Artículo aparecido originalmente en Valencia Express el viernes 11 de marzo (pág. 17), sobre las dificultades del PSPV para hacer llegar su mensaje electora a los ciudadanos.

El PSPV se queja amargamente de la situación de precariedad mediática en la que se mueven frente al PP. Los socialistas centran sus críticas, con toda la razón, sobre RTVV, cuya política informativa está férreamente controlada por la Generalitat. Además, el panorama mediático valenciano tiene una configuración que favorece, sin duda, más al PP, sobre todo en la televisión. No sólo en RTVV, sino también en las TDT privadas de ámbito local.

Los socialistas, por tanto, tienen razón al quejarse. Pero no toda la razón. En primer lugar, porque aunque no tengan la misma presencia mediática que el PP sí que tienen una presencia muy importante. Y en segundo lugar, y sobre todo, porque la campaña no sólo consiste en intentar que los mensajes de un partido lleguen al mayor número de votantes que sea posible, sino en decidir cuáles serán esos mensajes.

Y ahí el PSPV tiene también muchos problemas. Su campaña se centra en la denuncia de la corrupción, pero a un partido que quiere gobernar debe exigírsele mucho más. Por ejemplo, la política de grandes eventos ha supuesto un desmesurado despilfarro de dinero público a cambio de beneficios dudosos. Exactamente lo mismo podría decirse del modelo de gestión privada de la sanidad pública. La debilidad política del Consell permitió que la Comunidad Valenciana perdiera el control de sus dos principales cajas de ahorro…

Pero hasta el momento el PSPV parece atemorizado por las críticas del PP ante cualquier propuesta. Los socialistas evitan criticar en voz demasiado alta algunos de los aspectos más criticables de la gestión del PP, con el absurdo y suicida argumento de que, como los ciudadanos votan al PP, criticar las decisiones del PP es ponerse en contra de la mayoría. Las mayorías pueden cambiar, pero es difícil que la gente cambie de opción si la alternativa no se diferencia nítidamente en algunas cuestiones clave.