hay más variedad en El país que la que había en Público, cuyos columnistas eran intercambiables. Salvando Javier Ortiz, qepd, y Rafael Reig, que se lo cargaron, los demás son lamentables y dicen las mismas cosas. Rosa, Escudier… Escolar se salva un poco. Pero en general más malos que el hambre.
En El país tienes gente más centrada como Lindo o Montero y genta más trasnochada como Grandes o Torres. Incluso en La gaceta hay más variedad que en Público (alguna vez he visto una columna de Leguina). La variedad la dan las voces, no solo los medios.
En cuanto a la información, ahora mismo hay demasiada. Sobran medios y faltan periodistas.
Comentario escrito por Pollo — 27 de febrero de 2012 a las 8:00 pm
Ah, otra cosa. A Prisa lo que la ha matado no es tanto Mediapro como su «ludopatía» (como la definió Enric González) cuando hicieron la OPA por Digital Plus y tuvieron que darle un pastón a Telefónica. Lo del fútbol habrá hecho daño, pero la deuda gigantesca que provocó Cebrián la ha matado.
En realidad, todo eso ha pasado desde que murió Jesús Polanco, que era el que sabía. Los hijos pasan y Cebrián es académico de la lengua, no hase falta desir nada más.
Comentario escrito por Pollo — 27 de febrero de 2012 a las 8:32 pm
Espero que desde LPD os pongáis en contacto con Shangay Lily para ofrecerle un nuevo hogar a su blog. ¡Necesito mis dosis regulares de demencia y verguenza ajena!
Comentario escrito por Rick Santorum me pone palote — 27 de febrero de 2012 a las 9:52 pm
Hay que añadir que Público tenía más ventas que La gaceta, pero claro, durante bastante tiempo, costaba 50 céntimos. Las causas del cierre de Público son varias, recomiendo el análisis de Periodistas 21.
Comentario escrito por Pollo — 27 de febrero de 2012 a las 10:32 pm
Que los columnistas de Público no eran un crisol de pluralidad está claro, pero Pollo, ¿más pluralidad en La Gaceta? ¿por Leguina?
En Público resaltan continuamente que son la cuarta web de información (o algo así) en español más leída, que si 5 millones de visitas únicas diarias o algo así. Dejando un diario sólo digital a cuánta gente dejarán currando, ¿la mitad?
Comentario escrito por kirikiño — 27 de febrero de 2012 a las 11:56 pm
También es imprescindible el análisis de Íñigo Sáenz de Ugarte, que además trabajó allí casi toda la andadura del periódico: http://www.guerraeterna.com/el-fin-de-publico/
Comentario escrito por Guillermo — 28 de febrero de 2012 a las 12:31 am
He leído bastante más Público que La gaceta, por tanto aborrezco más los defectos del primero que del segundo. Qué le voy a hacer si en la biblioteca solo tenían Público.
Comentario escrito por Pollo — 28 de febrero de 2012 a las 12:59 am
De La gaceta lo más fascinante son los editoriales de Carlos Dávila, y esos titulares «Este individuo tiene que irse». También estuvo muy bien una encuesta que habían hecho entre 3 madrileños, 10 canarios y cinco castellano-manchegos. «Seguramente nuestra encuesta no es científica», decía Dávila, «pero nos da lo mismo. Zapatero debe irse».
Comentario escrito por Pollo — 28 de febrero de 2012 a las 1:10 am
Mi verdad: me gusta la letra pequeña y la profundidad en los artículos, me sobran la mayoría de las fotos, tampoco me gustan los colorines. Público era un periódico para «ver», no para «leer». Tampoco tenía secciones autonómicas. En fin, buen intento.
Comentario escrito por desempleado — 28 de febrero de 2012 a las 11:04 am
Público era un órgano propagandista donde quizá en algún momento se hiciera periodismo para luego pasar a la publicación de opiniones semi-analfabetas sobre casi todo, trufadas de una ignorancia supina en materia económica y totalmente acrítico con «los suyos»; sustituyeron el razonamiento informado por el wishful thinking del izquierdista de salón. No informaban, sentaban doctrina política y orientaban a sus adictos, igualmente analfabetos vocacionales, que prefieren el adoctrinamiento a la información, irracionalmente envalentonados por la superioridad moral de los argumentos de «su» ideario político -sic-.
Como periódico, a mi juicio, sobraban totalmente.
Baste el ejemplo de Sabina…Quizá Escolar, salvando el tupido velo de «iluminación izquierdista», se salvaba. Sabe escribir y a veces no es sectario.
La Gaceta es otra mierda, pero a veces escribe algún no iletrado.
Comentario escrito por pepito71 — 28 de febrero de 2012 a las 11:18 am
pues para mí Juan Carlos Escudier fue un descubrimiento. claro que lo leía más en El Confidencial donde su retranca de izquierdas (bastante alejada de hacer partidismo) ponía de los nervios a los comentaristas habituales.
ahora está con Cacho en Vozpopuli ese.
lo de Carlos Dávila para mí si que no tiene explicación, Torrente a su lado es Jeremy Irons en lo elegante y Nicolas Sartorius en lo político. Si alguien se identifica con este personaje yo le recomendaría atención médica inmediata.
de todos modos, yo creo que tipos como este crecen (aparte de para reirle las gracias a Esperanza Aguirre y su generosa campaña en dichos medios) para hacer que personajes como pedro j, losantos y tal parezcan moderados y todo.
de verdad, me pone enfermo.
j
Comentario escrito por de ventre — 28 de febrero de 2012 a las 11:46 am
No informaban, sentaban doctrina política y orientaban a sus adictos, igualmente analfabetos vocacionales, que prefieren el adoctrinamiento a la información, irracionalmente envalentonados por la superioridad moral de los argumentos de “su” ideario político -sic-.
Pepito71,tienes razón,es la mejor definición del grupo intereconomía y de su audiencia que he oído de un tiempo a esta parte, (lo malo del caso es que debes cambiar los tiempos del pasado al presente,porque aun siguen haciendolo)por otro lado «La Panceta»digo la «La Gaceta»es un divertido «¿tabloide»paranoide?» filo- friki-fascista-apañol que me hace descojonar cada vez que lo leo,por sus «sesudos y profundos» artículos a la par que delirantes,que incluso a veces escribe algún «no iletrado»…
Comentario escrito por CharlyJohn — 28 de febrero de 2012 a las 4:31 pm
Una verdadera pena. Sin concederle al periódico un valor mayor del que tiene, lo cierto es que me sentí identificado con Público desde el principio y su desaparición es otra losa encima del proceso que está sufriendo España, un proceso que la convierte en más pobre, más corta de miras y menos interesante.
Como ha ocurrido cada vez que has publicado un artículo sobre el tema, los comentarios dan para pensar. Con el respeto que me merece que uno tenga un blog donde decir lo que le de la gana, se llame Pérez o Escolar, un periódico no lo hacen cinco columnas de opinión, ni su valor se puede medir (a no ser que seamos ya, definitivamente, idiotas salidos de la LOGSE) por lo fino o poco acertado que haya estado Escudier o Maraña. Una noticia es una noticia y es 1) lo que tiene valor en un medio que vende noticias y 2) lo que cuesta hacer. Tengo delante el último número de Público. En 44 páginas hay 11 columnas de opinión, si cuentas el visto/dicho/oído de Bob Pop, apenas un 10% del contenido siendo generosos.
En sus cuatro años de existencia, Público a sacado a la luz escándalos y corrupción que es creíble que de otra manera se hubieran quedado ahí. Y, como dice un amigo, han despenalizado cosas que llevaban 40 años penalizadas. Si alguien cree que Rebelión.org tiene el mismo valor, apaga y vámonos.
Un saludo,
Comentario escrito por Johnnie — 29 de febrero de 2012 a las 7:19 pm
La desaparicion de publico es otra losa encima del proceso que esta sufriendo espana??? es usted el hijo de roures??? publico un panfleto igual que la gaceta, ni mas ni menos, pero con mas colores y mas coool.
Guillermo le sigo y le aprecio, pero nunca entendere esa defensa ultranza a escolar, en mi opinion pesimo articulista, carne de tertuliano made in spain y excelso manipulador desinformado. Una especie de telecinco en prensa, aun recuerdo en su blog a la tia que se ponia en cueros cada semana por no se que rollo de la campana electoral. Pesimo escritor tambien por cierto, el libro que hizo a medias con su papa, malo malo malo.
Comentario escrito por LALO — 29 de febrero de 2012 a las 8:06 pm
Lo único que ha sacado Público es lo de la SGAE, en la época de Escolar, creo recordar. A partir de ahí, leña al PP aburridísima.
Comentario escrito por Pollo — 29 de febrero de 2012 a las 11:02 pm
Creo que articulista y comentaristas cometéis, ciertamente, dos errores:
1. Considerar de izquierdas a medios como SER, Público, La Sexta, El Pais…
2. …por el simple hecho de dejarse caer del lado del PSOE, que igualmente encuadráis en la izquierda demasiado alegremente a mi juicio.
Por otro lado, cuando Pepito habla de:
«órgano propagandista, opiniones semi-analfabetas, totalmente acrítico con “los suyos”, sentaban doctrina política y orientaban a sus adictos, igualmente analfabetos vocacionales, que prefieren el adoctrinamiento a la información, irracionalmente envalentonados por la superioridad moral de los argumentos de “su” ideario político…»
¿Se refiere a estos?:
http://www.larazon.es/uploads/portada/fichero/10000/Portada2.pdf
¿O a estos?
http://www.abc.es/gestordocumental/uploads/Otras/1.pdf
Y, para acabar, leo a alguno que califica a otros de trasnachados… y luego se deshace en alabanzas a Carlos Dávila. No existe el calificativo que ando buscando, creo. O igual soy un «iletrado».
Comentario escrito por labuelo — 01 de marzo de 2012 a las 1:18 am
CharlyJohn: tienes razón. Ambos representan la España más casposa y freak. Por lo menos Público ha quebrado.
Comentario escrito por pepito71 — 01 de marzo de 2012 a las 10:34 am
Labuelo,
yo no he visto ninguna alabanza a Carlos Dávila.
Comentario escrito por Pollo — 01 de marzo de 2012 a las 1:26 pm
Labuelo: me refiero a todos esos, pero lo de Público y la Gaceta es de traca….
De todas formas no hay actualmente ningún medio no sesgado. En España no se hace periodismo, se hace formación de opinión.
Para saber de España hay que leer al menos 10 periódicos diarios, la mitad extranjeros, y seleccionar cuidadosamente a quién lees en función de la materia.
A mí una que me parece independiente es Pilar Cernuda. Ahora mismo no se me ocurren más.
Tienes razón, los que citas no son de izquierdas, son «la voz de su amo», y el PSOE no es de izquierda, es una empresa más, como CCOO y UGT, y en torno a eso actúan.
Y no, no creo que seas un iletrado, aunque es posible que pongas tus sentimientos por encima de tus razonamientos.
Comentario escrito por pepito71 — 01 de marzo de 2012 a las 4:26 pm
Totalmente de acuerdo con #29. Periodista de sofá de pura cepa. No se moja más que los combinados que se ponga mientras teclea.
Comentario escrito por A.ntoine — 02 de marzo de 2012 a las 4:12 pm
He leído la barbaridad de que la Vanguardia era pro-PSC?
Comentario escrito por parvulesco — 02 de marzo de 2012 a las 10:58 pm
Público y Gaceta son lo mismo en lo esencial: no son periódicos.
Comentario escrito por Arcadio — 03 de marzo de 2012 a las 1:43 am
Con los mínimos respetos por los fallecidos, La Secta y Público han hecho mucho daño a nuestra juventud… y Zapatero a los medios de izquierda (o pro-PSOE). Larga muerte.
Y para decir esto no hace falta ser del otro extremo y, por supuesto, de Intereconomía.
Comentario escrito por txoni — 03 de marzo de 2012 a las 3:41 am
El problema de Público es que nunca fue un periódico. Nació, creció y murió como panfleto.
Comentario escrito por Logi — 06 de marzo de 2012 a las 4:25 pm
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