Reproduzco a continuación el artículo que publiqué en Valencia Express el pasado viernes 4 de marzo (pág. 17), sobre la participación del candidato de los socialistas valencianos, Jorge Alarte, en el programa de Telecinco «La Noria»,en un debate sobre la proclamación de Camps como candidato con el trasfondo del caso Gürtel que comenzó a la una de la madrugada. Recomiendo visitar el seguimiento que se le hizo en Twitter a este debate, que dio muchísimo juego, y en el que participó el blog vecino La Paella Rusa.

Alarte en «La Noria»

Guillermo López García

El sábado pasado, el líder de los socialistas valencianos, Jorge Alarte, participó en el programa “La Noria” (Telecinco), líder indiscutible de audiencia los sábados por la noche. Se debate sobre la proclamación de Camps como candidato del PP, con el trasfondo del caso Gürtel. Como invitados, Alarte, la diputada autonómica del PP Alicia de Miguel y cuatro periodistas, dos pro PP y dos pro PSOE.

El debate fue lo que cabría esperar. Un guirigay sin ninguna profundidad en el que los periodistas interrumpían y vociferaban constantemente, y donde toda sombra de argumentación quedó barrida desde el principio. El moderador, Jordi González, llegó a decir “a ver qué van a pensar estos señores de nosotros”. ¡Pues qué quieres que piensen, Jordi, con el programa que haces!

Dicen que Alarte mejora en las distancias cortas. Es otra forma de indicar sus carencias cuando habla en público. Sin embargo, y a pesar de las circunstancias, Alarte se manejó bastante bien en “La Noria”. Logró introducir sus ideas fuerza (el PP es el partido de la corrupción, ejemplificada en su relación con la trama Gürtel) y podría decirse que ganó a los puntos a su contrincante, Alicia de Miguel.

Pero no creo que la experiencia fuera positiva. A fin de cuentas, De Miguel iba comisionada por su partido. Alarte podría haber enviado a otro, pero decidió ir él mismo, para darse a conocer en un programa de gran audiencia (quizás no tanta a la hora a la que comenzó el debate, pasada la una de la madrugada). No lo hizo mal, pero tampoco es su terreno. La Noria es un espacio de degradación de la vida pública, de griterío y amarillismo. No es un lugar para promocionar una candidatura política seria. Es mejor que no te conozcan a que te conozcan a través de La Noria.

Profesor Titular de Periodismo en la Universitat de València