Elecciones en el Reino Unido: ¿Triple empate?

Resulta difícil animarse a escribir sobre la campaña electoral británica, porque a uno le atenaza lo que podríamos denominar el “efecto Sáenz de Ugarte”, que podríamos resumir en: ¿Para qué explicar lo que Íñigo Sáenz de Ugarte, a buen seguro, ya habrá explicado antes?

Así que el propósito de este artículo es, en parte, recomendar el magnífico seguimiento que está haciendo el mencionado periodista desde su blog y en Público; muy interesante, entre otras cosas, porque unas elecciones que hace cosa de un año parecían más que cantadas, con “Dave” Cameron, el candidato conservador, arrasando, a día de hoy generan muchísima más incertidumbre (y, en consecuencia, son mucho más divertidas). Fundamentalmente por tres motivos:

– Los conservadores se han desinflado en los últimos meses, y los laboristas, correlativamente, tampoco han acabado de hundirse. Brown, Brown el destructor (de las expectativas electorales de los laboristas), resiste en las encuestas. Y desde este blog, en donde siempre ha caído mucho mejor Brown que la deleznable política, de argumentos de mercadillo y apariencia glamourosa del Hola, propios de Tony Blair, nos alegramos por ello.
– Los liberales aparecen en lontananza. Esto suele pasar en las semanas anteriores a la última fase de unas elecciones, donde parte de los votantes que amenazan con cometer una locura y votar “al tercer partido” acaban volviendo al redil. Pero esta vez los resultados de las encuestas, ante la novedad (no en vano los liberales son un partido que tan sólo existe desde el siglo XVII, si bien es cierto que gobernó Gran Bretaña por última vez, si no me equivoco, en 1922) y el hastío de los de siempre, parecen superar con creces el umbral de aceptabilidad a partir del cual el votante medio no piensa que está tirando su voto a la basura. The Sun, nada menos, les da a los Tories un 33% de intención de voto, a los liberales un 30% y a los laboristas un 28%.
– El sistema electoral británico: Es un sistema muy similar al de las elecciones al Congreso de EE.UU. El país está dividido en una serie de circunscripciones, según la población. Los votantes ejercen una elección uninominal -a un candidato que se presenta en su distrito- y de carácter mayoritario: el ganador en un distrito se lleva el escaño; los demás, nada (este artículo explica muy bien sus deficiencias).

La diabólica distribución de las circunscripciones en el Reino Unido beneficia a los laboristas y perjudica a los liberales. No sé decirles si su problema es que lo tienen demasiado concentrado o lo contrario (aunque apuesto por esto último: que lo tengan distribuido en todas las circunscripciones y sean a menudo “el segundo partido”, mientras que ganar, lo que se dice ganar, sólo ganen en Stratford-Upon-Avon), pero el resultado es que un empate al 30% entre los tres partidos podría arrojar estos resultados: Laboristas 304, Tories 207, Liberales 100.

Es decir, que la campaña, para regocijo de muchos, se está comenzando a parecer mucho a la peor pesadilla de los conservadores, que llevan dos años (desde que Brown se convirtió en Primer Ministro) esperando plácidamente una victoria que daban por segura, y ahora ven cómo el escenario de un Gobierno de coalición entre laboristas y liberales se antoja cada vez más probable.

Recuerdo oscuramente que los laboristas hicieron en su día una redistribución de las circunscripciones electorales que les resultase beneficiosa. De ser esto cierto (¿alguien podría ilustrarnos al respecto?), desde luego lo hicieron con tino. Y eso que cuando llegaron al poder en 1997 lo hicieron prometiendo una reforma del sistema electoral, que tanto les perjudicó en los años del thatcherismo. Pero luego pasó lo de siempre: nadie reforma el sistema electoral con el que ha ganado unas elecciones, y al final el problema queda enquistado, puesto que es un problema democrático, pero no –más bien al contrario- de los grandes partidos.

Exactamente lo que ha pasado en España, donde la moderada y sensata reforma propuesta por el Consejo de Estado (en la línea de la que ya había propuesto Andrés Boix en su blog), que se limitaba a abrir el juego a 50 escaños más en el Congreso de los Diputados (repartidos mediante la suma de los votos “sobrantes” -que no hubiesen adquirido representación- de las 52 circunscripciones), ha sido rechazada por los dos grandes partidos. Con nocturnidad y alevosía, dándole el mínimo bombo posible, pasando de puntillas sobre la cuestión.

“Es muy caro”, han dicho. Y claro, en tiempo de austeridad, nada mejor que ahorrarnos 50 sueldos de diputados, no vaya a ser que insuflen vida a los terceros partidos (los grandes perjudicados de nuestro sistema electoral) y obliguen a pactar con ellos las políticas de Gobierno.

Es mucho más cómodo tener al socio nacionalista, que sólo se preocupa por lo suyo, y que también funciona muy bien como pim pam pum “se rompe España” cuando se está en la oposición (se rompe, obviamente, porque el partido mayoritario que ha pactado con la canalla nacionalista está vendiendo las esencias patrias al independentismo por un plato de lentejas).

Lo peor de todo es que IU tuvo, en 2004, una excelente oportunidad para virar su implacable decadencia electoral, por la vía de presionar al Gobierno del PSOE (que necesitaba sus votos) y obligarle a cambiar, o al menos a modificar, la Ley Electoral. En lugar de ello, IU prefirió ejercer de socio constructivo (tonto útil), y aquí tienen los resultados: dos diputados en 2008, y el PSOE haciéndose el loco con sus promesas anteriores.



4 comentarios en Elecciones en el Reino Unido: ¿Triple empate?
  1. Ya veremos cómo acaba el asunto. Lo más normal es que los liberales se desinflen a medida que se acerque la cita electoral (la otra alternativa, la de que cabalgando a lomos de unas encuestas que puedan hacer creer a sus potenciales votantes que confiar en ellos no es «tirar el voto» acaben conservando ese apoyo en el entorno del 30% sería demasiado bonita para ser verdad), pero que conserven parte de esta subida. Y, si es así, la verdad es que da la sensación de que es más fácil que lo hagan a costa de los conservadores que de los laboristas. Más que nada porque veo más sencillo que chupen voto, esencialmente de:
    – ex-laboristas cabreados que tienen decidido no votar a Brown;
    – gentes que oscilan entre los grandes partidos e iban a votar a Cameron;

    esto es, votantes que en ningún caso parecían «recuperables» para el laborismo. Que el voto de esta gente sea drenado por los liberales parece un regalo del cielo para Brown. Y si a eso sumamos la diabólica esencia del modelo mayoritario adobado con un pelín de «gerrymandering», pues tenemos lo que tenemos.

    En estos momentos, el agregado de encuestas da 34, 28, 27:

    http://www.ukpollingreport.co.uk/blog/

    Vamos, que con esos resultados la juerga estaría asegurada.

    Comentario escrito por Andrés Boix Palop — 20 de abril de 2010 a las 7:39 pm

  2. Creo que al final los liberales, a pesar de todo, se desinflarán por la cuestión del reparto de escaños por circunscripciones. Y francamente, aunque Dave Cameron es más tonto que las piedras, después de 13 años de New Labour ya tendría que ser duro que no volviesen los Tories. Aunque los efectos puedan ser nefastos, como ya se viene diciendo, por ejemplo para el mercado de la vivienda (http://www.guardian.co.uk/business/2010/apr/19/conservative-victory-property-price-crash).

    Por lo que tengo entendido se está cultivando el ‘miedo’ a los conservadores. Dudo que funcione, pero están constantemente sacando a relucir lo pijo de Cameron, y eso no suele terminar de gustar

    Comentario escrito por The Disruptive — 21 de abril de 2010 a las 9:33 am

  3. Ah, ¿que hay elecciones aquí?

    Comentario escrito por Karraspito for President — 21 de abril de 2010 a las 1:07 pm

  4. Relacionado con el tema «olvídense de nuestras promesas de reformas electorales», aquí, en Galicia, se sigue, por algunos, con interés el posible acuerdo para modificar el voto emigrante en generales y su anulación en autonómicas y municipales. PPdeG y, sobre todo, PSdeG están un pasito alante, otro pasito atrás y contradiciendo a sus interlocutores en Madrid. Como no, la excepción es el Bloque (siempre perjudicado por este sistema votamuertos y acarreasacas sin garanteías y no todo, pues el emigrante que les vota en Argentina ya se ha quejado).

    un enlace al ABC, para subir el nivel de la página (tranquilos, que es de agencia)

    http://www.abc.es/agencias/noticia.asp?noticia=353069&titulo=Grupos+parlamentarios+mantienen+sus+diferencias+sobre+reforma+voto+emigrante

    Comentario escrito por abobriga — 21 de abril de 2010 a las 11:56 pm

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